El maestro que desaf¨ªa al analfabetismo desde una balsa
Un profesor de Filipinas crea una escuela flotante para recorrer el r¨ªo y ense?ar a los j¨®venes a leer
La aulas estaban casi vac¨ªas. Era el principal problema de Ryan Homan cuando fue nombrado director de la escuela primaria San Jos¨¦, al sudeste de Manila, la capital de Filipinas. El r¨ªo que atraviesa la provincia de Sorsogon era el ¨²nico camino que un¨ªa a la m¨¢s de 50 aldeas de la zona. As¨ª que, sin una embarcaci¨®n para navegar hasta el colegio, la mayor¨ªa de alumnos dejaba los estudios.
Homan intent¨® conseguir recursos de las autoridades locales, algunas empresas de la zona y hasta convenciendo a los padres sobre la importancia de la escolarizaci¨®n, pero no obtuvo resultados inmediatos. "Ten¨ªa que buscar una soluci¨®n lo antes posible, porque est¨¢bamos en los ¨²ltimos puestos de la lista de escolarizaci¨®n en Filipinas, y ten¨ªamos una escuela sin apenas alumnos", explica el maestro, de 31 a?os. "Yo nac¨ª en esta regi¨®n, vengo de una familia muy pobre, as¨ª que entend¨ªa a la perfecci¨®n que en la zona no abunda el dinero para comer, as¨ª que mucho menos para enviar a los ni?os a la escuela¡±.
Entonces surgi¨® la idea de visitar las aldeas para dar clase a los alumnos que no pod¨ªan ir hasta el centro. Los vecinos y algunos maestros del colegio construyeron una balsa con palos de bamb¨², un techo improvisado de lona y una caja pl¨¢stica donde meter un pu?ado de libros. ¡°Los fines de semana, cuando cont¨¢bamos con m¨¢s tiempo libre, decid¨ª recorrer en la balsa las distintas aldeas¡±, relata Ryan Homan.
La idea consist¨ªa recogiendo a los ni?os a lo largo del r¨ªo, y en el trayecto se impart¨ªan clases de lectura. La iniciativa comenz¨® en el 2013 con apenas 20 ni?os y en la actualidad supera los 130 estudiantes de escuela primaria. ¡°Al principio comenzamos con una caja de libros, pero a los seis meses la balsa se hab¨ªa convertido en una biblioteca flotante¡±, cuenta Homan.
Un viaje inolvidable
Guia Mae es una adolescente que cursa el ¨²ltimo a?o de primaria. Para ella, la lectura fue un descubrimiento cuando la balsa pas¨® por su aldea. ¡°Cada d¨ªa es un viaje inolvidable. No s¨®lo cruzamos el r¨ªo, sino que a trav¨¦s de la lectura viajamos a muchos partes del mundo¡±. Mae ha ganado en distintas oportunidades los concursos de ortograf¨ªa que realizan en la provincia de Sorsogon. Seg¨²n los ¨ªndices del National Achievement Test, las notas promedio del colegio San Jos¨¦ aumentaron un 70% en el primer a?o. De los 130 alumnos, 129 presentan niveles de lectura superiores a la media nacional.?
Adem¨¢s este programa ha recibido una carta de felicitaciones de parte del Gobierno, tras haberse convertido una referencia para otras 45 escuelas de la regi¨®n y con uno de los mejores ¨ªndices de alfabetizaci¨®n a nivel nacional. Ryan Homan ha sido invitado a diferentes ciudades para contar la experiencia, adem¨¢s fue galardonado por el Global Teacher Prize, un premio que destaca a los mejores 50 maestros del mundo.
Desde Espa?a, la ONG Educo apoya esta iniciativa con la donaci¨®n de m¨¢s libros para la educaci¨®n primaria y de ¨²tiles escolares. Los profesores han ampliado la biblioteca de la escuela con estas dotaciones, y adem¨¢s est¨¢n dise?ando sus propios libros con cuentos en lenguas locales sobre las costumbres de la zona. Obtienen las narraciones de los abuelos de la comunidad, que se han unido al programa y asisten dos tardes a la semana para compartir sus historias con los estudiantes.
Mientras, Ryan Homan sigue buscando formas de incentivar la lectura. Ahora, despu¨¦s de las clases saca un carrito de madera para repartir libros a las madres y los ni?os de las distintas comunidades. ¡°La magia de la lectura funciona, a m¨ª me dio una oportunidad cuando era ni?o, y estamos viendo que est¨¢ resultado lo mismo para otros estudiantes. As¨ª que este trabajo no llegar¨¢ a su fin¡±, a?ade Homan.
Las madres, principales aliadas
La pasi¨®n por la lectura ha traspasado los muros de la escuela. En distintos rincones de la comunidad y en las propias casas de los vecinos, donde se han abierto rincones de lectura, en los que se dejan los libros para que los ni?os se acerquen a compartir cuando no est¨¢n en el colegio.
¡°Es dif¨ªcil ver a nuestros hijos estar todo el d¨ªa delante de un ordenador o un videojuego, aqu¨ª la lectura es parte importante en la que encuentran diversi¨®n, porque hay juegos, y hasta un karaoke en los que se cantan muchas de la lecciones de la escuela¡±, explica Estella Magallo.
Las madres se han convertido en un motor esencial en el proyecto. M¨¢s de 50 mujeres trabajan como maestras de sus propios hijos en casa, al dedicar 30 minutos por la ma?ana y otros 30 por la tarde a una lectura educativa. "Estas madres reciben a final de cada a?o escolar un certificado de trabajo. Es un proyecto que ayuda a la gente de la comunidad a desarrollar sus habilidades de lectura, a estar actualizada sobre los problemas que tienen lugar dentro y fuera del pa¨ªs mientras se relajan junto a sus hijos", dice Homan.
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