Evasi¨®n y subid¨®n de autoestima: as¨ª es la nueva infidelidad digital (y as¨ª se destapa)
Psic¨®logos, sex¨®logos, practicantes de esta forma de ligar y una treintena de j¨®venes hablan de la deslealtad en los tiempos del m¨®vil
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"Al principio, era algo totalmente inocente, o eso me dec¨ªa yo. Sent¨ª el impulso de escribirle un privado por Instagram con una excusa absurda para charlar. Yo no quer¨ªa ser infiel a mi pareja, ni siquiera me planteaba que lo que hac¨ªa fuese una traici¨®n, pero supongo que cuando empiezas a tener cuidado con el m¨®vil, algo est¨¢ pasando", confiesa una mujer a quien llamaremos Alba, por privacidad y porque no da muy buena publicidad manifestarse p¨²blicamente como infiel. "Quer¨ªa hablar, sentirme halagada, nada m¨¢s", comenta. ?Suficiente para ser infiel?
Poco m¨¢s se puede pedir en el punto ¨¢lgido del confinamiento, momento en el que surgi¨® esta historia, pero, con o sin cuarentena, un poco de flirteo e intimidad es suficiente para definir una infidelidad. Es lo que opina el 90% de las 30 personas entrevistadas para este art¨ªculo a trav¨¦s de las redes sociales, pertenecientes a las generaciones Y y Z (de 18 a 39 a?os), entre quienes figura la joven. "Antes parec¨ªa que sin sexo no hab¨ªa infidelidad, la generaci¨®n de mi hermano ¨Cnacido en 1979¨C lo sigue considerando as¨ª. Para m¨ª, donde hay intenci¨®n de buscar una conexi¨®n ¨ªntima del tipo que sea, hay infidelidad", resume un entrevistado de 34 a?os. Casi todos comparten su punto de vista: entablar una relaci¨®n de intimidad y de complicidad por Internet es ahora una infidelidad al uso, sin m¨¢s distinciones con la f¨ªsica que las obvias. Y es un fen¨®meno, conforme avanza el uso de los dispositivos m¨®viles, cada vez m¨¢s com¨²n.
No solo el sexo ha dejado de ser una condici¨®n necesaria para que exista infidelidad, sino que en la mayor¨ªa de los casos ni siquiera es el objetivo. Seg¨²n se desprende de las entrevistas y de las opiniones de los expertos consultados en este art¨ªculo, el objetivo de la infidelidad digital es evadirse de los problemas y experimentar un subid¨®n de autoestima. Cuando el sexo aparece en la relaci¨®n es como un paso m¨¢s en la evoluci¨®n del coqueteo, y suele ser en forma de sexting, m¨¢s que un encuentro f¨ªsico. "Es menos complicado y es una soluci¨®n inmediata a un deseo que tengo ahora, no a uno que tengo ganas de cumplir en alg¨²n momento", comenta uno de los entrevistados, de 26 a?os.
En la l¨ªnea de las motivaciones detr¨¢s de la infidelidad, no es un anhelo puramente f¨ªsico, sino que tiene mucho que ver con las emociones. Seg¨²n Sara Laguna Bonilla, psic¨®loga cognitivo-conductual especialista en inteligencia emocional y ansiedad y estr¨¦s, "con la revoluci¨®n tecnol¨®gica lo tenemos todo literalmente en la palma de nuestra mano, y si no lo tenemos de manera inmediata, aparecen emociones como ansiedad, tristeza e ira. Somos la generaci¨®n del 'para anteayer' y lo hemos traspasado a todos los ¨¢mbitos de nuestra vida".
No eres t¨², es mi autoestima, cari?o
Es dif¨ªcil establecer un patr¨®n que defina al grueso de los infieles virtuales pero, seg¨²n la percepci¨®n de recogida a trav¨¦s de las entrevistas por las redes, son personas que necesitan atenci¨®n, que tienen baja autoestima y la necesidad de gustar. Tambi¨¦n buscan suplir carencias de la pareja, pero no tienen madurez para afrontarlas y recurren a la v¨ªa f¨¢cil de la evasi¨®n. Seg¨²n un estudio publicado el pasado enero en la revista Computers in Human Behaviour, otra motivaci¨®n para ser infiel por la v¨ªa digital es "satisfacer su curiosidad sobre el mercado actual de citas y comprender su propio valor como pareja potencial". La directora de Gabinet Psicol¨°gic Matar¨®, Cristina Mart¨ªnez Viana, est¨¢ de acuerdo con este "retrato robot": "Son personas con tendencia a la necesidad de aprobaci¨®n, les gusta llamar la atenci¨®n y buscan el reforzamiento social a trav¨¦s de las redes sociales. A menudo, tambi¨¦n aparece una baja autoestima, que se compensa a trav¨¦s de este reforzamiento que obtienen mediante los likes, que son el elemento m¨¢s adictivo de las redes sociales, pues act¨²an como un reforzador potent¨ªsimo e inmediato". Cu¨¢ntos m¨¢s tienen, m¨¢s ganas de seguir siendo infieles experimentan.
La sex¨®loga Sonia Encinas opina que sentirse poco deseado por la pareja es determinante a la hora de decidir buscar relaciones fuera de la misma, ya que genera mucha frustraci¨®n. Encina achaca el origen del problema a la falta de comunicaci¨®n sexual: "No saber comunicarnos sexualmente quiere decir que no sabemos expresar lo que nos ocurre, ni siquiera sabemos identificar qu¨¦ nos ocurre en esa parcela de nuestra vida porque siempre ha sido un tab¨². Falta cultura sexual, eso hace que se convierta todo en un silencio que desemboca en buscar a otra persona para reforzar la autoestima sexual". Pero, obviamente, esta es solo una de las posibles motivaciones de los infieles digitales.
Otra fuente de infidelidad virtual es la necesidad de evasi¨®n, y es una que parece que se ha intensificado durante el confinamiento. El psic¨®logo experto en terapia sexual y de pareja Alejandro Vites Do?ate afirma que el estr¨¦s, la gesti¨®n de un duelo, la p¨¦rdida del trabajo, las dificultades econ¨®micas y el aislamiento tambi¨¦n pueden disparar estos patrones como forma de huir del malestar. Algunos de los individuos entrevistados llevan este detonante un paso m¨¢s all¨¢, al afirmar que encuentran atractivo ligar virtualmente convirti¨¦ndose en otra persona, invent¨¢ndose una personalidad y una vida nuevas para escapar de la suya. Al fin y al cabo, ?qui¨¦n va a darse cuenta en Internet?
La tensi¨®n del inservible bot¨®n del p¨¢nico
Una de las cosas que hacen de la infidelidad digital una aventura atractiva es que es una opci¨®n f¨¢cil, solo hace falta tener un m¨®vil. Pero es menos discreta de lo que parece; todos los entrevistados coinciden en que hay se?ales inequ¨ªvocas de que algo pasa: poner el m¨®vil bocabajo, dejar ver sobresaltos inconscientes cuando vibra, recibir mensajes a horas intempestivas, dar explicaciones vagas acerca de su uso, dibujar una sonrisa p¨ªcara al escribir, tener largas ausencias con el dispositivo en las manos, no separarse de ¨¦l o, como ha sucedido estos d¨ªas de confinamiento, sacar demasiado al perro y salir excesivamente al balc¨®n, movimientos que hasta han sido objeto de burla virtual por la poca discreci¨®n. Algunas apps para ligar tienen un bot¨®n del p¨¢nico para cerrar la aplicaci¨®n r¨¢pidamente o incluso un detector de movimiento para que se cierre con un simple golpe de mu?eca, pero no por ello estos gestos dejan de repetirse. Y es que la posibilidad de verse descubierto es un factor de estr¨¦s brutal.
Tambi¨¦n ver estas se?ales puede ser estresante. Seg¨²n la psic¨®loga Beatriz Fern¨¢ndez Moreno, lo es "sobre todo para las personas que tienen personalidades dependientes, rasgos ansioso-depresivos, obsesivos, las que son controladoras o celosas. Por experiencias con pacientes, el simple hecho de que exista la posibilidad o haya una sospecha, puede desencadenar una serie de comportamientos que, si no se gestionan bien, pueden ser patol¨®gicos".
El psic¨®logo cognitivo-conductual y sex¨®logo Sa¨²l S¨¢nchez pone el foco en el infiel y en el que se plantea esa infidelidad, para quienes la posibilidad de ser pillados, a¨²n incluso cuando no la han cometido, puede provocar "ansiedad con todos sus s¨ªntomas, a nivel cognitivo (pensamientos autom¨¢ticos negativos), fisiol¨®gico (sudoraci¨®n, taquicardia, problemas estomacales) y motor (si la persona fuma podr¨ªa fumar m¨¢s). Adem¨¢s, es importante mencionar que la ansiedad puede provocar hipervigilancia, estar¨¢n muy pendientes de todo lo que tenga que ver con el enga?o". Es comprensible, ya que en las infidelidades virtuales hay poco margen para el perd¨®n.
Las personas entrevistadas confirman que este tipo de se?ales ha sido el detonante del final de alguna relaci¨®n, aunque reconocen haber dejado pasar el tiempo por miedo a resultar posesivos o invasivos. La psic¨®loga cognitivo-conductual Sara Laguna Bonilla afirma que, de primeras, se suele dar menos valor a la infidelidad emocional, pero que, sin embargo, es la que genera mayor impacto en una posible ruptura, por la falta de confianza. Los poqu¨ªsimos entrevistados que creen poder pasar p¨¢gina recurren a lo que ellos mismos han calificado como autoenga?o. "Creo que podr¨ªa perdonarlo si consiguiera aferrarme a la idea de que no ha habido contacto", dice una chica de 28 a?os. Pero r¨¢pidamente recula y afirma, como el 95% de los que respondieron a esta pregunta, que sigue siendo una traici¨®n y, se perdone o no, la desconfianza sigue ah¨ª.
"?Cu¨¢ntas veces tu pareja tiene planes sobre los que no tienes ni idea y desaparece sin decirte d¨®nde va? Pocas. Y, sin embargo, ?cu¨¢ntas veces mira el m¨®vil al d¨ªa sin que sepas con qui¨¦n est¨¢ hablando? Miles. As¨ª que la sombra de la duda estar¨¢ ah¨ª todo el rato", argumenta una mujer de 30 a?os. Y es que, como escribi¨® Manuel Jabois en EL PA?S, "a veces hay m¨¢s cuernos en un 'buenas noches' desde la cama mientras ves una serie con tu pareja que en un polvo r¨¢pido, o dos, con una persona desconocida en un ascensor".
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