Escuelas, comedores, piscinas... c¨®mo la arquitectura ayuda a vivir una infancia mejor en Argentina
M¨¢s del 60% de los ni?os y adolescentes del extrarradio de Buenos Aires viven en la pobreza. Una organizaci¨®n construye espacios que mejoran el entorno de los j¨®venes m¨¢s desfavorecidos
A partir de la ampliaci¨®n del Centro de D¨ªa Nuestra Se?ora de la Esperanza, ubicado en Villa Florida, localidad de la regi¨®n de Quilmes, al sudeste del Gran Buenos Aires, 80 chicos de un barrio vulnerable pudieron recibir apoyo escolar y participar en actividades recreativas. Aquel lugar sol¨ªa inundarse regularmente, no contaba con instalaciones sanitarias ni agua corriente, y no ten¨ªa espacios adecuados para el cuidado de los ni?os. Antes, no pod¨ªan recibir a m¨¢s de 20 de ellos, ten¨ªan una cocina precaria para garantizar el desayuno y el almuerzo, y deb¨ªan turnarse para entrar al comedor.
Jugar, descansar y hacer deporte son todos aspectos fundamentales en los procesos de desarrollo durante la infancia. Sin embargo, en el extrarradio de Buenos Aires, que comprende 24 municipios, el 85% de los ni?os no realiza actividades art¨ªsticas, el 91% no realiza actividades culturales extra escolares y el 68% no realiza actividades f¨ªsicas. La falta de infraestructuras en los barrios m¨¢s vulnerables hace m¨¢s dif¨ªcil poder cumplir con estos derechos.
El Conurbano de Buenos Aires muestra a menores de edad en situaci¨®n extremadamente fr¨¢gil, con derechos permanentemente olvidados. All¨ª el 63% de ellos vive en situaci¨®n de pobreza y el 15% en la indigencia, de acuerdo con el Observatorio de la Deuda Social Argentina. En este lugar, las organizaciones sociales y territoriales de base se vuelven redes de contenci¨®n y asistencia fundamentales. Ingenier¨ªa Sin Fronteras (ISF) busca fortalecer a la infancia en el extrarradio mediante obras de infraestructura que promuevan el cumplimiento de derechos b¨¢sicos como la educaci¨®n, la salud, la alimentaci¨®n y la recreaci¨®n.
Hoy el Centro de D¨ªa Nuestra Se?ora de la Esperanza es un espacio de contenci¨®n para ni?os y j¨®venes desde 5 hasta 15 a?os, que funciona de lunes a viernes de nueve de la ma?ana hasta las nueve de la noche. La referente Norma Gonz¨¢lez dice que el centro es muy importante para los chicos del barrio porque les permite salir de la calle. ¡°Ac¨¢ encuentran un espacio propio¡±, expresa.
Al mejorar el espacio se est¨¢ luchando contra un d¨¦ficit que tienen gran parte de los ni?os argentinos: cuatro de cada 10 ni?os no recibe estimulaci¨®n a trav¨¦s de la palabra
Hace dos a?os Norma, de 57 a?os, se puso en contacto con ISF y la organizaci¨®n decidi¨® avanzar en la obra, que se realiz¨® los s¨¢bados a lo largo de dos a?os. ¡°Es importante que la construcci¨®n no interrumpa las actividades diarias. Los chicos tienen que poder circular sin riesgos. Las organizaciones sociales se convierten en lugares de resistencia en momentos de crisis y con las mejoras no podemos interrumpir su rutina. De todas formas estamos explorando otros m¨¦todos constructivos para que no sea tan largo el proceso¡±, dice Natalia Zlachevsky, coordinadora general de ISF.
Tras la obra, se arm¨® un sal¨®n de recepci¨®n, decorado con banderines de colores, que reuni¨® a los 80 chicos que asisten diariamente. ¡°Si llueve, los chicos pueden venir igual al centro porque hoy tenemos un lugar que no se inunda. Tambi¨¦n tenemos m¨¢s espacio para ofrecer m¨¢s talleres. Acostumbrados a estar en un sal¨®n peque?o, donde estaban todos amontonados, los chicos pasaron a sentirse m¨¢s c¨®modos. Antes pensaba frecuentemente que no me serv¨ªa llenarles la panza a los chicos si no pod¨ªa darles un espacio adecuado. Hoy siento que creamos uno limpio con todas las comodidades necesarias: un sill¨®n para descansar, rincones para poder leer un libro o mirar una pel¨ªcula, un lugar para vincularse con otros. El pr¨®ximo paso es mejorar el ba?o y la cocina.¡±, cuenta Norma.
En el centro funciona una biblioteca popular y una ludoteca comunitaria. Al mejorar la infraestructura del espacio se est¨¢ luchando contra un d¨¦ficit que tienen gran parte de los menores de edad argentinos: cuatro de cada 10 no recibe estimulaci¨®n a trav¨¦s de la palabra. No les leen cuentos ni les narran historias. F¨¢tima es una de las chicas del barrio que acude diariamente al centro. Empez¨® a asistir cuando ten¨ªa siete a?os y ahora va a cumplir 15. All¨ª descubri¨® su talento con la m¨²sica. ¡°Conseguimos un viol¨ªn, empez¨® a tocar y ahora la vemos todo el d¨ªa con el instrumento¡±, dice Norma.
La referente del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Cat¨®lica Argentina Ianina Tu?¨®n considera que a la hora de crear infraestructura, es necesario comunicar a las familias sus derechos y explicarles por qu¨¦ es importante que sus ni?os se inserten en el mundo educativo m¨¢s temprano, independientemente de si tienen o no necesidad de cuidado.?Son 5,6 millones de menores de 18 a?os que ya comienzan sus vidas en una situaci¨®n de desventaja, seg¨²n Unicef. ¡°Esos espacios favorecen el desarrollo humano y genera m¨¢s equidad al inicio de la escuela primaria. Adem¨¢s all¨ª, los chicos suelen tener acceso a la alimentaci¨®n. ¡°Hay que crear estructuras de oportunidades, pero hay que acompa?arlas con comunicaci¨®n¡±, expresa.
Las mujeres suelen tener a su cargo el cuidado de sus hijos y si no tienen un lugar, donde sus hijos puedan estar, no les quedan horas disponibles para trabajar Natalia Zlachevsky, coordinadora general de ISF
Para el coordinador del programa de Protecci¨®n Social de CIPPEC Jos¨¦ Florito hay tres dimensiones de mejora en materia de infraestructura. En primer lugar construir m¨¢s centros para la primera infancia; en segundo lugar mejorar la calidad de la oferta; y por ¨²ltimo, mejorar las condiciones laborales de los profesionales del cuidado, ya que debe tenerse en cuenta que el 90% son mujeres y trabajan en condiciones precarias en relaci¨®n a otras profesiones.?
ISF tambi¨¦n mejor¨® la infraestructura del jard¨ªn maternal La Florida, en el mismo barrio del centro de d¨ªa. Junto con el Municipio local, se trabaj¨® en la ampliaci¨®n del espacio, aumentando la capacidad de 80 ni?os y ni?as a 180 y duplicando el n¨²mero de docentes.
Seg¨²n Mar¨ªa Hern¨¢ndez, encargada de la coordinaci¨®n general de la gesti¨®n de proyectos de ISF, con la ampliaci¨®n de la infraestructura se suele generar un proceso virtuoso que lleva a potenciar la organizaci¨®n, donde se realiza la obra. Durante el proceso se generan v¨ªnculos con empresas y municipios, que luego perduran y las ayuda a fortalecerse.
Nancy Perillo vive en el barrio y trabaja en el jard¨ªn hace 16 a?os. Hasta hace dos a?os, su trabajo era en una guarder¨ªa muy chiquita: hab¨ªa una habitaci¨®n donde se daba el desayuno, el almuerzo y la merienda; despu¨¦s hab¨ªa una cocinita y una salita m¨¢s, muy peque?a, detr¨¢s. ¡°En ese momento ten¨ªamos dos turnos con 40 chicos, en cada uno, y se sent¨ªan bastante hacinados. Los chicos se merec¨ªan tener otra realidad¡±, dice Perillo. Para las madres este espacio es necesario para poder ir a trabajar. ¡°Los proyectos de primera infancia en los que nos involucramos, suelen ser tambi¨¦n proyectos de g¨¦nero. Las mujeres suelen tener a su cargo el cuidado de sus hijos y si no tienen un lugar, donde sus hijos puedan estar, no les quedan horas disponibles para trabajar¡±, dice Zlachevsky.
En este sentido, el coordinador del programa de Protecci¨®n Social de Centro de Implementaci¨®n de Pol¨ªticas P¨²blicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) opina que la infraestructura enfocada en espacios de primera infancia es una dimensi¨®n clave para el desarrollo infantil, tiene muchas ventajas para la equidad de g¨¦nero y posibilita la participaci¨®n de las mujeres en el mercado de trabajo. ¡°Las tareas no remuneradas de cuidado son uno de los principales obst¨¢culos de la participaci¨®n laboral de las mujeres en Argentina¡±, se?ala.
Ahora, el jard¨ªn cuenta con tres salas, una cocina y un sal¨®n. ¡°All¨ª los chicos juegan y comen los alimentos elegidos por nutricionistas. En la sala principal armamos galer¨ªas de arte y se festejan los cumplea?os. Incluso, cuando se inunda el barrio, las familias vienen a refugiarse all¨ª. Se transform¨® en un espacio para la comunidad¡±, relata Perillo.
Seg¨²n Perillo todav¨ªa no se llega a cubrir la necesidad del barrio en relaci¨®n a las vacantes. ¡°Necesitamos m¨¢s salitas. Algunos de cuatro a?os se quedan afuera porque tienen prioridad los de cinco. Es muy importante que los chicos vayan a preescolar porque les da herramientas para empezar la primaria. Si no lo hacen, comienzan en desventaja. Adem¨¢s, la gente se acerca continuamente para que se abra una sala para los de tres a?os. Es una necesidad del barrio¡±.
La importancia de la actividad f¨ªsica para el desarrollo
Adriana D¨ªaz es la directora de la Casa de los Ni?os, una organizaci¨®n que est¨¢ en Bernal Oeste, otra localidad de la regi¨®n de Quilmes. Ella so?aba con que los chicos de la zona tuvieran acceso a una piscina y finalmente su sue?o se est¨¢ haciendo realidad. Los voluntarios de ISF trabajan todos los s¨¢bados para que pronto 1.500 adolescentes de 13 organizaciones sociales de la zona se beneficien.
¡°La idea de la piscina nace porque como organizaci¨®n social intentamos llevar de vacaciones a los chicos todos los a?os. Para un grupo de 60 de ellos ten¨ªamos que pagar un peque?o autob¨²s que nos costaba 100.000 pesos (1.500 euros). Es un momento muy importante para los chicos porque para muchos era la primera vez que ve¨ªan el mar o la monta?a. Hubo un a?o que no lo pudimos hacer y nos prestaron una casa con piscina. En una semana aprendieron a nadar. Estaban fascinados. Yo ve¨ªa que les hac¨ªa muy bien. En estos barrios no acceden al agua, a la recreaci¨®n ni al deporte. Juegan en campos de tierra con una pelota armada. As¨ª que empezamos a ver c¨®mo pod¨ªamos construir una piscina gratuita¡±, cuenta Diaz.
El d¨¦ficit de actividades f¨ªsicas o deportivas extraescolares es muy elevado y afecta a una gran mayor¨ªa de los ni?os, las ni?as y adolescentes en su desarrollo. Estas actividades tienen una estrecha vinculaci¨®n con la salud f¨ªsica y con el desarrollo de habilidades y de la integraci¨®n social. Recientemente se termin¨® la construcci¨®n de la piscina. Ahora se est¨¢n terminando los ba?os y los vestuarios. Tambi¨¦n falta hacer un techo, que sea corredizo para que puedan ba?arse durante todo el a?o.
En el Gran Buenos Aires el 40% de los ni?os depende de comedores escolares para alimentarse diariamente, seg¨²n el?Observatorio de la Deuda Social Argentina. Frente a este contexto, en 2019, ISF culmin¨® las obras del comedor de la organizaci¨®n Todos por una Sonrisa, en el barrio Altos de San Lorenzo, en La Plata. All¨ª, un grupo de vecinas, brinda alimento y contenci¨®n a m¨¢s de 300 menores de edad. A partir de las obras, estas actividades ya no se hacen m¨¢s a la intemperie.
Maria Diaz es peruana, pero hace once a?os vive en Altos de San Lorenzo, un asentamiento informal. Vino a estudiar y a trabajar. Ella fue quien comenz¨® a armar el comedor. Mar¨ªa cocinaba tortas fritas y les daba un vaso de leche a los chicos del barrio. Como no ten¨ªa espacio dentro de su casa puso un toldito y ah¨ª se sentaban a comer. ¡°No disfruto de tener un comedor. Se ve mucha tristeza y miseria. Pero tambi¨¦n es un espacio de contenci¨®n, fuerza y compa?erismo¡±, expresa Diaz.
El principal aspecto a mejorar fue el techo. La construcci¨®n se realiz¨® en la casa de Mar¨ªa y el 18 de mayo de 2019 se inaugur¨®. Ahora, cuentan con un sal¨®n, dos ba?os y se mejor¨® la cocina. ¡°Tambi¨¦n, hay espacio para que los chicos reciban apoyo escolar y se realiza un taller para las mujeres que sufren violencia de g¨¦nero¡±, comenta D¨ªaz. La referente de ISF Mar¨ªa Hern¨¢ndez se?ala que la falta de infraestructura es una realidad en todos los barrios en los que trabajan. Eso significa que all¨ª alg¨²n derecho se est¨¢ vulnerando. Cada nuevo sal¨®n, cada escuela y cada comedor son espacios de disponibilidad afectiva, donde se tejen relaciones de confianza, de cercan¨ªa y de cuidado que buscan forjar otras formas de infancia posibles¡±.
Puede seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirse aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.