Maryl¨¨ne Patou-Mathis: ¡°El canibalismo es t¨ªpicamente humano¡±
La prehistoriadora francesa es experta en los neandertales, unos antepasados tan remotos como desconocidos. Desaparecieron hace 40.000 a?os, pero cada vez hay m¨¢s pruebas de lo mucho que compartimos. Se niega a establecer jerarqu¨ªas entre grupos humanos: no hay, dice, unos inferiores a otros. Y nada indica que las mujeres no cazaran.
No resulta habitual que una cient¨ªfica se convierta en una estrella de los medios de comunicaci¨®n, pero es lo que ha ocurrido con la investigadora francesa Maryl¨¨ne Patou-Mathis. Su sentido del humor y su forma franca y directa de explicar asuntos tan delicados como la remota afici¨®n de los humanos a comerse los unos a los otros ha logrado que se convierta en un personaje muy conocido en Francia. Sin embargo, el mundo del que m¨¢s sabe no puede ser m¨¢s remoto: es una prehistoriadora experta en los neandertales, la especie humana m¨¢s cercana a nosotros, que desapareci¨® hace unos 40.000 a?os, y en los primeros Homo sapiens que llegaron a Europa m¨¢s o menos en ese periodo. Investigadora del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS, el equivalente franc¨¦s del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas) y del Museo de Ciencias Naturales de Par¨ªs, es una reputada arque¨®loga, autora de numerosos libros, asesora de pel¨ªculas, y acaba de participar en la organizaci¨®n de una exposici¨®n sobre los neandertales en Par¨ªs.
Su ¨²ltimo libro se titula Neanderthal de A ¨¤ Z y entre sus t¨ªtulos m¨¢s difundidos se encuentran Histoires de mammouth (2015), Pr¨¦histoire de la violence et de la guerre (2013) o Mangeurs de viande: de la Pr¨¦histoire ¨¤ nos jours (2009). Nacida en Par¨ªs, se niega a confesar su edad ¡ª"Es un dato que no doy nunca"¡ª, aunque puede servir de pista que termin¨® la carrera en 1981 y defendi¨® su tesis en 1984. La conversaci¨®n tuvo lugar en abril en el Museo del Hombre, que alberga la muestra sobre nuestros primos prehist¨®ricos desaparecidos.
La visi¨®n de los neandertales ha cambiado mucho en los ¨²ltimos a?os, porque los cient¨ªficos han ido descubriendo que estaban mucho m¨¢s cerca de nosotros de lo que pens¨¢bamos. ?La dificultad para comprender a esta especie humana durante tanto tiempo refleja la dificultad para comprender al otro?
¡°Lo que nos hace humanos no es solo la tecnolog¨ªa. Cuando alguien sostiene que los cazadores-recolectores son inferiores se equivoca. El hombre es singular¡±
Sin duda. Siempre he cre¨ªdo que no se deben establecer comparaciones. Yo investigo sobre los neandertales, pero tambi¨¦n sobre los primeros sapiens europeos, los auri?acienses. Sin embargo, creo que es un error juzgar en funci¨®n del otro. Mi investigaci¨®n no busca saber qui¨¦n era superior. Lo interesante es que seamos capaces de reconstruir los comportamientos: la jerarquizaci¨®n no debe ser nunca el enfoque. Incluso por motivos ¨¦ticos, no debemos jerarquizar. Yo he vivido con los n¨®madas del Kalahari y dispon¨ªan de una tecnolog¨ªa de cazadores-recolectores con instrumentos como el arco. Pod¨ªamos pensar que tecnol¨®gicamente estaban menos evolucionados que otras sociedades, pero mostraban una riqueza enorme en sus historias, en la forma en la que conoc¨ªan la naturaleza. Lo que nos hace humanos no es solo la tecnolog¨ªa. Cuando alguien sostiene que los cazadores-recolectores son inferiores se equivoca. El hombre es siempre singular. No querer aceptar que el otro que tenemos enfrente es diferente, convertirle en inferior, es muy malo y ha sido un problema durante mucho tiempo.
Usted ha dicho en una entrevista que el hecho de que los neandertales fuesen can¨ªbales no les aleja de nosotros, sino que les acerca... ?No es un poco inquietante?
El canibalismo es algo t¨ªpicamente humano, por ejemplo en su ritualizaci¨®n, porque el canibalismo ritual es algo muy sofisticado. Hasta hace muy poco, en lugares como Nueva Guinea sobreviv¨ªan ritos funerarios que consist¨ªan b¨¢sicamente en comerse un trozo de la abuela. Se trata de algo muy complejo. Es un comportamiento muy humano, que empieza en Atapuerca hace 800.000 a?os y que contin¨²a con el canibalismo como forma de aterrorizar a los enemigos que se da todav¨ªa hoy en algunos conflictos. Es algo tan fuerte que lo hemos transformado en s¨ªmbolo con la eucarist¨ªa, cuando hablamos de comer la sangre y el cuerpo de Cristo. Y que ha dejado huellas en nuestro vocabulario: decimos que alguien "est¨¢ como para com¨¦rselo" o, al rev¨¦s, que no podemos tragarlo. Es muy interesante, pero tambi¨¦n muy fuerte.
En su ¨²ltimo libro, Neanderthal de A ¨¤ Z, explica que siempre se representa la prehistoria con las mujeres trabajando en la cueva y los hombres cazando, pero que no existe ninguna prueba de que existiese esa separaci¨®n de sexos.
¡°El arte parietal es muy complejo: no dibujaban los animales que iban a comerse. El imaginario de los mamuts es tan fuerte que, incluso cuando ya no conviv¨ªan con ellos, siguieron pint¨¢ndolos¡±
Ninguna. Es algo que me interesa much¨ªsimo. Son im¨¢genes que responden a prejuicios. ?Por qu¨¦ no podemos concebir que las mujeres tallasen los utensilios? Cuando representamos un pintor, por ejemplo en Lascaux, siempre ponemos a un hombre. ?Por qu¨¦ tiene que ser as¨ª? Se trata de prejuicios sexistas. ?Qui¨¦n dice que es imposible? Muchos chamanes son mujeres, muchos pintores de poblaciones abor¨ªgenes de Australia son mujeres. Es algo que me irrita much¨ªsimo. Cuando me dicen que en los grupos de cazadores-recolectores las mujeres no cazan, primero es algo que no es cierto: lo que no hacen es herir al animal y hacer correr su sangre. Pero participan en la caza de muchas otras maneras. Y los pueblos de los que hablamos actualmente tienen una historia muy larga, no son hombres prehist¨®ricos que se hayan quedado parados en el tiempo. No me gusta que calquemos los comportamientos de tribus actuales para interpretar la prehistoria. Me encanta la etnograf¨ªa, pero son pueblos que, como nosotros, tienen una historia. Podemos aprender de asuntos t¨¦cnicos, ver c¨®mo resuelven problemas en un determinado entorno. La visi¨®n de la mujer en la prehistoria es algo sobre lo que quiero trabajar, para demostrar que se trata de una cuesti¨®n ideol¨®gica.
?Qu¨¦ le llev¨® al desierto africano del Kalahari cuando acab¨® sus estudios? ?Qu¨¦ aprendi¨® conviviendo con cazadores-recolectores?
Antes de entrar en el CNRS recib¨ª una beca para viajar all¨ª. Lo que quer¨ªa comprobar era la presi¨®n del medio ambiente sobre los comportamientos humanos. Me encantaba estudiar la relaci¨®n de los humanos con la caza y con los animales, pero viv¨ªa en Par¨ªs, investigaba en una oficina. Quer¨ªa ir sobre el terreno. Hay cosas que pensamos que son imposibles en la caza y sin embargo ocurren. Aprend¨ª que un pueblo es rico por otras cosas que no tienen nada que ver con su tecnolog¨ªa. Las relaciones sociales, los mitos: todo eso es muy importante. Modific¨® mi visi¨®n de las cosas.
Entonces, ?la capacidad de construir y manejar tecnolog¨ªa no nos hace m¨¢s inteligentes?
En absoluto. Adem¨¢s, ?qui¨¦n sabe ahora c¨®mo funciona nada, ni siquiera la electricidad? ?Qui¨¦n sabe c¨®mo funciona la televisi¨®n? Simplemente, apretamos botones, y solo un pu?ado saben construir esas m¨¢quinas. ?Qui¨¦n comprende los algoritmos? Sin embargo, si nos dejasen sueltos en la naturaleza, nos morir¨ªamos inmediatamente. Por eso estoy de acuerdo con Claude L¨¦vi-Strauss cuando sostiene que no hay pueblos inferiores, solo pueblos que han respondido de forma diferente a problemas similares.
?Cree que lo que nos fascina de los neandertales es su desaparici¨®n, que coincide con la llegada de nuestra especie, los Homo sapiens, a Europa?
Pienso que desaparecieron sobre todo por un problema de demograf¨ªa. No tenemos pruebas de que cuando llegaron los sapiens se produjesen contactos entre las dos especies, por lo menos en las regiones en las que he trabajado, sobre todo en Crimea y Ucrania. Mi impresi¨®n es que se evitan. En periodos anteriores ve¨ªamos un peque?o nomadismo estival y, sin embargo, m¨¢s tarde los restos arqueol¨®gicos nos indican que las ocupaciones fueron muy cortas, como si estuviesen en constante movimiento.
?Y quedan huellas arqueol¨®gicas de violencia entre las dos especies?
No. En ese periodo no hay nada. Constatamos de forma clara que hasta el Neol¨ªtico no aparecen los aut¨¦nticos conflictos. Lo que nos encontramos de vez en cuando es una persona que ha sufrido un golpe en la cabeza. ?Qu¨¦ quiere decir? No lo sabemos, puede ser un accidente. La mayor¨ªa est¨¢n cicatrizadas, con lo que la persona no muri¨®. No quedan restos de matanzas, ni siquiera de varios cuerpos juntos. Los ¨²nicos restos de violencia que tenemos, como en la cueva de El Sidr¨®n, en Asturias, corresponden a canibalismo.
Usted adem¨¢s sostiene que en la prehistoria la ausencia de pruebas no quiere decir nada...
No significa nada, y tampoco la ausencia de pruebas puede utilizarse para demostrar nada. No podemos decir que los neandertales no hayan realizado arte parietal porque no haya aparecido...
De hecho se acaba de demostrar que s¨ª hicieron...
Es algo que se sospechaba. Creo que nuestra visi¨®n cambiar¨¢ todav¨ªa m¨¢s porque cada vez m¨¢s gente est¨¢ convencida de que muchas cosas eran posibles con los neandertales. Cuando pensamos que algo es imposible no lo encontramos. Fue Pasteur el que pensaba as¨ª. Todo comenz¨® a cambiar en 2010, cuando se descubri¨® que ten¨ªamos genes de neandertal, porque nadie quiere tener los genes de un simio.
?Es la prehistoria el periodo del pasado que encierra m¨¢s sorpresas seg¨²n avanza la ciencia, por ejemplo con el ADN o los nuevos m¨¦todos de dataciones?
Todo puede cambiar en cualquier momento, aunque tambi¨¦n existe un fondo que se mantiene. Por muchos trabajos que se hagan por ejemplo en China, los humanos m¨¢s antiguos siguen siendo africanos. Muchas cosas se confirman: por ejemplo, que los neandertales ten¨ªan una tecnolog¨ªa muy desarrollada y que su capacidad de adaptaci¨®n era enorme porque estuvieron aqu¨ª 400.000 a?os.
?Y el clima no tuvo nada que ver con su desaparici¨®n?
No creo. Es una hip¨®tesis de la que ahora se habla mucho, que tiene que ver con una visi¨®n general de que la existencia humana est¨¢ muy relacionada con el medio ambiente. Pero no debemos olvidar que las tradiciones culturales nos ayudan a adaptarnos, por ejemplo migrando hacia el sur cuando hace demasiado fr¨ªo, como ocurre con los animales. No es algo que pueda explicar la desaparici¨®n de los neandertales, porque adem¨¢s conocieron muchos periodos fr¨ªos y c¨¢lidos.
?Y es posible que fuese la suma de nuestra llegada m¨¢s un periodo especialmente fr¨ªo?
No tiene mucho sentido porque tambi¨¦n desaparecen de zonas que nunca padecieron periodos glaciares, como Oriente Pr¨®ximo o Gibraltar. Es un problema demogr¨¢fico. No son suficientes para mantener una poblaci¨®n estable y podemos ver una debilidad en su diversidad gen¨¦tica. Pienso que el problema fue sobre todo la falta de individuos. Es lo mismo que ocurri¨® con los mamuts, que es un tema en el que he trabajado mucho. En un momento los grupos son muy peque?os y est¨¢n muy dispersos, y estos animales acaban por desaparecer...
Ya que habla de los mamuts, ?por qu¨¦ cree que en lugares como el sur de Francia, donde hab¨ªa muy pocos mamuts, aparecen estos animales dibujados en las ?paredes de las cuevas?
Es algo muy interesante. Estoy convencida de que hubo personas que dibujaron mamuts pese a no haber visto nunca ninguno, que era algo que estaba en su cultura, en su imaginario. Creo que el arte parietal es muy complejo: no dibujaban los animales que iban a comerse, era otra cosa. Realic¨¦ ?excavaciones en Lascaux y descubrimos que su alimento principal eran los renos, pero que, en cambio, no los pintaban en las paredes. El imaginario de los mamuts es tan fuerte que, incluso cuando ya no conviv¨ªan con ellos, siguieron dibuj¨¢ndolos.
?Quiere decir que en la prehistoria hab¨ªa muchos m¨¢s intercambios de los que imaginamos? Porque tambi¨¦n han aparecido estatuillas realizadas con colmillos de mamuts en zonas donde no exist¨ªan.
Podemos imaginar que hab¨ªa intercambios entre unos grupos y otros de cosas como el marfil. Los objetos viajaban de un grupo a otro enormes distancias...
?Por qu¨¦ cree que nos interesa tanto la prehistoria? Tanto en Espa?a como en Francia hay cada vez m¨¢s ?publicaciones, museos, exposiciones...
Creo que entre la gente que tiene tiempo y dinero para reflexionar existe un malestar, una inquietud, cierta desesperanza con respecto a aquello en lo que nos hemos convertido. El ¨¦xito del libro Sapiens, de Yuval Noah Harari, tiene que ver con esto. Nos vemos como una especie que ha destruido la naturaleza, siempre en guerra, cuando tal vez podr¨ªamos no haber seguido ese camino. A mucha gente no le gusta esto y por eso se refugia en un mundo que idealizan, cuando viv¨ªamos en armon¨ªa con la naturaleza.
?Cu¨¢ndo y por qu¨¦ decidi¨® dedicarse a la prehistoria?
Soy ge¨®loga de formaci¨®n. De ah¨ª salt¨¦ a la paleontolog¨ªa y me di cuenta de que cuando estaba el hombre por medio era mucho m¨¢s interesante. Lo que me apasion¨® enseguida fue la relaci¨®n del hombre con los animales, por eso escrib¨ª Mangeurs de viande, precisamente porque creo que tenemos una relaci¨®n con el animal muy profunda. El lado cultural es muy importante: me interesa ver c¨®mo nacen y se forjan ciertos comportamientos como la construcci¨®n del otro. Pienso que hay cosas en nosotros que se remontan muy lejos en nuestra historia y que est¨¢n siempre presentes, de forma consciente o inconsciente. Nos obliga a plantearnos muchas cosas y, sobre todo, nos obliga a ser modestos, porque sabemos que desde luego no somos los primeros, pero tampoco los ¨²ltimos. Somos un eslab¨®n m¨¢s en una cadena.
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