?Sabes qu¨¦ significa ¡®nyege nyege¡¯? Es eso que hace que no puedas parar de bailar
La acogida del nigeriano Mr Eazi, la ugandesa Kampire y los sudafricanos Distruction Boyz fue un ¨¦xito entre el p¨²blico en S¨®nar, una m¨²sica nueva se filtra en Europa
El artista nigeriano Mr Eazi nunca hab¨ªa actuado en Espa?a hasta el viernes pasado. Es m¨¢s, nunca hab¨ªa tenido un set propio en un festival. Era su momento. Cantar¨ªa frente a miles personas en el S¨®nar, uno de los festivales m¨¢s prestigiosos de Europa, que este a?o cont¨® con 64.000 asistentes en su versi¨®n de d¨ªa. "Es un reto y estoy algo nervioso porque estoy seguro de que la mayor¨ªa no conoce mis canciones", dec¨ªa en su hotel horas antes de actuar. Formar¨ªa parte del set del DJ estadounidense Diplo que este a?o apost¨® por la m¨²sica afro y cont¨® adem¨¢s con las actuaciones de la DJ ugandesa Kampire y los sudafricanos Distruction Boyz.
Todas esas dudas que ten¨ªa el nigeriano de 26 a?os quedaron disipadas en el instante que pis¨® el escenario. El p¨²blico no sab¨ªa muy bien lo que estaba escuchando, pero se mov¨ªa de forma el¨¦ctrica con los primeros compases de Akwaaba. "Si te gusta la m¨²sica, te tiene que gustar el afrobeats porque te hace bailar", dice Karine Nkono, una periodista espa?ola de origen camerun¨¦s. Cuenta que la m¨²sica africana ha estado muy presente en su vida por sus ra¨ªces, pero que ahora es popular entre sus amigos catalanes.
"Hay una segunda, tercera y cuarta generaci¨®n de africanos en todo el mundo que est¨¢n expandiendo la cultura", analiza Mr Eazi. Es un estilo transversal que a¨²na ritmos tradicionales africanos con house, pop, hiphop, dancehall y que ahora se lanza a explorar con ritmos latinos. ¡°La m¨²sica colombiana de los a?os sesenta y setenta me recuerda mucho al soukous de Congo¡±, explica la DJ ugandesa Kampire, que suele incluir algunas canciones en espa?ol en sus sets.?
El ¨¢lbum de Mr Eazi, llamado De Lagos a Londres es un ejemplo de las mezclas que incorpora en su m¨²sica, a la que define como bank¨², un plato ghan¨¦s hecho de harina de yuca y ma¨ªz. "Es pesado, te deja algo adormilado", explica Eazi con un tono relajado y un tanto grave, el mismo que emplea en sus canciones. El artista se mud¨® a Ghana con 16 a?os para estudiar ingenier¨ªa mec¨¢nica en la Universidad de Kwame Nkrumah, en Kumasi, donde empez¨® a promocionar eventos y comenz¨® su carrera art¨ªstica que est¨¢ inevitablemente influenciada por el highlife ghan¨¦s.
"Creo que este g¨¦nero funcionar¨ªa muy bien aqu¨ª porque a los espa?oles nos gusta la m¨²sica que nos hace movernos", analiza la enfermera Yaiza Ib¨¢?ez, que descubri¨® este estilo el mismo d¨ªa que Kampire lleg¨® a Barcelona. Para explicar por qu¨¦ el afrobeats le llega a gente de cualquier parte del mundo, la DJ ugandesa, que tambi¨¦n es escritora, emplea el t¨¦rmino nyege nyege. "En luanda significa el impulso de bailar, ese sentimiento que te da la m¨²sica y que hace que quieras expresarte", explica desde el sal¨®n colorido de un apartamento en el centro de la ciudad condal. Es el mismo nombre que le dio al festival que organiza en la ciudad ugandesa de Jinja donde se re¨²nen artistas de todo el continente. "Me voy a apuntar a alg¨²n curso de afrobeat para poder bailar con ellos en el S¨®nar del a?o que viene", afirma, entre risas, el estilista Gin¨¦s Fern¨¢ndez. Asisti¨® al set ese d¨ªa y mientras bailaba, dec¨ªa sentirse libre.
Otra de las claves del ¨¦xito de este g¨¦nero es el sentido de identidad que le dan los artistas a su m¨²sica. Kampire act¨²a con una bandera de Uganda, sus trenzas de color azul y su inconfundible forma de bailar. "Empec¨¦ a pinchar porque quer¨ªa escuchar la m¨²sica que me gusta en altavoces", cuenta. Y afirma que cuando sube al escenario no lo hace como un acto pol¨ªtico, pero dice sentirse orgullosa de pinchar m¨²sica electr¨®nica del este de ?frica en festivales de todo el mundo. Tambi¨¦n entiende que el hecho ser una DJ africana es, en s¨ª, un acto pol¨ªtico. "El mundo de la noche es machista en general, si eres mujer tienes que enfrentarte al acoso, vigilar tus bebidas, tener cuidado al volver a casa", analiza. "Incluso alguna vez he intentado entrar en mi set y me han cortado el paso, pensando que no pod¨ªa ser que una mujer la que pinchara", contin¨²a. Pero en t¨¦rminos generales, la ugandesa cree que ser mujer la ha hecho m¨¢s visible.
El orgullo de sentir que representan a una comunidad se palpa en el ambiente. Los sudafricanos Que y Goldmax de Distruction Boyz hacen m¨²sica gqom, originaria de la ciudad de Durban. Su disco Gqom Is the Future, una mezcla entre electr¨®nica, kwaito, house y afrobeats, fue el primer LP de este g¨¦nero en obtener el disco de oro. "Nos sentimos orgullosos de que m¨²sica que viene de ?frica obtenga este reconocimiento. El gqom lleva un tiempo por aqu¨ª pero es ahora cuando se ha hecho popular y es por eso por lo que estamos en el S¨®nar", afirma Que. Ambos viajar¨¢n a Estados Unidos por la nominaci¨®n a los premios BET el pr¨®ximo 26 de junio. Lo cuenta Que, quien es el que suele responder a las preguntas de la prensa. Golmamax dice fuera de c¨¢mara que lo que a ¨¦l le interesa es hacer m¨²sica, no hablar.?"Es un estilo que no has escuchado nunca, que est¨¢ aqu¨ª y ahora", afirma Que. Entiende que el ¨¦xito de su g¨¦nero radica en la autenticidad.
No s¨®lo la m¨²sica, la est¨¦tica de estos artistas est¨¢ cargada de s¨ªmbolos. El nigeriano Mr Eazi se toma muy en serio los mensajes que transmite su forma de vestir y los escenarios que elige para sus v¨ªdeos. ¡°Si piensas en el reggae lo asocias con las rastas, los estampados y los colores. Es eso lo que quiero para mi m¨²sica¡±, explica. En v¨ªdeos como Pour me Water exhibi¨® las creaciones de MaXhosa, del dise?ador sudafricano Laduma Ngxokolo. Tambi¨¦n suele ponerse un sombrero caracter¨ªstico del norte de Ghana, asociado a los trabajadores de las minas de oro. Mr Eazi avanza como una suerte de equilibrista entre sus identidades. En una ocasi¨®n su indumentaria fue el foco de las cr¨ªticas porque se hizo un traje con el estampado de las bolsas que usaron m¨¢s de un mill¨®n de migrantes ghanianos cuando el presidente?de Nigeria Shehu Shagari?los oblig¨® a retornar a su pa¨ªs en 1983.
Todos coinciden en que la notoriedad de estos elementos dependen de sus fans. El ¨¦xito del afrobeats est¨¢ relacionado con la exposici¨®n en redes. Desde bailarines profesionales que comparten sus coreograf¨ªas hasta seguidores tarareando los hits en sus stories de Instagram. Tienen una comunidad que los sigue, los comparte y los reconoce. Y van acompa?ados de amigos y m¨¢nagers que graban y publican cada movimiento que realizan. Mr Eazi acumula casi 98 millones de reproducciones en su canal de YouTube y m¨¢s de un mill¨®n de seguidores en Instagram. ¡°No es la radio la que nos apoya. Es la gente. Al final no depende de m¨ª ni de mis colegas, depende la di¨¢spora africana, de una tercera y cuarta generaci¨®n de africanos que est¨¢n haciendo bien las cosas¡±, reflexiona.
A la hora de explicar su ¨¦xito, lo?hace apelando nuevamente a la comida. ¡°Si vas a un restaurante a comer pasta y te ofrecen probar arroz jollof [popular en el oeste de ?frica], lo pruebas porque est¨¢s en una zona de confort. Pero si te ofrecen arroz jollof de la nada, probablemente prefieras comer pasta¡±, dice sobre su mezcla de g¨¦neros y colaboraciones. Para los sudafricanos Distruction Boyz esas colaboraciones son lo que les permite compartir su estilo con el mundo. Pero Kampire apunta: ¡°Es emocionante que tu cultura est¨¦ de moda pero es importante que si la m¨²sica es africana, los que se beneficien y sean reconocidos sean africanos¡±.
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