Caminar por el Pirineo sin el ¨¢nimo de entender las monta?as es como visitar el Museo del Prado con los ojos vendados
La Alta Ruta de los Perdidos, una caminata circular de 93 kil¨®metros a caballo entre el norte y el sur de la cadena, ofrece un viaje de conocimiento de la mano del himalayista Alberto I?urrategi y del ge¨®logo Asier Hilario
La monta?a como refugio, como esparcimiento, como teatro de sue?os, como desconexi¨®n, como terreno de juego¡ cada cual tiene una explicaci¨®n a mano para zambullirse en el medio natural. Y crece el n¨²mero de interesados en hallar, por qu¨¦ no, conocimiento: estudiosos de la fauna y flora, de la historia de sus pobladores y de la arquitectura de esas monta?as que cortan el aliento.
En los Pirineos, una de las rutas m¨¢s impresionantes que cabe realizar tiene nombre desde hace unos a?os: la Alta Ruta de los Perdidos, un viaje circular a caballo entre el norte y el sur de la cadena, en pleno territorio de los macizos del Vignemale y el Monte Perdido. Dicha ruta salta de un refugio a otro, desde el de Bujaruelo hasta el de Oulettes de Gaube, pasando por Goriz, Pineta, Espuguettes y la Grange de Holle hasta sumar 93,5 kil¨®metros y 6.532 metros positivos de desnivel que se recorren a lo largo de una semana. As¨ª que requiere de buena forma f¨ªsica y experiencia en recorridos similares.
El alpinista Alberto I?urrategi es uno de los gu¨ªas adeptos de este trazado y quien convenci¨® al ge¨®logo Asier Hilario para ofrecer un valor a?adido a la alta ruta explicando los secretos de los paisajes ¨²nicos que ofrece el viaje. Aunque experto del flysch de Zumaia, Hilario realiz¨® su tesis doctoral en Benasque y su motivaci¨®n principal tiene que ver con la geolog¨ªa de monta?a y, especialmente, del Pirineo. ¡°No se me ocurre una ruta m¨¢s id¨®nea en el Pirineo para explicar la historia de esta cadena y entender la arquitectura de estas monta?as. Y es que la ruta recorre dos macizos, el de Monte Perdido y el de Vignemale, y cada uno de ellos representa muy bien los dos Pirineos: digo que hay dos porque es una cadena que esconde otra dentro. Es como si fuesen dos cadenas en una¡±, explica.
La primera, seg¨²n detalla el experto, es muy antigua, se origin¨® hace unos 300 millones de a?os, cuando todos los continentes chocaron para dar lugar a Pangea (el llamado supercontinente, uno ¨²nico formado hace 300 millones de a?os cuando todos los continentes chocaron) y, de ese choque tan potente, muchas rocas se fundieron y eso dio lugar a que esos magmas, al enfriarse, creasen roca gran¨ªtica. ¡°Esa cadena antigua se puede ver en el Pirineo central o axial (por ejemplo la Maladeta, el Posets, el Perdiguero¡ o la zona de Panticosa). Dicha zona queda flanqueada a norte y sur por el Pirineo m¨¢s reciente, porque aquella enorme cadena creada hace 300 millones de a?os se erosion¨® y los continentes que colisionaron para crear Pangea se separaron de nuevo para dar lugar a algo parecido a los continentes que hoy conocemos¡±, a?ade I?urrategi. En esa separaci¨®n de continentes, el mar inund¨® los sedimentos de la cadena monta?osa erosionada sobre los que se depositaron enormes cantidades de roca caliza. Despu¨¦s, cuando la placa ib¨¦rica choc¨® con Europa, todo entra en colisi¨®n y se levanta para formar el Pirineo actual. ¡°Y esas calizas enormes, depositadas entre 150 y 50 millones de a?os, es hoy en d¨ªa el macizo de Monte Perdido. Es un recorrido que muestra muy bien la historia geol¨®gica pirenaica¡±, resume Hilario.
Los clientes que contratan la ruta tienen en I?urrategi, el hombre m¨¢s joven en escalar el Everest sin ox¨ªgeno artificial (a la edad de 23 a?os), sexto en sumar los 14 ochomiles del planeta, una referencia deportiva con una interesante perspectiva hist¨®rica de la actividad monta?era. Durante las pausas, y en ciertos lugares especialmente escogidos por Asier Hilario, el ge¨®logo aporta su mirada: ¡°En la ruta lo que pretendo es que la gente comprenda que al mirar una monta?a nada est¨¢ ah¨ª por casualidad. Todas las formas y los colores responden a un tipo de roca determinado, a una estructura espec¨ªfica. Las monta?as son como los edificios: necesitas unos materiales (rocas), y que estos tengan una arquitectura m¨¢s o menos compleja y necesitas, igualmente, que tengan una buena fachada para dar lugar a valles, glaciares, r¨ªos y paredes. Con lo que aprenden en esta ruta, los que comparten el camino con nosotros pueden entender monta?as de cualquier otro lugar. Les doy claves para mirar¡±, detalla. Adem¨¢s, tiene una analog¨ªa perfecta para explicar qu¨¦ nos perdemos cuando avanzamos sin conocer aquello que observamos: ¡°Caminar por el Pirineo sin el ¨¢nimo de entender las monta?as es como pasear por el Museo del Prado con los ojos vendados¡±. Valoramos mucho m¨¢s a Van Gogh desde que entendimos su locura.
El Monte Perdido, esa cima que se intu¨ªa y nadie acertaba a encontrar, es, en opini¨®n de Hilario, ¡°un monumento de la geolog¨ªa¡±. La cima no es solo una de las m¨¢s deseadas por los senderistas cada verano, sino tambi¨¦n un modelo perfecto para entender muchas inc¨®gnitas. ¡°Con el Perdido se ve muy bien c¨®mo crecen y cogen relieve las monta?as: c¨®mo unas calizas formadas bajo el mar hace 50 millones de a?os hoy en d¨ªa alcanzan los 3.400 metros de altura. Se ve c¨®mo esos grandes paquetes de caliza, originalmente horizontales, se colocan una y otra vez uno encima de otro hasta crear una monta?a¡±, ilustra. Tambi¨¦n es un enclave excepcional para entender geomorfolog¨ªa: c¨®mo se ha formado el relieve que vemos hoy, desde el valle de Pineta al ca?¨®n de A?isclo o al valle de Ordesa. ¡°Hace 40 millones de a?os bajaba un glaciar por el valle de Ordesa que ten¨ªa 300-400 metros de espesor de hielo y 70 kil¨®metros de longitud, y lo mismo en Pineta. ¡°Era como es el Karak¨®rum hoy en d¨ªa¡±, ilustra el experto.
Al final de cada jornada, tras instalarse en el refugio, Asier Hilario ofrece una reuni¨®n para recordar lo visto y ampliar explicaciones. ¡°En la interpretaci¨®n geol¨®gica de las monta?as, tan importante es lo que se ve como lo que no se ve¡±. As¨ª como en los Alpes la desaparici¨®n a gran velocidad de sus glaciares y hielos profundos motivados por el cambio clim¨¢tico ofrecen una imagen de monta?a enferma, en los Pirineos el desgaste escapa a los ojos no iniciados. ¡°Al Pirineo le espera un futuro diferente, ni mejor ni peor. Un futuro sin glaciares (en 30 a?os no quedar¨¢n), con menos nieve, con un verano que empezar¨¢ antes y terminar¨¢ m¨¢s tarde, donde habr¨¢ menos agua¡ se parecer¨¢ a Gredos pero a lo bestia¡±, resume Hilario.
Ficha t¨¦cnica de la Alta Ruta de los Perdidos
- Ruta Circular con inicio y final en el refugio de Bujaruelo.
- Seis etapas, siete días.
- 93,6 kilómetros; 6.532 metros positivos; 6.509 metros negativos.
- Época preferente: de junio a finales de septiembre.
- Nivel exigido: buena forma física y experiencia en recorridos similares
- Precio por persona: 975,55 euros. Noches en refugio guardado con desayuno y cena.
- Más información y reservas: laaltaruta.com/alta-ruta-geologica
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