El Gobierno congela la mesa de di¨¢logo con la Generalitat tras rebajar el castigo penal a los independentistas
ERC insiste en que se celebre, frente el relato gubernamental de que el ¡®proc¨¦s¡¯ se ha acabado
El Gobierno de Pedro S¨¢nchez da por concluido el proc¨¦s y tambi¨¦n la negociaci¨®n posterior con la Generalitat de Catalu?a para rebajar el castigo a sus responsables, que se ha saldado con la derogaci¨®n del delito de sedici¨®n y la rebaja de las penas por malversaci¨®n. Y no tiene ninguna prisa por convocar una nueva reuni¨®n de la mesa de di¨¢logo para seguir hablando del asunto. ¡°No hay fechas y no est¨¢ agendada¡±, son tajantes las fuentes gubernamentales consultadas por EL PA?S. El compromiso que el Ejecutivo adquiri¨® con la Generalitat en la ¨²ltima cumbre entre ambas administraciones, el pasado julio en Madrid, fue celebrar otro encuentro antes de que finalizara el a?o, pero en La Moncloa ya no lo consideran urgente. Subrayan que la ¡°desjudicializaci¨®n¡± que se acord¨® en el encuentro anterior se ha materializado con la reforma del C¨®digo Penal pactada por PSOE y ERC y aprobada por la v¨ªa de urgencia en el Parlamento la semana pasada, una decisi¨®n que ha provocado una importante incomodidad entre los socialistas ¡ªaunque la han respaldado en bloque, con contadas excepciones¡ª y el rechazo de los socios no nacionalistas del Gobierno.
¡°La mesa ha tenido sus frutos, con unos acuerdos que se han trasladado al Bolet¨ªn Oficial del Estado. Adem¨¢s, que no se re¨²na no significa que se haya roto el di¨¢logo¡±, insisten en el Gobierno, donde recalcan que el contacto entre los grupos parlamentarios de la coalici¨®n con ERC es continuo. Pero la mesa, desde la perspectiva del PSOE, ¡°ha quedado superada¡±. ERC, por el contrario, presiona para que se cumpla el calendario que Gobierno y Govern acordaron en verano.
La Moncloa y Ferraz, sede del PSOE, manejan tiempos muy diferentes a los del president de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y se resisten a fijar una fecha. La sensaci¨®n que dejan las conversaciones con diferentes dirigentes socialistas es que es poco probable que se produzca antes de las elecciones auton¨®micas y municipales de mayo, en las que el PSOE se juega todo su poder territorial. Pero no se cierran por completo.
Una reuni¨®n de la mesa podr¨ªa reavivar las cr¨ªticas y recelos entre los socialistas, que quieren pasar p¨¢gina cuanto antes de la pol¨¦mica reforma de los dos delitos ¡ªsobre todo el de malversaci¨®n, asociado directamente a la corrupci¨®n¡ª por los que fueron condenados los l¨ªderes del desaf¨ªo secesionista de 2017 y de la que tambi¨¦n se beneficiar¨¢n los dirigentes independentistas pendientes de juicio. La sedici¨®n, sancionada con hasta 15 a?os de prisi¨®n, desaparece del C¨®digo Penal. Y en paralelo se crea un nuevo delito de des¨®rdenes p¨²blicos agravados que tendr¨¢ una pena m¨¢xima de cinco a?os de c¨¢rcel y en el que, seg¨²n el Gobierno, encajar¨ªan los hechos del proc¨¦s. La malversaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, que se castigaba hasta ahora con hasta 12 a?os de prisi¨®n, tambi¨¦n se rebaja sustancialmente y tendr¨¢ un tope de cuatro a?os; e, incluso podr¨¢ saldarse sin penas de c¨¢rcel, si no se prueba que el desv¨ªo de fondos ha producido un ¡°da?o o entorpecimiento grave del servicio p¨²blico¡±.
S¨¢nchez reiter¨® el jueves a los periodistas, durante la copa de Navidad en La Moncloa, que se trataba de una decisi¨®n ¡°arriesgada pero necesaria¡± para cerrar el horizonte judicial del proc¨¦s y favorecer as¨ª, seg¨²n su visi¨®n, la convivencia en Catalu?a. ¡°Asistimos no al final del independentismo pero s¨ª al final del proc¨¦s. Y con un mensaje pol¨ªtico muy potente: Junts reprocha a ERC que reconozca que lo que hicieron en 2017 fue delito¡±, destac¨® el presidente en los corrillos informales con periodistas. Pero la insistencia de ERC en que el Gobierno asuma la propuesta de que se celebre otra consulta de autodeterminaci¨®n (esta vez pactada) y que el Estado est¨¦ obligado a negociar la independencia si el 55% de los catalanes la apoya es otro factor que dificulta la celebraci¨®n de la mesa, al menos de forma inminente.
La primera reuni¨®n de la mesa de di¨¢logo fue en febrero de 2020 en Madrid, entre S¨¢nchez y el entonces president Quim Torra; la segunda, en septiembre de 2021 en Barcelona. Y la ¨²ltima de nuevo en La Moncloa sin S¨¢nchez ni Aragon¨¨s. Junts nunca ha participado, ni siquiera cuando formaba parte del Govern, mostr¨¢ndose siempre cr¨ªtico con ese foro y con la estrategia de ERC de aparcar la unilateralidad.
¡°La carpeta catalana est¨¢ cerrada¡±, dicen fuentes del Gobierno. Pero en el Palau de la Generalitat ponen en cuarentena ese rechazo tan tajante de La Moncloa y recuerdan que ambas partes acordaron en verano que se reunir¨ªan para refrendar los acuerdos en favor de la ¡°desjudicializaci¨®n¡± que se pactaran en el Congreso. Las fuentes republicanas consultadas entienden que los dos Ejecutivos comparten la idea de que es ahora cuando se abre realmente la negociaci¨®n sobre el encaje pol¨ªtico entre Catalu?a y Espa?a, una vez se soslaya la ¡°desigualdad¡± que implicaba que una de las partes tuviera ¡°represaliados¡±.
Aragon¨¨s asegur¨® el mi¨¦rcoles, durante la sesi¨®n de control en el Parlament, que aunque ser¨ªa leal en la defensa de la autonom¨ªa del poder legislativo tras el veto del Tribunal Constitucional al debate y votaci¨®n de las enmiendas para la reforma de su propia renovaci¨®n, s¨ª identificaba ¡°oportunidades¡± para el independentismo en la crisis institucional que se hab¨ªa desatado. Fuentes del Palau puntualizan que Aragon¨¨s se refer¨ªa a la necesidad del Gobierno de contar con la mayor¨ªa de la investidura para sacar adelante m¨²ltiples reformas y es en esa posibilidad de presi¨®n donde creen en ERC que el Gobierno no podr¨¢ escaparse de sus compromisos.
En las filas republicanas discrepan de La Moncloa y se muestran confiados en que antes de fin de a?o habr¨¢ una reuni¨®n de la mesa de di¨¢logo, en Barcelona, en la que el orden del d¨ªa pase por refrendar lo conseguido en el Congreso y el Senado con la reforma del C¨®digo Penal. La direcci¨®n de ERC recuerda c¨®mo el Gobierno negaba en verano por pasiva y por activa cualquier retoque del delito de sedici¨®n. Esquerra logr¨® al final su derogaci¨®n. O las veces que el Gobierno central, ¡°hasta 24 horas antes¡±, negaba reuniones que se terminaban produciendo. As¨ª pues, creen que el historial les acabar¨¢ dando la raz¨®n.
En el Govern aceptan que S¨¢nchez ha cumplido con el fondo de los compromisos, pero ven importante tambi¨¦n cuidar las formas. Tanto Aragon¨¨s como la secretaria general de ERC, Marta Rovira, huida en Suiza, han aceptado p¨²blicamente la dificultad de lograr acuerdos en 2023, un a?o a rebosar de citas electorales y que concluir¨¢ con las generales. Incluso a los propios republicanos, que ven a los socialistas como el contrincante a derrotar en los comicios municipales, les es necesario marcar distancias. Pero, al mismo tiempo, en ERC insisten en vender como una carta solvente el hecho de haber logrado resultados en la v¨ªa dialogada. Las im¨¢genes de otra reuni¨®n de la mesa de di¨¢logo antes de que acabe el a?o, o a principios del que viene, les resultar¨ªan ¨²tiles.
Para los republicanos tambi¨¦n es importante combatir el relato gubernamental de que el proc¨¦s se ha acabado. Un relato en el que el propio S¨¢nchez y pesos pesados del Gobierno como el ministro de Presidencia, F¨¦lix Bola?os, han insistido en varias intervenciones p¨²blicas. Para ERC la desjudicializaci¨®n era el primer paso necesario para lograr ¡°igualdad¡± entre las partes. Ya sin la amenaza de la ¡°represi¨®n¡± en la pol¨ªtica, afirman, es hora de abordar el centro del problema pol¨ªtico. Su propuesta es la del refer¨¦ndum, algo que rechaza tajantemente el Gobierno. S¨¢nchez ha repetido hasta la saciedad que en Catalu?a no habr¨¢ ninguna consulta de autodeterminaci¨®n porque no la contempla la Constituci¨®n y porque la soluci¨®n a la crisis territorial son los proyectos integradores y no los rupturistas: ¡°Estamos en un momento de cierre de una etapa e inicio de una nueva. Espa?a no se va a romper¡±, ha dicho.
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