La clave para la viabilidad de una empresa: econom¨ªa circular
Medidas como las pol¨ªticas de aprovisionamiento local, la reducci¨®n de la huella de carbono en la distribuci¨®n o el dise?o eficiente de envases han de implantarse de manera generalizada para situar al sector en el camino correcto
La humanidad est¨¢ utilizando hoy en d¨ªa los recursos naturales equivalentes a 1,7 planetas Tierra. El consumo mundial de recursos materiales se ha multiplicado por 14 entre 1900 y 2015 y las previsiones apuntan a que se duplicar¨¢ entre 2015 y 2050. Estos son solo algunos datos que pueden ayudarnos a poner en perspectiva el importante reto ante el que nos encontramos.
La contaminaci¨®n del transporte contin¨²a siendo uno de los principales escollos a los que se enfrenta nuestro planeta, al ser responsable ¨²nicamente en la Uni¨®n Europea del 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pese a ello, debemos prestar atenci¨®n en garantizar la sostenibilidad de un sector muy relevante: la industria del gran consumo. A la producci¨®n de alimentos le corresponde un 11,3% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el territorio europeo. Por tanto, se antoja determinante que las compa?¨ªas apuesten por la sostenibilidad y la econom¨ªa circular.
El compromiso de todos los agentes sociales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados dentro de la Agenda 2030 es fundamental para reducir las desigualdades de todo tipo en el mundo. En aquellos referentes al cuidado del planeta, las compa?¨ªas e instituciones implicadas deben poner especial ¨¦nfasis para frenar las consecuencias del cambio clim¨¢tico derivadas de un consumo excesivo de recursos y del empleo de energ¨ªas contaminantes.
Esta necesidad cobra a¨²n si cabe m¨¢s relevancia en el sector del gran consumo, por la cantidad de recursos utilizados, residuos generados y alimentos que pueden llegar a desperdiciarse. El Observatorio de Innovaci¨®n en Gran Consumo del Instituto Cerd¨¤ clasifica en 10 los grandes retos que las empresas y eslabones de la cadena de valor deben tener en cuenta en sus estrategias a largo plazo.
Nos encontramos ante una sociedad cada vez m¨¢s sensibilizada en aspectos sociales y ambientales, que basa sus decisiones de compra en la responsabilidad y valores tras el producto y la compa?¨ªa que lo fabrica
Los m¨¢s determinantes, en lo que a aspectos medioambientales se refiere, consisten en la gesti¨®n eficiente y responsable de la cadena de suministro, con la reducci¨®n de emisiones de carbono tanto en el proceso de producci¨®n como en el apartado log¨ªstico, y la eficiencia en la gesti¨®n del desperdicio alimentario.
Adem¨¢s, es innegable que nos encontramos ante una sociedad cada vez m¨¢s sensibilizada en aspectos sociales y ambientales, que basa una parte importante de sus decisiones de compra en la responsabilidad y los valores que hay detr¨¢s del producto y la compa?¨ªa que lo fabrica, as¨ª como en sus caracter¨ªsticas saludables.
Todo esto debe impulsar a las empresas hacia el desarrollo de un modelo seguro, transparente y sostenible, que permita el crecimiento econ¨®mico al mismo tiempo que se respete el medio. Medidas como las pol¨ªticas de aprovisionamiento local, la b¨²squeda del bienestar animal, la reducci¨®n de la huella de carbono en la producci¨®n y distribuci¨®n o el dise?o eficiente de envases y embalajes han de implantarse de manera generalizada para situar al sector en el camino correcto.
Por estas razones, el camino hacia la sostenibilidad del planeta y la viabilidad de las propias compa?¨ªas pasa por la integraci¨®n de la econom¨ªa circular en todos los procesos. Es primordial renovar la concepci¨®n de los sistemas de producci¨®n y consumo y desterrar el modelo lineal, adapt¨¢ndolos a este modelo de econom¨ªa circular que prioriza la eficiencia de los procesos, reduciendo el consumo y la generaci¨®n de recursos y obteniendo productos con un ciclo de vida mucho m¨¢s largo. Esto permite su valorizaci¨®n al final de su consumo para poder ser reutilizados, evitando que vayan directos a los vertederos. De este modo, se reduce al m¨ªnimo el impacto de la actividad de la cadena de producci¨®n y la huella ecol¨®gica generada.
Precisamente una parte de estos residuos corresponde a los m¨¢s de siete millones de toneladas de alimentos que se desperdician en Espa?a cada ca?o. Estas p¨¦rdidas se producen en todos los eslabones de la cadena, si bien es en el ¨²ltimo ¡ªhogares y restauraci¨®n¡ª donde se encuentran las cifras m¨¢s altas, con un 58% y un 21% respectivamente. Por ello, desde las empresas de alimentaci¨®n debemos tambi¨¦n seguir trabajando en la misma l¨ªnea de concienciaci¨®n, ofreciendo una mayor informaci¨®n al consumidor sobre formas de minimizar el desperdicio y contribuir al desarrollo sostenible.
De este compromiso depende ya la viabilidad no solo de un sector que aporta m¨¢s de un 10% al PIB espa?ol, sino del futuro de nuestro planeta. Porque todav¨ªa estamos a tiempo de actuar. Como dice el proverbio chino, ¡°el mejor momento para plantar un ¨¢rbol fue hace veinte a?os. El segundo mejor momento, es hoy¡±.
Joseba Arano, director de Gesti¨®n ?tica, Responsable y Excelente de Calidad Pascual
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