Cinco miradas feministas a ?frica
La muestra ¡®Ellas son cine¡¯, organizada por la Fundaci¨®n Mujeres por ?frica, re¨²ne en Madrid las pel¨ªculas de directoras del continente para abordar temas como la brujer¨ªa, la posguerra y el abuso
Son arriesgadas y subversivas, pero sobre todo son un reflejo de la diversidad de un continente vasto y complejo como ?frica. As¨ª son las mujeres que est¨¢n detr¨¢s de la c¨¢mara de las pel¨ªculas seleccionadas para la muestra Ellas son cine y as¨ª lo son tambi¨¦n las protagonistas en pantalla que desde el 9 hasta el 13 de julio dar¨¢n vida a la sexta edici¨®n del evento, organizado por la Fundaci¨®n Mujeres por ?frica en la Sala Berlanga, en Madrid.
La zambiana Rungano Nyoni, la tunecina Kaouther Ben Hania, la sudafricana Jenna Bass, la argelina Sof¨ªa Djama y la burkinesa Apolline Traor¨¦ abordan en sus largometrajes temas como la brujer¨ªa, la violaci¨®n sexual y los abusos que sufren algunas mujeres por el mero hecho de ser independientes.
¡°Las directoras hacen un esfuerzo muy grande para acabar con los clich¨¦s que rodean a las africanas¡±, explica la comisaria del ciclo, Guadalupe Arensburg, que desde la primera edici¨®n de la muestra hace un seguimiento continuo de los festivales de todo el mundo para seleccionar los largometrajes que se incluyen en Ellas son cine. ¡°Las que asumen la valiente decisi¨®n de enfrentarse a una industria fr¨¢gil y peque?a como la de la cinematograf¨ªa del continente lo hacen porque sienten la necesidad de hacer visible la condici¨®n femenina y generar una imagen en la que puedan reconocerse. Los personajes que llevan a la pantalla trascienden el s¨ªmbolo y muestran una mujer real, como en cualquier otra parte del mundo¡±.
Para Arensburg, las pel¨ªculas seleccionadas ya no son obras pol¨ªticas y did¨¢cticas para ¡°descolonizar la mente¡±, sino obras destinadas a entretener a cualquier tipo de p¨²blico, impresionar la cr¨ªtica y tener presencia en los festivales. ¡°Las directoras no solo usan el cine para abordar cuestiones sociales actuales. Para ellas es una oportunidad para desarrollar un lenguaje cinematogr¨¢fico de autor original¡±, asegura la comisaria.
A pesar de los avances, seg¨²n la experta, las directoras africanas y, en general, las mujeres del continente, a¨²n se enfrentan a obst¨¢culos para que se escuche su voz. ¡°Cada vez hay m¨¢s presencia de mujeres en el sector audiovisual¡±, insiste, ¡°pero la zanja entre g¨¦neros sigue siendo abismal¡±.
Las cinco pel¨ªculas seleccionadas
Una f¨¢bula feminista
La zambiana Rungano NyoniI (1982) presenta I am not a witch, su primer largometraje, en el que combina la denuncia social de la misoginia y la s¨¢tira sobre la superstici¨®n. Para hacerlo, se sirve de los ojos de una ni?a de nueve a?os, Shula, acusada de brujer¨ªa. La peque?a protagonista es enviada a un llamado campo de brujas, una comunidad en la que las mujeres viven recluidas, estigmatizadas y exhibidas como objetos vinculados a la suerte y a la superstici¨®n. En este nuevo entorno, Shula tendr¨¢ que enfrentarse a un dilema: aceptar su destino o arriesgarse a convertirse en una cabra blanca, como le amenazan para evitar su fuga, en busca de libertad.
Durante el trabajo de investigaci¨®n previo a la realizaci¨®n de la pel¨ªcula, la directora viaj¨® a Ghana, donde se convirti¨® en la primera extranjera en dormir en uno de los campamentos de brujas m¨¢s antiguos del mundo. Desde su estreno en la secci¨®n de directores del Festival de Cine de Cannes 2017, el largometraje ha cosechado distintos galardones, entre los cuales est¨¢ el Premio Mujeres por ?frica a Mejor Actriz en el Festival de Cine Africano de Tarifa 2018 para la joven Margaret Mulubwa, que interpreta Shula.
Una noche de pesadilla
Aala Kaf Ifrit (La Belle et la meute), de la tunecina Kaouther Ben Hania (1977), se centra en protecci¨®n de los ciudadanos, en especial de las mujeres. La protagonista, Mariam, conoce a Youssef en una fiesta estudiantil y sufre una violaci¨®n. As¨ª empieza una noche tensa y angustiosa en la que ella tendr¨¢ que luchar por sus derechos y su dignidad en el intento de denunciar el abuso. El largometraje, basado en suceso real, vio la luz en 2017, cuando fue seleccionado en el Festival de Cannes.
Una comedia que se convierte en tragedia
En High fantasy, la sudafricana Jenna Bass (1987) insiste en la importancia de la reconciliaci¨®n en su pa¨ªs abordando conflictos sociales de actualidad como son el g¨¦nero, la clase o la herencia racial. Un grupo de amigos que est¨¢n de acampada en el desierto se despiertan y descubren que sus cuerpos se han intercambiado. Ni su amistad ni sus vidas volver¨¢n a ser lo mismo.
High fantasy, que se film¨® principalmente a trav¨¦s de los tel¨¦fonos m¨®viles de los personajes, se estren¨® en el Festival Internacional de Cine de Toronto en 2017 y ha sido nominada a Mejor Direcci¨®n en los African Movie Academy Awards.
Un pa¨ªs inm¨®vil
La ciudad de Argel es la protagonista de la pel¨ªcula Les bienheureux de la argelina Sof¨ªa Djama (1982). Se trata de una urbe congelada, en la que la guerra civil ha cambiado de manera radical las percepciones y las expectativas de los habitantes.
El primer largometraje de Djama se centra en 2008, 20 aniversario de la Revoluci¨®n de Octubre de 1988, cuando la juventud argelina se enfrent¨® a la dictadura. Amal y Samir deciden celebrar su vig¨¦simo aniversario de bodas en un restaurante. De camino al local, comparten su visi¨®n de la ciudad: Amal desea alejarse y Samir se ha acostumbrado a vivir ah¨ª. Mientras, su hijo adolescente Fahim se confronta con la dura realidad de los suburbios y las drogas.
Les bienheureux se llev¨® tres premios en la Secci¨®n Horizontes del Festival de Venecia, con ocasi¨®n de su estreno mundial: Lyna Khoudri como mejor actriz; el Premio Brian dedicado a pel¨ªculas que inciden en derechos humanos, democracia, pluralismo y libertad de pensamiento; y el Premio Lina Mangiacapre para pel¨ªculas que cambian la imagen de la mujer en el cine.
Abusos por el hecho de ser independientes
Cuatro mujeres comerciantes viajan desde Dakar, en Senegal, a Lagos, la capital de Nigeria, hacinadas en un autob¨²s sofocante. A lo largo del camino sufren atracos, extorsiones, violencia sexual y se enfrentan a los excesos de los poderes patriarcales, a ladrones de carreteras, a agentes de aduanas fronterizos corruptos y violentos. En definitiva, son v¨ªctimas de abusos por el hecho de ser independientes.
En Fronti¨¨res, la burkinesa Apolline Traor¨¦ (1976) quiere mostrar la necesidad de la integraci¨®n africana y la solidaridad entre mujeres ante la corrupci¨®n, el abuso de poder y la amenaza f¨ªsica ejercida por las fuerzas del estado, algo que, en su opini¨®n, pasa en muchos lugares de ?frica.
La programaci¨®n
Las proyecciones tendr¨¢n lugar en la Sala Berlanga, en Madrid (c/ Andr¨¦s Mellado, 53), del 9 al 13 de julio a las 19.30. El precio de la entrada es de tres euros, menos por la primera pel¨ªcula, que ser¨¢ gratuita. El acto de apertura contar¨¢ con la presencia de Claire Diao, cr¨ªtica de cine franco-burkinesa y cofundadora de la revista digital Awotele, especializada en cinematograf¨ªas africanas.
I am not a witch, de Rungano Nyoni Lunes 9 de julio
Aala kaf ifrit, de Kaouther Ben Hania Martes 10 de julio
High fantasy, de Jenna Bass Mi¨¦rcoles 11 de julio
Les bienheureux, de Sof¨ªa Djama Jueves 12 de julio
Fronti¨¨res, de Apolline Traor¨¦ Viernes 13 de julio
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