La receta de Trump para el caos en Oriente Pr¨®ximo
Si el Gobierno estadounidense tiene alg¨²n plan para mantener controlado el programa nuclear iran¨ª sin el PAIC, entonces lo guarda en secreto
La decisi¨®n hace unas semanas del presidente estadounidense Donald Trump de retirar a Estados Unidos del acuerdo sobre el programa nuclear iran¨ª y adoptar una pol¨ªtica de nuevas sanciones y confrontaci¨®n aumenta la incertidumbre en torno del futuro de Oriente Pr¨®ximo Las se?ales que se sucedieron desde entonces no son alentadoras.
No hay ning¨²n incumplimiento del acuerdo por parte de Ir¨¢n que justifique la decisi¨®n de Trump. Se trata m¨¢s bien de un regreso a la vieja ¡ªy en gran medida infructuosa¡ª pol¨ªtica estadounidense de confrontaci¨®n con Ir¨¢n. La ¨²nica diferencia esta vez es que para conseguir lo que pretende, la administraci¨®n Trump parece decidida a llegar al borde de una guerra (o incluso traspasarlo).
Si el Gobierno estadounidense tiene alg¨²n plan para mantener controlado el programa nuclear iran¨ª sin el PAIC, entonces lo guarda en secreto. A juzgar por una parte de la ret¨®rica de Washington, parecer¨ªa que no se descarta llevar ataques a¨¦reos contra las instalaciones nucleares de Ir¨¢n. Pero un bombardeo solo puede demorar el programa nuclear iran¨ª, no detenerlo. ?Ser¨¢ que Trump entonces analiza una guerra terrestre a gran escala para ocupar el pa¨ªs y derribar al r¨¦gimen? Sabemos demasiado bien c¨®mo funcion¨® esa estrategia la ¨²ltima vez que se prob¨®.
El Plan de Acci¨®n Integral Conjunto (PAIC) que Ir¨¢n firm¨® con Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, m¨¢s Alemania y la Uni¨®n Europea, no buscaba solamente prevenir una carrera armamentista nuclear en la regi¨®n o una confrontaci¨®n militar. Tambi¨¦n deb¨ªa ser el primer paso hacia la creaci¨®n de un nuevo orden regional m¨¢s estable que incluir¨ªa a Ir¨¢n.
Otros art¨ªculos del autor
El viejo orden fue instituido en tiempos de la Primera Guerra Mundial por el acuerdo Sykes-Picot entre Reino Unido y Francia, que b¨¢sicamente cre¨® las fronteras nacionales de la regi¨®n tal como son hoy. Un siglo despu¨¦s, est¨¢ claro que el viejo orden qued¨® obsoleto, puesto que ya no provee ni una semblanza de estabilidad.
En vez de eso, los actores regionales m¨¢s importantes (Israel, Ir¨¢n, Arabia Saudita y Turqu¨ªa) se han puesto a competir por la influencia en la guerra en Siria, desliz¨¢ndose colectivamente hacia un vano conflicto por el dominio de toda la regi¨®n. Como ning¨²n pa¨ªs es suficientemente fuerte para eliminar o someter a los otros, esta escalada b¨¦lica solo puede traer a?os (o d¨¦cadas) de guerra.
La inestabilidad de la regi¨®n puede atribuirse directamente a la invasi¨®n y ocupaci¨®n estadounidense de Irak en 2003. El derrocamiento del r¨¦gimen de Saddam Hussein dio a Ir¨¢n una repentina oportunidad para buscar una especie de cuasihegemon¨ªa en la regi¨®n, comenzando por su vecino mayoritariamente chi¨ª. Y tras una serie de errores de Occidente en Siria, Ir¨¢n consigui¨® establecer una presencia que se extiende sin obst¨¢culos hasta el Mediterr¨¢neo.
"Washington no descarta llevar ataques a¨¦reos contra las instalaciones nucleares de Ir¨¢n"
Este es el contexto en el que se negoci¨® el PAIC. La idea del acuerdo era reintegrar a Ir¨¢n al orden internacional y as¨ª alentarlo a desempe?ar un papel regional m¨¢s responsable. La decisi¨®n de Trump anul¨® esa posibilidad y siembra dudas sobre el papel futuro de Ir¨¢n en la regi¨®n. Pero que nadie se equivoque: de uno u otro modo, Ir¨¢n seguir¨¢ siendo parte integral de Oriente Pr¨®ximo. Es una antigua civilizaci¨®n que no se puede ignorar o marginar tan f¨¢cilmente, a menos que se quiera agravar todav¨ªa m¨¢s el caos.
Tras abandonar el marco que buscaba influir en Ir¨¢n por medios diplom¨¢ticos y econ¨®micos, ahora la ¨²nica alternativa para la administraci¨®n Trump es el cambio de r¨¦gimen. Es evidente que los halcones de la Casa Blanca, por ejemplo el asesor de seguridad nacional John Bolton, no aprendieron ninguna de las lecciones de la debacle de Estados Unidos en Irak. Vista la imposibilidad de estabilizar Irak o Siria, deber¨ªa ser obvio que escalar una confrontaci¨®n con un pa¨ªs mucho m¨¢s grande como Ir¨¢n es muy poco aconsejable.
Por desgracia, es probable que el PAIC no sobreviva a la reanudaci¨®n de las sanciones estadounidenses. Las empresas europeas no van a renunciar al voluminoso mercado estadounidense para mantener lazos con Ir¨¢n. Y en cuanto este pa¨ªs pierda el salvavidas econ¨®mico de Europa y otras partes del mundo, tal vez decida reiniciar el programa nuclear, o incluso retirarse del Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear, lo que aumentar¨ªa el riesgo de una guerra.
"Europa debe afirmarse como una voz racional, insistiendo en la idea de un reordenamiento pac¨ªfico de Oriente Pr¨®ximo"
Adem¨¢s, Rusia y Estados Unidos est¨¢n debilitando aun m¨¢s la no proliferaci¨®n al modernizar sus arsenales nucleares. Si en otros tiempos los gobiernos de ambos pa¨ªses negociaron la reducci¨®n mutuamente acordada de armas y el desarme verificado, ahora est¨¢n m¨¢s interesados en la posesi¨®n de ojivas nucleares en miniatura que se puedan usar para volar b¨²nkeres. Ante una conducta semejante de las dos principales potencias nucleares del mundo, la perspectiva de otra guerra importante en?Oriente Pr¨®ximo se torna m¨¢s aterradora. Al fin y al cabo, dado el creciente involucramiento de Rusia en Siria, el riesgo de un choque entre fuerzas rusas y occidentales en la regi¨®n es cada vez mayor. Y Rusia no va a renunciar f¨¢cilmente a su nueva posici¨®n de fuerza, abandonando a Ir¨¢n ahora.
Nada de esto es buen presagio para Europa, a la que una escalada de tensiones en la regi¨®n afectar¨¢ directamente, por su cercan¨ªa geogr¨¢fica y sus obligaciones hist¨®ricas hacia Israel. En tal caso, la UE tendr¨ªa que alentar la b¨²squeda de una soluci¨®n negociada para las intenciones hegem¨®nicas de los actores regionales y el control de armas nucleares y convencionales.
Por ahora, Europa debe afirmarse como una voz racional, insistiendo en la idea de un reordenamiento pac¨ªfico de Oriente Pr¨®ximo, sin importar cu¨¢n dif¨ªcil pueda parecer en lo inmediato. Los europeos conocen muy bien las consecuencias de las disputas hegem¨®nicas interminables. La UE se cre¨® como respuesta a un siglo de guerra y terror que llev¨® a Europa al borde de la autodestrucci¨®n. Desde entonces, la ense?anza ha sido clara: solo la reconciliaci¨®n y la cooperaci¨®n pueden garantizar un orden regional pac¨ªfico. La alternativa de Trump ¡ªla hegemon¨ªa¡ª equivale al caos.
Joschka Fischer, fue ministro de asuntos exteriores y vicecanciller de Alemania entre 1998 y 2005, y durante casi veinte a?os uno de los l¨ªderes del Partido Verde Alem¨¢n.
Traducci¨®n: Esteban Flamini
Copyright: Project Syndicate, 2018. www.project-syndicate.org
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.