Feij¨®o, el bar¨®n sin sombra
El l¨ªder del PP gallego renov¨® este fin de semana la presidencia del partido sin rivales y sin m¨¢s perspectiva en el horizonte que seguir en su tierra y recuperar poder en las ciudades
M¨¢s alto, m¨¢s fuerte y f¨ªsicamente m¨¢s rubio que cuando alcanz¨® por primera vez la presidencia del PP gallego, en 2006. Para bien o para mal de un partido auton¨®mico donde no despunta nada nuevo bajo el sol, Alberto N¨²?ez Feij¨®o refrend¨® con el 98,3% de los votos este fin de semana su liderazgo en el 17? congreso de su formaci¨®n en la comunidad, sin que nadie le hiciese sombra y con la presencia de Pablo Casado y los m¨¢ximos representantes del PP en Espa?a para hacerle la ola. Con esta quinta victoria seguida aquel aplicado estudiante de Derecho que lleg¨® a la funci¨®n p¨²blica con fachada de tecn¨®crata ha superado al patriarca, Manuel Fraga, que ya octogenario cedi¨® el testigo a su v¨¢stago pol¨ªtico despu¨¦s de manejar durante 15 a?os el tim¨®n del barco en este caladero de votos populares que es Galicia.
La de N¨²?ez Feij¨®o, que hace un a?o pand¨¦mico, este mismo mes de julio, arras¨® por cuarta vez consecutiva en las urnas a la Xunta, era la ¨²nica candidatura que se presentaba al c¨®nclave que tuvo lugar entre el viernes y el s¨¢bado en Santiago. Y lo hac¨ªa nuevamente con el ferrolano Miguel Tellado como n¨²mero dos en cubierta y con el habitual jefe de m¨¢quinas, Alfonso Rueda, vicepresidente del Gobierno aut¨®nomo, al mando en el PP de Pontevedra. Como presidentes de honor, en la lista tambi¨¦n figuraban Mariano Rajoy y Jos¨¦ Manuel Romay, exministro de Sanidad con Aznar.
No hubo rebeliones a bordo ni se esperaban. As¨ª mismo lo explicaba Rueda hace d¨ªas en una reuni¨®n de la junta directiva en Vilagarc¨ªa: Feij¨®o es, para los populares gallegos, el ¡°magnifico capit¨¢n¡± que necesitan ¡°para seguir navegando en la tormenta¡±. ¡°Como ya lo tenemos¡±, continu¨® hilando la met¨¢fora, ¡°lo ¨²nico que necesitamos es que ¨¦l siga queriendo ser el capit¨¢n. Y como sigue queriendo serlo... presidente, aqu¨ª tienes tu tripulaci¨®n¡±, le dijo mirando cara a cara a su jefe de filas. Muy, pero que muy atr¨¢s han quedado aquellas declaraciones del Feij¨®o de otros tiempos, que con 44 a?os defend¨ªa la conveniencia de no presentarse a una elecci¨®n m¨¢s de dos veces.
Ahora, con 59 a?os (60 el 10 de septiembre), y aunque el Ourense de la dinast¨ªa Baltar sigue siendo sitio aparte por pura necesidad, bajo la figura ya paternal de Alberto N¨²?ez Feij¨®o el PP de Galicia se labra sin gran esfuerzo esa imagen de unidad que sabe que es su gran baza. Las elecciones ¡°las gana un partido unido que no pone en duda a sus candidatos¡±, record¨® en la misma ocasi¨®n, como si alguien lo hubiera olvidado en el PP gallego, Alfonso Rueda, eterno nombre entre los recambios cada vez que se dijo que el presidente se ir¨ªa a Madrid. ¡°Mientras Feij¨®o quiera seguir, va a seguir y tendr¨¢ el apoyo de todo el mundo¡±, zanj¨® el vicepresidente de la Xunta.
Muchos opinan que ese tren a la capital de Espa?a ya ha pasado definitivamente para el bar¨®n al que nadie discute en su casa de la Galia ib¨¦rica. El mismo que cuando vienen mal dadas en el PP nacional reduce a la m¨ªnima expresi¨®n las siglas en los carteles y proclama bien alto que ¨¦l solo se casa con Galicia. La ¨²ltima vez que tuvo contrincantes fue en la noche de los tiempos, cuando Fraga era el t¨®tem y se disputaban con Feij¨®o la presidencia hist¨®ricos como Xos¨¦ Cu¨ª?a, ya fallecido, y Jos¨¦ Manuel Barreiro, senador desde 2008, que hoy pide al presidente gallego que no abandone.
A falta de l¨ªderes carism¨¢ticos en las provincias, el partido plante¨® este congreso como el pistoletazo de salida de una carrera que algunos mandos califican de ¡°dif¨ªcil¡± o ¡°complicada¡±: la de las elecciones municipales, que dentro de dos a?os les pueden devolver la oportunidad de conquistar la alcald¨ªa de alguna de las siete ciudades gallegas. Hoy, mayoritariamente, est¨¢n en manos del PSdeG-PSOE (Vigo, bajo el s¨ªndrome de Abel Caballero), el Bloque Nacionalista Galego (22 a?os gobernando Pontevedra Miguel Anxo Fern¨¢ndez Lores) y una rocambolesca Democracia Ourensana cuyo l¨ªder est¨¢ investigado por malversaci¨®n y vive una tensa relaci¨®n de simbiosis con la facci¨®n baltarista del PP.
En esta entronizaci¨®n en Santiago hab¨ªa tantos cargos populares de fuera de Galicia que casi parec¨ªa un congreso estatal. A la ascendencia que ejerce Feij¨®o en el PP nacional se suma, seg¨²n los populares de la comunidad, que Galicia es ¡°un territorio simb¨®lico¡± para el partido. Algo as¨ª como un talism¨¢n, ¡°la cuna¡± de la refundaci¨®n ideada por Fraga que, tal y como le gusta repetir en muchas de sus visitas a Casado, hunde sus ra¨ªces ¡°en las aldeas y las romer¨ªas¡± que huelen a pulpo y suenan a gaita. Da igual que a veces el presidente gallego ejerza con parsimonia su papel de verso suelto marcando distancias con el jefe de G¨¦nova. Como cuando rechaz¨® cualquier tipo de pacto con Ciudadanos o cuando, en la reciente crisis con Marruecos, apel¨® a la ¡°altura¡± de miras para afrontar juntos ¡°un problema de Estado¡± frente a un Pablo Casado que entr¨® a deg¨¹ello contra Pedro S¨¢nchez.
¡°Galicia es el ejemplo de que es compatible ser una nacionalidad hist¨®rica con tener un profundo respeto por la unidad de Espa?a y por la Constituci¨®n de 1978¡å, recalcan desde la formaci¨®n de Feij¨®o. ¡°Y cuando todo el pa¨ªs padec¨ªa los efectos de la inestabilidad pol¨ªtica del multipartidismo y de las opciones m¨¢s extremas, los gallegos apostaron por un Gobierno estable, por la unificaci¨®n del centro-derecha en torno a las siglas del PP y por dejar fuera del Parlamento [auton¨®mico] a Ciudadanos, VOX y Podemos¡±. El hijo de Sira y Saturnino, criado en Os Peares, un pueblo partido por tres r¨ªos y la v¨ªa del tren en cuatro municipios de dos provincias (Lugo y Ourense), se hace m¨¢s fuerte y m¨¢s alto (y hasta semeja m¨¢s rubio) cuando el panorama pol¨ªtico espa?ol se atomiza.
En Os Peares lo recuerdan como un estudioso empedernido, que apenas jugaba con los otros ni?os determinado a no perder el tiempo. Quer¨ªa ser juez, pero los problemas econ¨®micos de su familia cuando su padre perdi¨® el empleo le obligaron a buscarse la vida cuanto antes. No ten¨ªa una ideolog¨ªa clara. Siempre dijo que una vez vot¨® al PSOE de Felipe Gonz¨¢lez. Pero aprob¨® con el n¨²mero dos las primeras oposiciones convocadas por la Xunta y con solo 29 a?os el conselleiro Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa lo escogi¨® como hombre de confianza. As¨ª sigui¨® si¨¦ndolo cuando Romay, gran exponente del llamado sector ¡°del birrete¡± (frente a los de ¡°la boina¡±) en el PP gallego, fue nombrado ministro de Sanidad. Despu¨¦s de presidir el Insalud y Correos, en 2003 (solo un a?o despu¨¦s de afiliarse al PP) el heredero regres¨® a Galicia y Fraga lo ungi¨® para todo lo que vino luego.
Ni su criticada pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica; ni las manifestaciones multitudinarias por los recortes sanitarios; ni los incendios con muertos de 2017; ni el grito en el cielo de los grupos ecologistas por la gesti¨®n medioambiental; ni el reciente fiasco de la candidatura de la Ribeira Sacra a patrimonio de la Unesco; ni los fallecimientos de ancianos en residencias durante la primera ola, contadas d¨ªa a d¨ªa por combativas asociaciones de familiares. Nada ha desgastado a N¨²?ez Feij¨®o. Aunque las investigaciones judiciales s¨ª han involucrado a varios cargos de la Xunta, la mayor m¨¢cula p¨²blica que le recuerdan de vez en cuando al presidente fueron las fotograf¨ªas publicadas en 2013 por El Pa¨ªs, que revelaban su vieja relaci¨®n de amistad con Marcial Dorado, contrabandista y narco.
Estas im¨¢genes emergen cada cierto tiempo, como las de Fraga ba?¨¢ndose en Palomares o jugando acaloradamente al domin¨® con Fidel. Pero el l¨ªder del PP galaico (como su antecesor durante muchos a?os) parece blindado. Nada le hace da?o ni trae demasiada cola en la prensa. La vez que m¨¢s se acerc¨® al peligro en un sumario judicial gallego fue cuando su nombre apareci¨® en los registros de la Operaci¨®n C¨®ndor, dirigida por Pilar de Lara, una juez que en 2020 acab¨® suspendida de empleo y sueldo por el Consejo General del Poder Judicial y reubicada fuera de los l¨ªmites de Galicia, en Ponferrada. Feij¨®o figuraba en la lista de pol¨ªticos agasajados con Vega Sicilia por Ra¨²l L¨®pez, un magnate del negocio de los autobuses cuya empresa, Monbus, domina hoy el sector en la comunidad mientras la competencia se extingue. Le toc¨® decidir al Tribunal Superior sobre Feij¨®o, y la c¨²pula de los magistrados gallegos entendi¨® que 2.300 euros de vino entraban en lo que se entiende como ¡°regalos de cortes¨ªa¡±. De aquel susto, el presidente sali¨® tambi¨¦n sin sombra.
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