Por qu¨¦ ¡®Los miserables¡¯ nunca pasa de moda
El relato de Victor Hugo ha sido adaptado al cine, al teatro y como musical. Sigue vigente porque ni la injusticia ni las desigualdades desaparecen
V¨ªctor Hugo?(1802-1885) termin¨® de corregir las ¨²ltimas galeradas de Los miserables el 14 de junio de 1862. Su editor belga, Albert Lacroix, hab¨ªa apostado fuerte por la novela desde el principio y pensaba que merec¨ªa una campa?a de promoci¨®n sin precedentes. El escritor franc¨¦s viv¨ªa exiliado en Guernsey, una isla brit¨¢nica frente a las costas francesas, as¨ª que mont¨® una cena de presentaci¨®n en Bruselas para ¡°el mayor lanzamiento de un libro de la historia¡±, seg¨²n explica el profesor David Bellos, autor de The Novel of the Century. The extraordinary Adventure of ¡®Les miserables¡¯ (La novela del siglo. La extraordinaria aventura de ¡®Los miserables¡¯) (Penguin, 2017). Ochenta invitados de seis pa¨ªses fueron convocados el 16 de septiembre de 1862 a un banquete de 21 platos (foie-gras, pato con aceitunas, salm¨®n, alcachofas con trufas¡). La inversi¨®n en la comilona y el adelanto fueron descomunales y, aun as¨ª, Lacroix recuper¨® el dinero en pocas semanas.
Pero ni Lacroix ni Hugo ni nadie fueron capaces de vislumbrar el destino que esperaba a Los miserables como la novela m¨¢s citada, versionada e inagotable de la historia, ya sea en forma de libro (nunca ha dejado de editarse), de musical, de pel¨ªcula, de serie o de teatro. Se trata, fundamentalmente, de un largo relato sobre la libertad y contra la desigualdad, cuyo eco alcanza el siglo XXI. El aliento de los personajes de Hugo llega hasta estos d¨ªas y se refleja en el discurso del economista Thomas Piketty o en las m¨²ltiples revueltas contra la injusticia, la pobreza y la desigualdad que recorren el planeta.
M¨¢s de 150 a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n, Los miserables es m¨¢s relevante que nunca: los manifestantes de Hong Kong cantaban a la polic¨ªa Do You Hear the People Sing, una canci¨®n del musical basado en la novela, estrenado en Francia en 1980. El montaje no ha dejado de estar presente en diferentes idiomas en las carteleras de medio mundo (el pasado julio baj¨® el tel¨®n en el West End londinense despu¨¦s de 33 a?os seguidos en cartel; volver¨¢ este 18 de diciembre una vez hayan terminado las reformas en el Queen¡¯s Theatre). Uno de los ¨²ltimos lugares en los que se ha estrenado es Caracas, adonde lleg¨® el 31 de octubre. Su productora, Claudia Salazar, lo calific¨®, seg¨²n la agencia France Presse, de ¡°acto de rebeli¨®n¡±.
Los manifestantes de Hong Kong cantaban a la polic¨ªa Do You Hear the People Sing, una de las canciones del musical
Una de las pel¨ªculas francesas del a?o, estrenada la semana pasada en Espa?a, se titula Los miserables. El filme de Ladj Ly representa un claro homenaje a la novela (de hecho, acaba con una cita de Hugo: ¡°No hay malas hierbas. Solo malos cultivadores¡±). Aunque transcurre en el siglo XXI en una banlieue cercana a Par¨ªs, Montfermeil, donde se ambienta una parte del relato de Hugo, habla tambi¨¦n de personas abandonadas a su suerte por la sociedad, de aquellos marcados para siempre por el lugar en que han nacido o por la clase social a la que pertenecen. Movistar, adem¨¢s, est¨¢ ofreciendo una adaptaci¨®n en seis cap¨ªtulos protagonizada por Dominic West como Jean Valjean; un cl¨¢sico producto de la BBC, impecable en la ambientaci¨®n. Adem¨¢s, el protagonista de Terra Alta, la novela con la que Javier Cercas acaba de ganar el Premio Planeta, es un lector compulsivo del libro de Hugo, que cambia su vida. Su hija se llama como el personaje femenino central de la novela, Cosette.
¡°Los miserables pone al desnudo la vida de los pobres y oprimidos, pero no es ¨²nico en este sentido¡±, sostiene David Bellos, profesor de Literatura Francesa en la Universidad de Princeton (EE UU). En su opini¨®n, su importancia radica en el hecho de que todo el arte de un gran narrador de historias es utilizado para persuadirnos de que lo m¨¢s bajo de lo m¨¢s bajo tambi¨¦n puede elevarse a grandes alturas, tanto morales como sociales. ¡°Esta no es una opini¨®n que los conservadores de la ¨¦poca aceptaran f¨¢cilmente¡±, afirma Bellos. ¡°Es una novela de redenci¨®n y, como es optimista, tambi¨¦n es revolucionaria. Les miserables no ofrece un programa pol¨ªtico, pero s¨ª dice: ?El cambio es posible!¡±.
Francisco Lafarga, profesor em¨¦rito de Filolog¨ªa de la Universidad de Barcelona y autor de Traducciones espa?olas de Victor Hugo (Barcelona, PPU, 2002), enfatiza que la novela naci¨® envuelta en la pol¨¦mica y que fue arropada por una amplia campa?a medi¨¢tica que le procur¨® un enorme ¨¦xito editorial desde su lanzamiento. ¡°Tambi¨¦n se vio favorecida por la situaci¨®n personal de Hugo, exiliado en aquel momento en la isla de Guernsey y convertido en uno de los abanderados de la defensa de las libertades¡±, se?ala. ¡°Creo que su vigencia se debe, por un lado, a la pervivencia de cierta desigualdad en los pa¨ªses occidentales, no tanto de ¨ªndole pol¨ªtica o social, sino fundamentalmente econ¨®mica; y por otro, a un sentimiento de frustraci¨®n ante la dificultad del acceso al progreso y al bienestar de una parte de la poblaci¨®n y, sobre todo, de los j¨®venes¡±.
Galeras por robar pan
La novela de Hugo ¡ªde la que existen diferentes traducciones espa?olas, la ¨²ltima de Mar¨ªa Teresa Gallego Urrutia en Alianza Editorial¡ª cuenta con 1.500 p¨¢ginas. Su relato transcurre a lo largo de 30 a?os con decenas de personajes y de situaciones. El protagonista es Jean Valjean, un hombre condenado a una terrible pena de galeras por robar un trozo de pan, al que obsesivamente persigue durante toda su vida un polic¨ªa, Javert. Por la trama se cruzan numerosos personajes encerrados en una sociedad que los condena a la miseria solo por haber nacido donde han nacido; tambi¨¦n logran la redenci¨®n, muchas veces por actos de generosidad o misericordia. Jean Valjean, por ejemplo, es salvado gracias al obispo de Digne en el primer volumen del libro, en un acto de grandeza que cambiar¨¢ su vida y la de muchas personas con las que se encuentra. Las aventuras que viven los personajes son constantes, tanto reales (batallas, revoluciones, romances) como morales.
Merce Boixareu, catedr¨¢tica em¨¦rita de Filolog¨ªa Francesa de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), tambi¨¦n cree que la novela se mantiene como un manifiesto contra el poder y la injusticia. ¡°Vivimos, en Occidente, una ¨¦poca muy comodona: me refiero a la del p¨²blico de esas adaptaciones, musicales y cinematogr¨¢ficas especialmente. Y tambi¨¦n muy pragm¨¢tica. El romanticismo no es de nuestros d¨ªas. No obstante, en nuestro ideal, condenamos la injusticia, deseamos un mundo m¨¢s justo y, en nuestro imaginario, ese s¨ª, m¨¢s rom¨¢ntico, nos emocionamos ante esta exposici¨®n de peripecias diversas, de sacrificios, de persecuciones y de buenas acciones que nos llevan a pensar que el mundo puede ser mejor y que la virtud triunfa. Algo facil¨®n quiz¨¢s, pero no necesariamente superficial¡±.
El novelista franc¨¦s ?ric Vuillard, ganador del Premio Goncourt en 2017 por El orden del d¨ªa (Tusquets), es un gran admirador de Hugo. Para ¨¦l, el inagotable ¨¦xito se debe a que se trata de una historia que no se ha cerrado todav¨ªa. ¡°La fuerza de la novela reside en que est¨¢ escrita como una historia que se extiende a la emancipaci¨®n de toda la humanidad¡±.
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