Ocho parques e¨®licos espa?oles perfectos para una excursi¨®n
De la Vix¨ªa de Herbeira, en A Coru?a, a Las Navas del Marqu¨¦s, en ?vila, entornos enamorados del viento ideales para pasear y comer al aire libre contemplando un inmenso panorama. Y alrededor, iglesias rom¨¢nicas, playas y aves
Hace 30 a?os, cuando Espa?a empez¨® a llenarse de parque e¨®licos, muchos mir¨¢bamos para otro lado porque afeaban el paisaje. Pero el roce hace el cari?o. Y el calentamiento global, no digamos. Por eso hoy vemos con amor a estos compa?eros de caminatas, de observaciones y de p¨ªcnics. Existe incluso una Gu¨ªa de ecoturismo e¨®lico editada por GeoPlaneta.
En los siguientes lugares, Eolo est¨¢ a sus anchas. Y nosotros tambi¨¦n.
Vix¨ªa de Herbeira (A Coru?a)
En la Serra da Capelada, a medio camino entre las r¨ªas de Cedeira y de Ortigueira, en el remoto norte de Galicia, se yerguen los acantilados m¨¢s altos de la Europa continental. En el filo m¨¢s elevado, a 613 metros sobre el mar, descuella una atalaya del siglo XVIII, la Vix¨ªa de Herbeira, desde la que los piratas se ver¨ªan microsc¨®picos. Aqu¨ª, incluso en verano, sopla un viento frescach¨®n que, al que no trae jersey, lo deja castigado en el coche. Con buen criterio, hay instalado justo detr¨¢s un parque e¨®lico. Y con mejor criterio a¨²n, para no quedarse helado, hay que pasear por ¨¦l. A los caballejos medio salvajes que pacen en estas alturas la proximidad del abismo y el runr¨²n de los aerogeneradores no les inquietan lo m¨¢s m¨ªnimo. En cambio, como uno se acerque a menos de 100 metros de ellos, corren despavoridos. Todos los a?os, el primer domingo de julio, se los acorrala para marcarlos y cortarles las crines, con gran algazara. Es el Curro de A Capelada, m¨¢s conocido como la Rapa das Bestas. Quiz¨¢ por eso huyen.
Los Lances (C¨¢diz)
Para vientos, los de Tarifa: ?soplan 300 d¨ªas al a?o! Y para parques e¨®licos, tambi¨¦n: 32. El de Los Lances, sobre el monte La Pe?a (448 metros), es el situado m¨¢s al sur del continente europeo y el que mejores vistas tiene. Se ven las costas norteafricanas, la playa de Los Lances, la de Valdevaqueros, Tarifa, la isla de las Palomas y, con unos buenos prism¨¢ticos, las aves que migran entre los dos continentes y los delfines y ballenas que pululan en las aguas del Estrecho. Hay una senda, la llamada Ruta del Buda, que permite subir en una hora y media hasta los molinos desde el Punto de Informaci¨®n del Parque Natural del Estrecho (N-340, km. 77,5). Y hay, en el propio parque e¨®lico, un centro de visitantes y un observatorio de aves (reservas en visitas.egpe@enel.com).
Somolinos (Guadalajara)
La sierra de Pela, a caballo entre Guadalajara y Soria, entre el Sistema Central y el Ib¨¦rico, es un p¨¢ramo solitario lleno de iglesias rom¨¢nicas ¡ªla m¨¢s bella, la de Santa Coloma de Albendiego, en Atienza¡ª, donde parece que no ha ocurrido nada desde la Edad Media, desde que pas¨® El Cid camino del destierro¡ Hasta que uno sube andando desde Somolinos al alto del Portillo y se descubre rodeado de generadores e¨®licos. Por el camino se ven la laguna de Somolinos, el nacedero del Bornova y el barranco fantasmal de Borbocid. La senda entera ¡ªcircular, bien se?alizada y de unas cuatro horas de duraci¨®n¡ª se describe con detalle en la web de Senderismo Guadalajara (consultar la ruta SPG-41).
Molino de Olleta (Navarra)
Otro lugar medieval a m¨¢s no poder, a tope de templos rom¨¢nicos, es la comarca de la Valdorba, a 20 kil¨®metros al sur de Pamplona. Aqu¨ª tambi¨¦n hay una sierra, Guerinda, con una corona de generadores e¨®licos y, como joya de la misma, un molino de viento del siglo XVII donde se hac¨ªa harina igual que en La Mancha, aprovechando que en esta zona de Navarra no corren grandes r¨ªos, pero sopla un cierzo que levanta las tejas. El molino de Olleta es un sitio id¨®neo, con porche, mesas y verde campa, para ir de p¨ªcnic, pasear por los montes aleda?os y dejar volar la mirada sobre la Valdorba, la Navarra Media y media Espa?a. Se ve el Pirineo y se ve el Moncayo, entre Castilla y Arag¨®n. Y en el cielo se ven muchas aves, m¨¢s que en ning¨²n otro lugar de Navarra.
Miradores de Carnota (A Coru?a)
Carnota es famosa por sus grandes h¨®rreos y por su playa de cinco kil¨®metros. Los h¨®rreos, no, porque habr¨ªa que tener un telescopio en cada ojo, pero la playa se ve divinamente desde los miradores de Louredo y de As Paxareiras, en lo alto del monte. El primero est¨¢ decorado con troncos de ¨¢rboles procedentes de un incendio, pintados por el artista Nando Lest¨®n. El segundo, situado a mayor altura, entre los generadores del parque e¨®lico Paxareiras, permite contemplar a vista de p¨¢jaro la playa descomunal y, al norte, adentr¨¢ndose en el Atl¨¢ntico m¨¢s que ning¨²n otro lugar de la Espa?a peninsular, el cabo Fisterra. Despu¨¦s de pasear por el parque, bajaremos a Carnota para andar un poco m¨¢s, tumbarnos al sol y zambullirnos en su playa salvaje. Salvaje de grande y de agreste, pues en su parte posterior la arena forma dunas donde anidan los chorlitejos patinegros y la marea crea marismas donde las garzas reales observan con su perfil interrogante a los b¨ªpedos implumes que cruzamos estas aguas someras por largas pasarelas de madera.
Coll del Moro (Tarragona)
2.500 a?os antes de que se instalase el parque e¨®lico del Coll del Moro, esta monta?a de 483 metros fue el asiento de un poblado ib¨¦rico, desde el que los ilercavones controlaban el comercio entre la costa y las tierras del interior. En 1938, fue el lugar elegido por Franco para dirigir la Batalla del Ebro, la m¨¢s larga y sangrienta de la Guerra Civil. Y hoy es un pac¨ªfico mirador rodeado de vi?edos y aerogeneradores, desde el que se otea buena parte de la comarca tarraconense de la Terra Alta, empezando por Gandesa, su capital. En el kil¨®metro 798 de la N-420, a tres de Gandesa, est¨¢ se?alizado el desv¨ªo al poblado ib¨¦rico, el cual puede visitarse llamando antes por tel¨¦fono (977 63 85 56). Y en el kil¨®metro 792, nace una de las pistas de acceso al parque e¨®lico, por la que uno puede (y debe) pasear observando c¨®mo grana en los campos la uva garnacha blanca, la perla de la zona.
Ojos-Albos y Las Navas del Marqu¨¦s (?vila)
?vila, tierra de cantos y de santos. Y de vientos del norte que se cuelan entre Gredos y Guadarrama. All¨ª los aguardan dos parques e¨®licos. El primero, el de Ojos-Albos, levanta sus aerogeneradores junto al pueblo hom¨®nimo, sobre la misma serrezuela que cobija la pe?a Mingubela, un abrigo decorado hace 2.500 a?os con pinturas esquem¨¢ticas de humanos y cuadr¨²pedos. En Wikiloc se pueden encontrar distintas rutas a pie y en bici de monta?a por esta sierra tan prehist¨®rica y tan moderna. El segundo parque, el de Las Navas del Marqu¨¦s, es un lugar de paseo habitual de los vecinos, que vienen aqu¨ª a estirar las piernas y, sobre todo, la mirada: al noroeste se ven los campos de Az¨¢lvaro, el embalse del Voltoya y los molinos de Ojos-Albos; al suroeste, las cumbres de Gredos; a naciente, las sierras de Malag¨®n y de Guadarrama; y al mediod¨ªa, con mucha suerte, los montes de Toledo. La Senda Larga (circular) permite subir del pueblo al parque e¨®lico y luego bajar en cuatro horas y media. No hay p¨¦rdida: est¨¢ se?alizada y se describe en la web de Trismo Las Navas.
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