Cosas que me hubiese gustado saber antes de viajar a Singapur
El pa¨ªs conocido como ¡°la Disneylandia con pena de muerte¡± tiene una serie de prohibiciones en las que, por puro desconocimiento, podr¨ªa pecar el turista: no se puede vapear ni escupir, s¨ª comer chicle o darse un beso, pero sin morrearse
Singapur es uno de los 20 pa¨ªses m¨¢s peque?os del mundo. Tiene tan solo 719 kil¨®metros cuadrados y una poblaci¨®n de 5.637.000 personas. Son cuatro sus idiomas oficiales: el ingl¨¦s, el mandar¨ªn, el malayo y el tamil, lo que convierte al pa¨ªs en un destino c¨®modo en el lejano sudeste asi¨¢tico, en el que cualquier angloparlante se manejar¨¢ con facilidad. Fue colonia del Reino Unido hasta 1963, despu¨¦s, form¨® parte de Malasia durante un par de a?os, tras los cuales la Rep¨²blica de Singapur se estableci¨® como un pa¨ªs independiente. Tiene el ¨ªndice de corrupci¨®n m¨¢s bajo del mundo, as¨ª que es un destino muy seguro (?Bien!), aunque es el segundo pa¨ªs con mayor PIB per c¨¢pita, as¨ª que es un destino muy caro (?Ouch!). La moneda oficial es el d¨®lar singapurense que, en estos momentos, est¨¢ por debajo del euro. No puedes perderte Gardens by the Bay, el barrio de Chinatown, Little India, el Merlion (ese extra?o s¨ªmbolo de Singapur, mitad pez y mitad le¨®n, que vomita agua) o las Peranakan Terrace Houses. Para ir de compras, Orchard Street. La bebida m¨¢s famosa es un c¨®ctel llamado Singapore Sling y donde mejor lo preparan es en el Long Bar del Raffles Hotel, el lugar donde lo inventaron. Y ya estar¨ªa.
Si no fuera porque todas y cada una de estas cosas las conoc¨ªa antes de viajar a Singapur, como cualquier lector o lectora con inquietudes podr¨ªa averiguarlas si va a viajar a este destino haci¨¦ndole un par de preguntas al se?or Google. Sin embargo, otras muchas cosas me pillaron por sorpresa. Algunas de ellas, las descubr¨ª minutos antes de coger el avi¨®n. De modo que aqu¨ª van una serie de pistas y descubrimientos que hubiese agradecido saber antes de viajar all¨ª.
Est¨¢ prohibido vapear
Esto deber¨ªas saberlo antes incluso de ponerte con la maleta: en Singapur est¨¢ prohibido el uso de cigarrillos electr¨®nicos desde 2018. Esto significa que est¨¢ prohibido comprarlos, usarlos y, atenci¨®n, poseerlos. Mejor abstenerse de llevar uno en el equipaje de mano, no vaya a ser que tengamos problemas con la ley. El m¨ªo qued¨® abandonado en una papelera del aeropuerto del Prat, y todav¨ªa pienso en ¨¦l con cari?o y nostalgia.
El tema del tabaco preocupa a muchos viajeros que escogen este lugar como destino y es natural: Singapur es un pa¨ªs antitabaco, ya en 1986, el Gobierno lanz¨® su Programa Nacional de Control del Tabaco con el eslogan Hacia una naci¨®n de no fumadores y est¨¢ prohibido meter en el pa¨ªs m¨¢s de una cajetilla si no quiere uno arriesgarse a pagar una multa. All¨ª, un paquete de tabaco cuesta en torno a 15 d¨®lares singapurenses (un poco m¨¢s de 10 euros al cambio actual). Y ojo, no se puede fumar en cualquier lado, ni tirar las colillas donde a uno se le antoje: existen zonas delimitadas para ello y, por supuesto, existen multas para aquellos que fumen donde no deben fumar. Esto, la verdad, es una gozada: las calles no pueden estar m¨¢s limpias y jam¨¢s se corre el riesgo de comerse la bocanada de humo de un fumador tempranero.
Ni se te ocurra hacer toples en el hotel
Es interesante saber que en Singapur existen una serie de leyes sobre decoro que podr¨ªan afectar al turista despistado. Por ejemplo, es motivo de multa estar en toples dentro de la habitaci¨®n de un hotel con las cortinas corridas. Una ley curiosa que parece castigar m¨¢s a quien sale de la ducha que al voyeur que mira qu¨¦ sucede en las casas ajenas.
Acabemos antes: aqu¨ª est¨¢n prohibidas muchas cosas
As¨ª es. El pa¨ªs es conocido como ¡°la Disneylandia con pena de muerte¡± por algo. Al contrario de lo que mucha gente cree, s¨ª se permite mascar chicle, lo que no podr¨¢s es comprarlo en ninguna parte, porque all¨ª lo han prohibido. Tampoco se puede tirar basura al suelo, algo muy civilizado y muy de agradecer. Otras leyes curiosas: puedes darte un beso, pero no morrearte en la v¨ªa p¨²blica, por normas de decoro. No puedes conectarte al wifi de otra persona sin su permiso. No puedes comer o beber en el metro. Por supuesto, est¨¢ prohibido escupir. Bien es cierto que, como explican los gu¨ªas y los locales, todas estas leyes son mucho m¨¢s permisivas con los turistas y, a no ser que est¨¦s armando un esc¨¢ndalo en la v¨ªa p¨²blica, ser¨ªa raro recibir una amonestaci¨®n. Y, siendo honestos, tampoco es necesario irnos a Singapur y pagar 1.000 d¨®lares para saber que escupir por la calle es una marranada.
Decimos ¡®hotel¡¯ y no ¡®apartamento tur¨ªstico¡¯ por algo
Aunque t¨¦cnicamente plataformas como Airbnb no est¨¢n prohibidas en Singapur, s¨ª existe una normativa estricta en cuanto al modo en el que los particulares pueden alquilar sus viviendas (por ejemplo, un periodo m¨ªnimo de alquiler de tres meses para propiedades privadas sin terreno). Tiene sentido en un pa¨ªs que, en tan solo 10 a?os (desde 2009 hasta 2019) vio c¨®mo pasaba de recibir 9,6 millones de llegadas internacionales al a?o a recibir 19,1. En la actualidad, en este peque?o pa¨ªs hay m¨¢s de 400 hoteles, y la cifra sigue en aumento. En el momento en el que se escribe este art¨ªculo, la oferta dentro de Airbnb en Singapur es, cuanto menos, curiosa: o peque?as habitaciones en casas particulares, compartidas con los propietarios, o habitaciones en el Marina Bay Sands, es decir, en el hotel m¨¢s famoso del pa¨ªs.
El alcohol es car¨ªsimo
Hay quienes al viajar observan si su destino es apto para viajar con ni?os o con mascotas y hay otros que se fijan en el coste de bienes de primera necesidad, como el alcohol. Soy de las segundas. Nada me gustar¨ªa menos que alg¨²n viajero incauto terminase pagando 100 d¨®lares por cuatro cervezas. Eso te puede suceder en Singapur. Una copa de vino cuesta en torno a 20 d¨®lares singapurenses (unos 15 euros). Un c¨®ctel, como el famoso Singapore Sling, puede llegar a costar entre 26 y 36 d¨®lares (entre 17 y 27 euros), seg¨²n el bar en el que se pida. El alcohol se sirve con un buen tajo de impuestos, as¨ª que ojo con las segundas y las terceras rondas.
Pero la comida no tiene por qu¨¦ serlo
Singapur no es de esos lugares en los que conviene echarse un bocadillo al bolso o cenar latitas en el hotel. S¨ª, es un lugar caro, pero gracias tradicionales hawkers ¡ª mercados con distintos puestos de comida callejera¡ª, que fueron integrados por la Unesco en su lista de patrimonio cultural inmaterial en 2021, comer es un placer apto para cualquier tipo de bolsillos. El de Chinatown (335 Smith Street) es el m¨¢s grande todos, con m¨¢s de 260 puestos, y situado en una zona tur¨ªstica que (casi) siempre nos pillar¨¢ m¨¢s o menos de paso. All¨ª, por poco m¨¢s de cinco d¨®lares singapurenses, podr¨¢s comer un plato de arroz con pollo (parece simple, pero es uno de los platos tradicionales de Singapur), Bak Chor Mee (fideos secos con cerdo y setas) o una combinaci¨®n de deliciosos pinchos (o satay) de distintas carnes y mariscos.
Visto as¨ª, igual s¨ª que podemos permitirnos esa segunda ronda de cervezas.
C¨®mo llegar a Singapur
Desde ahora y hasta finales de mayo, Singapore Airlines ofrece un vuelo desde Barcelona a Singapur cinco veces por semana (lunes, miércoles, jueves, viernes y domingos), todos con una escala técnica vía Milán (los pasajeros españoles no tienen que bajar del avión). Y, a partir de junio, la misma compañía ofrece un vuelo directo sin escalas desde Barcelona (lunes y viernes) y tres con escala (miércoles, jueves y domingos).
El coste por billete (ida y vuelta) es a partir de 828 euros en clase turista y 3,723 en clase business.
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