La comisi¨®n de secretos no tiene secreto
El ¡®caso Pegasus¡¯ presiona al Gobierno para regular las materias clasificadas, un asunto siempre aplazado en 40 a?os de democracia
I?aki Anasagasti, exportavoz parlamentario del PNV y 18 a?os diputado, lo expone con sarcasmo en su blog en el diario Deia: ¡°Lo m¨¢s parecido a la guerra de Gila son las reuniones de la comisi¨®n de secretos oficiales del Congreso de los Diputados. Una reuni¨®n que tiene 30 periodistas en la puerta, y tras la reuni¨®n de la comisi¨®n, esos 30 periodistas har¨¢n 30 llamadas a los 10 miembros de la actual comisi¨®n de secretos, no es una reuni¨®n secreta, es un coladero¡±.
El pasado jueves, ante la puerta de la sala donde la jefa de los servicios secretos, Paz Esteban, informaba a los 10 portavoces de los grupos parlamentarios sobre el caso Pegasus, hab¨ªa incluso m¨¢s de 30 periodistas. Y, por supuesto, hicieron su trabajo: preguntar a todo el que pudieron. ?Se puede decir que fue un coladero? Trascendi¨® lo principal: que el CNI reconoci¨® haber intervenido, con autorizaci¨®n judicial, 18 tel¨¦fonos de personas vinculadas al movimiento independentista catal¨¢n, entre ellos el del actual presidente de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, cuando era n¨²mero dos del Govern en 2019. De los detalles de la documentaci¨®n mostrada por Esteban ¨Dfechas exactas y motivos alegados para interceptar las comunicaciones¨D apenas se ha sabido nada m¨¢s.
La reuni¨®n a puerta cerrada de la jefa del CNI con los grupos parlamentarios hab¨ªa estado precedida de la polvareda por la entrada en esa comisi¨®n de los independentistas catalanes y de EH Bildu. En cuanto empezaron a conocerse algunos de los datos presentados por Esteban, Vox y Ciudadanos amenazaron a esos grupos con denunciarlos por revelaci¨®n de secretos. Lo que estaba sucediendo tampoco era nada novedoso: siempre se han conocido fragmentos de lo que se ha hablado detr¨¢s de una de esas imponentes puertas del palacio de las Cortes. No hay m¨¢s que consultar las informaciones publicadas sobre la anterior reuni¨®n de la comisi¨®n, en julio de 2018, cuando el entonces director del CNI, F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, relat¨® a los grupos sus averiguaciones sobre los negocios entre el rey em¨¦rito y Corinna Larsen.
¡°Siempre sucede lo mismo: se cuenta el pecado, pero no el pecador¡±, resume Gaspar Llamazares, con a?os de experiencia en esa comisi¨®n. El que fue l¨ªder de IU se?ala que, m¨¢s all¨¢ de las reglas estrictas, ha funcionado una especie de acuerdo t¨¢cito: ¡°Ellos [el CNI] te cuentan el 50% y dan por hecho que de ah¨ª saldr¨¢ fuera el 20%¡±.
Los m¨¢s cr¨ªticos sostienen que en esos encuentros a puerta cerrada tampoco se desvelan grandes misterios. ¡°Yo he estado ah¨ª y jam¨¢s se ha contado un secreto¡±, reproch¨® hace d¨ªas el portavoz del PNV, Aitor Esteban, a la ministra de Defensa, Margarita Robles. El que fue portavoz parlamentario de ERC y es ahora profesor de Derecho Constitucional, Joan Ridao, escribi¨® en este peri¨®dico: ¡°No se informa de nada relevante y mucho menos de un secreto¡±.
Los equ¨ªvocos sobre este ¨®rgano parlamentario comienzan por el nombre: no existe ninguna comisi¨®n de secretos oficiales como tal. Su denominaci¨®n es Comisi¨®n de Gastos Reservados, y se cre¨® en 1995 cuando el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, acosado por el esc¨¢ndalo del exdirector de la Guardia Civil Luis Rold¨¢n, decidi¨® abrir una puerta a que el Parlamento fiscalizase los fondos opacos del Ministerio del Interior. Siete a?os despu¨¦s, el Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar promovi¨® otras dos leyes para regular el CNI que otorgaban a ese ¨®rgano parlamentario potestades de control sobre el servicio secreto. Tambi¨¦n en ese caso se actuaba a rebufo de otro esc¨¢ndalo de la ¨¦poca de Gonz¨¢lez, las escuchas a personalidades pol¨ªticas, incluido el rey Juan Carlos, que forzaron a dimitir en 1995 al director de lo que se llamaba a¨²n CESID, Emilio Alonso Manglano.
Fue en 2004 cuando el presidente del Congreso, el socialista Manuel Mar¨ªn, estableci¨® la norma de que los miembros de la comisi¨®n deb¨ªan ser elegidos por una mayor¨ªa cualificada de 210 diputados, es decir, tres quintos de la C¨¢mara. En los a?os siguientes, seg¨²n se recrudec¨ªa el desaf¨ªo independentista en Catalu?a, el PP comenz¨® a poner obst¨¢culos a la presencia de diputados de esos grupos. Aun as¨ª, acab¨® entrando el anterior portavoz de ERC, Joan Tard¨¤. En la actual legislatura, el PP bloque¨® la designaci¨®n de los miembros de la comisi¨®n para vetar a ERC y EH Bildu. Hasta que, con el estallido del caso Pegasus, la actual presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, cambi¨® la norma para permitir que la comisi¨®n se elija simplemente con mayor¨ªa absoluta.
Motivaciones gen¨¦ricas
Comisiones de este tipo existen en el Senado de EE UU, en el Parlamento brit¨¢nico o en la Asamblea francesa. Y todas deben lidiar con la misma contradicci¨®n: c¨®mo gestionar los secretos de Estado en un lugar como el Parlamento, cuya funci¨®n exige transparencia. Diego L¨®pez Garrido, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional y miembro de la comisi¨®n en su ¨¦poca de portavoz socialista, no pone el foco en el funcionamiento de esta, sino en un marco legal que aboga por reformar. Empezando por el de los servicios de inteligencia: ¡°El CNI puede pedir autorizaci¨®n a un juez para intervenir comunicaciones apelando a una amenaza a la integridad territorial de Espa?a o a la estabilidad del Estado de derecho. No es como la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que obliga a la polic¨ªa a presentar al juez indicios de delito. Aqu¨ª se alude a conceptos mucho menos precisos, en los que puede caber casi todo. Por eso, lo que ha hecho el CNI es perfectamente legal. Necesitamos definir mejor en qu¨¦ circunstancias puede intervenir comunicaciones¡±, defiende.
L¨®pez Garrido es una de las voces que reclaman desde hace a?os una nueva Ley de Secretos Oficiales para sustituir a la vigente, una norma franquista de 1968 apenas retocada en 1978, precisamente con el fin de introducir la potestad del Parlamento para acceder a las materias reservadas. Esa ley consagra una anomal¨ªa entre las democracias: la inexistencia de un plazo de tiempo tras el cual los documentos declarados secretos se desclasifican autom¨¢ticamente. En este asunto no hay formaci¨®n m¨¢s beligerante en el Congreso que el PNV. El grupo vasco ha insistido varias veces con una proposici¨®n de reforma de la ley. La ¨²ltima fue admitida a tr¨¢mite en julio de 2020. El PSOE la apoy¨®, aunque desde entonces no ha cesado de posponer los trabajos para elaborarla. Con el caso Pegasus, los aliados parlamentarios del Gobierno van a redoblar su presi¨®n para abrir el acceso a esa zona del Estado que lleva 40 a?os a oscuras.
Ciudadanos denunciar¨¢ a Rufi¨¢n por revelaci¨®n de secretos
Ciudadanos presentará este martes en la Fiscalía General del Estado una denuncia contra el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, por revelación de secretos oficiales, después de que el jueves trascendieran algunas informaciones tratadas en la comisión de gastos reservados del Congreso sobre el asunto del espionaje a políticos. Será el vicesecretario general de Cs y portavoz del grupo parlamentario, Edmundo Bal, quien acuda a la Fiscalía a presentar esta denuncia, en la que se señala individualmente a Rufián, han confirmado fuentes de esta formación, aunque en el escrito se recoge una comunicación genérica de las filtraciones y se adjunta un dosser de prensa para que se investiguen todas las filtraciones que se hubieran podido producir.
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