Ni el cielo ni el infierno se librar¨¢n de Michael Jackson
Un documental regresa al escenario del crimen: las acusaciones de abusos sexuales a ni?os del rey del pop
¡°Si la gente escucha una mentira el tiempo suficiente, se la cree. Yo soy un afroamericano orgulloso: el rumor de que me aclaro la piel no es cierto. El rumor de que Lisa [Marie Presley, su esposa] dijo que quer¨ªa un ni?o blanco para interpretarme como ni?o en el cine es eso: un rumor. El rumor de que no quise cantar en la investidura de Clinton es eso: un rumor. Y no soy gay¡±.
Es Michael Jackson grabado el 1 de marzo de 1996 en una habitaci¨®n del Four Seasons de Nueva York; no responde a una entrevista sino a un interrogatorio policial sobre abusos sexuales. Jackson, maquillado ligeramente, con melena y sombrero negro de ala ancha, bosteza, r¨ªe de forma incontrolada y, cuando le preguntan si alguna vez fue acusado de abusar sexualmente de un ni?o, abre mucho los ojos y se tapa la cara con sus dos manos blancas de dedos finos y largu¨ªsimos.
Tres a?os antes, en 1993, Jordan Chandler se convirti¨® en el primer ni?o que denunciaba a Michael Jackson. La mayor estrella del mundo, el hombre que sub¨ªa y bajaba de los aviones con ni?os, que posaba con ni?os sentados en sus piernas, que sub¨ªa ni?os al escenario, les compon¨ªa canciones y los invitaba a su rancho Neverland con sus familias, era acusado de abusar de ellos. Jordan Chandler, 13 a?os, dio al jurado detalles tan exactos sobre los genitales de Jackson que la polic¨ªa de California fotografi¨® las partes ¨ªntimas del m¨¢s celoso protector de su privacidad; ¡°se presentaron con una orden de registro, fue el momento m¨¢s humillante de mi vida¡±, declar¨® Jackson. El compositor de Thriller suspendi¨® su gira Dangerous y despu¨¦s pag¨® m¨¢s de 20 millones de d¨®lares en un acuerdo extrajudicial. Seg¨²n ¨¦l, para no prolongar el infierno de una acusaci¨®n falsa; seg¨²n la familia del ni?o, para librarse de una condena segura.
El elefante llevaba a?os en la habitaci¨®n. Tan grande y durante tanto tiempo que en un documental hecho en 2002, a?os despu¨¦s de haber cerrado en falso el caso de Chandler, Michael Jackson abri¨® las puertas de Neverland a Martin Bashir, un director que le prometi¨® que har¨ªa el retrato ¡°m¨¢s honesto¡± que le har¨ªan nunca. Jackson se convenci¨® de que aquello saldr¨ªa de maravilla; termin¨® declarando ante la justicia hasta el director Bashir. En la cinta, la estrella contaba c¨®mo hab¨ªa dormido con ni?os. ¡°No era sexual. Yo los arropaba, pon¨ªa un poco de m¨²sica y les le¨ªa un libro (¡) Nos ¨ªbamos en la cama con la luz encendida y yo les daba leche caliente y galletas. Era agradable y muy dulce (¡) Es lo que el mundo entero deber¨ªa hacer. ?Por qu¨¦ no se puede compartir la cama? La cosa m¨¢s afectuosa es compartir la cama con alguien. Es una cosa magn¨ªfica. Es muy correcta¡±. Junto a ¨¦l, un ni?o de 13 a?os, Gavin Arvizo, asent¨ªa apoyando la cabeza en su hombro y cogido de la mano del astro. Jackson aclara que ¨¦l duerme en el suelo y el ni?o en la cama. El entrevistador pregunta si en la casa no hay m¨¢s cuartos. Jackson dice que s¨ª, pero que los ni?os quieren dormir con ¨¦l. No se sabe si es m¨¢s inquietante la imagen de ¨¦l durmiendo en la cama con el ni?o o eligiendo el suelo de una mansi¨®n con decenas de habitaciones, teniendo en cuenta que muri¨® por la adicci¨®n a los f¨¢rmacos con los que trataba dolores de espalda que lo tuvieron atado a las drogas durante d¨¦cadas.
Aquello era, como poco, turbador; un hombre adulto y¨¦ndose a dormir con sus mejores amigos, ni?os a los que declaraba p¨²blicamente su amor incondicional y dec¨ªa regalarles la infancia que ¨¦l no tuvo, que conoc¨ªa en concursos de baile, ni?os con talento y sin ¨¦l, ni?os cuyas familias entregaban sin condiciones mientras eran agasajadas con casas y coches. Y he aqu¨ª una de las sombras m¨¢s oscuras del eterno caso Jackson: el comportamiento de los padres, entregados cuando cre¨ªan inocente a Jackson y err¨¢ticos cuando lo culparon. El interrogante recorre Leaving Neverland, el documental de Dan Reed que recoge los abrumadores testimonios de Wade Robson y Jimmy Safechuck, dos hombres que ahora acusan a Jackson de haber abusado de ellos cuando eran ni?os. Los padres de Robson y Safechuck, de Chandler y Arvizo, de Brett Barnes, del propio Macaulay Culkin, los padres de todos ellos. Los padres que recib¨ªan dinero a espuertas cuando sus hijos dorm¨ªan con un hombre de treinta a?os mientras ellos descansaban en el pabell¨®n de invitados, y que, acabada la relaci¨®n o el dinero, reclamaban m¨¢s millones mediante denuncia (o para no denunciar). En el caso de los Chandler, ?es decente que abusen sexualmente de tu hijo de 13 a?os y dejes en libertad al monstruo, con ilimitada capacidad para reincidir, a cambio de dinero?
Leaving Neverland es un documental que recoge dos testimonios escalofriantes llenos de detalles y pruebas abrumadoras, poniendo al p¨²blico ante una tesitura primitiva: la de creer o no creer, o sea sentenciar o absolver, salt¨¢ndose la justicia. La cinta acribilla a Jackson, que no tiene un defensor en todo el metraje porque se trata, seg¨²n su director, ¡°de un estudio detallado, de cuatro horas de duraci¨®n, sobre la psicolog¨ªa del abuso sexual infantil, que se cuenta a trav¨¦s de dos familias que tuvieron un v¨ªnculo emocional durante 20 a?os con un ped¨®filo disfrazado de amigo de confianza¡±. Todo ello ahonda en una cuesti¨®n verdaderamente delicada. ?Puede funcionar el sistema de justicia con alguien como Michael Jackson? Testigos que acusan y se retractan, testigos que defienden y dan marcha atr¨¢s, padres de ni?os que se contradicen, una presi¨®n medi¨¢tica y social desbordante; todo ba?ado en ingentes cantidades de dinero y de un jurado que, como cont¨® Guillermo Alonso en Icon, al ver una de las pruebas que empieza con un v¨ªdeo con m¨²sica de Billie Jean, se mov¨ªa inconscientemente al ritmo de sus acordes.
El nuevo documental deja en el aire una cuesti¨®n delicada: ?el sistema de justicia funciona con alguien como Jackson?
Meses despu¨¦s del documental de Bashir, el ni?o que apoyaba su cabeza en el hombro del rey del pop, Gavin Arvizo, lo denunci¨® por abusos sexuales, Jackson fue arrestado, su casa registrada y ¨¦l acusado formalmente. Le pidieron 18 a?os de condena, que habr¨ªa cumplido en la misma c¨¢rcel que Charles Manson. Fue absuelto de todos los cargos por falta de pruebas concluyentes. Le ayud¨® con su testimonio Wade Robson, que defendi¨® a Jackson durante a?os y ahora le acusa, dando detalles con pelos y se?ales, en Leaving Neverland. Miembros del jurado expresaron sus dudas al final. Raymond Hultman: ¡°No creo que este hombre pudiera dormir en la misma habitaci¨®n 365 d¨ªas seguidos con un ni?o y no hacer nada m¨¢s que ver la televisi¨®n y comer palomitas. Pero que no tenga sentido no le convierte en culpable¡±. La ¨²ltima frase es clave: nada en Michael Jackson ten¨ªa sentido. Tras la primera acusaci¨®n de Chandler su reacci¨®n fue grabar un v¨ªdeo en el que declaraba su amor a los ni?os de todo el mundo y de todas las razas, dec¨ªa que eran el gran amor de su vida y que quer¨ªa vivir a trav¨¦s de ellos la infancia que ¨¦l no tuvo. A?os despu¨¦s, para defenderse de las acusaciones de abusos sexuales, graba un documental cogiendo de la mano a un ni?o mientras dice que adora dormir con ellos y que le parece una gran prueba de amor. No tiene sentido en una persona culpable; tampoco lo tiene en una persona inocente.
¡°Como mucha otra gente en este mundo nuestro pos-O.J.Simpson y Pos-Tyson, no me siento muy dispuesto a tratar la absoluci¨®n en un juzgado de California de una estrella que tiene detr¨¢s a un equipo de abogados con minutas millonarias como una tarjeta chapada en oro para salir libre de la c¨¢rcel¡±, dijo el ejecutivo de la industria musical John Niven en The Guardian tras la muerte del artista en 2009, en un art¨ªculo que recordaba que la polic¨ªa hab¨ªa confirmado la existencia de las manchas del pene de Jackson que hab¨ªa descrito el ni?o Chandler, y que fue despu¨¦s de que los investigadores contrastasen eso cuando el rey del pop accedi¨® al acuerdo extrajudicial. Claro que, seg¨²n la l¨®gica de Niven, cualquier estrella que pueda pagarse una gran defensa es culpable por defecto.
El mundo no puede librarse de Jackson. Todos lo juzgamos y estamos siendo juzgados porque de alg¨²n modo todos somos c¨®mplices de haber construido una impunidad que tiene que ver m¨¢s con lo divino que con lo terrenal. Lo apunto ¨¦l en el Four Seasons, 1996: ¡°Jes¨²s dijo que hay que amar a los ni?os y ser como ellos. Ser juveniles, inocentes, puros y honorables. ?l siempre se rodeaba de ni?os. As¨ª me criaron: a creer en ¨¦l y ser como ¨¦l, imitarlo¡±. Pero si Michael Jackson fue criado como Jes¨²s, no fue en el amor sino camino al calvario, apalizado y torturado por un padre desp¨®tico que quiso hacer de ¨¦l un dios sin saber que, lejos del cielo, a Dios cuesta distinguirlo del diablo.
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