El Gobierno se lanza contra la gesti¨®n sanitaria de Ayuso por contratar menos m¨¦dicos de primaria que las dem¨¢s comunidades

Siempre hubo muchas dudas en el Gobierno de coalici¨®n sobre c¨®mo enfrentarse a Isabel D¨ªaz Ayuso, un fen¨®meno que en el Ejecutivo se asimila al de Donald Trump y que sistem¨¢ticamente busca la confrontaci¨®n con Pedro S¨¢nchez, incluso llegando al extremo de se?alar que el presidente, como el aut¨®crata nicarag¨¹ense Daniel Ortega, quiere encarcelar a la oposici¨®n. El Gobierno ha decidido ahora salir en tromba contra Ayuso no tanto por sus exabruptos dial¨¦cticos, que tambi¨¦n, sino sobre todo por su gesti¨®n de la sanidad, que la est¨¢ desgastando hasta el punto de que se ha visto obligada a destituir al gerente adjunto de atenci¨®n primaria mientras otros altos cargos dimit¨ªan en plena huelga de sanitarios, que ahora se ampl¨ªa.

El Ejecutivo, que normalmente nunca entra en cuestiones de gesti¨®n de las autonom¨ªas en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, ha preparado este martes una serie de gr¨¢ficos y datos, que ha exhibido la ministra de Sanidad, Carolina Darias, para demostrar que el problema de la sanidad madrile?a no es que haya pocos m¨¦dicos para poder ser contratados, como sostiene Ayuso, sino que ha habido un error de planificaci¨®n del Gobierno de esta comunidad, que seg¨²n La Moncloa ha ido en sentido contrario al de otras autonom¨ªas y ha reducido los m¨¦dicos de primaria mientras las dem¨¢s los aumentaban.

En plena tormenta, Madrid ha vuelto a anunciar m¨¢s bajadas de impuestos mientras sigue exigiendo m¨¢s financiaci¨®n al Gobierno central. El consejero de Hacienda, Javier Fern¨¢ndez Lasquetty, que precisamente era el responsable de la sanidad madrile?a en la otra gran huelga de sanitarios, la de 2014, que acab¨® con su dimisi¨®n, ha anunciado un plan con seis nuevas deducciones fiscales de las que se beneficiar¨¢n alrededor de 700.000 madrile?os y supondr¨¢n 92 millones de euros de rebaja, seg¨²n ha explicado. En plena tensi¨®n m¨¢xima con los empleados p¨²blicos de la sanidad madrile?a, que reclaman m¨¢s medios humanos y materiales, Lasquetty ha reivindicado que en los ¨²ltimos 18 a?os -esto es desde que lleg¨® Esperanza Aguirre al Gobierno de Madrid, porque los anteriores del PP con Alberto Ruiz Gallard¨®n no los cuenta- se han rebajado hasta en 60.000 millones de euros los impuestos. Madrid insiste en que el problema de la Sanidad es de falta de m¨¦dicos y asegura que no es su responsabilidad, sino del Estado, algo que el Gobierno ha rechazado de plano con varios datos.

Darias primero reproch¨® a Ayuso, sin mencionarla, que se haya enfrentado a los sanitarios en vez de buscar un acuerdo con ellos. ¡°Este Gobierno va a estar del lado de los profesionales sanitarios, que siempre han dado lo mejor de s¨ª mismos. No vamos a estar con quien los se?ala ni quien los acusa. Cuando hay un conflicto hay que tender puentes y no echar gasolina¡±, ha se?alado.

Pero despu¨¦s, la ministra ha tratado de desmontar los argumentos de Ayuso y responsabilizarla por los problemas en la atenci¨®n primaria que est¨¢ sufriendo Madrid. ¡°Estamos haciendo un gran esfuerzo para reformar cada una de las capacidades de los profesionales, tambi¨¦n el desarrollo profesional. Hemos incrementado la formaci¨®n. Estamos revirtiendo los recortes que hizo el PP. Sabemos que tenemos que inyectar m¨¢s m¨¦dicos al sistema de salud. Una de las especialidades deficitarias es familia, y ah¨ª vemos que hay un esfuerzo en toda Espa?a para incrementar los m¨¦dicos de familia, excepto en Madrid. Esta comunidad es la ant¨ªtesis de todo lo que se ha hecho en el resto de Espa?a¡±, ha asegurado Darias mientras mostraba un gr¨¢fico que avalaba esa afirmaci¨®n.

¡°En todo el pa¨ªs desde 2018 [cuando lleg¨® Pedro S¨¢nchez al poder] ha ido aumentando un 36% la oferta en familia, pero en Madrid hay una disminuci¨®n de un 2% de la oferta de plazas de medicina de familia y comunitaria. ?Alguien entiende que Madrid no solamente no siga la estela sino que vaya a la contra? En sanidad hay que gestionar y planificar. En 2018 Madrid dej¨® 37 plazas sin ofertar¡±, ha rematado Darias.

La ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, tambi¨¦n record¨® que Madrid o Cantabria, donde tambi¨¦n hay huelgas, no puede alegar la excusa de falta de financiaci¨®n para sus problemas en la sanidad. La ministra ha asegurado que en 2023 la financiaci¨®n de las autonom¨ªas aumentar¨¢ un 24%, y tambi¨¦n el l¨ªmite de gasto. ¡°Por tanto, las cuestiones que tengan que ve con la cobertura de plazas asistenciales o el malestar en algunos territorios se debe a otros motivos, pero no a que haya una financiaci¨®n que les impida desarrollar sus competencias¡±, ha concluido la responsable de Hacienda.

Varias horas despu¨¦s lleg¨® la respuesta de Madrid. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, el m¨¢s expuesto pol¨ªticamente en esta crisis, asegur¨® que la ministra Darias ¡°manipula a la opini¨®n p¨²blica desde la rueda de prensa del Consejo de Ministros¡±. Escudero asegura que Madrid cuenta con 4.000 profesionales m¨¢s que antes de la pandemia, y en concreto 641 profesionales m¨¢s solo en atenci¨®n primaria. ¡°Madrid planifica las plazas MIR con el objetivo de cubrirlas y garantizar una formaci¨®n de calidad, no para que queden descubiertas como ocurre en otras CCAA¡±, asegura el consejero.

La Atenci¨®n Primaria, sin embargo, sigue siendo el caballo de batalla en cuanto a los n¨²meros, ya que efectivamente se han sumado efectivos a una especialidad que lleva en los huesos mucho m¨¢s que una d¨¦cada. De hecho, casi el 92% de los facultativos indican haber sufrido o sufrir agotamiento emocional, el 86% el s¨ªndrome de despersonalizaci¨®n (cuando se empieza a notar menos empat¨ªa por los compa?eros y los pacientes) y el 73% una baja realizaci¨®n personal, seg¨²n datos que acaba de publicar el Observatorio de Salud Mental del Colegio de M¨¦dicos de Madrid (Icomem), tras realizar una encuesta a los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria y urgencias extrahospitalarias. Las organizaciones internacionales estiman que un m¨¦dico de familia debe atender al d¨ªa entre 20 y 25 pacientes, mientras que en Madrid se superan los 50. Esto provoca que solo 30 o 40 residentes de unos 300 decidan quedarse en Madrid cuando terminan sus cuatro a?os de residencia. Los dem¨¢s prueban suerte en otras especialidades, en otra comunidad u otro pa¨ªs, seg¨²n los datos recabados de todos los sindicatos. En 2021 y 2022, de los 443 m¨¦dicos de familia que terminaron su residencia, solo 37 eligieron quedarse. Y de los 155 pediatras que terminaron, solo 6 se quedaron.

La ofensiva del Gobierno no es solo contra Ayuso y su gesti¨®n sanitaria. En la misma rueda de prensa, la ministra portavoz, Isabel Rodr¨ªguez, tambi¨¦n ha cargado contra Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el presidente del PP, por seguir la estela de cuestionamiento democr¨¢tico de S¨¢nchez de la presidenta de Madrid. Rodr¨ªguez ha reprochado a Feij¨®o que en un coloquio en Argentina con el alcalde Buenos Aires, Horacio Rodr¨ªguez Larreta, acusara al presidente del Gobierno de querer controlar las instituciones en Espa?a. Feij¨®o hab¨ªa dicho: ¡°Es evidente que desprestigiar las instituciones en el interior es un sistema para ir cambiando el r¨¦gimen democr¨¢tico que se basa en una serie de contrapesos, con instituciones del Estado que han de permanecer gobierne quien gobierne¡±. Rodr¨ªguez le ha reprochado al l¨ªder popular: ¡°No solo est¨¢ hablando mal de Espa?a en el extranjero, sino que est¨¢ poniendo en cuesti¨®n la democracia espa?ola. Podr¨ªa hablar de que Espa?a es una democracia plena gracias a la lucha de nuestros abuelos, de crecimiento econ¨®mico, de liderazgo en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Pero ha decidido ir a otros pa¨ªses a hablar mal de Espa?a y cuestionar la democracia. Espa?a no merece a un partido en la oposici¨®n que crea que Espa?a no es una democracia. Feij¨®o se est¨¢ viendo arrastrado por Ayuso, que lo est¨¢ llevando a las posiciones m¨¢s extremas de la derecha o incluso de la derecha antidemocr¨¢tica. Es muy grave que el l¨ªder de la oposici¨®n vaya fuera de nuestro pa¨ªs a poner en cuesti¨®n la democracia haciendo un llamamiento al odio¡±.