El PSOE negocia con sus aliados m¨¢s cambios en la reforma de la ¡®ley mordaza¡¯
Los socios parlamentarios por la izquierda reclaman m¨¢s control sobre las actuaciones policiales y prohibir las pelotas de goma
La situaci¨®n se repite a menudo para el Gobierno: presenta una medida que concita un rechazo furioso de la derecha y cuando la lleva al Congreso se encuentra con que sus aliados parlamentarios la consideran insuficiente. Ha pasado con el proyecto de ley de memoria democr¨¢tica ¡ªcongelado a la espera de abrir nuevas negociaciones¡ª, est¨¢ pasando con la reforma laboral y va a pasar con la reforma de la ley mordaza, cuyos trabajos comenzaron este mi¨¦rcoles en la ponencia creada para su elaboraci¨®n en el Congreso. En este caso, las desavenencias parecen ser menores. El portavoz de ERC, Gabriel Rufi¨¢n, admiti¨® la ¡°buena predisposici¨®n¡± del PSOE a negociar las peticiones de su grupo, al tiempo que fustigaba al Gobierno por la reforma laboral.
El solo anuncio de la reforma de la ley mordaza llev¨® a miles de polic¨ªas, arropados por dirigentes de PP, Vox y Ciudadanos, a manifestarse el pasado 27 de noviembre. Los sindicatos policiales y la derecha coinciden en denunciar que se va a desproteger a los miembros de las fuerzas de seguridad. Los puntos b¨¢sicos de esa reforma, pactados por PSOE y Unidas Podemos para desbloquear un asunto que llevaba m¨¢s de tres a?os empantanado en el Congreso, a¨²n deben ser negociados ahora con los grupos parlamentarios. Y los aliados del Gobierno por la izquierda piden modificaciones m¨¢s a fondo
El paquete de enmiendas de ERC, el grupo m¨¢s numeroso de los potenciales respaldos del Ejecutivo, reclama mayores controles sobre las actuaciones policiales. Piden, por ejemplo, la prohibici¨®n de disparar pelotas de goma, frente al texto pactado por PSOE y Unidas Podemos, que se limita a recomendar el uso de los ¡°medios menos lesivos¡±. Pretenden endurecer las sanciones a los polic¨ªas que se extralimiten y facilitar que la Fiscal¨ªa controle las actuaciones de los agentes de seguridad.
Estos asuntos centran las demandas de ERC, seg¨²n apunt¨® Rufi¨¢n sin entrar en m¨¢s detalles para no perjudicar, aleg¨®, las negociaciones ya en marcha. Hay otras enmiendas de Esquerra susceptibles de causar fricciones entre los dos partidos del Gobierno, como la que pide suprimir la disposici¨®n que legaliza las devoluciones en caliente de inmigrantes. Unidas Podemos comparte esa reivindicaci¨®n, aunque, ante la falta de acuerdo con el PSOE, ambos acordaron remitir el asunto a una futura reforma de la ley de extranjer¨ªa.
El texto base sobre el que trabajan los grupos es una proposici¨®n de ley presentada por el PNV hace cuatro a?os y que, entre las discrepancias pol¨ªticas y las sucesivas disoluciones del Congreso, nunca fructific¨®. La iniciativa de los nacionalistas vascos ya recog¨ªa algunos de los puntos pactados ahora por los dos partidos del Gobierno, como retirar las sanciones a quienes se manifiestan de forma ¡°espont¨¢nea¡± tras un hecho concreto o levantar las restricciones a tomar im¨¢genes de las actuaciones policiales.
El otro aliado vasco, EH Bildu, sostiene que, como en el caso de la reforma laboral, el Gobierno ha incumplido su promesa de ¡°derogar¡± la ley del PP. La izquierda abertzale coincide en varias de sus reclamaciones con ERC, como la prohibici¨®n de las pelotas de goma, y a?ade otras, entre ellas retirar a los funcionarios de prisiones la condici¨®n de agentes de la autoridad.
La posici¨®n del Gobierno qued¨® fijada en una serie de enmiendas conjuntas de PSOE y Unidas Podemos al texto base del PNV. Los partidos del Ejecutivo abogan por reducir de seis a dos horas el tiempo de retenci¨®n de una persona que no se haya podido identificar. Se establecen requisitos m¨¢s rigurosos para los cacheos, se retiran las sanciones por protestas ¡°espont¨¢neas¡± y la mayor¨ªa de las limitaciones a tomar im¨¢genes de las actuaciones policiales. Los agentes seguir¨¢n teniendo presunci¨®n de veracidad, aunque para ello deban ofrecer un relato ¡°coherente, l¨®gico y razonable¡±.
Adem¨¢s de las enmiendas conjuntas, cada grupo ha presentado las suyas particulares. Las de Unidas Podemos no alteran los puntos b¨¢sicos pactados con el PSOE, ni entran en los asuntos que m¨¢s dividen a ambas formaciones. Se centran en puntos como reducir a infracci¨®n leve el consumo o la tenencia de drogas en la v¨ªa p¨²blica.
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