Sebasti?o Salgado: ¡°Se dijo que yo hac¨ªa est¨¦tica de la miseria. ?Y una mierda! Fotograf¨ªo mi mundo¡±
Es una leyenda viva de la imagen documental. Durante cuatro d¨¦cadas ha retratado las mayores atrocidades del ser humano y los m¨¢s espl¨¦ndidos parajes del planeta. A sus 75 a?os, colmado de premios y reconocimiento, est¨¢ en la recta final de otro de sus herc¨²leos proyectos sobre las tribus de la Amazonia. Su motor ha sido la curiosidad por conocer las cosas del mundo y las ganas de transmitirlas; caminando de lugar en lugar, dice, como "un hombre de la Edad Media"
CON SU fotograf¨ªa sociodocumental, de un blanco y negro pur¨ªsimo, Sebasti?o Salgado ha retratado desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas los mayores horrores cometidos por la especie humana y las grandes bellezas naturales del planeta. Tras marcharse de su pa¨ªs huyendo de la dictadura en 1969, pas¨® una d¨¦cada fuera y, por culpa de la fotograf¨ªa, dej¨® de lado un prometedor trabajo como economista. Aunque comenz¨® ¡°tarde¡±, como reconoce, hoy posee todos los premios y reconocimientos posibles del arte de la imagen. Nacido en 1944 en Aimor¨¦s, en el Estado de Minas Gerais, a sus 75 a?os, que no aparenta ni de lejos, ha recorrido m¨¢s de 130 pa¨ªses y est¨¢ en la recta final de otro de sus herc¨²leos proyectos, sobre tribus de la Amazonia. Salgado habla con pasi¨®n y convicci¨®n, sus ideas fluyen en un espa?ol con el caracter¨ªstico suave acento brasile?o. De aquel joven comunista de pelo largo y barba frondosa queda una cabeza rapada y unas cejas poblad¨ªsimas, blancas, que de vez en cuando se atusa como si buscase en ellas el hilo de sus argumentos.
?C¨®mo va su trabajo sobre la Amazonia? Llevo con ¨¦l varios a?os y a¨²n me quedan tres historias por hacer. Ser¨¢n en total unos 30 reportajes sobre 13 tribus, con mucha fotograf¨ªa a¨¦rea, porque as¨ª se tendr¨¢ una idea de la gran extensi¨®n de la floresta y los r¨ªos. El mayor volumen de agua en el Amazonas viene por las evaporaciones, aut¨¦nticas corrientes a¨¦reas de humedad que garantizan la lluvia en gran parte del planeta al desplazarse como nubes. Creo que en esta serie van a sorprender las fotograf¨ªas del sistema monta?oso del Amazonas. Tienes la impresi¨®n de que est¨¢s en los Alpes, son colosales. El ¨²ltimo reportaje ser¨¢ sobre animales.
?C¨®mo son esas tribus con las que ha convivido? Hay de todo. Los korubos, en el valle del Javari, fueron contactados por el hombre blanco en 2015, pero otras lo fueron en el siglo XIX. Hay una tribu que son herederos de la cultura inca, llegaron a Brasil desplazados por los espa?oles. Tienen una agricultura sofisticada, criaderos de peces y tortugas¡
Pero ?qu¨¦ le ha sorprendido de quienes viven en la selva? Lo que m¨¢s me impresiona es que no hay sorpresa, no hay ya mucho por descubrir. Yo pensaba que iba a tardar meses en adaptarme a ellos y fueron horas. Porque somos nosotros mismos. Solo hay una peque?a diferencia f¨ªsica, los pies. ?Mire sus pies, Manuel!, son una deformaci¨®n, est¨¢n enfermos porque los metemos en un zapato que los ahorma. Sin embargo, los pies de los seres de estas comunidades son triangulares, la parte de atr¨¢s es fina y la de delante es ancha; utilizan los dedos para equilibrarse, subir a los ¨¢rboles y saltar de uno a otro.
En 1982 le concedieron el Premio W. Eugene Smith de Fotograf¨ªa Humanitaria. Desde entonces ha sido nombrado caballero de la Legi¨®n de Honor en Francia, gan¨® un World Press Photo en 1985, el Hasselblad en 1989; en Espa?a fue el primer fot¨®grafo en recibir el Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes. Ahora ha recogido en Madrid un premio de la Sociedad Geogr¨¢fica Espa?ola ¡°por la calidad y esp¨ªritu de su trabajo viajero¡±. Si es por esto, lo merezco porque soy, probablemente, una de las personas del planeta que m¨¢s han caminado [risas]. Cuando ven¨ªa en el avi¨®n y ve¨ªa por la ventana las monta?as, los r¨ªos¡ El planeta es maravilloso. Siempre he pensado que, por mi tipo de fotograf¨ªa, soy como aquellos hombres que en la Edad Media, movidos por la curiosidad, iban de ciudad en ciudad para conocer las cosas y transmitirlas. La vida de los fot¨®grafos es as¨ª: ir, descubrir, conocer y transmitirlo. La fotograf¨ªa que hago es el espejo de la sociedad. Es una funci¨®n que no exist¨ªa hace 100 a?os y que no creo que exista en unos 20¡
?Por qu¨¦? Hoy, con un m¨®vil se hacen im¨¢genes de una calidad incre¨ªble, aunque eso no es fotograf¨ªa. Es un lenguaje de comunicaci¨®n, pero la fotograf¨ªa es algo que tocas, guardas. Sin embargo, est¨¢n cambiando las demandas.
¡°Las im¨¢genes de un m¨®vil tienen una calidad incre¨ªble, pero no son fotograf¨ªa. Fotograf¨ªa es algo que tocas, que guardas¡±
No se interes¨® por la fotograf¨ªa hasta 1973, cuando ten¨ªa casi 30 a?os. ?En qui¨¦n se fij¨® un autodidacto como usted? Me encantaba la pintura, fotografiaba obras en blanco y negro de Rembrandt. Empec¨¦ a ver que pod¨ªa crear esas mismas luces y profundidades. El fot¨®grafo debe transmitir lo que ve su ojo en el momento de disparar, hay que romper los l¨ªmites de la c¨¢mara. Y ver lo que hacen otros no significa nada, cada uno tiene sus luces interiores. Se fotograf¨ªa con el pasado de cada uno, con su ideolog¨ªa. Yo trabaj¨¦ en Magnum con grandes fot¨®grafos, pero las afinidades eran m¨¢s personales que t¨¦cnicas.
Su trayectoria se ha caracterizado por proyectos que han sido carreras de fondo (Trabajadores, ?xodos, G¨¦nesis). ?Por qu¨¦ siempre esa larga duraci¨®n? En el caso de ?xodos, yo soy un emigrante, vivo en un pa¨ªs extranjero [Francia] y quer¨ªa hacer un trabajo sobre las grandes migraciones porque tambi¨¦n era mi historia. Viv¨ª siete a?os en la carretera buscando a estas personas y pas¨¦ varios meses en nueve grandes ciudades a las que llegaban los emigrantes. En Trabajadores, como he sido economista, sent¨ª que la gran revoluci¨®n industrial llegaba a su fin por las computadoras. La mano ya no iba a ser tan importante en la l¨ªnea de producci¨®n, as¨ª que tambi¨¦n me identifiqu¨¦ con ellos.
Ha retratado a los desfavorecidos, su fotograf¨ªa se ha descrito como humanitaria y social. No he querido retratar a los desfavorecidos, yo nunca he sido un militante, es solo mi forma de vida y lo que pensaba. Hubo quien dijo [como Susan Sontag] que Salgado hac¨ªa est¨¦tica de la miseria¡ ?Meu cu! [expresi¨®n brasile?a que puede traducirse por ¡°?Y una mierda!¡±]. Yo fotograf¨ªo mi mundo, soy una persona del Tercer Mundo. Conozco ?frica como las l¨ªneas de mi mano porque hace solo 150 millones de a?os ?frica y Am¨¦rica eran el mismo continente.
?Tambi¨¦n tuvo siempre claro que su obra de peso ser¨ªa en blanco y negro? Claro, el color era para los encargos¡ ?Mire ah¨ª¡! [Salgado se?ala un lado del vest¨ªbulo del hotel en el que se desarrolla la entrevista, decorado con sof¨¢s violetas y rojos]. Ah¨ª, un retratado se perder¨ªa entre esos colores. La fotograf¨ªa en color acent¨²a los colores, y eso me distra¨ªa. Con el blanco, el negro y el gris no me pasaba. ?Sabe otra cosa que me desconcentraba? Cuando, en la ¨¦poca en que se usaba pel¨ªcula, ten¨ªa que parar, sacar el rollo y cambiarlo por otro.
¡°Se dijo que yo hac¨ªa est¨¦tica de la miseria. ?Y una mierda! Yo fotograf¨ªo mi mundo, soy una persona del Tercer Mundo¡±
?Y qu¨¦ hac¨ªa? Cantaba. Como pod¨ªa cambiar la pel¨ªcula con los ojos cerrados, cantaba m¨²sica popular brasile?a y as¨ª no se me iba la concentraci¨®n.
En algunas de sus fotograf¨ªas c¨¦lebres, como la de un buscador de oro en Serra Pelada (Brasil) apoyado en un madero, se han visto referencias de la iconograf¨ªa cristiana. ?Le ha servido esta de inspiraci¨®n? Es posible, yo vengo del Estado de Minas Gerais, el m¨¢s barroco de Brasil. Cuando fotograf¨ªo, siempre hay un peque?o rastro de algo que me ha influido. Seguro que cuando hice esa foto yo ve¨ªa a San Sebasti¨¢n con las flechas, pero mis fotograf¨ªas no son modernas ni posmodernas, son barrocas porque vienen de ese mundo.
Fue fotorreportero, pero tras el genocidio de Ruanda, en 1994, perdi¨® por un tiempo la fe en la fotograf¨ªa y se repleg¨® en la geograf¨ªa de su infancia, la hacienda de su padre, seca y talada por la ganader¨ªa. ?Naci¨® ah¨ª su preocupaci¨®n por la naturaleza? No, yo nac¨ª y crec¨ª en la naturaleza. Mi padre ten¨ªa haciendas y yo pasaba el d¨ªa a caballo o caminando. Los domingos, varios amigos nos levant¨¢bamos a las cuatro de la madrugada para ir a cazar; volv¨ªamos por la tarde, agotados, y nos ¨ªbamos a nadar. La parte principal de mi trabajo ha sido la fotograf¨ªa de naturaleza, no las personas¡
Ha alabado siempre a las organizaciones humanitarias con las que ha trabajado y se ha mostrado cr¨ªtico con los Gobiernos. ?Mantiene esa idea? Tan cr¨ªtica no. He sido de izquierdas, de joven cre¨ªa que hab¨ªa que tomar el poder por la fuerza¡, pero tenemos que trabajar juntos. Es mentira eso de que una foto puede cambiar el mundo; puede cambiarlo el trabajo conjunto de las ONG, la prensa, los Gobiernos¡?
Hablando de Gobiernos, ?c¨®mo ve Brasil, en manos del ultra Jair Bolsonaro? Es un personaje conflictivo y que genera desequilibrios por propuestas como la destrucci¨®n de la selva y de las comunidades ind¨ªgenas. Son ideas de extrema derecha, pero la sociedad brasile?a es capaz de ofrecerle resistencia. ?l ha sido elegido democr¨¢ticamente por una importante mayor¨ªa, as¨ª que hay que trabajar para que esas personas no den su apoyo otra vez a esas ideas retr¨®gradas. Est¨¢ mal lo que ha ocurrido, pero a la vez est¨¢ bien porque ha creado un sistema de militancia, con gente que quiere defender sus derechos.
Y del resto de Am¨¦rica Latina, ?qu¨¦ le duele? Me preocupa mucho lo que pasa actualmente en Venezuela, es un crimen. Pero hay que comprender la historia de ese pa¨ªs. Yo trabaj¨¦ all¨ª antes de Hugo Ch¨¢vez y era un Estado dirigido por una burgues¨ªa que lo rob¨® todo. Ch¨¢vez lleg¨® al poder con apoyo popular, pero luego cometi¨® errores brutales y abus¨® de su poder. Con Maduro se ha destruido la econom¨ªa, y esto hay que cambiarlo, pero no con una intervenci¨®n militar extranjera. Somos j¨®venes democracias y hay que mirar la historia de Europa para comprender lo que pasa en Am¨¦rica Latina.
Precisamente, ha levantado polvareda la carta del presidente de M¨¦xico instando al rey Felipe VI a que pida perd¨®n por la conquista. Espa?a no debe disculparse. Ha sido la propuesta oportunista de un pol¨ªtico, no la de un pueblo. Pero est¨¢ bien que la gente discuta de eso, y los primeros, los mexicanos, que en un 90% son ind¨ªgenas. Vas a una fiesta de la burgues¨ªa en M¨¦xico y los que est¨¢n sirviendo son todos indios. La conquista fue una aventura total, el 30% de los espa?oles que fueron no volvieron, murieron. Cuando Cort¨¦s le dice a Moctezuma que sus soldados est¨¢n enfermos y que la ¨²nica medicina es el oro¡ es la historia de la humanidad.
En 2014, su vida y obra inspir¨® el premiado documental 'La sal de la tierra', que dirigieron su hijo Juliano y Wim Wenders. ?C¨®mo fue la experiencia? Muy dif¨ªcil, porque el fot¨®grafo tiene que relacionarse con lo que fotograf¨ªa y cuando te transformas en intermediario eres un producto del que est¨¢ rodando. Mi hijo ya me hab¨ªa grabado¡ y me peleaba con ¨¦l, pero era mi hijo, era m¨¢s sencillo. En el rodaje con ¨¦l y Wim hab¨ªa tres c¨¢maras, un equipo de sonido¡, ?un carnaval! Lo hice por Juliano.
Su esposa, L¨¦lia Wanick, concibe y dise?a sus libros. ?C¨®mo es su relaci¨®n profesional en una pareja que lleva medio siglo de matrimonio? No es complicado, amo profundamente a mi mujer, tiene un gusto excepcional, una capacidad de organizaci¨®n que yo no tengo, se ocupa de las exposiciones que tenemos por todo el planeta y me encantan los libros que dise?a para m¨ª. Ah¨ª vamos, peleando¡ Empec¨¦ con ella hace 55 a?os. Desde el principio me apoy¨® porque las cosas que yo buscaba no estaban a la puerta de casa, ten¨ªa que estar tiempo fuera y ella se ocup¨® de nuestros hijos [adem¨¢s de Juliano, tienen otro, Rodrigo, con s¨ªndrome de Down].
En una entrevista en 2007 con EL PA?S, peri¨®dico en el que ha publicado sus principales trabajos, dijo que nunca se pasar¨ªa al digital, pero acab¨® haci¨¦ndolo. La calidad del digital al principio no era tan grande y luego fue una comodidad porque permit¨ªa usar una c¨¢mara ligera, r¨¢pida. Adem¨¢s, la calidad en pel¨ªcula cay¨® porque era muy cara¡ En mis viajes, me llevaba 600 rollos de pel¨ªcula, pesaban 35 kilos, me peleaba en los aeropuertos¡ Hoy, con una caja del tama?o de un m¨®vil llevo esas 600 pel¨ªculas.
?Le interesan las redes sociales? Hay una cuenta a su nombre en Instagram¡ ?No es m¨ªa! Y en Facebook hay otras dos que tampoco¡, son fakes. Una vez pele¨¦ durante meses para que retiraran una cuenta y aparecieron cinco¡ No me interesan, los que se exponen ah¨ª es¡ como bajarte el pantal¨®n y ense?ar el culo por la ventana. No es de mi generaci¨®n, no es mi mundo.
?Le ha dado tiempo a hacer balance? Creo que he contribuido a la conciencia del cuidado del planeta. He tenido ¨¦xito y he llegado con mi trabajo a la gente gracias a organizaciones como Unicef, Save the Children, M¨¦dicos Sin Fronteras¡, pero yo solo con mis im¨¢genes no habr¨ªa hecho nada, ser¨ªa como el polvo.
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