Alimentaci¨®n saludable en el trabajo: lo que el 'vending' dice y lo que ofrece
El uso de m¨¢quinas expendedoras de comida est¨¢ en plena revoluci¨®n "saludable", adapt¨¢ndose, como todo, a las demandas de un consumidor cada vez m¨¢s exigente en este terreno
La salud es uno de los factores que m¨¢s en cuenta se tiene, junto al precio y el placer o satisfacci¨®n que obtienen los consumidores, en la venta de productos alimenticios. Sea en el contexto que sea. De hecho, el concepto salud, ya sea real o atribuido, ha venido escalando puestos desde hace un par de d¨¦cadas a esta parte, de forma que ¡ªpara quienes se lo puedan permitir¡ª la imagen de saludabilidad que ofrece un determinado producto es sin lugar a dudas el principal motor de compra.
El vending, las m¨¢quinas que sirven comida en lugares de trabajo, aeropuertos, estaciones u hospitales entre otros, no es una excepci¨®n. Y mucho menos si consideramos las caracter¨ªsticas nutricionales m¨¢s habituales que de forma cl¨¢sica han definido la oferta alimenticia de estas m¨¢quinas: alimentos enmarcados en su mayor¨ªa en el grupo IV en cuanto a su procesamiento segun la claseficaci¨®n NOVA, es decir, ultraprocesados, que al menos hasta ahora conten¨ªan la mayor cantidad de az¨²cares, grasas procesadas y sal a?adidos, lo que los hace poco recomendables dese el punto de vista nutricional. En este sentido, se podr¨ªa decir que el?vending parte de una posici¨®n en la que las perspectivas de mejora son infinitas o virtualmente inagotables.
En Espa?a, empujados por una corriente iniciada en otros pa¨ªses de nuestro entorno hacia un?vending saludable (Francia, Portugal, Italia¡) el sector se mueve, claramente, en esa direcci¨®n. De hecho, y a modo de ejemplo de c¨®mo se produce esa adaptaci¨®n, son diversas las instituciones p¨²blicas, privadas o sociales las que reclaman, o bien celebran, ese giro hacia el?vending saludable. Ejemplo de ello es la labor que hacen desde la cuenta de Twitter @ChangingVending.
No hay una ley que regule qu¨¦ es un alimento saludable en las m¨¢quinas
En cuanto a la legislaci¨®n, lo primero que hay que saber es que no hay un texto unificado que indique en el panorama nacional cu¨¢les han de ser las caracter¨ªsticas de los productos contenidos en una m¨¢quina de?vending saludable, ni d¨®nde pueden ubicarse en funci¨®n de su contenido. Y lo segundo que hay que saber es que estas cosas nunca han sido de aquellas sobre las que se hace un especial seguimiento de su cumplimiento.
En cualquier caso tenemos una ley de 2011 sobre seguridad alimentaria y nutrici¨®n que apunta en su art¨ªculo 40.6 que en los centros escolares no se permitir¨¢ la venta de alimentos y bebidas con un alto contenido en ¨¢cidos grasos saturados, ¨¢cidos grasos trans, sal y az¨²cares y que estos contenidos se establecer¨¢n reglamentariamente.
Pero no existe un reglamento reglamento espec¨ªfico, salvo el de algunas comunidades aut¨®nomas que se han preocupado por estas cuestiones, como en el caso, por ejemplo, de Andaluc¨ªa, Valencia, Murcia, etc¨¦tera. Pero no olvidemos que la existencia de regulaci¨®n es una cosa y que esta se cumpla es otra.
El plan para la reformulaci¨®n de alimentos, que ya le contamos en BuenaVida, contempla el compromiso de mejorar la oferta y la calidad nutricional: "Los vendings ofrecer¨¢n el doble de alimentos reformulados que ahora y hasta un 50% m¨¢s de productos equilibrados. Y reducir¨¢n un 15% la dosis m¨¢xima de az¨²car en las m¨¢quinas de bebidas calientes", seg¨²n anunci¨® la exministra de Sanidad, Dolors Monserrat.
?Qu¨¦ se interpreta como ¡®vending¡¯ saludable? (El disfraz)
La estrategia que se est¨¢ siguiendo, al menos de forma inicial, para ofrecer este vending saludable ha comenzado en ocasiones por el continente olvid¨¢ndose del contenido, con carteles en el entorno de la m¨¢quina en cuesti¨®n que dicen "tu rinc¨®n saludable", "cu¨ªdate", o ya pas¨¢ndonos al ingl¨¦s, "healthy", "fit corner" o cosas por el estilo. La misma m¨¢quina de antes, con su misma oferta, pero ahora con cartel mol¨®n.
Hay quienes han optado por estrategias no menos confusas. Dentro de las nuevas opciones que podemos encontrar, se observa que no pocas veces se toma el r¨¢bano por las hojas y que lo que se puede adquirir en este tipo de m¨¢quinas son productos con alegaciones relativas a colectivos. Es decir, mensajes del tipo "sin lactosa", "sin gluten", "vegan", "eco"¡ O en otro de orden de cosas, "sin colorantes ni conservantes", "sin az¨²car", "mediterr¨¢neo", "light", "0%", "natural", etc¨¦tera.
Veamos: una galleta con sirope de trigo ecol¨®gico (az¨²car, al fin y al cabo) puede tener la misma cantidad de az¨²car (adem¨¢s de otros ingredientes) que otra galleta corriente y moliente; una chocolatina "vegana" tiene las mismas posibilidades de ser una p¨¦sima elecci¨®n que otra chocolatina que no lleve tal alegaci¨®n; que algo no tenga lactosa no quiere decir que nutricionalmente no sea una casta?a; por no hablar de algo que al mismo tiempo manifieste en este entorno ser "sin gluten". Etc¨¦tera. Y a los aperitivos "mediterr¨¢neos", "naturales", a las bebidas para deportistas y a las patatas fritas con sal de Formentera se les aplica el mismo veredicto.
La mayor parte de todos estos productos solo tienen de saludable su ¡ªpretendida¡ª apariencia. Realizar este tipo de elecciones supone pasar por encima de muchas otras opciones verdaderamente m¨¢s adecuadas.
Otra t¨¢ctica empleada para meternos el gol saludable mientras estamos frente a la m¨¢quina en cuesti¨®n es destacar la presencia de un nutriente concreto que tenga una imagen complaciente en el consumidor. Se llama "nutricionismo" y suele representar una zancadilla para nuestros intereses de ¡°salud¡±. Por ejemplo "con el 50% de la cantidad diaria recomendada de hierro" para incentivar la compra de boller¨ªa industrial. Y quien dice hierro dice vitamina C, fibra, omega 3, prote¨ªnas o lo que se tercie que suene bien. Depende de cada producto.
Tampoco son buenas elecciones para sus intereses de salud los productos destinados comercialmente para deportistas (barritas energ¨¦ticas, bebidas varias, etc¨¦tera). Ni aquellos que incorporen ingredientes clave basados en los "superalimentos" y que en cada momento est¨¦n en el candelero (mencionar que el producto lleva kale, ch¨ªa, quinoa, bayas de goji o estevia). Ninguno de todos estos productos ofrecidos como saludables suele aprobar el examen de la clasificaci¨®n NOVA al respecto de su procesamiento. Sin embargo, al menos una amplia mayor¨ªa de ellos caen en el grupo IV (ultraprocesados). S¨ª, aunque se trate de unos palitos de pan integral ecol¨®gico con aroma de romero y aceite de oliva virgen extra.
El 'vending' saludable es un ox¨ªmoron (la realidad)
En palabras de una de las interprofesionales que velan por la salud del sector del?vending, es preciso llegar a un punto de encuentro entre una oferta saludable y los beneficios del propio sector. El problema es que el margen de beneficios con la oferta cl¨¢sica es varios ¨®rdenes de magnitud superior al que se obtiene con la implementaci¨®n de opciones verdaderamente saludables. Los productos ultraprocesados tienen unos costes de producci¨®n y log¨ªstica menores que las posibles opciones frescas que luchan por hacerse un hueco en estos aparatos.
Una de las opciones m¨¢s conocidas en nuestro entorno es la de aquellas empresas que comercializan fruta fresca o pelada y cortada que se envasa para ser dispensada en las m¨¢quinas. Pero hay que tener en cuenta que cuestiones como la caducidad del producto, la delicadeza que exige a la hora de ser manipulado y otras propias de la log¨ªstica hacen que su coste (mucho m¨¢s alto) termine por repercutir sobre el consumidor. En la actualidad, por ejemplo, encontramos importantes agravios comparativos?el precio de una palmera de chocolate (unos 0,60€) y una exigua raci¨®n de sand¨ªa (a 1,95€, unos 20€ el kilo de sand¨ªa).
As¨ª, asistimos a una realidad innegable que tiene tres lecturas. La primera: que algo est¨¦ rotulado como "saludable" no lo convierte, per se, en saludable. La segunda: las posibilidades de encontrar un 'vending' verdaderamente saludable son a¨²n hoy muy limitadas o al menos especialmente minoritarias. La tercera: esta situaci¨®n es especialmente delicada cuando la m¨¢quina est¨¢ ubicada en un centro de salud o un centro educativo (algo bastante habitual). Y la cuarta: cuando se encuentra una opci¨®n verdaderamente saludable, su precio suele ser desorbitado con relaci¨®n al precio de ese mismo producto en otro canal de distribuci¨®n.
Mientras las cosas no cambien con relaci¨®n a la calidad de la oferta actual del?vending ¡ªas¨ª como a su precio¡ª, "vending saludable" podr¨ªa ser, junto a "ardiente hielo", "segundo eterno" y "silencio atronador", una explicaci¨®n de la figura ret¨®rica del ox¨ªmoron.
*Juan Revenga es dietista-nutricionista y bi¨®logo, es profesor en la Universidad San Jorge (Facultad de CC de la Salud), y miembro de la Academia Espa?ola de Nutrici¨®n y Diet¨¦tica.
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