Las abejas saben contar desde cero
Por primera vez un insecto demuestra entender el valor num¨¦rico de ¡®nada¡¯
Muchos animales saben contar. Mejor dicho, muchos animales saben ordenar mentalmente cantidades diferentes, por ejemplo de comida o de otros animales con los que compiten. Su supervivencia depende de ello. Los chimpanc¨¦s, en algunos casos, hacen estos c¨¢lculos m¨¢s r¨¢pido que las personas. Pero son pocos los animales que empiezan a contar desde cero, o sea, los que entienden que nada tiene un valor num¨¦rico por debajo de la unidad. Al menos eso piensan los cient¨ªficos, que hasta ahora solo hab¨ªan identificado esta habilidad en delfines, loros, simios y en humanos mayores de cuatro a?os. Un estudio publicado hoy en Science demuestra que las abejas se suman a este selecto grupo.
Para poner a prueba a los insectos, varios investigadores de Australia y Francia entrenaron a dos grupos de abejas. Sobre una pantalla rotatoria, los cient¨ªficos colocaron parejas de cartas blancas estampadas con dos, tres, cuatro o cinco figuras geom¨¦tricas negras ¡ªcomo naipes¡ª. En un grupo, las abejas recibieron una recompensa dulce al posarse sobre las cartas con el mayor n¨²mero de figuras. En el otro, la recompensa estaba asociada al valor menor. Cuando los animales aprendieron las reglas del juego, los cient¨ªficos introdujeron dos elementos nuevos: el naipe en blanco (cero) y el naipe de una sola figura geom¨¦trica (uno). Las abejas entrenadas para buscar los valores m¨¢s peque?os fueron capaces de extrapolar la regla y volar hacia el naipe vac¨ªo en lugar del naipe con la figura. ¡°Demuestran comprensi¨®n de que el conjunto vac¨ªo es m¨¢s peque?o que el uno, lo cual es dif¨ªcil para otros animales¡±, escriben los autores en Science, aludiendo a estudios previos con loros y chimpanc¨¦s. En una ampliaci¨®n del experimento, los insectos tambi¨¦n escogieron el cero en lugar de los naipes con los que ya hab¨ªan entrenado u otros con figuras geom¨¦tricas nuevas.
La ejecuci¨®n no fue perfecta; unas pocas abejas se equivocaron. Pero tambi¨¦n a algunas personas se les dan mejor las matem¨¢ticas que a otras. Adem¨¢s, en algunos casos pueden entrar en conflicto distintas experiencias del entrenamiento. Por ejemplo, una abeja entrenada con naipes del dos al cinco est¨¢ acostumbrada a ganar la recompensa siempre que salga el dos. Sin embargo, ante la nueva posibilidad de elegir entre el dos y el cero, la abeja tiene un dilema: est¨¢ condicionada para buscar el valor m¨¢s peque?o, pero su experiencia es que el dos siempre ha llevado recompensa. Los investigadores realmente pueden afirmar que estas abejas entienden el concepto del cero porque en su ¨²ltimo experimento demostraron el llamado efecto distancia: los animales ten¨ªan menos problemas para identificar el cero como el valor m¨¢s bajo cuanto m¨¢s alto fuese el valor del segundo naipe.
¡°Me parece un estudio muy bien hecho y me ha fascinado leerlo¡±, afirma la psic¨®loga Rosa Rugani de la Universidad de Padua (Italia), que no particip¨® en esta investigaci¨®n. En 2015, Rugani y sus compa?eros demostraron en la misma revista cient¨ªfica que los pollitos de gallina asocian valores num¨¦ricos peque?os con el lado izquierdo y grandes con el derecho. ¡°Las abejas mostraron el efecto distancia, que es crucial para demostrar y poder hablar de competencia aritm¨¦tica en los animales. Su ejecuci¨®n es m¨¢s precisa y m¨¢s r¨¢pida cuando la distancia entre los valores es mayor¡±, explica: ¡°Por ejemplo, es m¨¢s f¨¢cil diferenciar un conjunto de nueve junto a uno de 100 que diferenciar un conjunto de nueve frente a uno de diez¡±.
El descubrimiento es particularmente emocionante porque, hasta la fecha, la comprensi¨®n del valor cero solo se hab¨ªa observado en animales vertebrados, separados de las abejas en el ¨¢rbol de la vida hace 600 millones de a?os, observa el bi¨®logo Andreas Nieder, de la Universidad de T¨¹bingen (Alemania). Nieder, que no particip¨® en el estudio pero firma un art¨ªculo de an¨¢lisis adjunto en Science, tambi¨¦n se?ala que el cerebro de la abeja apenas re¨²ne un mill¨®n de neuronas, mientras que las personas tenemos unas 86.000 millones.
El estudio no demuestra inteligencia, sino la simplicidad del procesamiento num¨¦rico, seg¨²n Caroline Strang
¡°Que un cerebro tan peque?o como el de las abejas pueda aprender el concepto de cero abre la posibilidad para que podamos entender c¨®mo cerebros m¨¢s grandes y complejos desarrollaron esta capacidad¡±, explica uno de los autores del estudio, Jair Garc¨ªa, de la universidad RMIT en Melbourne (Australia). Seg¨²n Caroline Strang, una experta en cognici¨®n de abejorros de Western University (Canad¨¢) que no particip¨® en esta investigaci¨®n, los resultados demuestran la simplicidad del procesamiento aritm¨¦tico, m¨¢s que la inteligencia elevada de los insectos.
Rugani a?ade que este estudio apunta a la evoluci¨®n convergente de la competencia aritm¨¦tica, es decir, la aparici¨®n independiente de la misma cualidad en dos linajes muy distintos (como la evoluci¨®n de las alas en las aves y en los insectos). De hecho, tanto ella como Strang creen probable que estas complejas habilidades matem¨¢ticas descubiertas en las abejas sean mucho m¨¢s comunes de lo que pensamos, y tan solo haga falta que la ciencia ponga a prueba a m¨¢s animales para descubrirlas en otros grupos. ¡°Computamos cantidades para elegir las mejores fuentes de alimento, para evitar depredadores, para encontrar compa?eros sociales¡ Los animales silvestres tienen que hacer esto constantemente, por eso creo que la competencia aritm¨¦tica es tan com¨²n en el reino animal¡±, explica Rugani.
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