Cuando los padres cre¨ªan que los ordenadores en las aulas eran juguetes
En Uruguay se han entregado m¨¢s de un mill¨®n de tabletas y computadoras port¨¢tiles a todos los estudiantes de la ense?anza p¨²blica, proporcionando recursos pedag¨®gicos y formaci¨®n para docentes
?Por qu¨¦ les regalan un juguete en lugar de libros? Esta fue la pregunta que se plantearon los padres de los ni?os de la escuela Roma de Montevideo cuando hace 10 a?os el Plan Ceibal comenzaba a entregar los primeros ordenadores port¨¢tiles a los estudiantes. ?Para qu¨¦? La pregunta no era descabellada, no en 2008, cuando Facebook se estrenaba en castellano y Twitter era una red social en ciernes.
¡°No ten¨ªamos ning¨²n pa¨ªs como referente, en qui¨¦n mirarnos. Fuimos muy osados¡±, responde el presidente del Plan Ceibal, Miguel Brechner, preguntado sobre los comienzos de esta iniciativa. En aquella etapa, entre 2007 y 2009, el plantel al completo de la educaci¨®n p¨²blica primaria recibi¨® su port¨¢til: 350.000 escolares y 16.000 maestros. ¡°Tener Internet y un dispositivo era un privilegio, ahora es un derecho¡±, a?ade Brechner.
Mariela M¨¦ndez, que fue alumna, maestra y hoy es directora de la escuela Roma, cuenta que dando clases se enter¨® de que recibir¨ªa un ordenador port¨¢til y que cada ni?o tendr¨ªa el suyo, como parte de un programa inspirado en otro, el One Laptop per Child (Un port¨¢til para cada ni?o), de Nicholas Negroponte. Recuerda que la decisi¨®n tomada por el entonces y actual presidente Tabar¨¦ V¨¢zquez (centro-izquierda) soliviant¨® al gremio de docentes y result¨® una rareza para las familias.
¡°Hicimos talleres de extensi¨®n familiar para mostrar el valor did¨¢ctico de la m¨¢quina y explicar que no se trataba de un juguete fino, sino de un recurso que se usar¨ªa en su justa medida¡±, relata M¨¦ndez. Con el tiempo, la resistencia de los docentes a emplear la tecnolog¨ªa fue menguando, por eso cree probable que a esta altura se trata de una minor¨ªa. Esto no es un tel¨¦fono m¨®vil, es una herramienta para ense?ar y aprender que no reemplaza la labor del docente. Eso es lo ¨²nico insustituible¡±, remarca la directora.
No ten¨ªamos ning¨²n pa¨ªs como referente, en qui¨¦n mirarnos. Fuimos muy osados Miguel Brechner, presidente del Plan Ceibal
Con m¨¢s de 370 estudiantes de primaria, la escuela Roma sigue la corriente pedag¨®gica propuesta desde el Plan Ceibal, lidiando al tiempo con la falta de maestros y los espacios reducidos. En el aula de quinto grado, por ejemplo, 30 ni?os se agrupan en torno a mesas rectangulares, que ocupan m¨¢s lugar, pero rompen con una vieja tradici¨®n: escritorios dispuestos en filas est¨¢ticas que solo permit¨ªan ver la nuca del compa?ero. As¨ª, intercambiando miradas, palabras y alguna rabieta, desarrollan un proyecto de rob¨®tica que surgi¨® cuando el grifo de la huerta se estrope¨®, dejando sin agua a las verduras y hortalizas.
Facundo explica que formaron equipos y exploraron soluciones. ¡°Trabajamos con drones, kits de rob¨®tica y programas de computaci¨®n¡±, resume Aaron. Decidieron crear un sistema para recoger y almacenar agua de lluvia en un tanque y conectarla a la tierra de la granja escolar. ¡°Estamos intentando que la tapa haga este movimiento¡±, dice Romina apoyando el codo y levantando su antebrazo 90 grados. ¡°Y con los residuos vamos a preparar compost¡±, agrega.
Para llegar hasta aqu¨ª estos ni?os de 10 a?os observaron la red de drenaje pluvial, midieron la inclinaci¨®n de los techos con fotos a¨¦reas tomadas por un dron (que ellos mismos programaron) y dieron con el punto de mayor acumulaci¨®n de agua de lluvia. All¨ª instalar¨¢n el tanque, que filtrar¨¢ los residuos con apertura y cierre autom¨¢ticos. Ahora piensan c¨®mo evitar que el agua estancada atraiga el dengue y dosificar el riego mediante sensores de humedad.
¡°Se trata de aprender haciendo, de construir soluciones a partir de un problema cotidiano, utilizando la tecnolog¨ªa, pero tambi¨¦n materiales concretos, como cart¨®n o semillas. Los ni?os se equivocan y se frustran, modifican y vuelven a empezar. Usan la tecnolog¨ªa, pero tambi¨¦n entienden c¨®mo funciona y la crean¡±, resalta Elisa Cristi, maestra dinamizadora, que potencia el uso de los recursos pedag¨®gicos del Plan Ceibal en la escuela Roma.
El proyecto para llevar agua al huerto forma parte de Ceilab, laboratorio-taller que promueve el pensamiento computacional, un m¨¦todo empleado en disciplinas vinculadas a la programaci¨®n inform¨¢tica que puede aplicarse a la identificaci¨®n, simplificaci¨®n y resoluci¨®n de problemas. La clave, seg¨²n Brechner, reside en que la tecnolog¨ªa sea f¨¢cil de usar. ¡°Hay desmitificar la m¨¢quina y entender que es apenas un medio que bien usado puede ayudar a resolver ciertas cosas¡±, se?ala.
Convertido en pol¨ªtica de Estado, desde 2007 el Plan Ceibal ha entregado m¨¢s de 1,4 millones de tabletas y ordenadores port¨¢tiles, que pueden conectarse a internet en todos los centros educativos urbanos y rurales de Uruguay. En 2018, 870.000 ni?os y j¨®venes de ense?anza primaria, media y t¨¦cnica, docentes y egresados, usaron estos dispositivos. Los aparatos se renuevan cada tres a?os, cuentan con puntos de reparaci¨®n en las principales ciudades y un equipo de t¨¦cnicos que recorre los centros del pa¨ªs. Para el Estado uruguayo, esto supone una inversi¨®n anual de 100 d¨®lares (unos 88 euros) por estudiante.
Brechner destaca algunos de los recursos pedag¨®gicos que junto con la Administraci¨®n Nacional de Ense?anza P¨²blica han puesto al servicio de docentes y estudiantes: la Plataforma Adaptativa de Matem¨¢tica, que permite a los ni?os aprender de forma personalizada; el programa Ceibal en Ingl¨¦s, que ofrece 800 clases diarias por videoconferencia, y la Biblioteca Digital, con acceso a todos los libros de texto de forma gratuita.
En 2018, 870.000 ni?os y j¨®venes de ense?anza primaria, media y t¨¦cnica, docentes y egresados, usaron ordendores y tabletas
Adem¨¢s, 400 centros de todos los niveles forman parte de la Red Global de Aprendizaje, que busca integrar nuevas formas de ense?ar y aprender en instituciones educativas, estimulando la creatividad y el pensamiento cr¨ªtico. Actualmente, 11.000 docentes uruguayos participan en cursos en el marco de esta red, integrada por Australia, Canad¨¢, Estados Unidos, Finlandia, Holanda, Nueva Zelanda y Uruguay.
Para Rodrigo Aguilar, docente y pedagogo, la reducci¨®n de la brecha digital entre ricos y pobres es un hecho, pero considera que a¨²n es pronto para saber cu¨¢l ha sido su impacto en la educaci¨®n. ¡°El Plan Ceibal fue una iniciativa revolucionaria que cambi¨® la ense?anza escolar tradicional. Darle una computadora a cada ni?o es importante y es necesario, pero no suficiente¡±.
Seg¨²n Aguilar, el desaf¨ªo est¨¢ en reducir la brecha entre quienes pueden aprovechar este recurso con mayor propiedad y quienes no, por razones de ¨ªndole cultural, social y econ¨®mica, que exceden al Plan Ceibal (seg¨²n Unicef, la pobreza afecta a 165.000 ni?os y adolescentes uruguayos). ¡°El ¨¦nfasis no lo tenemos que hacer en la tecnolog¨ªa sino en el sujeto, en c¨®mo ense?amos. ?Qu¨¦ rol ocupa el docente?¡±, se pregunta.
¡°Las sociedades latinoamericanas no reconocen el estatus que debe tener el docente¡±, opina Brechner. Y hace hincapi¨¦ en la necesidad de pasar de un modelo burocr¨¢tico, de controles e inspecciones, a otro que otorgue m¨¢s autonom¨ªa y libertad a quienes ense?an. Solo as¨ª se podr¨¢ trabajar atendiendo los intereses de cada ni?o, sea en rob¨®tica, literatura, matem¨¢tica o m¨²sica. ¡°La tecnolog¨ªa puede ayudar, con recursos pedag¨®gicos, a fomentar esas habilidades¡±, agrega.
Paciencia para explorar. Paciencia para armar. Paciencia para rectificar. En la escuela Roma observan c¨®mo los chavales, adem¨¢s de programar en equipo con naturalidad, se desenvuelven con paciencia. Las maestras lo dicen sorprendidas, como si se tratara de un espejismo. Contra todo pron¨®stico, infancia, tecnolog¨ªa y paciencia, conviven sin mayores sobresaltos en las abarrotadas aulas de esta popular escuela montevideana.
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