'Chips' vegetales: ?son m¨¢s sanas que las patatas fritas de toda la vida o es solo la impresi¨®n?
Estos aperitivos vegetales van ganando popularidad. Las probamos y analizamos con un dietista-nutricionista
En los pasillos de los supermercados, las patatas fritas son las reinas de los aperitivos. Pero, t¨ªmidamente, durante los ¨²ltimos a?os les ha salido una curiosa competencia: se conocen como chips vegetales y se les da muy bien entrar por los ojos. Tienen un colorido nunca visto en los snacks de toda la vida, del morado de la remolacha hasta el naranja de la zanahoria, y tambi¨¦n hay en ellas una gran riqueza en etiquetas como bio, org¨¢nico o 100% natural. ?Y si fueran el anhelado sustituto sano para las patatas fritas? ?Y si encima estuvieran a¨²n m¨¢s sabrosas? En busca de respuestas, juntamos a los amigos y consultamos a un dietista-nutricionista para zanjar estas y otras cuestiones.
Las chips vegetales no solo est¨¢n en los supermercados, cada vez las tienen en m¨¢s bares. "Alguna vez me las han puesto para picar", dice mi amiga Camila cuando la invito a catar varias versiones de?este aperitivo. Llevo cuatro, unas sin ali?o, otras llevan miel y pimienta negra, las terceras combinan sal marina con vinagre bals¨¢mico de M¨®dena y las ¨²ltimas tambi¨¦n son sin ali?o, pero "bio". Con una copa de cerveza para cada uno de los participantes de la degustaci¨®n (nada marida mejor con unas patatas fritas de toda la vida y asumimos que con estas pasar¨¢ lo mismo), coloco un poco de cada sabor en boles separados, sin aclarar el tipo de hortalizas que hay en cada un ni sus valores nutricionales, aunque presidente de la Academia Espa?ola de Nutrici¨®n y Diet¨¦tica, Giuseppe Russolillo, ya me lo ha dicho.
Remolachas, boniatos, zanahorias y chiriv¨ªas naturalmente dulces
Cada uno coge una de un color diferente y, tras un examen exhaustivo de sus formas, nos las llevamos a la boca. Primero acercamos t¨ªmidamente la punta de la lengua hasta tocarlas, y notamos un ligero toque salado. M¨¢s all¨¢ del color, parece que nada las hace muy diferentes de las patatas. Una vez en la boca la cosa empieza a cambiar. La m¨ªa, la naranja, sabe claramente a boniato. Incluso recuerda a las chips caseras que se pueden preparar con l¨¢minas de esta verdura, bien fri¨¦ndolas o ¡ªuna opci¨®n m¨¢s sana¡ª en el horno. "Esta era de remolacha", comenta Javier despu¨¦s de llevarse a la boca la de color morado, mientras Camila no logra distinguir el origen de la suya. Es la que tiene un tono entre amarillento y blanquecino. "?Pl¨¢tano?", pregunta. No, es chiriv¨ªa, un tipo de hortaliza de color blanco similar a la zanahoria que tambi¨¦n est¨¢ en el mix. Estas son las cuatro verduras m¨¢s comunes en este tipo de productos, aunque en el mercado tambi¨¦n es posible encontrar aperitivos de br¨®coli, guisantes e incluso de frutas como la manzana.
Cada uno de los cuatro sabores de esta bolsa recuerda a las verduras de las que proviene. El 72% del contenido es de hortalizas en proporci¨®n variable. Camila se queja del dulzor al haber probado unas pocas. Todos estos vegetales son naturalmente dulces y, en este caso, los fabricantes han a?adido jarabe de glucosa a la lista de ingredientes. Si las comparamos con una bolsa de patatas fritas normales dice Russolillo, "tienen menos carbohidratos y la mayor parte son az¨²cares naturalmente presentes en las hortalizas, no perjudiciales para la salud". Eso s¨ª, el dietista-nutricionista advierte de que quiz¨¢ no sean la mejor opci¨®n para un diab¨¦tico.
Demasiado saladas y tostadas
Las siguientes que probamos son las dos bolsas de chips ali?adas. Los vegetales en ambos casos son remolacha, boniato y chiriv¨ªa; y ¡ªseg¨²n dicen los paquetes¡ª no tienen ni sabores ni colorantes a?adidos. Es cierto, al igual que en la anterior, el gusto de las verduras se distingue claramente. Y eso, a pesar de que en este caso est¨¢n ali?adas con miel y pimienta negra o con sal marina y vinagre bals¨¢mico de M¨®dena, solo que estas ¨²ltimas no son tan ¨¢cidas como suelen ser las patas con vinagre que encontramos en el mercado. Todas ellas son verdaderamente crujientes, como las patatas, aunque su grosor es notablemente mayor. Esto hace que ¡ªa pesar de estar fritas¡ª ninguna tenga esas burbujas trasl¨²cidas que quedan en algunas patatas por la finura del corte. Al masticarlas, se nota m¨¢s claramente su volumen.
Algunas est¨¢n demasiado tostadas, observamos los tres. Aunque mantenemos la calma, no llegan al tono negruzco que se considera perjudicial para la salud por la aparici¨®n de la acrilamida, una sustancia que podr¨ªa ser cancer¨ªgena y que se produce cuando el alimento se quema. Lo que s¨ª nota el presidente de la Academia Espa?ola de Nutrici¨®n y Diet¨¦tica es la cantidad de sal que tienen: "Me ha sorprendido. Una de ellas [la que tiene miel] tiene 1,2 gramos por cada 100 de chips y la otra [la que est¨¢ ali?ada con vinagre] 1,8 gramos. Es mucho y puede tener una repercusi¨®n sobre la salud si picamos demasiado este tipo de productos". Si las anteriores no eran aptas para diab¨¦ticos, ahora les toca a los hipertensos alejarse de estos aperitivos.
Org¨¢nicas con forma artificial
Sacada del pasillo "bio" de uno de los supermercados, si esta bolsa pudiera hablar, nos gritar¨ªa a la cara lo org¨¢nica, veggie, ecol¨®gica y saludable que es. En general, el paquete contiene m¨¢s mensajes que los dem¨¢s productos que hemos probado, que se limitan a especificar que se trata de hortalizas naturales. Estas, adem¨¢s, son aptas para intolerantes al gluten y "no est¨¢n fritas", por si todas las frases que hay en el paquete no dejaban claro que eran san¨ªsimas. Aunque su tabla nutricional no dice lo mismo. Tienen tanta sal como las de vinagre: 1,8 gramos por cada 100. El aspecto tampoco convence en la cata, tienen un corte rugoso que no recuerda a ning¨²n vegetal conocido, y su textura es grumosa y harinosa. Dejan una sensaci¨®n en la boca m¨¢s parecida a morder poliespan que un vegetal. Al leer los ingredientes nos damos cuenta del porqu¨¦, est¨¢n hechas principalmente con harina de patatas. Solo un 6% del producto viene de otro tipo de verduras (zanahoria, remolacha, espinacas y br¨®coli). Resulta que hay dos tipos de chips vegetales, las que se cortan finas y se aderezan, y las que se hacen con una masa de almid¨®n, harina, aditivos y algo de verdura, seg¨²n un an¨¢lisis que la Organizaci¨®n de Cosumidores y Usuarios hizo de estos productos hace un a?o.
El veredicto de Russolillo, al compararlas todas las analizadas con las patatas cl¨¢sicas, es que no hay grandes diferencias. Por mucho que las veamos m¨¢s saludables, "no aportan ninguna ventaja desde el punto de vista cal¨®rico. Todas, las vegetales y las patatas, oscilan entre las 450 y las 520 calor¨ªas por cada 100 gramos. En un picoteo no tienen ning¨²n tipo de repercusi¨®n", aclara el experto. Adem¨¢s, recordemos que casi todas siguen siendo un producto frito. As¨ª que la elecci¨®n entre unas y otras tendr¨¢ que ser por "una cuesti¨®n gastron¨®mica, social y de gusto", concluye el experto.
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