Doha, el gran espect¨¢culo urban¨ªstico
?Qu¨¦ ha supuesto para la capital catar¨ª ser la ciudad que albergue el Mundial de f¨²tbol de 2022?
El petr¨®leo sigue siendo uno de los detonantes que contribuyen a la transformaci¨®n de muchas ciudades del planeta; el caso de Caracas o Doha son algunos ejemplos que deben ser le¨ªdos como la materializaci¨®n de un paisaje urbano identificado como s¨ªmbolos tanto de modernizaci¨®n y progreso.
A lo largo de la historia, la alta ambici¨®n social y pol¨ªtica de los gobernantes, seguida de las consecuentes prioridades de los mandatarios y otras fuentes de poder, persigui¨® la construcci¨®n de grandes urbes. Infraestructuras, equipamientos, urbanizaciones exclusivas y v¨ªas expresas fue lo que marc¨® la creaci¨®n de una condici¨®n urbana funcionalista, aunque particularmente, el cambio m¨¢s dr¨¢stico impact¨® en la poblaci¨®n introduciendo una nueva mentalidad contempor¨¢nea. Caracas, por ejemplo, empez¨® su proceso de transformaci¨®n a partir de las primeras d¨¦cadas del siglo pasado mientras que Catar empez¨® un complejo proceso de modernizaci¨®n en los a?os setenta, que se activ¨® en el a?o de su independencia, en 1971.
La recurrencia de expertos extranjeros para transformar las ciudades y establecer grandes planes de desarrollo urbano fue un hecho habitual y com¨²n en las dos ciudades mencionadas. En este sentido, la planificaci¨®n urbana parece un concepto nuevo en las urbes que a¨²n no son, pero aspiran a ser, y se implanta e impone ¨Cdesde una visi¨®n muy alejada de la realidad urbana¨C una imagen de ciudad so?ada plasmada en asentamientos que han ido creciendo durante a?os de manera org¨¢nica.
Centr¨¢ndonos en el caso de la capital catar¨ª, en 1950 el ¨¢rea urbana de Doha ten¨ªa 18.000 habitantes, cifra que ha aumentado considerablemente estas ¨²ltimas d¨¦cadas llegando a 637.000 habitantes en 2019. Doha est¨¢ emplazada en el desierto, en una peque?a pen¨ªnsula del golfo P¨¦rsico y en la actualidad, se enfrenta a la construcci¨®n de complejas obras de ingenier¨ªa como el metro, tren, tranv¨ªa, as¨ª como la construcci¨®n de ocho estadios de futbol desde que la FIFA escogi¨® esta ciudad en 2010 para poder albergar el Mundial de f¨²tbol de 2022.
Hoy, esta ciudad capital presenta grandes retos y desaf¨ªos para manejar grandes problemas urbanos, constructivos y clim¨¢ticos. Siguiendo los mismos pasos estrat¨¦gicos de Dub¨¢i, la capital de Catar es un espect¨¢culo urban¨ªstico donde son muchos los urbanistas, arquitectos estrella e ingenieros que contribuyen a da?ar tanto el paisaje urbano, el tejido social y cultural as¨ª como a promover lujosas construcciones y acciones poco sostenibles con el fin de servir al r¨¦gimen pol¨ªtico absolutista del pa¨ªs.
La pol¨ªtica del consumo ha ganado y conquistado terreno en una gran parte de la sociedad catar¨ª. Como si de un bosque artificial se tratase, la ciudad del desierto ya tiene sus rascacielos de vidrio y acero, centros comerciales, mega proyectos y establecimientos exclusivos aptos para unos pocos.
Desde el anuncio de la FIFA en 2010, han sido muchos los inconvenientes que han aparecido para que este evento de talla mundial no pueda celebrarse; los condicionantes clim¨¢ticos (viento del desierto, humedades de hasta 80 %, temperaturas de hasta 45? C), los geopol¨ªticos (muchos pa¨ªses vecinos han decidido hacer boicot comercial a Catar), y sobre todo, los referentes en materia de derechos humanos (falta de libertad de expresi¨®n, asociaci¨®n y reuni¨®n, discriminaci¨®n de las mujeres, vulneraci¨®n de los derechos de la infancia as¨ª como los derechos laborales y humanos). En este sentido, cabe mencionar que en Catar a¨²n sigue vigente el sistema conocido como kafala, donde los inmigrantes trabajan en condiciones que rozan la esclavitud.
Adem¨¢s de estos condicionantes, los grandes casos de corrupci¨®n, la vulneraci¨®n de derechos humanos y laborales, la exclusi¨®n de una gran parte de los trabajadores inmigrantes ¨Cque roza el 80 % de la poblaci¨®n de la ciudad¨C as¨ª como la poca tradici¨®n futbol¨ªstica del pa¨ªs son m¨¢s motivos que visualizan la poca idoneidad para celebrar este evento. Recientemente, un art¨ªculo en The Guardian public¨® que los aficionados que viajen a Catar especialmente para asistir al mundial de 2022 tendr¨¢n la oportunidad de alojarse en dos embarcaciones de lujo, contratadas por la empresa MSC Cruises, que servir¨¢n como hoteles flotantes... Una vez m¨¢s, el uso de este tipo de alojamiento temporal improvisado es una clara se?al de los excesos de Catar 2022.
Ya no solo la concesi¨®n de este torneo por parte de la FIFA fue un esc¨¢ndalo sino todo lo que conlleva, pues este evento ha sido y sigue siendo objeto de indignaci¨®n mundial. Doha ha convertido el capitalismo en un gran espect¨¢culo urban¨ªstico y arquitect¨®nico. ?Hay manera de ponerle freno?
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