Llevar la igualdad de g¨¦nero a la salud p¨²blica global
Las autoras critican que la mayor¨ªa de las organizaciones no tienen en cuenta las cuestiones de g¨¦nero a la hora de abordar problemas sanitarios
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, la comunidad internacional se ha propuesto la tarea de alcanzar un amplio rango de objetivos sociales y ambientales, muchos de los cuales est¨¢n consagrados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) para 2030.
Hemos defendido muchos de estos objetivos, as¨ª como esfuerzos similares que precedieron a los ODS, porque creemos que estos proyectos colectivos son necesarios para crear el tipo de mundo que queremos para nuestros hijos y nietos. Pero tambi¨¦n llegamos a la conclusi¨®n de que son demasiados los esfuerzos para cumplir con los compromisos globales que carecen de los mecanismos significativos de reporte necesarios para ser exitosos. Si hablamos en serio respecto de traducir los pronunciamientos ampulosos en un progreso real para la gente y el planeta, esto tendr¨¢ que cambiar.
Consideremos la salud p¨²blica, una cuesti¨®n que afecta a todos. La agenda global en esta ¨¢rea determina las normas y los est¨¢ndares que forjan la manera en que los actores p¨²blicos y privados promueven la salud, previenen las enfermedades y administran la atenci¨®n m¨¦dica. Esta agenda incluye iniciativas de investigaci¨®n y bienes globales como las vacunas y los programas de emergencia en caso de brotes epid¨¦micos. Y re¨²ne a la gente para trabajar en conjunto en pos de ofrecer una cobertura sanitaria universal y garantizar el derecho de todos a la salud.
En el marco de los ODS, las cuestiones separadas de g¨¦nero y salud est¨¢n entrelazadas, porque el g¨¦nero en s¨ª es un impulsor importante de resultados en materia de salud. Puede influir en si uno fuma tabaco, hace ejercicio regularmente o tiene acceso a una alimentaci¨®n nutritiva. Y dado que m¨¢s del 75% de la fuerza laboral en el ¨¢rea sanitaria en el mundo es femenina, tambi¨¦n suele determinar qui¨¦n se ocupar¨¢ de nosotros cuando estemos enfermos.
Durante d¨¦cadas, la comunidad de salud global ha hecho caso omiso del papel cr¨ªtico de las relaciones desiguales de poder, particularmente con relaci¨®n al g¨¦nero, al determinar los resultados. En este momento, uno pensar¨ªa que existe un alto grado de igualdad de g¨¦nero en el sector. Pero un informe reciente realizado por el grupo de defensa de la igualdad de g¨¦nero Global Health 50/50 demuestra lo contrario.
Sin datos, transparencia y una responsabilidad adecuada sobre las disparidades de g¨¦nero, no puede haber ning¨²n progreso en materia de igualdad
En verdad, el informe, que revis¨® el trabajo de 140 organizaciones en el sector global de la salud, es una lectura perturbadora. Muchas de estas organizaciones, vergonzosamente, no abordan las disparidades de g¨¦nero. La mitad de las estrategias de las organizaciones no incluyen un compromiso espec¨ªfico con la igualdad; y si bien un tercio s¨ª se centra en la salud de las mujeres y de las ni?as, no hacen ninguna menci¨®n de los riesgos relacionados con el sexo.
La situaci¨®n es a¨²n peor para los hombres y los ni?os que, sin importar el pa¨ªs, probablemente vivan vidas m¨¢s cortas y menos saludables que sus pares femeninas. Seg¨²n el informe Global Health 50/50, solo un tercio de las organizaciones adoptan una estrategia de g¨¦nero en cuanto a las necesidades de salud de toda la poblaci¨®n, y ninguna organizaci¨®n apunta a los hombres y los ni?os espec¨ªficamente.
Es m¨¢s, solo el 43% de las organizaciones encuestadas han implementado medidas espec¨ªficas para respaldar las carreras de las mujeres en la salud p¨²blica, a pesar de una composici¨®n enormemente femenina de la fuerza laboral en este ¨¢mbito. No deber¨ªa sorprender que la mayor¨ªa de estas organizaciones est¨¦n dirigidas por hombres. En toda la muestra, el 80% de los presidentes de directorio y el 69% de los jefes ejecutivos son varones.
Para nosotras, uno de los resultados m¨¢s desalentadores del informe es que las dos terceras partes de las organizaciones no desglosan los datos por sexo. Sin datos, transparencia y una responsabilidad adecuada sobre las disparidades de g¨¦nero, no puede haber ning¨²n progreso en materia de igualdad.
De todos modos, los resultados del informe no son todos negativos. La Agencia Sueca Internacional de Cooperaci¨®n para el Desarrollo, la organizaci¨®n BRAC con sede en Banglad¨¦s, Save the Children International y el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria est¨¢n entre una decena de organizaciones que hacen un buen trabajo en general. Lo que tienen en com¨²n son l¨ªderes comprometidos que han adoptado medidas proactivas para garantizar el progreso.
Todas las organizaciones exitosas han adoptado pol¨ªticas y hojas de ruta claras para impulsar el cambio organizacional. Han establecido sistemas de rendici¨®n de cuentas, que incluyen medidas para garantizar que se incluya la competencia de g¨¦nero en las descripciones de los empleos y en las evaluaciones de desempe?o del personal. Y han creado entornos laborales flexibles, que incluyen las licencias parentales y otras pol¨ªticas orientadas a la familia.
Ante el futuro, esperamos ver que todas las organizaciones globales de salud adopten medidas concretas para abordar las deficiencias identificadas en el informe Global Health 50/50. En su defecto, recomendar¨ªamos que el informe del a?o pr¨®ximo tambi¨¦n clasifique a las organizaciones en cuesti¨®n, para dejar en claro cu¨¢les son las que siguen rezagadas.
Las mujeres alguna vez tuvimos que luchar por el derecho al voto, y ahora estamos peleando por una licencia parental paga e igual salario. Pero debemos avanzar a¨²n m¨¢s, defendiendo tambi¨¦n la transparencia y la igualdad de g¨¦nero en la esfera de la salud p¨²blica global.
Helen Clark, exprimera ministra de Nueva Zelanda, fue administradora del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas. Sania Nishtar, que copreside la Comisi¨®n Independiente de Alto Nivel de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud sobre Enfermedades No Transmisibles, fue ministra federal de Pakist¨¢n y fundadora y presidente de Heartfile.
Copyright: Project Syndicate, 2018.www.project-syndicate.org
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