Chile: a la vanguardia contra el cambio clim¨¢tico
El pa¨ªs, l¨ªder en la lucha contra el efecto invernadero, recientemente anunci¨® que alcanzar¨¢ la neutralidad de emisiones de gases de carbono para el 2050
Los Gobiernos de Am¨¦rica Latina y el Caribe han superado muchos desaf¨ªos en las ¨²ltimas d¨¦cadas, pero el cambio clim¨¢tico podr¨ªa representar la mayor amenaza jam¨¢s conocida en nuestra regi¨®n. Desde huracanes en el Caribe, a incendios forestales r¨¦cord en el Cono Sur, nuestros pa¨ªses ya est¨¢n lidiando con todo tipo de dificultades. De hecho, muchos de nuestros ciudadanos ven al cambio clim¨¢tico como el mayor desaf¨ªo que enfrentamos.
A la vanguardia de la lucha contra este problema est¨¢ Chile, que recientemente anunci¨® que alcanzar¨¢ la neutralidad de emisiones de gases de carbono para el 2050. Asimismo, fue el primer pa¨ªs latinoamericano en fijarse como objetivo obtener 20% de su energ¨ªa de fuentes renovables no convencionales (como la e¨®lica y solar) para el 2025 (cerca del doble de la media mundial actual para esas fuentes). El 17 de junio, tambi¨¦n lanz¨® el primer bono verde de Am¨¦rica Latina y el Caribe, que canaliza la inversi¨®n hacia proyectos ambientalmente sostenibles.
En diciembre Chile ser¨¢ anfitri¨®n de la 25? Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico, conocida como la COP25, donde pedir¨¢ a los dem¨¢s pa¨ªses que adopten metas m¨¢s ambiciosas que las que fueron acordadas en Par¨ªs en el 2016. Esto es necesario porque la amenaza se est¨¢ volviendo m¨¢s inminente.
A fines del a?o pasado, bajo el auspicio de la ONU, un grupo de cient¨ªficos lanz¨® un informe donde advert¨ªan que, a menos que hagamos mayores esfuerzos, las temperaturas medias aumentar¨¢n m¨¢s de 1,5 grados para el 2040.
Tal alteraci¨®n podr¨ªa desencadenar grandes inundaciones en nuestra regi¨®n, desplazando poblaciones, destruyendo ecosistemas y aumentando la pobreza. Por eso es hora de que m¨¢s pa¨ªses sigan el ejemplo de Chile y tomen pasos concretos hacia el desarrollo sostenible.
Este pa¨ªs reform¨® sus marcos legales y regulatorios para atraer inversi¨®n privada al desarrollo de fuentes de energ¨ªa renovables no convencionales, como la solar y la e¨®lica. Como resultado, el porcentaje de electricidad proveniente de esas fuentes creci¨® de 5% en el 2009 a 18% el a?o pasado, llegando muy cerca de la meta del 20% cinco a?os antes de lo previsto. Para combatir la contaminaci¨®n del aire en Santiago, el Gobierno cre¨® incentivos impositivos para reducir las emisiones de di¨®xido de carbono en el transporte p¨²blico. Hoy la capital cuenta con una flota de 200 autobuses el¨¦ctricos como parte de un plan para que 80% de sus autobuses funcionen a bater¨ªas para el 2022.
Este tipo de pasos son cruciales para alcanzar nuestras metas clim¨¢ticas. Seg¨²n la ONU, si todos los veh¨ªculos en las 22 mayores ciudades latinoamericanas fuesen el¨¦ctricos, para el 2030 nos ahorrar¨ªamos 64.000 millones de d¨®lares (56.640 millones de euros) en costos de combustibles y evitar¨ªamos que 300 millones de toneladas de di¨®xido de carbono entraran a la atm¨®sfera.
Chile reform¨® sus marcos legales para atraer inversi¨®n en fuentes de energ¨ªa renovables
Podemos y debemos hacer mucho m¨¢s. Hay fondos de pensi¨®n que est¨¢n comenzando a privilegiar las inversiones con impactos social y ambientalmente favorables. Por ahora, representan menos de 0,2% del volumen global de ahorros gestionados en mercados financieros, pero eso tambi¨¦n implica que hay amplio margen para crecer. Tan solo en el sector transporte, nuestra regi¨®n ofrecer¨¢ oportunidades de inversi¨®n por unos 395.000 millones de d¨®lares (349.575 millones de euros) hasta 2030, seg¨²n la Corporaci¨®n Financiera Internacional. Para llegar a tal escala, las inversiones con impacto deber¨¢n superar su actual nicho.
Con ese fin, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha elaborado un marco para ayudar a los pa¨ªses a atraer m¨¢s recursos privados a proyectos de infraestructura sostenible. Ya estamos trabajando con las autoridades chilenas para aumentar la oferta de inversiones alternativas, como el bono verde.
El BID ayud¨® a obtener la certificaci¨®n verde de ese bono, de 1,4 mil millones de d¨®lares (1,24 mil millones de euros). La baja tasa de inter¨¦s (3,53%) y la alta demanda (12 veces m¨¢s que el monto ofertado) muestran que, si los gobiernos ofrecen opciones de inversiones sostenibles, los mercados los apoyar¨¢n. De hecho, pocos d¨ªas despu¨¦s, Chile lanz¨® otro bono verde en euros. Esto es un ¨¦xito, no solamente para este pa¨ªs, sino para el resto de la regi¨®n que tambi¨¦n quieren hacer m¨¢s para proteger nuestro medioambiente.
No es f¨¢cil lidiar con el cambio clim¨¢tico. Pero Chile est¨¢ demostrando que es posible atender necesidades humanas de corto plazo a la vez que protegemos al planeta para futuras generaciones.
Luis Alberto Moreno es presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.
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