Ocho se?ales de respeto que los espa?oles podemos aprender de otros pa¨ªses
De aquello de "vive y deja vivir" sabemos un rato, pero determinadas costumbres de otras naciones podr¨ªan hacernos a¨²n mejores
Espa?a es el cuarto mejor pa¨ªs del mundo para vivir (seg¨²n una encuesta de 2019), lo cual dice muchas cosas buenas de nosotros. La seguridad y la calidad de vida son algunos de los aspectos mejor valorados por los extranjeros que residen aqu¨ª. Pero de ah¨ª a decir que somos perfectos¡ Todo es susceptible de mejorar, y en otros pa¨ªses tienen costumbres relacionadas con el respeto a los dem¨¢s ¡ªalgunas, reguladas por ley¡ª tan ideales que quiz¨¢ no ser¨ªa mala idea que las export¨¢semos a tierras hispanas. Alguna podr¨ªa hasta ayudarnos a preservar la siesta del fin de semana.
Alemania, donde los domingos te dejan descansar por ley
En el pa¨ªs teut¨®n, los domingos son sagrados, lo que descarta todo tipo de actividades sonoras. "Las leyes que regulan las horas de compra y los niveles de ruido implican que las tiendas est¨¢n cerradas, las cortadoras de c¨¦sped callan, y ?ay de aquel que enciende el interruptor de una herramienta el¨¦ctrica!", escribe Sarah Sloat, excorresponsal en Alemania del diario Wall Street Journal. El concepto tiene su propio nombre en alem¨¢n, Sonntagsruhe ("descanso dominical", en alem¨¢n), y abarca el veto al "uso de herramientas el¨¦ctricas como taladros y sopladores de hojas, as¨ª como al martilleo, aserrado y a la m¨²sica a todo volumen. En los contenedores de reciclaje, incluso est¨¢ prohibido tirar frascos de vidrio y botellas los domingos debido al ruido. Por la misma raz¨®n, los camiones pesados tienen prohibido circular por carretera ese d¨ªa", a?ade. ?Y si copi¨¢semos a Alemania para proteger nuestra apreciada siesta dominical?
Finlandia: modestia aparte
Si te dejas caer por Helsinki y alrededores, evita presumir de sueldo, trabajo, hijos, ropa o coche (en Suecia tambi¨¦n): all¨ª repudian el fanfarronear, un signo de desconsideraci¨®n. "Aunque los padres est¨¦n muy orgullosos del ¨¦xito de sus hijos, hay que minimizarlo. No est¨¢ bien visto jactarse de la propiedad o los salarios", explica Sarri Vuorisalo-Tiitinen, directora del Instituto Iberoamericano de Finlandia (Madrid). La humildad finesa llega hasta el extremo de restarse m¨¦ritos: "Cuando los invitados halagan la comida o la vestimenta de una persona, es casi etiqueta decir: 'no, esto no es nada, lo hice muy r¨¢pido', aunque se haya pasado toda la noche prepar¨¢ndolo, o 'ay, lo encontr¨¦ en las rebajas' o 'es un vestido antiguo". S¨ª, claro que los espa?oles tambi¨¦n somos humildes¡ pero no tanto.
Canad¨¢ no es un pa¨ªs de perfumes
Si eres de los que se embadurna en eau de lo que sea para ir a la oficina, e invadir impune o inconscientemente el "espacio olfativo" de tus compa?eros, mejor no emigres a Canad¨¢. Para los canadienses, la sensibilidad a las fragancias est¨¢ a flor de piel. Los productos qu¨ªmicos que contienen pueden desencadenar reacciones que van desde dolores de cabeza hasta palpitaciones card¨ªacas en personas sensibles a ellos, lo que parece que les dificulta trabajar eficazmente. No hay leyes al respecto, pero esta restricci¨®n se incluye de forma impl¨ªcita en la obligaci¨®n de las empresas de crear espacios seguros. "Los olores se consideran cada vez m¨¢s un problema de salud y seguridad", dice Jan Chappel, especialista t¨¦cnico senior del Centro Canadiense de Salud y Seguridad Ocupacional en Hamilton, Ontario, en el peri¨®dico The Globe and Mail.
?Tirar de la cadena por la noche? No si est¨¢s en Suiza
Da cosilla dejar residuos l¨ªquidos o s¨®lidos flotando en el inodoro, pero ?lo que se gana en silencio! Aunque la creencia de que tirar de la cadena por la noche est¨¢ prohibido por ley es una leyenda urbana, lo cierto es que no les resulta agradable; y es probable que en tu hotel o apartamento de vacaciones te encuentres una lista de normas que incluye esta acerca del vaciado de la cisterna. Ducharse a altas horas tampoco es plato de gusto para los vecinos, as¨ª que apres¨²rate al acicalarte. "El ruido ser¨ªa desconsiderado", dice Thomas Oberle, abogado de la asociaci¨®n de propietarios suiza HEV, al diario The Local.
Grecia: nada de pasar con tacones sobre la historia
Tranquilidad, la excepci¨®n solo es v¨¢lida en ciertos monumentos hist¨®ricos. Una ley as¨ª lo estipula desde 2007. ?Por qu¨¦? Responde Dimitrios Ioannou, presidente de la Asociaci¨®n Sociocultural Filohelena Periplo, de Bilbao: "En primer lugar, para evitar los da?os en el suelo de m¨¢rmol, piedra, etc¨¦tera, de los lugares arqueol¨®gicos que provoca el uso de calzado inadecuado; en segundo, para garantizar la seguridad de los visitantes evitando accidentes que f¨¢cilmente se pueden producir. Los monumentos hist¨®ricos de nuestro pa¨ªs son visitados por millones de personas todos los a?os y, al mismo tiempo, en varios de ellos tienen lugar eventos culturales como festivales de m¨²sica, teatro¡ Es por lo tanto una medida de sentido com¨²n cuyo objetivo es proteger los lugares y tambi¨¦n a los visitantes". Y hace la visita m¨¢s c¨®moda.
Jap¨®n: prohibido ahumar en la acera
El no fumador que haya respirado el humo de un cigarrillo que otro pasajero ha encendido nada m¨¢s salir de la boca del metro, y haya tenido que caminar detr¨¢s de ¨¦l por una acera estrecha nada m¨¢s desayunar, camino del trabajo, sabe lo desagradable que puede llegar a ser la experiencia. Y no puede sino admirar la normativa de algunas ¨¢reas de Jap¨®n donde no est¨¢ permitido quemar tabaco en cualquier lugar de la calle. La norma se aplica desde 2002 en el barrio de Chiyoda, en el congestionado centro de Tokio ¡ªunas se?ales con el s¨ªmbolo de prohibici¨®n sobre un cigarrillo lo indican¡ª, y quien la incumple se expone a que su nombre salga en los peri¨®dicos y a una multa de 150 euros. "Ello se debe obviamente a las molestias que puede generar el consumo de tabaco en espacios con gran densidad de usuarios (quemaduras involuntarias a viandantes, generaci¨®n de suciedad, molestias causadas por el humo...)", explica Francisco Barber¨¢n, doctor en Derecho y profesor de japon¨¦s jur¨ªdico en la Universidad de Zaragoza. A cambio, se ofrecen puntos habilitados para fumadores. Eso s¨ª, "a diferencia de Espa?a, en Jap¨®n s¨ª se permite fumar dentro de algunos espacios p¨²blicos, como restaurantes, cafeter¨ªas o trenes de alta velocidad, que cuentan con salas o vagones espec¨ªficos para fumadores", a?ade el experto.
Visitas obligadas a los padres, una noble costumbre china
La figura del venerable anciano chino no es un invento de las pel¨ªculas de Zhang Yimou. En aquel pa¨ªs importa tanto el bienestar de los mayores que la Ley de Derechos de los Ancianos ordena a los hijos adultos visitar con regularidad a sus padres, preocuparse por sus "necesidades espirituales" y "nunca descuidarlos o desairarlos". Se formula en abstracto, sin cuantificar el r¨¦gimen de visitas, lo que alivia en cierto modo la responsabilidad de quienes viven en provincias lejanas de las de sus progenitores. El objetivo, seg¨²n Zhang Yan Feng, abogado pekin¨¦s, es m¨¢s educacional que otra cosa. "Si un caso se llevase a los tribunales, acabar¨ªa en un acuerdo pac¨ªfico, pero, si no se alcanzase, el fallo judicial podr¨ªa obligar a la persona a visitar su hogar ciertas veces al mes". La ley tampoco especifica si llevarse un t¨¢per de vuelta a casa es negociable.
Singapur: si quieres chicle, a comerlo a casa
Cuando se independiz¨® en 1965, sus gobernantes apostaron por hacer de esta diminuta ciudad-estado un oasis de civilizaci¨®n. De ah¨ª que se hayan promulgado normas curiosas contra la basura, el grafiti, el desprecio a los pasos de cebra, la costumbre de escupir, expulsar mocos al suelo o la archifamosa que proh¨ªbe la venta y el consumo de chicle en la calle. "Las autoridades consideraban que la tendencia a pegar los restos de chicle en cualquier lugar era un ataque palpable contra Singapur ambici¨®n de ser perfecta", escribe Tom Plate en su libro Conversations with Lee Kuan Yew (2010). ?Y qu¨¦ hay menos perfecto que manchar los adoquines con colores que no pegan m¨¢s que en la suela de los zapatos?
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