Estamos en ello
En medio de la sexta extinci¨®n masiva de animales, causada en gran medida por el ser humano, ?qu¨¦ penoso parece nuestro paso por la Tierra!
ME LLAMO LUC?A y tengo 11 a?os¡±. As¨ª empieza una carta formidable que acabo de recibir. Est¨¢ escrita de maravilla, y no me cabe duda de que es de su pu?o y letra, porque conoc¨ª a Luc¨ªa Hern¨¢ndez unos d¨ªas antes en la Feria del Libro de Madrid. Se acerc¨® a mi caseta y me habl¨® con tanta seriedad y enjundia de lo que estaba haciendo que le ped¨ª que me escribiera y me lo contara m¨¢s extensamente. Y eso ha hecho: ¡°Formo parte de un proyecto de educaci¨®n medioambiental que se llama Ra¨ªces y Brotes, creado por el Instituto Jane Goodall, con el fin de crear proyectos con los cuales ayudar a mejorar el medio ambiente y la vida de los animales y de las personas¡±. En diciembre, Luc¨ªa fue con sus padres a una charla de la primat¨®loga Jane Goodall y se qued¨® tan impresionada que ¡°desde entonces movilic¨¦ a mi cole para colaborar con este proyecto, y gracias a la directora del cole y a Marisa, la coordinadora de Ra¨ªces y Brotes, estamos en ello¡±. En concreto, su proyecto consiste en construir casas-nido con materiales reciclados para ayudar a los gorriones ¡°porque nos hemos enterado de que est¨¢n en peligro de extinci¨®n en las ciudades (por ejemplo, en Londres ya se han extinguido)¡±. Y, sabiamente, a?ade: ¡°Puede parecer algo peque?o, pero, como dice la doctora Goodall, solo si entendemos nos puede importar, solo si nos importa podemos ayudar, solo si ayudamos ellos se salvar¨¢n¡±. A continuaci¨®n, esta tremenda Luc¨ªa me manda los enlaces del Instituto Goodall y de Ra¨ªces y Brotes, por si escribo algo que ¡°pueda inspirar a m¨¢s gente joven a hacer algo bueno¡±. Toma ya ni?a de 11 a?os poni¨¦ndonos las pilas y sac¨¢ndonos los colores a los adultos. Por cierto: el proyecto Ra¨ªces y Brotes ya cuenta con m¨¢s de 700.000 participantes, la mayor¨ªa j¨®venes, pertenecientes a un centenar de pa¨ªses.
Imposible no acordarse de Greta Thunberg, la activista sueca medioambiental de 16 a?os que en diciembre pasado nos ech¨® un demoledor rapapolvo en un acto plenario de Naciones Unidas sobre la situaci¨®n clim¨¢tica. ¡°Ustedes no son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son. Incluso esa carga nos la dejan a nosotros los ni?os¡±, empez¨® arreando. ¡°No hemos venido aqu¨ª a rogar a los l¨ªderes mundiales que se preocupen (¡). Nos hemos quedado sin excusas y nos estamos quedando sin tiempo. Hemos venido aqu¨ª para hacerles saber que el cambio est¨¢ llegando, les guste o no¡±.
Yo ten¨ªa 13 a?os cuando, all¨¢ por la d¨¦cada de los sesenta, Bob Dylan cantaba Los tiempos est¨¢n cambiando, y por aquel entonces tambi¨¦n me sent¨ª parte de una ola imparable. ¡°Madres y padres, no critiqu¨¦is lo que no entend¨¦is. Vuestros hijos e hijas est¨¢n m¨¢s all¨¢ de vuestro control. Vuestro antiguo camino est¨¢ envejeciendo r¨¢pidamente. Por favor, salid del nuevo si no sois capaces de ayudar, porque los tiempos est¨¢n cambiando¡±, dec¨ªa Dylan, y creo que los ni?os furiosos del siglo XXI suscribir¨ªan sus palabras. Los a?os sesenta dejaron algunos logros (reconocimiento de la diferencia, avances en el feminismo, el ecologismo, la aceptaci¨®n de la diversidad sexual¡), pero creo que las nov¨ªsimas generaciones est¨¢n obligadas a hacer mucho m¨¢s, porque es verdad que el tiempo se nos est¨¢ acabando, como denunciaba Greta. La aceleraci¨®n de la crisis clim¨¢tica nos lleva ¡°al abismo¡±, alert¨® la ONU en 2009. ?Y qu¨¦ hemos hecho en estos 10 a?os? Votar a luminarias intelectuales como Trump, que niega que tal crisis exista. En 2017, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos anunci¨® que nos encontr¨¢bamos en una era de ¡°aniquilaci¨®n biol¨®gica¡±, de hecho en medio de la ¡°sexta extinci¨®n masiva¡± de animales, causada, en gran medida, por el ser humano (las cinco extinciones anteriores fueron originadas por fen¨®menos naturales). Las poblaciones de mam¨ªferos, por ejemplo, han perdido el 70% de sus individuos en casi todo el mundo por la desaparici¨®n de sus h¨¢bitats. A la luz de esta inmensa cat¨¢strofe, ?qu¨¦ penoso parece nuestro paso por la Tierra! Salvo unas pocas personas admirables, como la gran Goodall, ?qu¨¦ mal hemos gestionado nuestro tiempo! Seremos enterrados bajo monta?as de pl¨¢stico por estos ni?os maravillosos y furibundos que, por fortuna y esperanza para todos, ya ¡°est¨¢n en ello¡±.?
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