Si los neandertales desaparecieron, ?qu¨¦ hacemos nosotros aqu¨ª?
La extinci¨®n de esta especie humana es uno de los grandes misterios de la prehistoria
La extinci¨®n de los neandertales plantea una pregunta inevitable: si ellos desaparecieron, ?por qu¨¦ nosotros seguimos aqu¨ª? Hasta ahora, la respuesta era m¨¢s o menos sencilla: nosotros somos m¨¢s listos. Los neandertales son una especie humana que vivi¨® en Europa unos 200.000 a?os como m¨ªnimo y que desapareci¨® hace unos 40.000, precisamente cuando nuestra propia especie, el Homo sapiens, lleg¨® al continente. Se trata de un espacio de tiempo descomunal: si lo comparamos con la invenci¨®n de la escritura, que marca el final de la prehistoria y el principio de la historia, estamos hablando de s¨®lo 6.000 a?os, una fracci¨®n m¨ªnima del tiempo que nuestros primos (o hermanos) habitaron Europa. Supieron adaptarse a cambios clim¨¢ticos gigantescos y, durante el ¨²ltimo periodo de su existencia, sobrevivieron durante miles y miles de a?os a las brutales condiciones de la Edad de Hielo. Pero, en un periodo relativamente corto, desaparecieron de los registros arqueol¨®gicos.
El descubrimiento, anunciado este jueves en la revista Science, de que los neandertales fueron capaces de producir arte abstracto y complejo es gigantesco, pero no sorprendente. En los ¨²ltimos a?os, gracias entre otras cosas a excavaciones en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, en la cueva asturiana del Sidr¨®n y en las gibraltare?as de Vanguard y Gorham, la idea de que fueron unos seres brutos, sin apenas luces, se ha derrumbado. Se medicaban, cuidaban a sus ancianos, decoraban sus cuerpos con colores y plumas, hab¨ªan sido capaces de producir dibujos geom¨¦tricos y pose¨ªan el gen FoxP2, que permite el lenguaje.
Pero este hallazgo, basado en una nueva dataci¨®n de pinturas, va m¨¢s all¨¢ porque les convierte en nosotros. La pregunta de qu¨¦ nos convierte en humanos tiene muchas respuestas, pero una de las m¨¢s frecuentes es precisamente esa: la capacidad para producir arte y contar historias. Ahora sabemos que ellos tambi¨¦n la ten¨ªan. Entonces, queda la pregunta m¨¢s inquietante. ?Qu¨¦ les llev¨® a desaparecer despu¨¦s de vagar por la tierra durante tanto tiempo? Seguramente no existe una respuesta y, desde luego, no existe una respuesta ¨²nica. ?Les matamos nosotros? Es posible, aunque tambi¨¦n desaparecieron de lugares que no hab¨ªan alcanzado los sapiens. ?Cambi¨® su ecosistema con la llegada de nuestra especie? ?Se adaptaban peor a las transformaciones? ?Les dejamos sin caza? Puede ser. En cualquier caso, la confirmaci¨®n de la complejidad de su inteligencia constituye una gigantesca advertencia sobre la fragilidad de todas las especies, incluida la nuestra.
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