Pepe, transexual sin miedo
Este abogado es una de las personalidades africanas m¨¢s influyentes en el campo de los derechos humanos. En esta entrevista en v¨ªdeo cuenta c¨®mo vive orgulloso de su identidad en un pa¨ªs en el que la ley los considera contra natura
Pepe Julian Onziema nunca ha tenido miedo. Cuando no era m¨¢s que una estudiante de 15 a?os, escrib¨ªa panfletos en defensa de sus compa?eros expulsados de la escuela por ser homosexuales. Acab¨® varias veces en la c¨¢rcel por su activismo. En 2010 encontr¨® su foto entre otras cien en un popular tabloide ugand¨¦s bajo el titular: ¡°?Ahorcadlos!¡±. Demand¨® al peri¨®dico y obtuvo un triunfo clamoroso, pero poco despu¨¦s su amigo David Kato, uno los gais estampados en primera plana, fue asesinado mientras hablaba por tel¨¦fono, precisamente con Pepe. Y ¨¦l se dio cuenta de que la lucha por los derechos de las personas LGBTI, en su Uganda enferma de homofobia, iba a ser larga y muy dura.
Hoy Pepe Julian Onziema, abogado de 37 a?os, es una de las personalidades africanas m¨¢s influyentes en el campo de los derechos humanos y vive con la cabeza bien alta su propia identidad transexual en un pa¨ªs en el que la ley los considera contra natura. La operaci¨®n que se hizo en Kenia en 2014 para cambiar de sexo ha sido solo una etapa m¨¢s en su recorrido: desde hace tiempo Pepe es uno de los dirigentes de Sexual Minorities Uganda (Smug), una de las principales asociaciones ugandesas de defensa de las personas LGTBI, y representa a su pa¨ªs en la red arco¨ªris africana. Ahora reside en Nueva York cursando un master en la Universidad de Columbia, ¡°pero volver¨¦ pronto a Uganda¡±, nos dice, ¡°donde crear¨¦ un programa de orientaci¨®n para las personas transexuales, que son el ¨²ltimo escal¨®n de la exclusi¨®n social".
Desde hace algunos a?os, esta naci¨®n del este de ?frica es conocida en las cr¨®nicas internacionales por las violaciones sistem¨¢ticas de los derechos humanos. En febrero de 2014, los peri¨®dicos de todo el mundo se?alaron a Uganda como ¡°el pa¨ªs m¨¢s hom¨®fobo del mundo¡±; el presidente Yoweri Museveni acababa de aprobar la denominada ley de matanza de homosexuales, que los condenaba a muerte. Uganda se convirti¨® as¨ª en el m¨¢s extremista de los 38 Estados africanos (de un total de 54 del continente) en los que el amor entre personas del mismo sexo se considera un crimen. La norma se retir¨® pronto, gracias a las protestas internacionales de activistas como Pepe Onziema y Kasha Nabagesera, la cara femenina m¨¢s famosa de esta batalla. Pero una feroz homofobia hab¨ªa contaminado ya a la sociedad ugandesa, haciendo estallar la intolerancia tradicional contra los homosexuales y, en la direcci¨®n opuesta, fortaleciendo el compromiso de los movimientos LGBTI en el pa¨ªs, que desde entonces son considerados en el continente africano una valiente vanguardia.
¡°Nuestro c¨®digo penal a¨²n castiga con cadena perpetua lo que define como actos carnales contra natura¡±, explica Onziema, ¡°y con siete a?os de c¨¢rcel las llamadas 'pr¨¢cticas indecentes¡±. La mentalidad com¨²n permanece en nuestra contra; en la asociaci¨®n Smug brindamos asistencia a los ni?os homosexuales expulsados de la escuela o a los que sus padres han echado de casa, a las v¨ªctimas de la violencia, incluso por parte de la polic¨ªa, y a los homosexuales a quienes se les niega la asistencia sanitaria, y a quienes los m¨¦dicos tratan como apestados. Los ataques contra los gais son corrientes, sobre todo en las zonas rurales y en los barrios pobres de Kampala. Otro problema es que a las organizaciones como la nuestra el Gobierno todav¨ªa les niega el registro oficial; dicen que hacemos propaganda de la homosexualidad y, por lo tanto, representamos una amenaza para la integridad moral del pa¨ªs al importar ¡°perversiones occidentales¡±. ?l mismo, despu¨¦s de operarse en el extranjero para cambiar de sexo, luch¨® para convertir sus documentos femeninos en masculinos: ¡°Tuve suerte¡±, sonr¨ªe ¡°solo porque di con funcionarios respetuosos y sensibles¡±.
En 2014 el presidente Yoweri Museveni aprob¨® la denominada ley de matanza de homosexuales, que los condenaba a muerte. Uganda se convirti¨® as¨ª en el m¨¢s extremista? en los que el amor entre personas del mismo sexo se considera un crimen
Ahora que la violaci¨®n de los derechos civiles en Uganda ya no est¨¢ bajo los focos del mundo, la situaci¨®n en el pa¨ªs es a¨²n m¨¢s dram¨¢tica, asegura Pepe. ¡°Esa terrible ley que quer¨ªa matarnos ya no est¨¢¡±, a?ade, ¡°pero ha influido en la mentalidad com¨²n. La gente todav¨ªa quiere matarnos. Y el Estado sigue persigui¨¦ndonos. Durante dos a?os consecutivos, el Ministerio de ?tica e Integridad ha bloqueado el desfile del Orgullo Gay. Nuestras manifestaciones del pasado 17 de mayo, D¨ªa Mundial contra la Homofobia, fueron interrumpidas por la polic¨ªa, y las asociaciones LGTBI siguen bajo estricta vigilancia. El nuestro es un pa¨ªs obsesionado con el sexo, y el Gobierno usa este tema para distraer a la gente de los problemas reales de la sociedad: desempleo, pobreza, mortalidad infantil¡±.
Su ¨²ltima batalla ha sido contra los predicadores pentecostales, que en sus sermones, gritados por toda Uganda, acusan a los homosexuales de todos los cr¨ªmenes, desde la pedofilia hasta la coprofagia. La ¡°ley de matanza de homosexuales¡± naci¨® precisamente por iniciativa de tres pastores estadounidenses, que vinieron aqu¨ª para sentenciar que la homosexualidad corroe la cohesi¨®n de la familia africana. Los predicadores ugandeses han aumentado la dosis¡±. As¨ª que Pepe, con la ayuda de algunas asociaciones estadounidenses, logr¨® sentar en el banquillo en Massachusetts al pastor estadounidense Scott Lively, el m¨¢s agresivo y poderoso de esos personajes.
Despu¨¦s de un largo juicio, Lively fue absuelto de los cargos de cr¨ªmenes de lesa humanidad, pero los jueces dejaron constancia por escrito de que sus puntos de vista son ¡°grotescos, repugnantes, de una intolerancia desequilibrada¡±. ¡°Para nosotros es una victoria¡±, subraya Pepe. ¡°M¨¢s all¨¢ del resultado del juicio, en el fallo queda claro que Lively contribuy¨® a la persecuci¨®n de la comunidad LGBTI en Uganda; exactamente lo que quer¨ªamos¡±.
A pesar de todo, el abogado transexual no pierde el optimismo: ¡°En Uganda, el frente arco¨ªris ha madurado y es m¨¢s numeroso, aunque est¨¢ constantemente bajo ataque. Si seguimos luchando en ambos frentes, el social y el legal, estoy seguro de que la pr¨®xima generaci¨®n estar¨¢ por fin libre de odio y prejuicios¡±.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.