De paseo por Firminy-Vert, la ciudad ut¨®pica y verde que imagin¨® Le Corbusier en la regi¨®n francesa del Loira
De la luz interior de la iglesia de Saint-Pierre a su estadio y zonas verdes, una visita al recinto arquitect¨®nico m¨¢s importante en Europa del urbanista. Un proyecto con el que revitaliz¨® una peque?a localidad obrera
Situada a 40 kil¨®metros al suroeste de Lyon, Firminy es una peque?a localidad obrera de 20.000 habitantes perteneciente al departamento frac¨¦s del Loira. Gracias a su potente industria sider¨²rgica goz¨® de cierta notoriedad en los siglos XIX y XX. En 1953, aprovechando ese empuje, el alcalde Eug¨¨ne Claudius-Petit, ebanista de formaci¨®n, profesor de Dise?o en Lyon y posterior ministro de la Reconstrucci¨®n y el Urbanismo con Charles de Gaulle, se acord¨® de su amigo Le Corbusier y le llam¨® para poner en marcha un conjunto de edificios que apuntalaran el sue?o de un nuevo barrio denominado Firminy-Vert. Con un 88% de zonas verdes y un 12% de espacio construido, buscaba diferenciarse del Firminy Noire de la miner¨ªa. Pretend¨ªa, a su vez, promover un plan social, econ¨®mico y humano teniendo en cuenta las necesidades de la poblaci¨®n de aquel entonces, una realidad en la que las viviendas paup¨¦rrimas y la falta de higiene eran predominantes.
El proyecto se hab¨ªa puesto en marcha con otros cuatro arquitectos (Charles Delfante, Jean Kling, Marcel Roux y Andr¨¦ Sive) sobre las bases de la famosa Carta de Atenas, manifiesto urban¨ªstico que Le Corbusier hab¨ªa impulsado en el CIAM (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna) de 1933 y en el que se hab¨ªan fijado las funciones que deber¨ªa seguir la arquitectura moderna: habitar, trabajar, recrearse y circular.
A partir de 1957, en esta comuna en la que a¨²n pesa el pasado minero vieron la luz 1.070 alojamientos sociales, con servicios colectivos como escuelas, guarder¨ªas, centros culturales y comercios. Numerosas v¨ªas de comunicaci¨®n se transformaron en calles peatonales. El proyecto gan¨® el Grand Prix d¡¯ Urbanisme en 1961 y est¨¢ hoy protegido por el AVAP (?rea de puesta en Valor de la Arquitectura y Patrimonio), adem¨¢s de haber sido reconocido en 2016 como patrimonio mundial por la Unesco.
Firminy-Vert sigue intacto. Es el recinto arquitect¨®nico y urban¨ªstico de Le Corbusier m¨¢s importante en Europa y el m¨¢s grande creado por ¨¦l despu¨¦s de su famosa Chandigarh, en la India. Le Corbusier se propuso cristalizar un centro de recreaci¨®n para el cuerpo y el esp¨ªritu, de ah¨ª la presencia de una iglesia, un estadio de atletismo (al que se suma la piscina, de su alumno Andr¨¦ Wogenscky, premio nacional de arquitectura 1989) y un centro cultural, adem¨¢s de un bloque de pisos (Unit¨¦ d¡¯Habitation).
Entrando en Firminy, enseguida se vislumbra el perfil de la iglesia, bloque de hormig¨®n que se eleva, en cuya entrada se adquieren los billetes (6,50 euros) para la reveladora visita de todo el complejo.
?glise Saint-Pierre
La iglesia de Saint-Pierre es la gran obra p¨®stuma de Le Corbusier, terminada por Jos¨¦ Oubrerie. Lo primero que llama la atenci¨®n es su disposici¨®n sobre una planta cuadrada (nada de planta de cruz latina) y la idea de verticalidad. Es un volumen de aire brutalista cuyo hormig¨®n capta la luz blanca del cielo. Se dice que quiso conjugar dos de sus influencias: la piedra y el movimiento del Sol y las estrellas en Stonehenge y la luz interior y la ligereza presentes en la bas¨ªlica de Santa Sof¨ªa de Estambul.
Desde el exterior se aprecia que todo gira en torno a un prisma vertical de base cuadrada que evoluciona hasta la conclusi¨®n circular de la cima, propiciando una transformaci¨®n geom¨¦trica de lo bajo a lo alto. Las aperturas a pie de pavimento (donde est¨¢ la entrada) y la l¨ªnea de peque?as ventanas que parecen las de un avi¨®n prefiguran el juego de claroscuros y los contrapuntos de luz y sombra que aguardan en el interior, donde se revela una atm¨®sfera ¨²nica en la que destaca la disposici¨®n del altar en el eje. Es otra iglesia. Las aperturas horizontales emiten una luz sutil durante la ma?ana que dialoga con la que cae del techo a partir del mediod¨ªa a trav¨¦s de los dos ca?ones de arriba (el circular es un claro homenaje al ¨®culo central, el llamado ¡°ojo del c¨ªclope¡±, del edificio de la antig¨¹edad mejor conservado: el Pante¨®n de Roma). Sobre el altar, las peque?as cajas de luz natural de la fachada oriental que inundan el interior representan las estrellas y ofrecen una referencia a la constelaci¨®n de Ori¨®n. Una nueva concepci¨®n de la arquitectura religiosa. La espiritualidad de la geometr¨ªa.
Maison de la Culture
Monumento hist¨®rico desde 1984, La Casa de Cultura y de la Juventud es la obra m¨¢s determinante del complejo de Firminy. Fue construida entre 1961 y 1965 y es el ¨²nico edificio del complejo realizado en vida del arquitecto. La idea proviene del credo de Andr¨¦ Malraux: buscar obras del ingenio humano que sean accesibles a todos. Un edificio de 112 metros de largo se extienden sobre una antigua cantera de gres, presentando en el exterior un perfil ins¨®lito: el tejado adquiere el aspecto de una b¨®veda invertida. La inclinaci¨®n de la fachada oeste favorece al interior, pues permite la instalaci¨®n de gradas interiores con vistas, a trav¨¦s de los cristales, al estadio de atletismo y a la iglesia. Los paneles de vidrio presentes a lo largo de las fachadas este y oeste son fruto del trabajo de Le Corbusier y del compositor Iannis Xenakis, que trataron de combinar colores y medidas, tanto musicales como arquitect¨®nicas. El mobiliario corri¨® a cargo del dise?ador y arquitecto Pierre Guariche, que entendi¨® el Modulor de Le Corbusier (unidad de medida para definir las proporciones adaptadas a la escala humana) en su justa medida en todas las salas: auditorio, sala de m¨²sica, sala de exposiciones o ese bar del vest¨ªbulo.
Le Stade
Entre la Casa de la Cultura y la iglesia se extiende el estadio, muy en la l¨ªnea del deseo de aumentar las zonas verdes y crear espacios para el bienestar del cuerpo. Fue construido entre 1966 y 1968 seg¨²n los planos de Le Corbusier, fallecido el 27 de agosto de 1965.
Una pareja se ejercita sobre el tart¨¢n que rodea el campo de f¨²tbol. De vez en cuando levantan la vista hacia la tribuna como diciendo: ¡°Eh, mira como mola correr en un estadio de Le Corbusier¡±. Dan ganas de imitarles, s¨ª. La tribuna de hormig¨®n tiene una capacidad de 4.180 plazas y viene en parte cubierta por una estructura en voladizo.
El mejor complemento es la piscina de su derecha, ubicada en uno de los edificios m¨¢s celebrados de Andr¨¦ Wogenscky, que sigui¨® a pies juntillas las ense?anzas de su maestro.
L¡¯Unit¨¦ d¡¯Habitation
A unos diez minutos a pie se halla esta cl¨¢sica Unit¨¦ de Le Corbusier. Se termin¨® en 1967 respetando los planos del arquitecto. Es la ¨²ltima de las cinco que concibi¨® en Europa y revela el concepto de ciudad jard¨ªn vertical y la intenci¨®n de reunir en un mismo edificio servicios p¨²blicos como guarder¨ªa (que se mantuvo abierta hasta 1998), azotea comunitaria y parque (que sigue todav¨ªa hoy acogiendo a los ni?os del vecindario y el bal¨®n que persiguen en el envidiable c¨¦sped).
Los 414 apartamentos originales (de dos niveles cada uno, con balc¨®n) acogieron a 1.600 personas. Sigue siendo un edificio de protecci¨®n oficial con unos 1.000 vecinos. Por supuesto, se observan los pilotes caracter¨ªsticos de Le Corbusier, que permiten la circulaci¨®n del aire en la planta baja y favorecen el contacto visual con la naturaleza circundante. Nada desencaja en esta edificaci¨®n de 130,35 metros de largo, 21 metros de ancho y 56 de alto para un total de 20 plantas que, de alguna manera, y mientras los chavales siguen celebrando goles, hacen justicia a la idea de Le Corbusier de que la arquitectura es el juego de formas m¨¢s genial y magn¨ªfico que existe.
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