C¨®mo pasar de la queja al ¨¦xito
Todos tenemos una mentalidad fija que nos impide avanzar y una mentalidad de crecimiento que nos impulsa en la vida y nos aporta felicidad
Todos nos equivocamos, pero no todo el mundo vive el error de la misma forma. Es posible que hayas visto en tu trabajo, o en tu familia, personas que, ante un fracaso, caen en brazos de justificaciones o culpan al mundo de lo sucedido. Otras, en cambio, afrontan la situaci¨®n como un camino para aprender y superarse. Carol Dweck, profesora de la Universidad de Stanford, observ¨® la reacci¨®n de ni?os y adultos ante las equivocaciones. Comprob¨® algo interesant¨ªsimo: la manera en que vivimos el error define nuestro mundo interior de creencias, nuestra manera de vernos a nosotros mismos y, por ende, nuestra capacidad para ser feliz. Seg¨²n esta reconocida investigadora existen dos mentalidades: la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento, que no depende ni de la inteligencia ni de variables sociales.
La mentalidad fija considera que el talento y las habilidades son innatas y que existe poco margen de maniobra para cambiar. Son las personas que se quejan, que evitan proyectos de transformaci¨®n y que justifican su error con cualquier cosa que pase por all¨ª. ¡°No me ha salido bien este informe porque mi compa?ero no ha parado de incordiarme¡±, por ejemplo. Parad¨®jicamente, estos individuos pueden ser terriblemente exigentes consigo mismos. Para evitar su propio ¡°machaque interior¡± sortean los desaf¨ªos. ?Hay que impedir parecer que no se es tan listo ante una dificultad! ?Conoces a alguien as¨ª? Pueden ser personas muy inteligentes, pero tienen estas creencias que les paralizan.
Las personas con mentalidad de crecimiento, en cambio, consideran que el ¨¦xito depende fundamentalmente del esfuerzo. No ponen el foco solo en el resultado final, tambi¨¦n les importa el proceso de aprendizaje. Para estas personas los errores no suponen una ¡°cat¨¢strofe interior¡±, ya que forman parte de la evoluci¨®n. Buscan los comentarios de los dem¨¢s para seguir avanzando.
Una vez que hemos descrito las dos mentalidades, hagamos un ejercicio. Si piensas en los problemas que te agobian, ?qu¨¦ tipo de reacci¨®n tienes? La respuesta la ofrece la profesora Dweck. Todos tenemos mentalidad fija y mentalidad de crecimiento. Dependiendo de nuestra forma de ser, habr¨¢ aspectos de nuestra vida o ciertos problemas que caigan en el terreno de las justificaciones. Otros, en cambio, nos llevar¨¢n a remangarnos para continuar hacia delante. Por eso, si queremos afrontar una dificultad con ¨¦xito, la soluci¨®n est¨¢ en nosotros mismos. Esta pasa por un proceso compuesto por cuatro fases que se est¨¢ desarrollando con ¨¦xito en la educaci¨®n de ni?os y en la formaci¨®n de adultos.
En la primera fase hemos de ser honestos e identificar aquellas situaciones que nos activa la mentalidad fija. Todos, absolutamente todos, caemos alguna vez en brazos de las excusas, de la culpa o de la negaci¨®n de nosotros mismos. ¡°Evito la presentaci¨®n en ingl¨¦s porque se me da mal¡±; ¡°alguien ha conseguido ese resultado porque tiene enchufe¡± o ¡°no soy capaz de igualar lo que mi compa?ero hace¡±. El mundo de las justificaciones es muy creativo.
En segundo lugar, necesitamos tomar conciencia de c¨®mo act¨²a nuestra mentalidad fija. Para ello, si nos atascamos ante un problema, es recomendable escribir a nuestra mentalidad fija para poner distancia (¡°cuando entras en acci¨®n, haces que me diga¡¡±). Tambi¨¦n podemos tener frases internas que contrarresten esa sensaci¨®n: ¡°hoy no, Pilar¡±, por ejemplo. Otra t¨¦cnica es la que Dweck y su marido ponen en pr¨¢ctica ante un problema o discusi¨®n. Cuando aparece entre ellos el mundo de las justificaciones, para evitar da?arse, echan la culpa a una tercera persona imaginaria. Ambos saben que no existe, pero as¨ª consiguen descargar la energ¨ªa de la frustraci¨®n para construir despu¨¦s.
Tercero: cuando un problema nos atasca debemos aplicar la mentalidad de crecimiento que hayamos tenido en otro momento de nuestra vida o en otra ¨¢rea. Necesitamos recordar qu¨¦ nos decimos a nosotros mismos cuando estamos en dicha mentalidad, c¨®mo aprendemos y c¨®mo podr¨ªamos trasladarlo a la situaci¨®n que nos preocupa. Para ello se sugiere crear una frase que sirva de eslogan y tenerla presente: ¡°cuando te esfuerzas, lo consigues¡±, por ejemplo. Debe ser una f¨®rmula capaz de hacernos reaccionar, por lo que nos debe sonar en lo personal.
Por ¨²ltimo, como aconseja Dweck en su conferencia TED, tenemos que incluir el poder del todav¨ªa. En vez de decir ¡°no s¨¦ hablar chino¡±, hay que sustituirlo por ¡°no s¨¦ hablar chino todav¨ªa¡±. Este concepto abre las puertas a la posibilidad. En definitiva, si pudi¨¦ramos tomar conciencia de nuestras dos mentalidades, del da?o que nos produce mentalidad fija y de la capacidad que tenemos para transformarla con la de crecimiento, vivir¨ªamos los problemas con m¨¢s recursos y nos sentir¨ªamos mejor con nosotros mismos.
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