El pa¨ªs insular libre de coronavirus
Samoa, isla del Pac¨ªfico, uno de los 13 Estados hoy en el mundo que no sufren la covid-19, puso ayer punto final a su estado de emergencia. Con una econom¨ªa dependiente del turismo, su estrategia es promover la autosuficiencia para capear la crisis
Apenas una docena de pa¨ªses en el mundo est¨¢n libres del coronavirus. Y cada vez son menos: de los 18 que quedaban el pasado d¨ªa 3, Yemen y Sud¨¢n del Sur ya han reportado infectados. Y la informaci¨®n de algunos que afirman no haber registrado ning¨²n caso, como Corea del Norte o Turkmenist¨¢n, parece poco fiable. No obstante, un grupo de peque?os estados insulares, sobre todo en el oc¨¦ano Pac¨ªfico, ha logrado mantener al SARS-CoV-2 a raya. Samoa es uno de ellos.
El pa¨ªs decret¨® el estado de emergencia el pasado 21 de marzo. Su primer ministro, Tuilaepa Sailele Malielegaoi, anunci¨® esta semana que las medidas comenzar¨ªan a relajarse en breve. Y, efectivamente, el pa¨ªs ha comenzado a retomar la normalidad con cautela. Caf¨¦s y restaurantes han vuelto a abrir sus puertas, aunque siempre respetando la norma de distanciamiento social de dos metros que contin¨²a en vigor, los autobuses circulan de nuevo con un m¨¢ximo de 20 pasajeros por veh¨ªculo, y los mayores de 60 a?os tienen prohibido utilizar los ferris que conectan las islas salvo que necesiten asistencia m¨¦dica.
El Ejecutivo ha tomado la decisi¨®n despu¨¦s de que todos los tests realizados a las personas sospechosas de haber sido infectadas hayan resultado negativos: primero fueron 20, luego 12 m¨¢s y, finalmente, fue necesario poner en cuarentena a los 254 pasajeros que aterrizaron en el ¨²ltimo vuelo permitido en la isla y a 14 marineros. El proceso para llevar a cabo las pruebas es laborioso, ya que Samoa no cuenta con la infraestructura necesaria y las muestras se deben enviar a Nueva Zelanda para su procesamiento. En cualquier caso, todas las personas han recibido ya luz verde para retomar sus vidas.
All¨ª, entre una poblaci¨®n de 200.000 habitantes repartidos en dos islas y ocho islotes, residen cuatro espa?oles
¡°Apenas podemos dormir por la noche pensando en el equilibrio necesario para gobernar este pa¨ªs. Por un lado, tenemos el coronavirus, y por otro, el impacto en la econom¨ªa¡±, afirm¨® el primer ministro, que tambi¨¦n advirti¨® de que el peligro a¨²n no ha pasado y que el Gobierno volver¨¢ a decretar la cuarentena total si se detecta un solo caso. ¡°La gente puede volver a moverse cuando es necesario, pero no para hacer turismo. El transporte puede volver a cerrarse en cualquier momento. Si alguien se queda atrapado en [la isla de] Savaii, es su culpa¡±, a?adi¨®.
Actualmente, en Samoa, que tiene una poblaci¨®n de 200.000 habitantes repartidos en dos islas y ocho islotes, se encuentran cuatro espa?oles. Dos son una pareja de turistas que no ha podido abandonar el pa¨ªs desde que se decret¨® el confinamiento. Uno de los otros dos, residentes a largo plazo, es ?lvaro Hoyos, empleado de Naciones Unidas para proyectos relacionados con el cambio clim¨¢tico que lleva tres a?os en el pa¨ªs. ¡°El Gobierno se ha puesto a trabajar inmediatamente en un plan de choque para la crisis global que se avecina, incluyendo medidas para que el virus no llegue a la isla y para que, si llega, la poblaci¨®n est¨¦ preparada¡±, explica, subrayando que su opini¨®n es personal y no representa la instituci¨®n para la que trabaja.
El 17 de noviembre del a?o pasado se declar¨® un estado de emergencia por una epidemia de sarampi¨®n. Ese ejemplo sirvi¨® para concienciar a la poblaci¨®n y las clases pol¨ªticas de los peligros actuales
Hoyos se?ala que si Samoa ha sido eficiente en la gesti¨®n de la crisis sanitaria es, en gran medida, porque ha aprendido en carne propia de experiencias anteriores: ¡°El 17 de noviembre del a?o pasado se declar¨® un estado de emergencia por una epidemia de sarampi¨®n que acab¨® con la vida de 83 ni?os. La situaci¨®n fue muy cr¨ªtica y dur¨® hasta principios de enero. En ese tiempo, Samoa recibi¨® much¨ªsima ayuda internacional y aprendi¨® a lidiar con un virus. Pero, lo que es m¨¢s importante, sirvi¨® tambi¨¦n para concienciar a la poblaci¨®n y las clases pol¨ªticas de los peligros¡±.
Cuando estall¨® la pandemia del coronavirus, Samoa fue de los primeros pa¨ªses que comenzaron a exigir certificados m¨¦dicos a los pasajeros, a quienes tambi¨¦n se controlaba a la llegada. Y finalmente decidi¨® cerrar las fronteras. Ahora solo atracan buques de carga cuyo personal no llega a poner pie en tierra. Si lo hace, tiene que guardar una cuarentena de 14 d¨ªas, como se hace en China.
No obstante, Hoyos tambi¨¦n considera que Samoa es especialmente vulnerable a la crisis econ¨®mica que provocar¨¢ el coronavirus a nivel global porque en torno al 25% del PIB procede del turismo, una de las industrias m¨¢s afectadas. En cualquier caso, el pa¨ªs se ha propuesto capear el temporal de una forma peculiar: promoviendo la econom¨ªa circular y la autosuficiencia. ¡°Se propicia la vuelta a formas de vida tradicionales basadas en la pesca y en la agricultura de subsistencia. Puede tener efectos muy positivos en la salud puesto que Samoa sufre grandes problemas de obesidad y diabetes por la influencia de la comida r¨¢pida y barata llega de fuera e inunda los supermercados¡±, explica.
Las bebidas gaseosas, la carne procesada, y los snacks han sustituido en gran parte a la dieta tradicional basada en taro, una ra¨ªz que hace la funci¨®n de la patata en Espa?a; el oka, una especie de ceviche de pescado con leche de coco; el cerdo y pollo locales y una gran variedad de frutas y verduras tropicales. Hoyos tambi¨¦n se?ala que las doce agencias de la ONU presentes en Samoa est¨¢ apoyando al Gobierno en la respuesta a la covid-19 y que se han puesto en marcha campa?as espec¨ªficas como la del proyecto Spotlight (subvencionado por la Uni¨®n Europea) para combatir la violencia machista. ¡°El n¨²mero de incidencias puede aumentar con el aislamiento, as¨ª que se ha habilitado un tel¨¦fono 24 horas para reportar abusos¡±, cuenta el espa?ol.
De forma adicional, el Gobierno tambi¨¦n ha anunciado un paquete de ayudas econ¨®micas, entre las que se encuentra una reducci¨®n significativa del precio de la electricidad para mitigar el impacto econ¨®mico en empresas y familias, y subvenciones al sector tur¨ªstico. Es evidente que, a pesar de que los paradis¨ªacos estados insulares del Pac¨ªfico pueden aislarse m¨¢s f¨¢cilmente del resto del mundo para impedir la llegada del virus, la falta de recursos y su dependencia del exterior para generar riqueza van a suponer una pesada losa en el combate de la crisis econ¨®mica que se avecina y que, en muchos casos, sumar¨¢ su impacto al que ya tiene el cambio clim¨¢tico.
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