20 presos de ETA reactivan los encuentros con v¨ªctimas paralizados hace una d¨¦cada
Los reclusos solicitan entrar en los talleres de justicia restaurativa organizados desde 2016 para convictos de todo tipo de delitos
Un total de 20 de los 190 miembros de ETA recluidos en c¨¢rceles espa?olas han solicitado participar en los talleres de justicia restaurativa puestos en marcha por Instituciones Penitenciarias para que los condenados por todo tipo de delitos se sienten cara a cara con sus v¨ªctimas y les pidan perd¨®n, seg¨²n han informado EL PA?S fuentes pol¨ªticas vascas y confirmado fuentes penitenciarias. El objetivo, a semejanza de los 14 encuentros celebrados hasta 2012 con reclusos arrepentidos de la organizaci¨®n terrorista acogidos a la llamada v¨ªa Nanclares, es que las v¨ªctimas consigan una reparaci¨®n, al menos simb¨®lica, por el da?o sufrido y, a la vez, facilitar la reinserci¨®n de los presos haci¨¦ndoles conscientes del dolor que han causado.
Sin embargo, a diferencia de aquella iniciativa ¡ªinterrumpida tras la llegada del PP al Gobierno¡ª, estos ¡°di¨¢logos restaurativos¡± no est¨¢n enfocados exclusivamente a etarras, sino que en ellos participan desde enero de 2020 todo tipo de reclusos, salvo los penados por violencia de g¨¦nero y delitos sexuales. Fuentes oficiales de Instituciones Penitenciarios han confirmado a este diario el inter¨¦s de un grupo de etarras por intervenir en estos talleres y el respaldo del Ministerio del Interior a la iniciativa. ¡°La justicia restaurativa es, sobre todo, un derecho de las v¨ªctimas, pero tambi¨¦n una oportunidad de reinserci¨®n para los condenados, incluidos los presos de ETA, que tienen el mismo tratamiento que el resto de la poblaci¨®n reclusa¡±, se?alan.
Los presos etarras que han solicitado participar en estos encuentros est¨¢n recluidos en las c¨¢rceles de Asturias, Burgos, Logro?o y El Dueso (Cantabria), en las que en la actualidad hay 66 integrantes de la organizaci¨®n terrorista. Seg¨²n detallan fuentes penitenciarias, en los pr¨®ximos d¨ªas, los equipos de tratamiento de estas prisiones, en colaboraci¨®n con profesionales en mediaci¨®n que intervienen habitualmente en la preparaci¨®n y celebraci¨®n de estos encuentros, seleccionar¨¢n, entre los 20 que lo han pedido, a aquellos que se consideren preparados. ¡°Se intentar¨¢ que las v¨ªctimas con las que se re¨²nan sean directas de sus atentados y, en caso de que no sea posible, con otra de la violencia etarra o, en su defecto, que les puedan remitir a una de ellas una carta¡±, a?aden estas fuentes.
Los reclusos de ETA ya han sido informados de que su participaci¨®n en el taller no les supondr¨¢ ni una reducci¨®n de la pena ni el acceso a beneficios penitenciarios. Es la forma de garantizar que su inter¨¦s es sincero, que no buscan ninguna ventaja que vaya m¨¢s all¨¢ del plano estrictamente personal. No obstante, Instituciones Penitenciarias admite que los equipos de tratamiento de las c¨¢rceles s¨ª tendr¨¢n en cuenta esta actividad a la hora de hacer las valoraciones para, por ejemplo, progresar al tercer grado o semilibertad o acceder a permisos a los presos.
Esta iniciativa se pone en marcha despu¨¦s de que Interior finalizara de un modo simb¨®lico, el pasado 1 de julio, la pol¨ªtica de dispersi¨®n con el anuncio del traslado de los cuatro ¨²ltimos reclusos de la organizaci¨®n terrorista que permanec¨ªan en c¨¢rceles de Andaluc¨ªa. Ahora todos los presos est¨¢n en c¨¢rceles de la mitad norte del pa¨ªs, m¨¢s cercanas al Pa¨ªs Vasco (y 54 de ellos est¨¢n en prisiones vascas). La medida se ha visto acompa?ada tambi¨¦n de un paulatino cambio en el r¨¦gimen de vida al que estaban sometidos los reclusos etarras, de los que solo quedan tres clasificados en el primer grado o r¨¦gimen cerrado, el m¨¢s duro. Estas medidas se han visto acompa?adas de un cambio tambi¨¦n significativo en la actitud de los etarras dentro de prisi¨®n, que, en algunos casos, se ha traducido en cartas de arrepentimiento. En 2020, m¨¢s de 40 de ellos pidieron perd¨®n por escrito, seg¨²n datos de la lucha antiterrorista. El a?o anterior hab¨ªan sido una treintena y en 2018, el a?o en el que ETA anunci¨® su disoluci¨®n, tan solo ocho.
Contemplados en el Estatuto de la V¨ªctima
Los talleres de justicia restaurativa que van a seguir los presos etarras no son nuevos. Contemplados en el art¨ªculo 15 del Estatuto de la V¨ªctima, se realizan desde 2016, aunque entonces solo se ofrec¨ªan a condenados que cumpl¨ªan sus penas a trav¨¦s de medidas alternativas, no dentro de prisi¨®n. Adem¨¢s, los encuentros no se realizaban con v¨ªctimas directas, sino con otras que hab¨ªan sufrido la misma infracci¨®n penal por la que hab¨ªan sido condenados. En enero de 2020, Interior extendi¨® la iniciativa a aquellos que cumplen sus penas privados de libertad y, adem¨¢s, incluy¨® la posibilidad de que fuera con las v¨ªctimas de sus delitos. En lo que va de a?o, han participado en ellos 258 condenados (17 de ellos mujeres) por delitos que van desde el homicidio y el asesinato a las lesiones o los robos con fuerza.
El programa contempla para los presos 10 sesiones de preparaci¨®n de cuatro horas de duraci¨®n cada una que se celebran semanalmente dentro de prisi¨®n. Al t¨¦rmino de las mismas, son los mediadores, junto a los t¨¦cnicos penitenciarios, los que deciden si, una vez terminadas las sesiones, los reclusos est¨¢n preparados para celebrar el encuentro con la v¨ªctima o si, por el contrario, se les saca del programa o es necesario que asistan a m¨¢s sesiones de las inicialmente previstas.
En el folleto informativo que se facilita a la v¨ªctima antes de iniciar todo el proceso, Prisiones detalla que el objetivo del encuentro es que esta pueda explicar en persona al recluso ¡°c¨®mo vivi¨® [el delito] y qu¨¦ consecuencias se han derivado de aquella vivencia¡±. Tambi¨¦n se busca que el condenado se responsabilice de su acci¨®n y pida perd¨®n. El programa contempla que el encuentro ¡ªque est¨¢ previsto que se celebre en una o dos sesiones como m¨¢ximo¡ª sirva para acordar ¡°medidas de reparaci¨®n del da?o derivado del delito¡± reales o simb¨®licas.
Instituciones Penitenciarias hace una ¡°sesi¨®n de seguimiento¡± final con la v¨ªctima para, antes de cerrar todo el proceso, constatar que esta ha recuperado la ¡°tranquilidad personal¡±. El documento recalca que en ning¨²n caso se pide a la v¨ªctima que perdone al delincuente, aunque el folleto se?ala que ¡°en ocasiones esto deviene de forma natural en el encuentro¡±. En el caso de los presos, ser¨¢n los profesionales de la c¨¢rcel los que valorar¨¢n si el arrepentimiento del delincuente es ¡°sincero¡±.
El protocolo de la justicia restaurativa recalca tanto la ¡°confidencialidad¡± de todo el proceso como el car¨¢cter ¡°voluntario¡± de la participaci¨®n de la v¨ªctima, con la que se contactar¨¢ para hacerle el ofrecimiento a trav¨¦s de la Fiscal¨ªa o las oficinas de atenci¨®n a las v¨ªctimas de las comunidades aut¨®nomas. Tambi¨¦n se recoge que tanto la persona afectada como el condenado pueden decidir ¡°en cualquier momento¡± no seguir adelante.
El precedente interrumpido de la v¨ªa Nanclares
A finales de 2008, el Ministerio del Interior empez¨® a trasladar a los presos de ETA cr¨ªticos con la banda a prisiones pr¨®ximas al Pa¨ªs Vasco. Los que daban un paso m¨¢s y firmaban una carta rechazando la violencia, pidiendo perd¨®n y comprometi¨¦ndose a hacer frente a las indemnizaciones, fueron enviados a la c¨¢rcel alavesa de Nanclares de Oca, donde en 2011 surge la iniciativa de encuentros con las v¨ªctimas, la v¨ªa Nanclares.
Josu Elespe, hijo de Froil¨¢n Elespe, primer concejal socialista asesinado por ETA, se reuni¨® con un disidente de la banda; Maixabel Lasa, con dos de los asesinos de Juan Mar¨ªa Jauregui, su marido; Emiliano Revilla, con su secuestrador, Joseba Urrusolo Sistiaga; Roberto y Rosa, v¨ªctimas de Hipercor, con Rafael Caride, condenado por el atentado. Tambi¨¦n participaron en estas entrevistas los exmiembros de ETA I?aki Recarte, Fernando de Luis Astarloa o Valent¨ªn Lasarte.
En 2011, el PP gan¨® las elecciones y el nuevo Gobierno no sigui¨® la l¨ªnea iniciada en Nanclares. Los encuentros con mediaci¨®n previa se frenaron al a?o siguiente. / EL PA?S
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