La revoluci¨®n de Bernie Sanders sigue viva cuatro a?os despu¨¦s

Cuando lanz¨® su primera intentona a la Casa Blanca, en abril de 2015, Bernie Sanders era una rareza. Un senador independiente, autodeclarado socialista en un pa¨ªs que asociaba el t¨¦rmino al comunismo, retaba a la perfecta candidata de manual, Hillary Clinton. Con el paso de los meses, el veterano izquierdista empez¨® a reunir multitudes en los m¨ªtines. Al grito de una ¡°revoluci¨®n pol¨ªtica¡±, se estaba convirtiendo en un im¨¢n para los j¨®venes y su ¨¦xito tom¨® tal envergadura que oblig¨® a la campa?a dem¨®crata a virar a la izquierda.

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Perdi¨® las primarias ante Clinton, pero cambi¨® el escenario. O, m¨¢s bien, plasm¨® que el escenario hab¨ªa cambiado. Cuatro a?os despu¨¦s, Sanders vuelve a presentarse para derrotar a Donald Trump en 2020. Ahora tiene 77 a?os,?su mensaje ya no resulta tan heterodoxo y se enfrenta a m¨¢s de una docena de aspirantes, algunos tan progresistas como ¨¦l. El viejo pol¨ªtico de Vermont, sin embargo, mantiene su aureola.

Entre los votantes de entre 18 y 34 a?os, independientemente de su g¨¦nero o sus inclinaciones pol¨ªticas, Sanders alcanzaba el 57% de popularidad el pasado diciembre, seg¨²n la encuesta de Quinnipiac University. Su ratio de apoyo queda a a?os luz del 30% en ese mismo sondeo de la senadora por Massachusetts Elizabeth Warren, que tambi¨¦n se ha lanzado a la carrera y represent¨® durante a?os el gran referente del ala izquierda del Partido Dem¨®crata. Sanders es, gracias tambi¨¦n a que es m¨¢s conocido, el segundo aspirante m¨¢s valorado por los mileniales, solo superado por el exvicepresidente Joe Biden, moderado.

¡°Muchos votantes estadounidenses, pero los j¨®venes especialmente, est¨¢n descontentos con la pol¨ªtica en el pa¨ªs y quieren un candidato que les parezca aut¨¦ntico¡±, reflexiona Craig Varoga, estratega dem¨®crata. ¡°Bernie Sanders, lo ames o lo odies, es aut¨¦ntico, no esconde en lo que ha cre¨ªdo a lo largo de toda su vida adulta. Adem¨¢s, muchas de sus ideas, como la sanidad garantizada o ayudar a los j¨®venes a pagar su formaci¨®n, tienen el apoyo de muchos dem¨®cratas, independientemente de la etiqueta pol¨ªtica que se le quiera dar a esas posturas¡±.

El senador por Vermont anunci¨® que se presentaba el pasado 19 de febrero y ese mismo d¨ªa ya recaud¨® 5,9 millones de d¨®lares, seg¨²n comunic¨® su equipo de campa?a, casi 20 veces m¨¢s que Warren en su primer d¨ªa o cuatro veces m¨¢s que la senadora californiana Kamala Harris.

En seis d¨ªas, seg¨²n los datos publicados por The New York Times, ya contaba con 10 millones procedentes de 359.914 donantes cuya edad ronda los 30 a?os. El dinero, sin embargo, no siempre supone la clave, como bien muestra el caso de Hillary Clinton y su derrota en las presidenciales de 2016.

Las primarias dem¨®cratas decidir¨¢n si la batalla por derrotar a Donald Trump se libra con un mensaje m¨¢s o menos escorado a la izquierda. Pero el hecho de que los dos aspirantes m¨¢s queridos por los mileniales tengan 77 y 76 a?os ¡ªSanders, con una importante derrota a la espalda, y Biden, con una vicepresidencia¡ª evidencia que para seducirles no hace falta necesariamente ser joven, ni siquiera nuevo.