Corinna Larsen a su abogado: ¡°Necesito evadir responsabilidades antes de que esto se ensucie¡±
La examante de Juan Carlos I acus¨® al em¨¦rito de violar las normas sobre regalos y donaciones del rey Felipe VI
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Corinna Larsen ha sido durante los ¨²ltimos a?os testigo y depositaria de alguno de los secretos mejor guardados de Juan Carlos I. Tras su ruptura sentimental, se inici¨® una batalla entre ambos que ha culminado con la demanda civil de Larsen contra el rey em¨¦rito por acoso, coacciones y difamaci¨®n. La justicia brit¨¢nica intenta dilucidar estos d¨ªas si Juan Carlos I goza o no de inmunidad para ser juzgado.
Los correos electr¨®nicos enviados por Larsen a su abogado suizo a comienzos de 2015, a los que ha tenido acceso EL PA?S, reflejan el inicio de una guerra que hoy sigue viva. En ellos, la examante del ya rey em¨¦rito detallaba alguna de las supuestas irregularidades por las que Juan Carlos I est¨¢ siendo investigado y por las que tuvo que abandonar Espa?a hace casi a?o y medio.
Un apartamento de lujo en el barrio de Belgravia de Londres, presunto regalo del sult¨¢n de Om¨¢n a Juan Carlos I en 2014 ¡ªunos meses despu¨¦s de abdicar este¡ª, es el motivo del grave enfrentamiento que plasman los correos de Larsen, que se opon¨ªa a que el rey em¨¦rito registrase a su nombre el inmueble.
¡°Estoy a punto de perder los estribos¡±
El correo electr¨®nico que Corinna Larsen envi¨® al abogado suizo Dante Canonica, el 25 de marzo de 2015, no pod¨ªa ser m¨¢s esclarecedor: ¡°Si no recibiera 15 llamadas telef¨®nicas todas las ma?anas relacionadas con este maldito apartamento estar¨ªa relajada, ser¨ªa realmente relajante. No llegar¨¦ a Mustique (Islas Granadinas) hasta el s¨¢bado. Para entonces, quiero apagar el tel¨¦fono y tomar una copa en Basil¡¯s. (...) ?l [Juan Carlos I] y sus amigos pueden volver loco a cualquiera con sus tonter¨ªas. Estoy tan enojada. Estoy a punto de perder los estribos¡±. Canonica era el hombre que dirig¨ªa la fundaci¨®n Lucum, donde el rey em¨¦rito ingres¨®, sin declararlos al fisco espa?ol, los 65 millones que le hab¨ªa regalado en 2008 el rey de Arabia Saud¨ª y que ¨¦l don¨® a Corinna Larsen en 2012.
Larsen se queja en ese correo de c¨®mo se estaba gestionando la casa de Londres. La consultora alemana explica que el sult¨¢n de Om¨¢n hab¨ªa dejado de pagar las facturas, advert¨ªa del peligro que ella corr¨ªa, porque intermedi¨® en la operaci¨®n, y reprocha a su abogado defender los intereses del rey m¨¢s que los suyos. Canonica hab¨ªa dise?ado casi toda la estructura off shore de Larsen: 12 sociedades en para¨ªsos fiscales en los que ocult¨® presuntamente m¨¢s de 70 millones. La guerra entre Juan Carlos I y su examante hab¨ªa estallado.
¡°Tal vez deber¨ªa indicar que actu¨¦ de buena fe para ellos [Om¨¢n] en la compra, que ayud¨¦ a adquirir la propiedad para ellos, confirmando que no recib¨ª compensaci¨®n financiera de ning¨²n tipo por el trabajo (...) Necesito evadirme de cualquier responsabilidad antes de que esto se ensucie...¡±, prosigue la consultora alemana. ¡°En el frente brit¨¢nico, tendr¨¦ que tomar todas las medidas necesarias para asegurarme de protegerme lo mejor posible. No tengo inmunidad diplom¨¢tica y no estoy preparada para aceptar el golpe por tu amigo, primo, etc¨¦tera. Si esto implica tener que notificar al propietario y luego a los dos bufetes de abogados de cualquier problema potencial, lo har¨¦¡±., advert¨ªa. Y a?adia: ¡°Cuando intente cambiar de propiedad (...) habr¨¢ problemas. (...) Estoy dispuesta a decirles las opciones que son legalmente viables y c¨®mo financiar los costes de funcionamiento anuales, que ser¨¢n significativos¡±.
La mansi¨®n no deb¨ªa registrarse a nombre de Juan Carlos I porque, supuestamente, el rey em¨¦rito no podr¨ªa justificar con qu¨¦ dinero hab¨ªa adquirido el apartamento y vulnerar¨ªa las leyes brit¨¢nicas antiblanqueo. ¡°El se?or Abdullatif [antiguo embajador de Om¨¢n en el Reino Unido] respondi¨® que la propiedad permanecer¨¢ a su nombre durante el tiempo que sea necesario. Eso es bueno y al menos lo tengo por escrito¡±, dice Larsen en otro correo.
La doble labor de Canonica, que en ocasiones viajaba a Madrid a entregar a Juan Carlos I dinero de su cuenta secreta en el banco Mirabaud & Cie y, al mismo tiempo, organizaba la opaca estructura fiduciaria de Larsen, irritaba a la consultora: ¡°Si quieres ser mediador o solucionador de problemas, tu dilema ser¨¢ conciliar mi posici¨®n de hacer las cosas l¨ªcitamente con la posici¨®n de amigos [el rey em¨¦rito] que implica esencialmente violar la nueva ley [del rey Felipe VI] sobre obsequios, vuelos gratis y todo lo que pueda traer a la instituci¨®n un descr¨¦dito, mientras potencialmente viola las leyes anticorrupci¨®n y blanqueo del Reino Unido¡±.
Larsen resum¨ªa as¨ª su frustraci¨®n de aquellos d¨ªas: ¡°He hecho todo lo posible para asegurar al amigo un agradable lugar para el futuro. Da?ar a quienes m¨¢s te ayudan no es realmente una estrategia inteligente¡±. El apartamento de Londres acab¨® finalmente en manos de un joven ¨¢rabe que pag¨® unos 50 millones.
Tres meses antes de que Larsen escribiera este correo, Felipe VI regul¨® por vez primera los regalos que pueden recibir los miembros de la Familia Real: prohib¨ªa aceptar aquellos que superasen ¡°los usos habituales, sociales o de cortes¨ªa¡±, as¨ª como tambi¨¦n ¡°favores o servicios en condiciones ventajosas que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones¡±.
El letrado Canonica respondi¨® ese mismo d¨ªa a los acalorados correos de Larsen. ¡°Solo tengo un cliente, t¨², y no tengo ning¨²n conflicto de intereses de ning¨²n tipo. No estoy a cargo del apartamento de Om¨¢n. Me contactaron para discutir el tema mencionado. Si quieres que convenza al que llamas ¡°mi amigo¡± (que por cierto no es mi amigo) para que se siente contigo, estoy dispuesto a hacerlo siempre que reciba instrucciones claras de tu parte. Te deseo buenas vacaciones en Mustique. Disfruta de una copa en Basil?s bar¡±.
El retiro de Larsen en Mustique, la isla privada de San Vicente y Granadinas que hizo famosa la princesa Margarita de Inglaterra, no apacigu¨® el ¨¢nimo de la consultora alemana. Tampoco lo hicieron las copas y relajantes atardecederes en el pantal¨¢n de madera del Basil?s bar, el restaurante de moda de este exclusivo para¨ªso caribe?o donde se refugian una larga lista de millonarios.
La cita con Villarejo
El 15 de abril de ese mismo a?o 2015, solo 21 d¨ªas despu¨¦s de ese cruce de incendiarios correos y tras sus vacaciones en Mustique, Larsen recibi¨® en su domicilio londinense de Eaton Square al comisario de polic¨ªa Jos¨¦ Manuel Villarejo, un electr¨®n libre que compaginaba el servicio p¨²blico con tareas privadas de espionaje para empresarios en apuros del Ibex 35. La grabadora de Villarejo recogi¨® la voz de Larsen acusando al rey em¨¦rito de querer cobrar 100 millones en comisiones por las obras del AVE a la Meca, afirmando que ten¨ªa cuentas en Suiza y revelando que su primo lejano ?lvaro de Orleans le pagaba vuelos en aviones privados. Durante aquella charla, Larsen omiti¨® que, en junio de 2012, el entonces jefe del Estado le hab¨ªa transferido 64,5 millones a una de sus cuentas en Nassau (Bahamas). El expolic¨ªa se present¨® como agente del CNI y le mostr¨® dos falsos informes del servicio secreto fabricados por ¨¦l mismo. En uno se aseguraba que quer¨ªan conducirle hasta la c¨¢rcel y en el otro, se le implicaba en una supuesta estafa.
El CNI hab¨ªa investigado a Larsen por orden del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ante el riesgo de que la persona que conviv¨ªa con el entonces Rey tuviera relaciones con personalidades del Gobierno de Vlad¨ªmir Putin, seg¨²n fuentes cercanas al CNI. La nota elaborada por el servicio secreto concluy¨® que no hab¨ªa nadie m¨¢s tras la amante de Juan Carlos I. ¡°Lo que s¨ª hab¨ªa era un proyecto de vida juntos, que se trunc¨® desde el esc¨¢ndalo de Botsuana. Los 65 millones, los apartamentos en la estaci¨®n de esqu¨ª suiza de Villar y la casa en Londres eran parte de ese plan¡±, apunta una persona cercana al rey em¨¦rito.
Pero el inter¨¦s del CNI por la consultora alemana ven¨ªa de atr¨¢s. El entonces director del servicio secreto, el general F¨¦lix Sanz Roldan, se hab¨ªa entrevistado con Larsen en 2012, semanas despu¨¦s del accidente del entonces rey en Botsuana, en su habitaci¨®n del hotel Connaught, en Londres. Lo hizo a petici¨®n del presidente Mariano Rajoy y con conocimiento del rey em¨¦rito. El jefe de los esp¨ªas le dijo que ella ¡°ten¨ªa sobre sus hombros la responsabilidad de 45 millones de espa?oles¡±, en alusi¨®n a la necesidad de preservar la estabilidad institucional ante la sucesi¨®n en la Corona, seg¨²n fuentes conocedoras del encuentro. En aquella ¨¦poca, Juan Carlos I estaba decidido a divorciarse y casarse con Larsen. La versi¨®n de Larsen es diferente: afirma que se sinti¨® intimidada y amenazada.
Todos en apuros
La guerra entre Larsen y el rey em¨¦rito continu¨® con altibajos tres a?os m¨¢s. Juan Carlos I, seg¨²n asegur¨® Larsen a la BBC, le hab¨ªa reclamado el dinero ¡ªlos 64,5 millones que le transfiri¨® en 2012¡ª cuando vio que no pod¨ªa recuperarla. ¡°En 2014 hizo intentos desesperados para que volviera con ¨¦l pero en cierto momento se dio cuenta de que no iba a volver y se puso completamente furioso. Pidi¨® que le devolviera todo. Creo que fue solo un berrinche¡±, dijo ella. ?l niega este extremo, seg¨²n su entorno.
En el verano de 2018 se produjo un hecho inesperado. Los digitales Ok Diario y El Espa?ol publicaron la conversaci¨®n grabada a Larsen tres a?os antes. El comisario Villarejo estaba en prisi¨®n desde hac¨ªa meses por la presunta comisi¨®n de un largo rosario de delitos y en medios judiciales se interpret¨® la filtraci¨®n y difusi¨®n de las cintas como un intento desesperado del expolicia para obtener la libertad que el juez Diego de Egea de la Audiencia no le conced¨ªa.
El juez abri¨® la pieza Carol para investigar las cintas, y semanas despu¨¦s la archiv¨® por falta de pruebas y por la inviolabilidad del rey. Pero en Ginebra el fiscal Yves Bertossa, que ley¨® en la prensa las acusaciones de Larsen, entr¨® con sus sabuesos a las oficinas de la gestora de fondos Rh?ne Gestion que dirige Arturo Fasana, una de las personas que Larsen se?alaba en las grabaciones como cerebro de la opaca estructura del rey em¨¦rito. En ese registro se encontr¨® la cuenta de la fundaci¨®n paname?a Lucum, tras la que se ocultaban los 65 millones recibidos por el rey em¨¦rito.
El director de Lucum era precisamente Dante Canonica, el abogado de Larsen, el hombre al que confes¨® inquietud en el acalorado cruce de correos. Las pesquisas del fiscal suizo obligaron ese mismo verano a una tregua entre el rey em¨¦rito y su expareja. Ella, Canonica y Fasana, el gestor de la cuenta de Juan Carlos I, estaban en serios apuros: Bertossa hab¨ªa bloqueado sus cuentas suizas y les hab¨ªa imputado por presunto blanqueo agravado de capitales, un delito que en Suiza implica hasta cinco a?os de c¨¢rcel.
Salvavidas y carta a La Zarzuela
El 8 de agosto de 2018, el rey em¨¦rito envi¨® un salvavidas a su examiga. Una breve carta en franc¨¦s dirigida a Canonica en la que aseguraba que Larsen no era su testaferro. Una declaraci¨®n con la que, tambi¨¦n, se proteg¨ªa a si mismo. ¡°Confirmo de nuevo que la donaci¨®n por mi parte a la se?ora Corinna Zu Sayn-Wittgenstein fue irrevocable. Esta ¨²ltima nunca ha retenido, desde la donaci¨®n, los activos transferidos en mi nombre. No he recibido por su parte ninguna cantidad. Nunca lo he pedido¡±, dec¨ªa.
Y el 18 de septiembre, Juan Carlos I escribi¨® una segunda carta. Esta vez manuscrita y dirigida a su primo ?lvaro de Orleans en la que le agradec¨ªa ¡°el prolongado gesto¡± de haber pagado durante a?os decenas de vuelos en aviones privados que sumaron m¨¢s de ocho millones. El fiscal hab¨ªa bloqueado, tambi¨¦n, las cuentas de Orleans y le hab¨ªa citado como testigo. El nombre de Orleans, tambi¨¦n, hab¨ªa salido de la boca de Larsen. La consultora le acusaba de ser el testaferro de Juan Carlos I. ?l lo niega.
Dinero por amor
Tres meses despu¨¦s, el 19 de diciembre de ese a?o, Can¨®nica y Larsen tuvieron que acudir a la Fiscal¨ªa Suiza. ¡°?Por qu¨¦ le entreg¨® Juan Carlos I esos 65 millones?¡±, pregunt¨® el fiscal a Larsen. ¡°Me ofreci¨® ese dinero por gratitud y por amor. Era consciente de que hab¨ªa hecho mucho por ¨¦l y hab¨ªa estado muy presente cuando le anunciaron su enfermedad. Quer¨ªa asegurar un buen futuro para mis hijos y para m¨ª. Pienso que hay una ¨²ltima raz¨®n: que a¨²n ten¨ªa la esperanza de recuperarme¡±, respondi¨® ella.
El 5 de marzo de 2019, los abogados de Larsen en Londres enviaron a Jaime Alfons¨ªn, jefe de la Casa del Rey, una carta en la que le informaban de la existencia de la fundaci¨®n Lucum y de la presencia de Felipe VI como beneficiario a la muerte de su padre. Seg¨²n La Zarzuela, la misiva ¡°no documentaba¡± su explosivo contenido. Semanas despu¨¦s, Felipe VI renunci¨® ante notario a cualquier derecho derivado de esta fundaci¨®n paname?a. ¡°La estrategia de Corinna era unir su futuro judicial al de Juan Carlos I y as¨ª sigue todav¨ªa¡±, afirma una persona cercana al exjefe del Estado.
Larsen, adem¨¢s del env¨ªo de esa carta hizo otros intentos que amigos de Juan Carlos I califican de ¡°desesperados¡± para afianzar su incierto futuro judicial con el de su expareja, pero ¡°se levant¨® un muro¡± y la guerra continu¨®. La presi¨®n de la consultora oblig¨® a Juan Carlos I a viajar a Londres a entrevistarse con ella para intentar llegar a un acuerdo, seg¨²n afirma una persona cercana al rey em¨¦rito. Entonces, nadie salvo ellos, sus gestores suizos, el fiscal Bertossa y La Zarzuela conoc¨ªan la existencia de la fundaci¨®n paname?a Lucum.
Un detective y 10 hombres de paja
En 2020, Larsen dio una arriesgada vuelta de tuerca a su estrategia. Contrat¨® a Mario Bero, el famoso y octogenario detective ginebrino due?o de Alp Services S.A., un veterano profesional con ojos y o¨ªdos en todos los charcos de la ciudad. El objetivo era investigar a 10 ¡°hombres de paja¡±, todos amigos de Juan Carlos I, destruir la reputaci¨®n del fiscal suizo que le investiga y limpiar en internet las noticias que da?an su reputaci¨®n. ¡°Juega a Robin de los Bosques ¨²nicamente por su gloria personal¡± [...] ¡°debemos arruinarle. Es un actor nefasto, no deber¨ªa estar autorizado a decidir el destino de las personas¡±, se?alan los correos de Larsen. La primera factura ascendi¨® a 130.000 francos suizos (unos 130.000 euros) por investigaciones en Espa?a, Liechtestein, Panam¨¢, Andorra y Francia. Un exempleado hacke¨® los ordenadores de Alp Services y envi¨® este y otros contratos a 40 personas.??????? Uno de los receptores fue el fiscal suizo.
Cuando este diario revel¨® la existencia de la fundaci¨®n Lucum y la donaci¨®n de los 65 millones a Larsen, Robin Rathmell, su abogado, respondi¨® que su cliente ¡°recibi¨® un regalo no solicitado del rey em¨¦rito, quien lo describi¨® como una forma de donaci¨®n para ella y para su hijo, con los cuales se hab¨ªa encari?ado. Hab¨ªa pasado varios a?os de mala salud durante los cuales nuestra cliente lo cuid¨®¡±.
La revelaci¨®n en EL PAIS y en The Telegraph de que Juan Carlos I y Felipe VI eran beneficiarios en las fundaciones Zagatka y Lucum oblig¨® a La Zarzuela a publicar un comunicado se?alando que Felipe VI hab¨ªa renunciado a la herencia de Juan Carlos I y que hab¨ªa retirado a su padre la asignaci¨®n presupuestaria. Pero la guerra, lejos de cesar, se prolong¨®. La exposici¨®n p¨²blica del caso, las nuevas indagaciones del fiscal suizo y la investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa del Tribunal Supremo sobre Juan Carlos I avivaron la batalla entre la empresaria y el rey em¨¦rito.
Los caminos judiciales de Larsen y Juan Carlos I parecen distintos. Ella sigue imputada por blanqueo de capitales en Suiza. ?l ya conoce que la Fiscal¨ªa del Supremo archivar¨¢ proximamente sus diligencias y desea su regreso de Abu Dabi (Emiratos ?rabes Unidos) a Espa?a. La demanda de Larsen en Londres contra Juan Carlos I se interpreta en el entorno m¨¢s proximo del exjefe del Estado como otra batalla m¨¢s de la empresaria para unir su futuro judicial al de su expareja. Cuando los tribunales brit¨¢nicos decidan, vendr¨¢n otras contiendas. La guerra previsiblemente continuar¨¢.
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