La ¡°crisis¡± migratoria tambi¨¦n es urbana
La batalla contra la xenofobia y el racismo se debe librar en las ciudades, hogar para el 60% de los refugiados del mundo
Desde el antiguo mito egipcio del ave f¨¦nix, que renace de sus propias cenizas, el concepto de resiliencia se halla en todas las culturas. La palabra "crisis", del griego kri-, que significa 'juicio' o 'decisi¨®n' y -si(s)/-s(o)-, que designa una 'acci¨®n', conlleva una decisi¨®n ante una situaci¨®n de cambio. As¨ª que, ante una crisis de cualquier tipo, y la migratoria es una de ellas, la respuesta de la sociedad determinar¨¢ su propia capacidad de resiliencia o de recomposici¨®n.
Hoy sabemos, tal como asegura la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que aproximadamente el 60%?de los 22 millones de refugiados del mundo, adem¨¢s de los propios desplazados internos, vive en ¨¢reas urbanas. Mientras se espera que la poblaci¨®n urbana siga creciendo a nivel global, y que los desplazamientos se sigan sucediendo en los pr¨®ximos a?os, es f¨¢cil comprender que la "crisis" migratoria es ya hoy, en realidad, una crisis urbana.
Las ciudades son actores de primera l¨ªnea en el trato con los refugiados
As¨ª lo dio a entender el pasado mes de octubre, durante la Asamblea General celebrada en Nueva York, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, qui¨¦n dijo que hac¨ªa falta un nuevo enfoque para lidiar con los refugiados que les permita integrarse en las zonas urbanas. "Las ciudades son actores de primera l¨ªnea en el trato con los refugiados", asegur¨® Grandi.
?Qu¨¦ podemos aprender de las ciudades del Sur?
Un dato nunca suficientemente presente es que hoy, la gran mayor¨ªa de los 60 millones de refugiados o desplazados internos que existen en el mundo, residen en pa¨ªses con ingresos bajos o medios, tal como sostiene Acnur. Y su presencia en las ciudades ha cambiado considerablemente el paisaje urbano.
En el ?frica subsahariana, encontramos un ejemplo claro en Nairobi, donde el barrio de Eastleigh es hogar para una gran cantidad de refugiados somal¨ªes que han desarrollado una vibrante vida comercial en la capital de Kenia, convirti¨¦ndose en parte activa del tejido social y econ¨®mico. Pero igual como sucede en Nairobi, tambi¨¦n hallamos otros ejemplos en ciudades de la regi¨®n como Kampala (Uganda) o Dar es Salaam (Tanzania), que acogen a miles de refugiados de pa¨ªses vecinos como Burundi o Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo.
Hoy, los ataques xen¨®fobos contra tiendas propiedad de extranjeros son la tercera forma m¨¢s com¨²n de violencia en las ciudades sudafricanas
Sin embargo, la afluencia de personas con diferentes procedencias ¨¦tnicas o religiosas puede topar con la hostilidad de los lugare?os. Las ciudades sudafricanas son un paradigma de racismo, y no solo a causa del hipot¨¦ticamente superado Apartheid. En 2008, violentos enfrentamientos racistas se saldaron con m¨¢s de 60 muertos y cientos de heridos en algunas de las principales urbes de la llamada "naci¨®n del arco iris". En 2015, ciudades como Johannesburgo, Durban o Port Elizabeth volvieron a verse sumergidas en una ola xen¨®foba contra migrantes de otros puntos de ?frica. Y hoy, los ataques xen¨®fobos contra tiendas propiedad de extranjeros son la tercera forma m¨¢s com¨²n de violencia urbana seg¨²n Xenowatch, una plataforma lanzada a principios de este verano por el Centro Africano para la Migraci¨®n y la Sociedad, con sede en la Universidad de Wits.
Looting of foreign national shops in Soweto https://t.co/ZcXYeFjE9W
— Xenowatch (@Xenowatch1) August 29, 2018
De la misma forma, en algunas ciudades de Europa, la presencia de refugiados y migrantes ha desencadenado preocupantes olas de violencia xen¨®foba, como acabamos de ver en la ciudad alemana de Chemnitz, que ha vivido una 'caza' de extranjeros y manifestaciones anti-migratorias por parte de la ultraderecha. El pasado mes de febrero, en el pueblo italiano de Macerata, un joven de 28 a?os, candidato de la Liga, dispar¨® desde la ventanilla de su coche contra varios inmigrantes africanos que paseaban. Tampoco ayuda la gesti¨®n de ciudades como Par¨ªs, que han fomentado la segregaci¨®n de poblaciones migradas en las llamadas 'banlieues' (suburbios).
Ante estos brotes chovinistas, la gesti¨®n de la migraci¨®n se convierte en un quebradero de cabeza para gobiernos y autoridades locales, ya que adem¨¢s, muchos de los elementos fundamentales para su gesti¨®n ¡ªcomo la vivienda, la sanidad, la educaci¨®n, o los servicios sociales¡ª se dise?an, implementan y financian a nivel local.
Por eso, mientras los presidentes de Italia y Hungr¨ªa se al¨ªan en un frente antinmigraci¨®n y Espa?a da muestras de una desoladora pol¨ªtica migratoria tras la reciente y pol¨¦mica devoluci¨®n a Marruecos de 116 personas, las alcaldesas de ciudades como Barcelona o Madrid llevan tiempo mostrando su rechazo a la gesti¨®n de los refugiados por parte de los Estados y reclaman m¨¢s autonom¨ªa para poder llevar a cabo pol¨ªticas adecuadas.
Migraci¨®n en positivo
No se puede negar que la acogida de refugiados y migrantes representa un gran desaf¨ªo para los gobiernos y administraciones locales. Lo cierto es que los grupos de desplazados se suelen considerar una carga para las infraestructuras y los servicios b¨¢sicos, que a menudo,?como ocurre en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, son insuficientes. Pero la llegada de poblaci¨®n joven?procedente de otros puntos geogr¨¢ficos ¨Cla edad promedio de los migrantes internacionales de ?frica en 2017 fue de 31 a?os, la edad media m¨¢s baja a nivel mundial seg¨²n la ONU¨C, puede representar tambi¨¦n la aportaci¨®n de nuevas experiencias, oportunidades y esp¨ªritu emprendedor para las ciudades de acogida.
Un informe de OIT y OCDE llama a aprovechar la contribuci¨®n de los migrantes a fin de fomentar la transformaci¨®n econ¨®mica
Por ello, a principios de 2018, un informe de la?Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) y el Centro de Desarrollo de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) llamaba a aprovechar la contribuci¨®n de los migrantes a fin de fomentar la transformaci¨®n econ¨®mica.?"La percepci¨®n de que los migrantes generan m¨¢s gastos que beneficios est¨¢ muy difundida, pero raramente se basa en evidencias emp¨ªricas", dicen.
M¨¢s recientemente, un estudio del Centro Nacional de Investigaci¨®n Cient¨ªfica de Francia (CNRS) ha mostrado que los inmigrantes en general y los solicitantes de asilo en particular tienen un efecto positivo en variables como el producto interior bruto (PIB), los impuestos y hasta el empleo, y argumentaba que son otras razones las que alimentan el rechazo.
En Uganda, por ejemplo, el 21% de los refugiados posee un negocio que emplea a varias personas, el 40% de las cuales son ciudadanas ugandesas. Pero en Grecia, la llegada de familias j¨®venes de migrantes ha revitalizado pueblos en declive, como tambi¨¦n se ha visto en Riace, en el sur Italia.
La disminuci¨®n de las tasas de natalidad en los pa¨ªses desarrollados hace que la mano de obra extranjera sea necesaria para mantener el bienestar social. Sin embargo, la gobernanza urbana y la planificaci¨®n de las ciudades no han podido (o no han sabido a¨²n) aprovechar el potencial migratorio para que sea un elemento de desarrollo. Una aut¨¦ntica contradicci¨®n teniendo en cuenta eso que en este blog ya hemos reivindicado en anteriores ocasiones reconociendo que la migraci¨®n es la g¨¦nesis de la urbanizaci¨®n. Y que si somos seres urbanos, somos seres migrantes. Por lo que la "crisis" migratoria nos ata?e a todas y a todos.
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