Quim Torra, el ¡°vicario¡± de Puigdemont que encontr¨® su propia voz
El hasta ahora ¡®president¡¯ pasar¨¢ a la historia por un mandato err¨¢tico en el que siempre tuvo problemas para encontrar el camino
Los atriles de los Parlamentos dan para mucho. Incluso, para declaraciones que bien podr¨ªan servir de epitafios pol¨ªticos. Una de las intervenciones del president, Quim Torra, entra en esa categor¨ªa. Durante el pleno monogr¨¢fico sobre la pandemia, en julio, el diputado Santi Rodr¨ªguez (PP) critic¨® al Govern por ir ¡°como pollo sin cabeza¡±. Torra, que este lunes ha conocido que ser¨¢ apartado del cargo tras la confirmaci¨®n de su inhabilitaci¨®n por desobedecer a la Junta Electoral Central y a los requerimientos del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, replic¨® que en una granja en Colorado (EE UU), en 1945, a un pollo lo hab¨ªan decapitado y, ?oh sorpresa!, ¡°sobrevivi¨® 18 meses con la cabeza cortada¡±.
El pollo, conocido como Mike the Headless (Mike el sin cabeza), se hizo famoso gracias a un reportaje de Life. El hasta ahora president (Blanes, Girona, 57 a?os) pasar¨¢ a la historia por un mandato err¨¢tico. ¡°Quiero decir que no es tan f¨¢cil acabar con los pollos¡±, aclar¨® entonces el jefe del Ejecutivo catal¨¢n entre las risas del hemiciclo. Su Govern casi dobl¨® en supervivencia a la curiosidad animal (28 meses), pero siempre tuvo problemas para encontrar el camino. ¡°Lleg¨® pensando que a los pocos d¨ªas saldr¨ªa al balc¨®n del Palau a declarar la independencia; y no¡±, asegura una influyente voz de una de las entidades independentistas.
El momentum, ese tiempo adecuado para volver a enfrentarse al Estado en clave secesionista que Torra tanto buscaba, nunca lleg¨®. O fracas¨® en construirlo. Las relaciones entre los socios del Govern nunca dejaron de ser tensas. Y las emociones por el encarcelamiento de los l¨ªderes del proc¨¦s y los ¡°exiliados¡± siempre estuvieron a flor de piel.
En el mundo del activismo del que procede Torra no entienden, de hecho, por qu¨¦ acept¨® el puesto este abogado, extrabajador de una aseguradora, reconvertido en editor interesado en la tradici¨®n literaria y period¨ªstica de la Catalu?a de los a?os treinta. ¡°Hasta horas antes de hacerse p¨²blico que ¨¦l era el elegido, defend¨ªa v¨ªa m¨®vil apoyar la candidatura de Carles Puigdemont hasta el final¡±, recuerda esa misma voz. Torra pele¨® hasta el final para encontrar el punto medio entre el tono de un president y el patriota comprometido con la independencia.
Desde que tom¨® posesi¨®n, en mayo de 2018, seg¨²n a qui¨¦n se le pregunte, Torra fue ganando o perdiendo cabeza. ?l mismo se puso la etiqueta de ¡°vicario¡±, para darle continuidad al relato de restituci¨®n del autogobierno tras la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 y con el que el expresidente Puigdemont, huido de la justicia en B¨¦lgica, hab¨ªa logrado que su candidatura independentista fuera la m¨¢s votada en las elecciones de 2017. La cabeza del Govern estaba en Waterloo y Torra ocupaba otro despacho del palau de la Generalitat para remarcar el vac¨ªo que dejaba su jefe.
Con el tiempo, sin embargo, el vicario termin¨® encontrando su propia voz, incluso, a veces, discrepando de su valedor y planteando alg¨²n que otro ¨®rdago no solo a sus socios de ERC, sino tambi¨¦n a su propio bando. ¡°Es muy tozudo¡±, afirma un dirigente de Junts per Catalunya cuando se le pregunta por su mayor defecto. Torra nunca actu¨® en contra de lo que el entorno de Puigdemont quer¨ªa, pero su imprevisibilidad siempre fue un riesgo: dej¨® a todas las bancadas sorprendidas, comenzando por la suya, cuando en octubre de 2019, en sede parlamentaria, propuso hacer un nuevo refer¨¦ndum.
Tan pronto tom¨® posesi¨®n, cumpli¨® una de sus primeras promesas: poner una gran pancarta en la fachada del palau de la Generalitat pidiendo ¡°la libertad de los presos pol¨ªticos y el regreso de los exiliados¡±. La misma que despu¨¦s se neg¨® a quitar en periodo electoral por petici¨®n de la Junta Electoral Central, que consideraba que el lazo amarillo era un s¨ªmbolo partidista. El president jug¨® con el fuego de los plazos para retirarlo, cambi¨® el mensaje por el de ¡°libertad de expresi¨®n¡± para intentar evadir la restricci¨®n, pero la Fiscal¨ªa termin¨® querell¨¢ndose por un delito de desobediencia. El Tribunal Supremo ha confirmado este lunes la sentencia previa del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a que le conden¨® a un a?o y medio de inhabilitaci¨®n, mientras su defensa espera llevar el caso hasta Estrasburgo.
En las bases del independentismo a¨²n sangra una herida cuando recuerdan que Torra, en 2018, justo en el primer aniversario del refer¨¦ndum ilegal del 1-O, pidi¨® a los llamados Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR) ¡°apretar¡± en la calle. Un a?o despu¨¦s, los Mossos d¡¯Esquadra utilizaban la fuerza para acabar con los altercados en pleno centro de Barcelona tras conocerse la sentencia del juicio al proc¨¦s. El pasado agosto, en diferido, el president logr¨® hacerse con la cabeza del consejero de Interior, Miquel Buch, por esos hechos. Fue en la misma crisis de Govern que forz¨® para expulsar a ?ngels Chac¨®n, la ¨²nica consejera que opt¨® por quedarse en el PDeCAT y no entrar en el nuevo partido de Puigdemont. La confianza con las entidades independentistas, como la Asamblea Nacional Catalana, nunca se pudo recomponer.
¡°El president siempre ha sabido poner por encima de todo los intereses del pa¨ªs¡±, defiende uno de los l¨ªderes de Junts per Catalunya. Torra, en enero de este a?o, fue despojado de su esca?o de diputado tambi¨¦n por el caso de la pancarta, y su partido aleg¨® que Esquerra hab¨ªa participado en la operaci¨®n. ¡°Fue muy humillante para ¨¦l¡±, a?ade esa misma voz. Nadie se imaginaba en ese momento que la pandemia estaba al caer. El cuerpo de los neoconvergentes ped¨ªa romperlo todo y dejar que las urnas decidieran. El entonces jefe del Govern, tras escuchar a todas las partes, decidi¨® aprobar primero el presupuesto de la Generalitat (las cuentas estaban prorrogadas desde 2017) y despu¨¦s anunciar las elecciones, algo que nunca pas¨®.
Con la crisis del coronavirus, Torra quiso mostrarse a la cabeza, ¡°incluso hasta llegar a extremos obsesivos¡±, asegura un colaborador cercano. ¡°Tecn¨®crata de ¨²ltima hora¡±, le calific¨® la oposici¨®n en los ¨²ltimos plenos. El president us¨® la crisis sanitaria para continuar con lo que fue el fondo de su mandato: el enfrentamiento contra el Estado. Sin embargo, tanto detractores como defensores coinciden en afirmar que ha sido en la lucha contra la covid-19 en la que el president decidi¨® tomar la iniciativa, imponi¨¦ndose ante sus socios por cuestiones sanitarias o de la gesti¨®n de las residencias. En el pasado pleno, su ¨²ltima sesi¨®n, trat¨® de humillar al l¨ªder del PSC, Miquel Iceta, al retarle a responder sobre preguntas t¨¦cnicas del riesgo de rebrote, la tasa de contagio o la incidencia en Catalu?a, entre otras, con las que en los ¨²ltimos tiempos llenaba sus intervenciones.
Durante la pandemia, el presidente catal¨¢n mezcl¨® la deslealtad institucional ¨Dpor ejemplo, en su entrevista en la BBC en la que dijo que Pedro S¨¢nchez imped¨ªa el confinamiento, o su silla vac¨ªa en la conferencia de presidentes de La Rioja, con la excusa de no ver al Rey¨D con la pinza con otros l¨ªderes auton¨®micos para presionar al Gobierno central. Y se apunt¨® alg¨²n tanto adelant¨¢ndose al uso de la mascarilla o el confinamiento selectivo. Torra, al dar positivo en el coronavirus, se aisl¨® en la Casa dels Canonges, la residencia oficial del presidente de la Generalitat, y desde all¨ª pilot¨® la primera etapa de la crisis. Y trabaja en un dietario que recoger¨¢ ¡°la epopeya¡± de comprar material sanitario durante esos d¨ªas que se sumar¨¢ a la m¨¢s de media docena de libros que ya ha publicado.
Ante las cr¨ªticas de supuesta par¨¢lisis o dejadez en la Generalitat, oficialmente se replica que durante su mandato se han aprobado 13 leyes (muchas se arrastraban desde el mandato de Puigdemont) y quedan 23 memorias preliminares que tendr¨¢n que esperar a la pr¨®xima legislatura. Uno de los proyectos que m¨¢s le emocionan es el despliegue de la fibra ¨®ptica por las capitales de comarca, una piedra fundamental en la interconexi¨®n del territorio, algo que admira de Suiza, donde vivi¨® durante m¨¢s de dos a?os. En asuntos como el aumento de las listas de espera sanitarias, la respuesta siempre fue la misma: los recursos que genera Catalu?a se los lleva ¡°el hoyo negro¡± de Madrid.
Las circunstancias familiares durante su mandato han sido muy duras. Su esposa, Carola Mir¨® ¨Dcon la que tiene tres hijos, uno de ellos identificado en una de las acciones de los CDR¨D, sufre un c¨¢ncer muy agresivo. Uno de los pocos momentos en que Torra estuvo a punto de perder los papeles en p¨²blico fue durante una intervenci¨®n de la portavoz de Ciudadanos, Lorena Rold¨¢n, en el Parlament, en la que record¨® que el c¨¢ncer de mama era el m¨¢s frecuente en Catalu?a. ¡°Aunque no creo que sean capaces de empatizar ni lo m¨¢s m¨ªnimo¡±, a?adi¨®. Fuentes de la formaci¨®n naranja aseguran que desconoc¨ªan la situaci¨®n de Mir¨® y despu¨¦s pidieron disculpas.
Los textos de Torra en varios peri¨®dicos digitales anteriores a su salto a la pol¨ªtica le perseguir¨¢n de por vida. ¡°Espa?a, esencialmente, ha sido un exportador de miseria, material y espiritualmente hablando¡± escribi¨® en 2010. Pero, sobre todo, su mandato ser¨¢ recordado por la v¨ªa simb¨®lica para intentar mantener vivo el proc¨¦s. El president fabric¨® rataf¨ªa, un licor tradicional de destilaci¨®n casera; se dej¨® ver calzando espardenyes, para dejar claro las ra¨ªces de senyor de Girona, y ayun¨® por los pol¨ªticos en prisi¨®n. Su mayor frustraci¨®n, asegura un estrecho colaborador, es ¡°la falta de unidad entre los independentistas¡±. Los deja como los encontr¨®. Sin una hoja de ruta compartida para lograr la independencia, sin un acuerdo t¨¢ctico y ech¨¢ndose los reproches en cara d¨ªa a d¨ªa. Como pollos sin cabeza.
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