¡°Sin igualdad de datos no puede haber igualdad de g¨¦nero¡±

En un pa¨ªs cualquiera, un encuestador pregunta a las mujeres de cada hogar cu¨¢l es su ocupaci¨®n principal. Despu¨¦s de anotar trabajos no remunerados como cuidar de la familia y encargarse de las tareas del hogar, da por concluida la conversaci¨®n. Si este encuestador hubiese preguntado a la mujer por sus ocupaciones secundarias, habr¨ªa descubierto que tambi¨¦n se dedica a la explotaci¨®n agr¨ªcola familiar y vende parte de la comida que cocina en la calle, entre otras tantas formas de contribuir a la econom¨ªa de su hogar y de su pa¨ªs. Este ejemplo ilustra uno de los grandes retos de los datos sobre mujeres y ni?as: cuando no est¨¢n ausentes de las estad¨ªsticas oficiales, son caricaturizadas por datos de mala calidad que deforman la realidad, present¨¢ndolas como m¨¢s dependientes y menos productivas de lo que son.

Cuanto m¨¢s escasos y sesgados sean los datos sobre la vida de las personas, incluyendo las de este 50% de la humanidad que son las mujeres, peores ser¨¢n las pol¨ªticas y la prestaci¨®n de servicios p¨²blicos. ¡°?Si un dirigente no tiene datos que sean representativos de toda la poblaci¨®n, c¨®mo va a tomar decisiones en beneficio de todo el mundo?¡±, cuestiona Emily Courey Pryor, directora de la iniciativa Data2X de la Fundaci¨®n ONU, dedicada a promover la producci¨®n y uso de m¨¢s y mejores datos sobre la vida de las mujeres. Por la misma regla de tres, ¡°tampoco se pueden alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) ni medir el progreso realizado sin datos de calidad,¡± explica en una entrevista que se desarrolla durante la segunda Conferencia Mundial de Datos de la ONU, que se celebra del 22 al 24 de octubre en Dub¨¢i.

Solo un 13% de los pa¨ªses del mundo tiene una partida presupuestaria espec¨ªfica para estad¨ªsticas de g¨¦nero

La cita re¨²ne a unos 2.000 representantes de Gobiernos, sector privado y sociedad civil de un centenar de pa¨ªses. Productores y usuarios de datos que abordar¨¢n c¨®mo movilizar el capital t¨¦cnico, pol¨ªtico y financiero para mejorar las informaciones relativas al desarrollo sostenible, incluyendo aspectos como migraciones, salud, g¨¦nero y medioambiente. ¡°Durante el foro, queremos reforzar la idea de que los datos sobre mujeres no son una tema para subespecialistas, sino un pilar central del debate,¡± se?ala la l¨ªder de Data2X.

Seg¨²n detalla Courey, los datos de g¨¦nero corresponden a tres grandes categor¨ªas. La primera es en la que los datos se desglosan por sexo para ver como van las mujeres, tanto de forma absoluta como en comparaci¨®n con los hombres ¡ªpor ejemplo, la proporci¨®n de ni?as y escolarizadas¡ª. Luego est¨¢n los que se refieren solo a las mujeres por raz¨®n de su sexo, como las tasas de c¨¢ncer de cuello de ¨²tero. El tercer grupo son los n¨²meros sobre cuestiones que afectan de forma diferente de mujeres y hombres o que tienen que ver con los papeles que se asignan a cada sexo, como la violencia dom¨¦stica y los cometidos econ¨®micos. ¡°Sin igualdad de datos no puede haber igualdad de g¨¦nero¡±, remarca la experta.

Estad¨ªsticas en acci¨®n

Solo un 13% de los pa¨ªses del mundo tiene una partida presupuestaria espec¨ªfica para estad¨ªsticas de g¨¦nero, y se disponen de datos s¨®lidos para menos de un 25% de los principales indicadores de g¨¦nero de los ODS. ¡°Enfrentamos un reto, pero hay soluciones, y son muchos quienes las est¨¢n explorando de formas diversas y muy creativas¡±, se?ala Courey. Un ejemplo es la utilizaci¨®n de macrodatos o big data, grandes cuerpos de datos generados de forma pasiva por los usuarios de internet, telefon¨ªa o tarjetas de cr¨¦dito, y por aparatos de observaci¨®n terrestre como los sat¨¦lites.

Pero no se trata solo de generar y analizar n¨²meros, sino de utilizarlos. Servirse de ellos para establecer puntos de referencia, fijar objetivos y dise?ar pol¨ªticas, y tambi¨¦n para medir resultados y rendir (o hacer rendir) cuentas. ¡°Una de las cosas que debemos hacer es trasladar los datos del ¨¢mbito t¨¦cnico al mundo en el que vivimos. Estas informaciones no son solo un empe?o acad¨¦mico, sino que deben servir para algo¡±. Entre la recogida de datos y el impacto que pueden generar hay por los menos una docena de pasos que, al contrario de lo que se sol¨ªa pensar, est¨¢n ¨ªntimamente vinculados. ¡°La posibilidad de seguir generando datos de calidad depende directamente de nuestra capacidad de utilizarlos¡±, apunta Courey. ¡°Ello se debe a que, si no los usamos, los responsables de la toma de decisiones dejar¨¢n de invertir en recabarlos¡±.

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