As¨ª se alarga la vida de los coches mientras se acorta la de los humanos
Cuando los pa¨ªses ricos endurecen la normativa sobre las emisiones de los veh¨ªculos, muchos se exportan al Sur global. Y con ellos, la contaminaci¨®n. Un ejemplo: Guatemala
El Tr¨¦bol es una mara?a de autopistas y rotondas de Ciudad de Guatemala en la que se producen grandes embotellamientos en las horas punta de la ma?ana y la tarde. Los coches y los autobuses multicolores compiten por los carriles al paso que las grandes avenidas que se cruzan en ella conducen a los trabajadores y las mercanc¨ªas a la ciudad. Los viajeros procedentes del ¨¢rea metropolitana y de las zonas rurales del pa¨ªs bajan de los autobuses que los han transportado para dirigirse derechos a su destino.
Como muchas ciudades de Latinoam¨¦rica, Guatemala ha crecido r¨¢pidamente desde la d¨¦cada de 1970. Al mismo tiempo, la flota urbana de autobuses, compuesta por 3.000 veh¨ªculos, ha envejecido. Cuando los coches y los autobuses escolares de Estados Unidos ya no pasan las pruebas de emisiones, se sacan a subasta, y los negociantes m¨¢s emprendedores de pa¨ªses como Guatemala y Honduras se los llevan al sur. En las carreteras estadounidenses, estos cacharros est¨¢n prohibidos, pero en Guatemala seguir¨¢n a?os en funcionamiento. Los mec¨¢nicos los renuevan volviendo a pintarlos, a?adi¨¦ndolos motores m¨¢s potentes y eliminando los catalizadores a pesar de que estos dispositivos reducen la contaminaci¨®n y son obligatorios en el pa¨ªs.
El resultado es que mientras el tr¨¢fico se arrastra lentamente por las autopistas de varios carriles, los peatones inhalan uno de los aires m¨¢s contaminados del pa¨ªs. En el ¨¢rea metropolitana de Ciudad de Guatemala viven alrededor 3,4 millones de personas, lo cual la convierte en el mayor centro urbano de Centroam¨¦rica. Adem¨¢s, en la capital, el n¨²mero de veh¨ªculos privados se ha disparado en la ¨²ltima d¨¦cada. Seg¨²n la OMS, es la sexta ciudad m¨¢s contaminada de Am¨¦rica.
Sin embargo, las autoridades guatemaltecas, lejos de regular la calidad del aire, se encuentran con dificultades incluso para medirla. Guatemala es uno de los pa¨ªses en desarrollo en los que la afluencia de veh¨ªculos de segunda mano procedentes de pa¨ªses con normativas ambientales m¨¢s estrictas es una de las causas de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica.
Unos kil¨®metros al sudeste de El Tr¨¦bol, el frondoso campus de la Universidad de San Carlos parece pertenecer a otro planeta. Pablo Oliva, investigador del Laboratorio de Monitoreo del Aire, tiene una voz suave, pero su manera de hablar es directa. Caminando por el recinto universitario, saluda con una inclinaci¨®n de cabeza a los compa?eros. Los estudiantes holgazanean a la sombra de las palmeras, rodeados de murales con retratos de los l¨ªderes de los movimientos sociales del pa¨ªs.
Al entrar en el laboratorio, Oliva explica que los investigadores de San Carlos analizan la calidad del aire en seis puntos repartidos por la ciudad. No disponen de sensores autom¨¢ticos, as¨ª que tienen que recoger a mano las muestras para procesarlas en el laboratorio. El equipo parece casi salido de un anticuario, pero asegura que los dise?os sencillos son los m¨¢s fiables. Las reparaciones cuestan caras, y las piezas de repuesto se tienen que encargar a Estados Unidos.
En Ciudad de Guatemala la media anual m¨¢s alta super¨® en 6,5 veces las recomendaciones de la OMS
La contaminaci¨®n atmosf¨¦rica es competencia del Instituto Nacional de Sismolog¨ªa, Vulcanolog¨ªa, Meteorolog¨ªa e Hidrolog¨ªa de Guatemala (Insivumeh), que tiene cuatro estaciones de control de la calidad del aire en el pa¨ªs. La capital mira al aeropuerto. Claudia Cordero, t¨¦cnica del instituto, explica que, actualmente, las instalaciones no est¨¢n en funcionamiento. Los investigadores llevan m¨¢s de un a?o esperando repuestos. "Necesitamos m¨¢s presupuesto de mantenimiento para el equipo de monitorizaci¨®n", se queja, "y para pagar al personal que realiza las mediciones".
Desde lo alto de la estaci¨®n de control del aeropuerto se domina el panorama de Ciudad de Guatemala. Situada a 1.500 metros sobre el nivel del mar, se extiende a la sombra de los volcanes Agua y Pacaya. A diferencia de Ciudad de M¨¦xico, situada en un valle, Guatemala se encentra en un ca?¨®n, lo que permite que el aire contaminado circule hacia el sur. "La contaminaci¨®n atmosf¨¦rica no se ve", observa Cordero. "Por eso no le damos la importancia que merece.
Seg¨²n la OMS, la contaminaci¨®n del aire exterior mata a 4,2 millones de personas al a?o en todo el mundo. La cifra equivale a la poblaci¨®n de Montreal, Roma o Johannesburgo. A pesar de ello, en Guatemala la relaci¨®n entre aire contaminado y problemas de salud p¨²blica est¨¢ poco estudiada. A principios de este a?o, el Ministerio de Sanidad dio a conocer una serie de datos que muestran que las enfermedades respiratorias son la causa de muerte m¨¢s frecuente en el pa¨ªs entre ni?os menores de 14 a?os. Seg¨²n el neum¨®logo guatemalteco Edgar Beltet¨®n, los ni?os peque?os son especialmente vulnerables, y si la tos dura m¨¢s de cuatro semanas suele ser s¨ªntoma de una enfermedad m¨¢s grave.
Hay diferentes clases de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, pero la que m¨¢s repercute sobre la salud son las peque?as part¨ªculas, cuyo tama?o es aproximadamente igual al de los gl¨®bulos rojos que tenemos en el cuerpo. Medidas en micras, o micr¨®metros, estas part¨ªculas se agrupan en dos categor¨ªas: aquellas cuyo di¨¢metro es inferior a 10 (conocidas como PM10), y aquellas que miden menos de 2,5 micras (conocidas como PM2,5). Su reducido tama?o les permite penetrar profundamente en los pulmones e introducirse en el flujo sangu¨ªneo, donde pueden causar numerosos problemas respiratorios a corto y largo plazo, como tos, asma, e incluso c¨¢ncer de pulm¨®n.
La contaminaci¨®n del aire exterior mata a 4,2 millones de personas al a?o en todo el mundo
En enero de 1997, el Congreso guatemalteco aprob¨® una ley para regular las emisiones de los veh¨ªculos, pero en diciembre de 1998 la norma fue derogada. En 2012 se adopt¨® una nueva normativa fiscal que establec¨ªa un l¨ªmite de edad para los veh¨ªculos importados. Sin embargo, la Uni¨®n de Importadores de Veh¨ªculos Usados la recus¨® y, acto seguido, el Tribunal Constitucional la anul¨®.
"En Guatemala, la gente no quiere normativas [sobre la contaminaci¨®n del aire] porque son caras", afirma Pablo Oliva, "aunque ser¨ªa m¨¢s barato aplicarlas que pagar la atenci¨®n hospitalaria. Seguramente el rechazo mayor venga de los importadores de veh¨ªculos de segunda mano. En nuestro pa¨ªs eso es un gran negocio".
Los cient¨ªficos de San Carlos llevan monitorizando la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica desde 1994 y han publicado sus hallazgos en informes anuales. El laboratorio mide las part¨ªculas PM2,5, el di¨®xido de nitr¨®geno, el di¨®xido de azufre y la lluvia ¨¢cida. Las part¨ªculas PM2,5 llegan a la atm¨®sfera a trav¨¦s de la combusti¨®n de los combustibles f¨®siles o procedentes de otras fuentes, como la ceniza volc¨¢nica.
"El MARN no tiene manera alguna de sancionar la contaminaci¨®n del aire", denuncia Oliva refiri¨¦ndose al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Guatemala. "Por eso aqu¨ª, en la universidad, comparamos nuestros resultados con los est¨¢ndares de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud".
Estos est¨¢ndares aconsejan unos niveles medios anuales de PM2,5 inferiores a 10 miligramos por metro c¨²bico, y recomiendan no m¨¢s de 25 en 24 horas. En cambio, en Ciudad de Guatemala la media anual m¨¢s alta, medida en la gran arteria de transporte de Calzada de San Juan en 2017, fue de 65 miligramos por metro c¨²bico, es decir, 6,5 veces superior a las recomendaciones de la OMS. Como es l¨®gico, las lecturas pueden ser peores cuando los investigadores miden los niveles en part¨ªculas en periodos de tiempo m¨¢s cortos.
San Carlos y el laboratorio privado Ecoquimsa han registrado los niveles m¨¢s altos de estas part¨ªculas entre las seis y las siete y media de la ma?ana, cuando los coches, los autobuses y los camiones se ponen en marcha a la hora punta matutina. Cerca de El Tr¨¦bol, los investigadores han encontrado cantidades de PM2,5 de m¨¢s de 800 miligramos por metro c¨²bico en una hora.
"En los sitios en los que hemos medido la calidad del aire, sobre todo en los alrededores de El Tr¨¦bol, puedes ponerte enfermo solo de caminar por la calle", denuncia Oliva.
Los expertos de la universidad guatemalteca calculan que el 70% de la contaminaci¨®n del aire procede de las emisiones de los veh¨ªculos. Entre 2007 y 2017 se matricularon dos millones m¨¢s de veh¨ªculos de los que se retiraron de la circulaci¨®n, de manera que el n¨²mero total de autom¨®viles en las calzadas se multiplic¨® por m¨¢s de dos, pasando de 1,5 a 3,5 millones. Las autoridades calculan que en Ciudad de Guatemala circulan a diario algo m¨¢s de un mill¨®n de veh¨ªculos.
El pa¨ªs no impone un l¨ªmite a la vida de los autom¨®viles, y hay coches y autobuses en funcionamiento que datan de la d¨¦cada de 1980. Seg¨²n la Agencia Tributaria guatemalteca, en 2017 se importaron 145.154 veh¨ªculos de segunda mano, lo que supone un aumento de un 5% respecto al a?o anterior.
La flota de autobuses de Ciudad de Guatemala est¨¢ siendo sustituida poco a poco por modelos m¨¢s modernos. Los veh¨ªculos que funcionan con electricidad o biodiesel son inasequibles para el consumidor medio, pero las autoridades del transporte p¨²blico pueden comprarlos al por mayor. Introducir paulatinamente autom¨®viles m¨¢s limpios en el sector p¨²blico es una posible manera de reducir la contaminaci¨®n del aire en los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica.
La iniciativa Transurbano es un programa municipal para intercambiar los viejos autobuses y sustituirlos por veh¨ªculos nuevos que funcionan con tarjetas de transporte que se adquieren con antelaci¨®n. Recientes investigaciones anticorrupci¨®n, sin embargo, han descubierto que los funcionarios y las empresas de autobuses desviaban parte de los fondos p¨²blicos. Desde entonces, el proyecto est¨¢ parado.
Una propuesta simult¨¢nea es mejorar la eficiencia de los servicios de autob¨²s destin¨¢ndoles unos carriles protegidos y estableciendo preferencias de paso en los cruces m¨¢s transitados. Con el uso de tarjetas de transporte prepago, los conductores no tienen que dejar el motor al ralent¨ª echando humo, ya que los viajeros abonan la tarifa a bordo. Estas mejoras son m¨¢s baratas que construir un sistema de metro, pero tambi¨¦n pueden admitir grandes vol¨²menes de pasajeros.
La red local de autobuses Transmetro, que utiliza estas estrategias, se ha ampliado hasta tener seis l¨ªneas, y a principios de octubre de 2018 el Ayuntamiento puso en marcha la creaci¨®n de una s¨¦ptima. Transmetro y Transurbano tienen gran aceptaci¨®n entre los viajeros, que valoran positivamente los tiempos de espera m¨¢s cortos y la mejora de la seguridad. No obstante, la demanda de servicios sigue superando a la oferta.
Bernardo Barada, director en Latinoam¨¦rica del Instituto de Pol¨ªticas para el Transporte y el Desarrollo, opina que para modernizar los sistemas de transporte se necesita mucha voluntad pol¨ªtica, adem¨¢s de incentivos a corto plazo. Los bancos internacionales de desarrollo desempe?an un papel fundamental en los pa¨ªses de rentas bajas al financiar los proyectos de infraestructuras que necesitan grandes vol¨²menes de capital, pero el Gobierno guatemalteco tendr¨¢ que renovar su compromiso con la modernizaci¨®n del sector del transporte si quiere que el pa¨ªs prospere.
Seg¨²n el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), las flotas de veh¨ªculos de los pa¨ªses latinoamericanos y caribe?os est¨¢n creciendo m¨¢s deprisa que las de cualquier otra zona, y es posible que tripliquen su tama?o en los pr¨®ximos 25 a?os. Un informe de la Coalici¨®n Clima y Aire Limpio calcula que, si no se toman medidas, la tasa anual de mortalidad prematura debida a las part¨ªculas PM2,5 en Latinoam¨¦rica se multiplicar¨¢ casi por dos de aqu¨ª a 2050.
Algunos de los niveles m¨¢s altos de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica se registran en pa¨ªses peque?os como Guatemala, Bolivia y Honduras. Todos ellos comparten una serie de caracter¨ªsticas: unos sistemas de transporte p¨²blico deficientes, escaso poder adquisitivo y ausencia de una regulaci¨®n estricta de las emisiones de veh¨ªculos. De los 15 pa¨ªses latinoamericanos analizados en un informe del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales publicado en 2014, solo siete ten¨ªan normativa sobre PM2,5.
Los expertos calculan que el 70% de la contaminaci¨®n del aire en Ciudad de Guatemala procede de las emisiones de los veh¨ªculos
Los organismos p¨²blicos guatemaltecos han buscado asesoramiento en M¨¦xico, un pa¨ªs que en los ¨²ltimos a?os ha aplicado una legislaci¨®n m¨¢s severa en lo que a emisiones se refiere. En la capital, un programa llamado Hoy no circula proh¨ªbe transitar a la mayor¨ªa de veh¨ªculos un d¨ªa a la semana, y todos tienen que pasar rigurosas pruebas de emisiones. El pa¨ªs tambi¨¦n ha puesto en marcha planes renove que ofrecen incentivos econ¨®micos a los propietarios de autom¨®viles para que los reemplacen por modelos m¨¢s modernos.
Al sur, Costa Rica es un l¨ªder mundial en energ¨ªa limpia, y recientemente ha aprobado una innovadora ley que crea est¨ªmulos para que los sectores p¨²blico y privado compren veh¨ªculos el¨¦ctricos.
Latinoam¨¦rica no es la ¨²nica regi¨®n en la que los veh¨ªculos de segunda mano son los causantes de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. Estados Unidos, la Uni¨®n Europea y varios pa¨ªses del este de Asia han hecho grandes avances en la reducci¨®n de las emisiones de los veh¨ªculos, pero para muchos pa¨ªses subdesarrollados ha sido m¨¢s dif¨ªcil. Un informe publicado en julio de 2018 por el Centro para la Ciencia y el Medioambiente (CSE, por sus siglas en ingl¨¦s) de Nueva Dehli apunt¨® a las tartanas que se exportan a los pa¨ªses subdesarrollados de Asia y ?frica como la principal fuente de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica en esas zonas. El informe califica la pr¨¢ctica de una forma de "vertido t¨®xico", y recomienda que los pa¨ªses desarrollados apliquen controles m¨¢s estrictos sobre los veh¨ªculos que exportan.
"Si esto sigue as¨ª, sin que los pa¨ªses exportadores compartan la responsabilidad de solucionar el problema, los pobres no podr¨¢n cumplir sus objetivos de limpieza del aire y atenuaci¨®n del cambio clim¨¢tico", advierte Anumita Roy Chowdhury, directora ejecutiva de investigaci¨®n y promoci¨®n del CSE.
La mayor¨ªa de los coches que se exportan a ?frica proceden de Estados Unidos, Alemania, Corea del Sur y Jap¨®n. El informe del CSE recomienda que los pa¨ªses desarrollados pongan l¨ªmite a la edad de los veh¨ªculos que venden, y que adopten medidas para garantizar que los autom¨®viles obsoletos se desguazan o se reciclan en lugar de enviarlos a otros pa¨ªses.
Para los pa¨ªses subdesarrollados, el centro propone una combinaci¨®n de estrategias, entre ellas la restricci¨®n de la edad de los veh¨ªculos, la creaci¨®n de impuestos sobre su importaci¨®n, y la mejora de la normativa sobre emisiones. Algunos pa¨ªses africanos y asi¨¢ticos ya han emprendido acciones m¨¢s dr¨¢sticas. Egipto, Marruecos, Sud¨¢frica, Sud¨¢n, But¨¢n y Nepal han prohibido la importaci¨®n de veh¨ªculos de segunda mano.
En una econom¨ªa globalizada, tanto los pa¨ªses desarrollados como los subdesarrollados tienen un papel que desempe?ar en la reducci¨®n de las emisiones del sector del transporte. Disfrutar de un medio ambiente limpio es un derecho humano, pero a los habitantes de los pa¨ªses en desarrollo les falta el aire con demasiada frecuencia.
Volvamos a la Ciudad de Guatemala. El MARN ha organizado un grupo de trabajo para que elabore un borrador de normativa sobre la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. Sin embargo, el proceso es lento, sobre todo debido a que los omnipresentes problemas pol¨ªticos del pa¨ªs han arrastrado tambi¨¦n al Ministerio. En septiembre de 2015, el presidente guatemalteco Otto P¨¦rez Molina dimiti¨® a ra¨ªz de una cadena de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Su sucesor, Jimmy Morales, est¨¢ siendo investigado por financiaci¨®n ilegal de su campa?a. Mientras tanto, ha intentado expulsar del pa¨ªs a la comisi¨®n anticorrupci¨®n nombrada por Naciones Unidas que ha sacado a la luz las actividades ilegales de varios pol¨ªticos.
Sydney Samuels, ministro de Medio Ambiente del Gobierno de Morales, declar¨® que la normativa sobre las emisiones de los veh¨ªculos iba a entrar en vigor, pero en enero de 2018 dimiti¨® de su cargo. Su sucesor, Alfonso Rafael Alonzo, todav¨ªa no ha dado a conocer sus planes. No obstante, Ana Luc¨ªa Alfaro, del MARN, asegura que el Ministerio proyecta realizar an¨¢lisis para establecer los est¨¢ndares de referencia para la contaminaci¨®n causada por los veh¨ªculos y la industria. "El primer paso es mejorar nuestra capacidad t¨¦cnica", afirma, "porque las instituciones no tenemos demasiada experiencia en la medici¨®n de emisiones".
Seg¨²n Alfaro, el MARN no ha especificado un plazo para la aplicaci¨®n de la normativa. Hasta que eso ocurra, los guatemaltecos siguen esperando mejoras en el transporte p¨²blico y un aire m¨¢s limpio.
"Somos cient¨ªficos, y como tales, defendemos la salud p¨²blica", concluye Pablo Oliva. "Ha llegado el momento de que las autoridades apliquen por fin la normativa sobre contaminaci¨®n atmosf¨¦rica".
Este es el segundo cap¨ªtulo de la serie de tres partes titulada Un problema nocivo que se public¨® originalmente en ingl¨¦s en la web How We Get To Next. Este art¨ªculo ha recibido el apoyo de la Fundaci¨®n Internacional de Mujeres en los Medios de Comunicaci¨®n como parte de su Iniciativa Informativa Latinoamericana Adelante.
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