Nueve falsas creencias en torno a la alimentaci¨®n de los ni?os
Hay que ense?ar a los padres y educadores a filtrar, seleccionar y ser cr¨ªticos con la informaci¨®n en nutrici¨®n y en cualquier ¨¢mbito
Los cambios culturales, tecnol¨®gicos y econ¨®micos acontecidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas han influido inevitablemente en nuestras elecciones alimentarias: tenemos m¨¢s disponibilidad y variedad de alimentos, pero no siempre optamos por los m¨¢s adecuados. No ayuda vivir en un ambiente obesog¨¦nico ni la ausencia de informaci¨®n veraz; todo ello distorsiona nuestro concepto de lo que es ¡°comer de forma saludable¡± y mantiene un buen n¨²mero de falsas creencias o mitos en torno a la alimentaci¨®n. Tambi¨¦n en relaci¨®n con la nutrici¨®n infantil, como que los pur¨¦s alimentan mejor, que los ni?os necesitan suplementos alimenticios o que el desayuno es la comida m¨¢s importante del d¨ªa.
¡°Cualquier padre o madre quiere lo mejor para su hijo y trata de d¨¢rselo. El problema est¨¢ en saber distinguir qu¨¦ es de verdad lo mejor cuando vivimos en una era marcada por la ¡°infoxicaci¨®n¡±: mucha informaci¨®n sin solidez cient¨ªfica promovida con conflictos de inter¨¦s o lanzada por personas que no son profesionales¡±, explica Griselda Herrero, dietista-nutricionista y autora de Alimentaci¨®n saludable para ni?os geniales (AMAT Editorial). Es por eso por lo que la dietista-nutricionista opina que hay que ense?ar a los padres y educadores a filtrar, seleccionar y ser cr¨ªticos con la informaci¨®n.
Desmontamos a continuaci¨®n una serie de falsas creencias muy habituales con relaci¨®n a la nutrici¨®n infantil que pueden causar confusi¨®n entre las familias.
1. El ni?o que no come ¡°nada¡±
Para Griselda Herrero el principal mito es que si el ni?o ¡°no come¡± no va a crecer y, por tanto, hay que darle un suplemento vitam¨ªnico, un complemento alimenticio o un alimento enriquecido. ¡°Muchas veces la industria alimentaria juega con este miedo para que compremos determinados productos. Sin embargo, no tiene por qu¨¦ existir ning¨²n d¨¦ficit porque todas las necesidades nutricionales se cubren si la alimentaci¨®n es adecuada y saludable y, si el ni?o est¨¢ contento, responde a est¨ªmulos y est¨¢ activo, no hay por qu¨¦ preocuparse¡±.
Y es que, pese a vivir en un entorno en el que abunda la comida y en el que es pr¨¢cticamente imposible que un ni?o sano muera de inanici¨®n, muchos padres siguen temiendo que la cantidad de alimentos que ingieren sus hijos no sea ¡°suficiente¡±, lo que les conduce de manera inevitable a la idea de que deben complementar la dieta. O casi peor, ofrecer alimentos m¨¢s apetecibles para los ni?os, aunque estos sean insanos, con tal de que coman.
Se?alan los pediatras Carlos Casabona y Pepe Serrano en el documento ?Por qu¨¦ tu hijo come peor de lo que piensas?, publicado en el curso de actualizaci¨®n pedi¨¢trica de la AEPap de febrero de 2018, que el recuerdo de la falta de alimento que marc¨® la posguerra, unido a la obsesi¨®n por los percentiles, tanto por parte de los padres como de los propios pediatras, mantienen esa idea de que el ni?o no come ¡°nada¡± y que as¨ª no va a crecer. ¡°Los ritmos de crecimiento son variables dentro de la vida del ni?o y entre los distintos ni?os y, a menudo, no se presentan como una l¨ªnea ascendente sin variaciones¡±, explican.
2. Nunca hay que obligar a un ni?o a comer
Relacionado con lo anterior tambi¨¦n ocurre que para muchas familias la preocupaci¨®n por ese ¡°no come nada¡± los lleva a pensar que deben obligar al ni?o a comer, en una obligaci¨®n que muchas veces se disfraza de chantajes o insistencia. ¡°Jam¨¢s hay que obligar a un ni?o a comer. Obligar y educar no pueden estar en la misma frase. Cuando obligamos a comer estamos generando rechazo en el ni?o por la comida, que puede derivar en diversos tipos de alteraciones o, al menos, en malas relaciones con la comida¡±, incide Griselda Herrero, para quien es muy importante que el ni?o elija, decida y participe de forma que se le haga responsable y se le implique en su alimentaci¨®n, pero nunca haciendo algo que no quiere.
3. El desayuno no es la comida m¨¢s importante del d¨ªa
Muchos beb¨¦s y ni?os rechazan desayunar nada m¨¢s levantarse, algo que choca frontalmente con la idea que se ha transmitido durante mucho tiempo de que el desayuno es la comida m¨¢s importante del d¨ªa. Dietistas-nutricionistas como Mar¨ªa Manera Bassols o Julio Basulto inciden en que esta comida no es la principal a menos que sea la ¨²nica que se vaya a hacer durante todo el d¨ªa. Lo dec¨ªa tambi¨¦n el pediatra Carlos Casabona en El desayuno insano de los ni?os espa?oles: ¡°Vale m¨¢s que no desayune nada a desayunar de manera insana ya que puede tomar un bocata de pan integral y una fruta en el cole 90 o 120 minutos m¨¢s tarde. Tenemos un organismo garantizado durante miles de a?os que puede esperar ese tiempo sin sufrir ning¨²n trastorno serio¡±; y a?ad¨ªa que ocurre que muchas veces pensamos que el ni?o ¡°no desayuna¡± cuando en realidad es que ¡°desayuna en dos tiempos o desayuna de manera diferida, muy poco tiempo despu¨¦s de levantarse¡±.
4. Los pur¨¦s y las papillas no les alimentan mejor
En muchas consultas de pediatr¨ªa a¨²n siguen circulando complicadas tablas con las cantidades de alimentos procesados en forma de pur¨¦ o papilla que los beb¨¦s deben ingerir cuando comienzan con la alimentaci¨®n complementaria; alimentaci¨®n que no debe ofrecerse antes de los seis meses. Para Griselda Herrero estos preparados no solo no son necesarios, sino que cree que el Baby-Led Weaning (BLW) o alimentaci¨®n guiada por el beb¨¦ es la opci¨®n m¨¢s adecuada para respetar las sensaciones de hambre y saciedad del ni?o, y dejar que elija qu¨¦, cu¨¢nto y cu¨¢ndo comer porque, dice, ¡°al fin y al cabo, solo ¨¦l sabe lo que realmente necesita¡±. Esto siempre y cuando lo que le ofrezcamos sean alimentos saludables. Adem¨¢s, las ¨²ltimas recomendaciones basadas en la evidencia se?alan que la introducci¨®n de s¨®lidos no debe postergarse m¨¢s all¨¢ de los nueve meses ya que puede provocar el rechazo a dichos alimentos hasta una edad mucho m¨¢s tard¨ªa y reducir los gustos alimenticios.
"Si preparamos un pur¨¦ para un ni?o de un a?o y le ponemos, por ejemplo, medio pl¨¢tano, media pera y media manzana debemos pensar si todo eso podr¨ªa caber en el est¨®mago de un beb¨¦ tan peque?o¡±
Por otro lado, explica Herrero que cuando se les da este tipo de preparados no solo impedimos que manipulen, que huelan, que jueguen y que saboreen los alimentos, sino que aumentamos el valor cal¨®rico que les damos en una sola ingesta: ¡°En un pur¨¦ no solo damos una mezcla de varios alimentos, sino que adem¨¢s aumentamos el valor cal¨®rico en una cantidad m¨¢s peque?a. Si preparamos un pur¨¦ para un ni?o de un a?o y le ponemos, por ejemplo, medio pl¨¢tano, media pera y media manzana, debemos pensar si todo eso podr¨ªa caber en el est¨®mago de un beb¨¦ tan peque?o¡±.
5. No hay leche materna buena o mala
¡°La leche materna es siempre buena, lo de que puede ser ¡°mala¡± es un invento de las empresas que venden leche artificial¡±, se?ala Griselda Herrero, quien explica que la s¨ªntesis de leche materna depende de la succi¨®n del beb¨¦ y contiene todos los nutrientes que el ni?o necesita para su desarrollo y crecimiento. ¡°Podr¨ªamos considerarlo como el ¨²nico ¡°superalimento¡± o alimento imprescindible, el m¨¢s completo y el que m¨¢s beneficios tiene. Ya que lo tenemos, no lo destruyamos inventando falacias¡±, reivindica.
6. La sal y el az¨²car no son necesarios
Con la idea de que los ni?os coman ¡°m¨¢s¡± y ¡°mejor¡± determinadas comidas circula la idea de que la sal y el az¨²car son imprescindibles. Ocurre, seg¨²n Griselda Herrero, que la sal, las grasas y el az¨²car hacen que el alimento sea m¨¢s palatable (es decir, que nos resulte agradable al meterlo en la boca) y que, por tanto, queramos comer m¨¢s. Sin embargo, asegura que si no interferimos en ella, la capacidad innata de los ni?os de preferir alimentos dulces se pierde con el tiempo por lo que cuanto menos les demos, mejor. ¡°Es recomendable evitar estas sustancias siempre, sobre todo antes del a?o. A partir de entonces se puede utilizar de forma moderada la sal, evitando el consumo de ultra procesados, seg¨²n establece la OMS¡±, explica Griselda.
7. La fruta, mejor entera
Pese a que la fruta deber¨ªa ofrecerse preferiblemente entera siempre, a¨²n sigue vi¨¦ndose el zumo como una alternativa a la pieza entera. Para la dietista-nutricionista el zumo ser¨ªa la peor opci¨®n. ¡°En un zumo la fibra se pierde y los az¨²cares naturales presentes en la fruta se absorben muy r¨¢pidamente, por lo que actuar¨ªan como si fuera az¨²car de mesa. La fibra tiene la capacidad de hacer que esta absorci¨®n sea m¨¢s lenta y por tanto, su efecto sobre el metabolismo es diferente¡±, se?ala.
A?ade que una papilla de frutas mantendr¨ªa la fibra pero insiste de nuevo en que estar¨ªamos ofreciendo una gran densidad nutricional y energ¨¦tica en unas cantidades muy peque?as, por lo que la mejor opci¨®n es siempre la fruta entera.
8. Los frutos secos no producen alergias a edades tempranas
A menudo, se dice que es aconsejable evitar el consumo de frutos secos bajo la creencia de que provocan alergia. Sin embargo, la gu¨ªa de la Generalitat de Catalunya sobre alimentaci¨®n infantil (de 0 a 3 a?os), publicada en 2016, incluye el consumo de frutos secos molidos o chafados a partir de los seis meses, y recomienda no ofrecer dichos alimentos enteros, al igual que las palomitas, los granos de uva enteros, la manzana o la zanahoria cruda hasta los tres a?os para reducir el riesgo de atragantamiento.
Seg¨²n Griselda Herrero incorporar estos alimentos desde el inicio de la alimentaci¨®n complementaria incluso podr¨ªa ser beneficioso: ¡°Antes se pensaba que los frutos secos, al ser alerg¨¦nicos, pod¨ªan causar alergias con m¨¢s frecuencia si se daban a tempranas edades. Sin embargo, parece que no es as¨ª, sino que darlos en peque?as cantidades machacados o en cocciones desde beb¨¦s podr¨ªa evitar el desarrollo de alergias¡±. Lo sugieren cient¨ªficos de Kings College en el estudio LEAP (Learning Early About Peanut Allergy) en el caso de los cacahuetes. Tras realizar un seguimiento a m¨¢s de 500 beb¨¦s durante varios a?os para ver si la exposici¨®n temprana a estos frutos secos podr¨ªa prevenir la aparici¨®n de alergias potencialmente letales, han concluido que es una estrategia efectiva de prevenci¨®n, contradiciendo recomendaciones anteriores.
9. Las dietas vegetarianas o veganas en la infancia no son peligrosas
La Academia Americana de Nutrici¨®n, que agrupa a m¨¢s de 100.000 profesionales, afirmaba en un documento publicado en 2003, tras una revisi¨®n exhaustiva de la literatura disponible, que ¡°las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables y nutricionalmente adecuadas y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevenci¨®n y en el tratamiento de ciertas enfermedades. Las dietas vegetarianas bien planificadas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluidos el embarazo, la lactancia, la infancia, la ni?ez y la adolescencia, as¨ª como para deportistas¡±.
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