La f¨¢brica de papel de bo?igas de elefante, una historia ¨²nica en Sri Lanka
Agricultores y paquidermos viven en este pa¨ªs en eterno conflicto por la tierra. Una familia de impresores tuvo una idea conciliadora, revolucionaria, in¨¦dita y ecol¨®gica: elaborar papel con sus excrementos
Cada vez m¨¢s personas practican un estilo de vida eco-friendly o amigable con el medio ambiente, adoptando h¨¢bitos para generar el menor impacto posible en ¨¦l, tanto en la generaci¨®n de residuos como en la forma de consumir. Y cada vez son m¨¢s las empresas que se suman a este movimiento, poniendo en el mercado productos ecol¨®gicos, que generan el m¨ªnimo da?o ambiental durante su elaboraci¨®n y en los que usan ingredientes de origen natural o materiales reciclados. Pero pocas en el mundo como la de Thusitha Ranasinghe.
Nacido en el seno de una familia de impresores de Sri Lanka, que durante tres generaciones hab¨ªa comercializado papel de distintas partes del mundo, Ranasinghe tuvo una brillante idea hace ya 23 a?os: producir papel utilizando como materia prima las bo?igas de elefante, pues estas contienen gran cantidad de fibras. Con esta iniciativa, aparte de crear un producto ecol¨®gico, consigui¨® tambi¨¦n tender un puente en el eterno conflicto en este pa¨ªs entre agricultores y paquidermos por la tierra, dando empleo a los habitantes de las zonas rurales e intentando cambiar la percepci¨®n que tienen de estos animales como una amenaza.
Aunque en un primer momento todos sus allegados vieron la idea como algo descabellado, en 1997 naci¨® en esta peque?a isla del oc¨¦ano ?ndico Maximus Ltd., una empresa con siete trabajadores y una peque?a f¨¢brica en Kegalle. Hoy, da trabajo a m¨¢s de 120 personas, con dos sedes m¨¢s peque?as en Kandalama y Rangirigama, adem¨¢s de muchas tiendas repartidas por todo el pa¨ªs. Y aunque la central se ha trasladado a la capital, Colombo, su f¨¢brica principal sigue estando en Kegalle, con m¨¢s de 70 trabajadores.
En esta f¨¢brica, en un peque?o despacho con paredes de cristal, una mesa llena de muestras de papel con diferentes texturas y alguna que otra bolsa de papel reciclado, el gerente Wibatha Wijerathne explica con detalle el proceso de elaboraci¨®n artesanal del papel ecol¨®gico. ¡°No utilizamos qu¨ªmicos¡±, es lo que primero resalta. ¡°Solo productos y colorantes naturales para te?ir el papel¡±. Wibatha, que empez¨® a trabajar en Maximus Ltd. en 2004, apunta orgulloso que?Thusitha fue "el pionero en utilizar los excrementos de los paquidermos para hacer papel reciclado. Tenemos la patente registrada que lo demuestra", asegura.
En 1997 naci¨® Maximus Ltd., con siete trabajadores y una peque?a f¨¢brica en Kegalle. Hoy la empresa da trabajo a m¨¢s de 120 personas, con dos sedes m¨¢s peque?as, adem¨¢s de muchas tiendas repartidas por el pa¨ªs
¡°La mayor parte de la producci¨®n actual es papel confeccionado con una mezcla al 50% de excremento y de papel reciclado. Solo un tercio es papel hecho al 100% con ellos, ya que el producto resultante es muy basto y ¨¢spero al contener muchas m¨¢s fibras y s¨®lo se puede utilizar para dise?os de cajas o marcos de fotos; por su textura es dif¨ªcil escribir en ¨¦l¡±, aclara Wibatha. ¡°Con la mezcla de papel reciclado y excrementos, en cambio, se consigue un producto m¨¢s fino, ideal para las libretas y los cuadernos, que es el m¨¢s solicitado¡±, a?ade mientras pasa sus dedos por una hoja del muestrario que tiene encima de la mesa.
Todo el proceso empieza, en realidad, con el mal sistema digestivo de los elefantes. Son animales herb¨ªvoros que consumen una dieta altamente fibrosa, pero su sistema digestivo es algo ineficiente. Esto hace que no digierna ni descompongan completamente todas las fibras que comen, lo que resulta en una cantidad significativa de fibras intactas al defecar: una materia prima perfecta para la producci¨®n de papel.
Las bo?igas de las que se nutre la f¨¢brica de Kegalle provienen de la Millennium Elephant Foundation, una organizaci¨®n no gubernamental que se dedica a mejorar el bienestar de los elefantes dom¨¦sticos y que se ubica puerta con puerta con la empresa de Thusitha. Los voluntarios de la Fundaci¨®n transportan a diario cuatro carretillas repletas de materia prima a sus vecinos, y a partir de ah¨ª arranca la elaboraci¨®n del papel. ¡°Maximus no paga el suministro, pero a cambio ofrece una contribuci¨®n a la Fundaci¨®n para apoyar el mantenimiento de los elefantes¡±, explica Wibatha.
Tras secar los excrementos al sol, hervirlos durante unas horas hasta alcanzar una temperatura de 130 grados con la que se consigue matar todas las bacterias y suavizar las fibras haci¨¦ndolas m¨¢s flexibles, se obtiene una pulpa con una textura parecida a la que puede tener una pasta de avena. A continuaci¨®n, se mezcla la masa obtenida junto con el papel reciclado, y, si es el caso, se a?ade el colorante natural.
¡°Con los elefantes de Millennium Elephant Foundation tenemos m¨¢s que suficiente para la producci¨®n actual¡±, explica Senerath Bandara. Tiene 45 a?os y lleva trabajando en la empresa desde sus inicios, hace ya 23 a?os. ¡°Despu¨¦s de haber pasado por todos los puestos en la secci¨®n de fabricaci¨®n del papel, ahora soy el supervisor de la secci¨®n, responsable de todos los pasos para su elaboraci¨®n, desde el secado al sol inicial hasta el momento en que se deja el papel secar a la sombra¡±, comenta orgulloso mientras controla las mezclas.
Una vez se obtiene la masa mezclada ya se pueden fabricar los pliegos, y lo hacen siguiendo un m¨¦todo artesanal que no ha cambiado mucho desde la invenci¨®n del papel en China en el a?o 105 d.C. Se vierte la mezcla en un fregadero grande lleno de agua donde hay un marco con una rejilla sumergida y se extiende la masa de manera uniforme en toda la superficie de la pantalla enmarcada. Se levanta la pantalla del recipiente con una fina capa de la mezcla, se coloca una tela para que no se peguen las hojas entre s¨ª y se van apilando hasta que las pasan por una prensa para escurrir el agua. Despu¨¦s se dejan secar a la sombra.
¡°Una vez est¨¢n secas se alisan y con eso termina el proceso de elaboraci¨®n¡±, comenta A. Malini, de 50 a?os, trabajadora en Maximus Ltd. desde que su origen. ¡°Comenc¨¦ en la secci¨®n de elaboraci¨®n, pero tras 23 a?os he pasado por todas las ¨¢reas¡±, dice entre risas atenta al planchado de hojas. ¡°Hoy soy la responsable del producto final y superviso todas las etapas desde el alisado, al corte y el acabado final seg¨²n las peticiones del cliente¡±.
Al final de la cadena empieza un minucioso proceso, el de la manufacturaci¨®n del papel. M¨¢s de 30 personas trabajan en cadena en esta fase en la que todo se hace a mano: unos cortan, otros crean peque?os detalles con moldes, otros pegan, otros juntan las piezas, otros pintan. ¡°Cada producto final, ya sea tarjetas de felicitaci¨®n, cuadernos, blocs de notas, cajas, libretas, libros, papeler¨ªa corporativa, tarjetas de visita, men¨²s de restaurantes o marcos de fotos es ¨²nico, ya que est¨¢ hecho a mano¡±, dice satisfecho Wibhata.
Sanjara Kumara se encuentra en el almac¨¦n, rodeado de cajas grandes de cart¨®n, preparando un env¨ªo de marcos de fotos para un cliente de Jap¨®n, en Hiroshima. ¡°Nuestro principal comprador es Estados Unidos, a quien enviamos tres contenedores con unos 30.000 productos cada tres meses¡±, cuenta Sanjara. ¡°Jap¨®n fue el primero, pero ya no adquiere tanto¡±, se lamenta. ¡°De Europa cada vez tenemos m¨¢s pedidos, actualmente enviamos unos tres contenedores al a?o a Italia¡±. Sanjara tiene 40 a?os, es el supervisor de la secci¨®n de embalajes y uno de los tres trabajadores que han pasado por todas las ¨¢reas de fabricaci¨®n artesanal del papel.
Actualmente la empresa acaba de ampliar el negocio y ha habilitado una planta de reciclaje de tetrapack, siguiendo con su filosof¨ªa de negocio eco-friendly, que empez¨® a producir en abril. ¡°La idea es producir bolsas de papel para extender su uso y retirar las de pl¨¢stico¡±, dice Wibhata. Con el papel a base de excrementos de elefante no pueden hacerlas, ya que el material se rompe f¨¢cilmente. ¡°Seguimos apostando por la conservaci¨®n de nuestro entorno y trabajaremos siempre en esa l¨ªnea, aunque no recibamos ninguna ayuda por parte del Gobierno¡±, se queja Wibhata. ¡°Desgraciadamente, en estos tiempos no est¨¢ preocupado por el medio ambiente¡±.
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