A ver qu¨¦ hacemos con esto
Desde la pandemia hablamos m¨¢s de la salud mental, de la urgencia y la magnitud del sufrimiento, pero no se hace nada
Conozco a mi amiga Marina Carretero desde sus 15 a?os. Ahora tiene 38, ha publicado tres hermosos libros de poes¨ªa y adem¨¢s es una formidable psic¨®loga cl¨ªnica que trabaja en un centro p¨²blico de Salud Mental en el sureste de Madrid. Hace un par de semanas, Marina vivi¨® un amargo momento de celebridad cuando public¨® un tuit desesperado hablando de sus condiciones laborales. En ¨¦l dec¨ªa que a menudo ten¨ªa que salir a la sala de espera a explicar a alg¨²n paciente que, en efecto, ten¨ªa cita para ese d¨ªa, pongamos para el 23 de octubre, pero que era el 23 de octubre del a?o que viene, en 2024. Porque en el centro de Marina, que est¨¢ en una zona especialmente precaria en donde solo hay dos psic¨®logos cl¨ªnicos por cada 100.000 personas, est¨¢n dando citas con 15 meses de antelaci¨®n (la media de espera en la Comunidad de Madrid es de 6 meses). De ah¨ª que la gente se equivoque y venga a consulta un a?o antes, ya bastante angustiada por esos 90 d¨ªas de demora que, en medio de una crisis mental, pueden ser no ya much¨ªsimos, sino demasiados. Ahora imaginemos qu¨¦ cara se les queda cuando se enteran de la fecha real. Es como decirle a un paciente con peritonitis que vuelva dentro de 12 meses.
¡°Hab¨ªa un hombre de 70 a?os al que se le hab¨ªa muerto un hijo y cuando le expliqu¨¦ que ten¨ªa que aguardar un a?o m¨¢s se ech¨® a llorar y dijo: ¡®Pues me voy a tirar por la ventana¡±, me cuenta Marina. Y a?ade: ¡°Esto no hay quien lo aguante¡±. Y no lo hay, en efecto. Los psic¨®logos cl¨ªnicos est¨¢n quemados, abrasados. Muchos abandonan, otros est¨¢n de baja. A¨²n peor: la pr¨®xima cita para seguir el tratamiento del paciente tiene una demora media, en la Comunidad de Madrid, de 8 semanas (y en las condiciones extremas de Marina, de 12).
El doloroso tuit fue escuchado por los periodistas de La ventana; Marina fue al programa de la SER a hablar de ello y a continuaci¨®n Marta Carmona, psiquiatra y diputada de M¨¢s Madrid, denunci¨® el tema en la Asamblea de Madrid. Todo perfecto, todo muy necesario, pero se dir¨ªa tambi¨¦n que todo insuficiente. Desde la pandemia hablamos mucho m¨¢s de la salud mental, de la urgencia y la magnitud del sufrimiento, pero en realidad no se hace nada. Espa?a tiene una media de 6 psic¨®logos cl¨ªnicos (un tercio de la media de la UE) y 9,6 psiquiatras por 100.000 habitantes (la mitad). Para ser psic¨®logo cl¨ªnico hay que hacer una Formaci¨®n Sanitaria Especializada que se llama PIR. Este a?o han salido en toda Espa?a 247 plazas PIR, un n¨²mero rid¨ªculamente insuficiente. Marina, que tambi¨¦n es portavoz de la Sociedad Madrile?a de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica, me explica que se necesitar¨ªan, como m¨ªnimo, 422 plazas. Como la demanda aumenta cada d¨ªa, la atenci¨®n est¨¢ en pleno colapso. Si en 2021 la espera para acudir a un psic¨®logo cl¨ªnico estaba entre 15 d¨ªas y 10 meses, en 2022 subi¨® de 2 a 13 meses, y ya he dicho que ahora, a finales de 2023, las citas de Marina son a 15 meses. Por no mencionar que cada especialista atiende hasta 800 pacientes, una cantidad imposible de gestionar. No toda Espa?a est¨¢ igual de mal, por supuesto. Catalu?a tiene entre 15 y 18 psic¨®logos cl¨ªnicos por 100.000 habitantes, un n¨²mero que roza el nivel europeo. Le siguen Navarra (10,2) y Extremadura (8,3). En la cola, pavorosamente desatendidos, Andaluc¨ªa (3,2), Galicia (3,5) y Asturias (4). Madrid tiene 5,5, casi en la lastimosa y precaria media nacional.
No es de extra?ar que Espa?a ocupe el primer puesto mundial en consumo de sedantes y ansiol¨ªticos. Y es que seguimos disfrutando de un sistema sanitario potente, lo que significa que todo el mundo tiene acceso a un m¨¦dico de familia; pero ¨¦ste no puede derivar al paciente a un especialista de salud mental porque el servicio est¨¢ colapsado, y entonces, en la desesperaci¨®n, receta f¨¢rmacos. Y as¨ª vamos manteniendo a esta sociedad, empastillada y sufriente, sin hacernos cargo del grav¨ªsimo problema de salud p¨²blica que vivimos. Un ejemplo: seg¨²n un reciente estudio conjunto del Ministerio de Universidades y de Sanidad, m¨¢s del 50% de los estudiantes universitarios necesitaron apoyo por problemas de salud mental en el ¨²ltimo cuatrimestre. La prevalencia de los estados de ansiedad moderados o graves es de uno de cada dos estudiantes, y la prevalencia de los pensamientos suicidas en las dos semanas previas es de uno de cada cinco j¨®venes. A ver qu¨¦ hacemos de una maldita vez con todo esto.
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