Los forenses entran este lunes por primera vez en las criptas de Cuelgamuros para exhumar a 128 v¨ªctimas reclamadas por sus familias

Un equipo multidisciplinar de 15 t¨¦cnicos va a iniciar este lunes, seg¨²n adelanta EL PA?S, las tareas de exhumaci¨®n en el Valle de Cuelgamuros ¡ªel nombre que adquiri¨® en 2022 el Valle de los Ca¨ªdos¡ª para tratar de recuperar los restos reclamados por familiares de 128 v¨ªctimas de la Guerra Civil; la mayor¨ªa, represaliados del franquismo. Fausto Canales, que tiene a su padre y a su t¨ªo enterrados en el mausoleo, lleva 20 a?os esperando este momento. En el interior de la bas¨ªlica se ha instalado un completo laboratorio forense, con aparato de rayos X, microscopios, herramientas de medici¨®n, mesas e iluminaci¨®n especiales para que los expertos puedan trabajar. En la operaci¨®n, impulsada por el Gobierno para cumplir la Ley de Memoria Democr¨¢tica, participan, adem¨¢s de seis forenses, un grupo de arque¨®logos, odont¨®logos, genetistas y cuatro miembros de la polic¨ªa cient¨ªfica, cuya misi¨®n espec¨ªfica consiste en ayudar a identificar las cajas en las que est¨¢n enterradas las v¨ªctimas si los n¨²meros de inscripci¨®n no se aprecian bien a simple vista.

En diciembre, operarios de la empresa p¨²blica Tragsa, arquitectos y otros especialistas de Patrimonio Nacional comenzaron a acondicionar el ¨¢rea para proteger el retablo, asegurar las estructuras arquitect¨®nicas y garantizar la seguridad de los t¨¦cnicos, que trabajar¨¢n con equipos de protecci¨®n individual, gafas, mascarilla, guantes y botas de aislamiento. Se han colocado, adem¨¢s, filtros de aire para minimizar la aspiraci¨®n del polvo en suspensi¨®n en la zona de los columbarios.

Llegar hasta aqu¨ª no ha sido f¨¢cil. Al igual que ocurri¨® con la exhumaci¨®n de la tumba del dictador Francisco Franco, en octubre de 2019, el proceso fue paralizado en los juzgados durante meses. En un primer momento, por grupos franquistas y antimemorialistas, y despu¨¦s, por la alcaldesa de San Lorenzo de El Escorial, Carlota L¨®pez Esteban, del PP, quien se neg¨® a autorizar la licencia de obra para intervenir en las criptas y lleg¨® a declarar ante un juez acusada de prevaricaci¨®n el 25 de enero. El Tribunal Supremo no admiti¨® a tr¨¢mite en marzo el ¨²ltimo recurso de la Fundaci¨®n Franco para tratar de imponer medidas cautelares y suspender los trabajos. La llamada Asociaci¨®n para la Defensa del Valle de los Ca¨ªdos amenaza con querellas por profanaci¨®n.

El dispositivo se ha dise?ado para atender las 128 reclamaciones de restos presentadas por familiares de v¨ªctimas pertenecientes a ambos bandos, el franquista y el republicano, siendo este ¨²ltimo el grupo mayoritario. En la capilla del Santo Sepulcro, donde van a empezar a intervenir este lunes, se busca a 78; y en la del Sant¨ªsimo, donde se intervendr¨ªa en una segunda fase, a 39. Hay tambi¨¦n restos de v¨ªctimas en otras criptas, donde los t¨¦cnicos entrar¨¢n m¨¢s adelante. En Cuelgamuros fueron enterradas, en total, 33.847 personas, el equivalente a la ciudad de Teruel.

Cuando Franco ide¨® el monumento para inmortalizar su victoria en la Guerra Civil, pensaba que las obras iban a prolongarse cinco a?os, pero fueron 19 y, para entonces, muchas viudas de los ¡°ca¨ªdos por Dios y por Espa?a¡±, como las de los asesinados en Paracuellos, rechazaron el traslado de los restos al mausoleo. El Ministerio de la Gobernaci¨®n pidi¨® entonces por carta a los ayuntamientos cuerpos para introducir en las criptas, y muchos de ellos contestaron que no ten¨ªan v¨ªctimas franquistas pero s¨ª ¡°fosas del ej¨¦rcito rojo¡±. El r¨¦gimen acept¨® y por todo el territorio nacional, sin que sus familiares lo supieran, se abrieron fosas comunes de republicanos para trasladar los cad¨¢veres al Valle. En alg¨²n caso, como ocurri¨® en la fosa donde hab¨ªa sido enterrado, junto a otras seis personas, Valerico Canales, el padre de Fausto, se dejaron, con las prisas, un cr¨¢neo, v¨¦rtebras, piezas dentales¡­ que fueron descubiertas por los descendientes en 2003.

Cuando, con el paso de los a?os, ya en democracia, los familiares de las v¨ªctimas descubrieron que los restos hab¨ªan sido trasladados al Valle de los Ca¨ªdos, ahora llamado de Cuelgamuros, comenzaron a reclamar su traslado. En 2016, Manuel Lape?a obtuvo una sentencia a favor de la exhumaci¨®n de su padre y de su t¨ªo, pero muri¨® en 2021, a los 97 a?os, sin haber podido cumplir su deseo por la catarata de recursos presentados por grupos profranquistas y antimemorialistas. Su hija, Purificaci¨®n Lape?a, ha continuado su lucha. Otros familiares que reclaman los restos tienen tambi¨¦n una edad muy avanzada, como Mercedes Abril, de 89 a?os, que quiere recuperar a su padre.

El r¨¦gimen estableci¨® cuatro clases de muertos: A, B, C y D, seg¨²n d¨®nde estuvieran enterrados y si estaban o no identificados. Solo para mover cad¨¢veres de la clase A era necesaria la ¡°conformidad familiar¡±. Los restos se introdujeron en cajas de madera individuales, de 60 x 30 x 30 cent¨ªmetros, o colectivas, de 120 x 60 x 60 cent¨ªmetros, con anotaciones sobre su lugar de origen. El equipo t¨¦cnico designado ahora por el Gobierno ha analizado con unas p¨¦rtigas con c¨¢mara c¨®mo se encuentran los columbarios, y en algunos niveles ¡ªen el interior de la cripta hay cinco¡ª el estado es mejor de lo que esperaban. Aprovechar¨¢n la b¨²squeda de los restos reclamados para limpiar y renovar otras cajas que pudieran estar deterioradas. Solo las correspondientes a las reclamaciones familiares ser¨¢n trasladadas al laboratorio en el interior de la bas¨ªlica para proceder al an¨¢lisis antropol¨®gico.

M¨¦todo de trabajo y cadena de custodia

La historiadora Queralt Sol¨¦, autora de varios estudios sobre el Valle de Cuelgamuros, ha realizado, junto al historiador David Tormo, una investigaci¨®n espec¨ªfica sobre la biograf¨ªa y el recorrido de las v¨ªctimas, cuyos restos reclaman las familias. Los seis forenses (Elisa Cabrerizo, Enrique Dorado, Ignasi Galt¨¦s, Elisa Ruiz-Tagle, Jos¨¦ Luis Prieto y Fernando Serrulla), de amplia experiencia, seguir¨¢n el protocolo de Minnesota de Naciones Unidas para garantizar el correcto registro y la cadena de custodia de los restos. Entre la zona de los columbarios y el laboratorio se han construido sendas esclusas de aislamiento. Las cajas ser¨¢n limpiadas con aspiraci¨®n, examinadas por la polic¨ªa cient¨ªfica (el exterior) y por los forenses, que decidir¨¢n cu¨¢l es la mejor pieza (un hueso, un diente...) para tomar una muestra. En esta primera fase, de Cuelgamuros no saldr¨¢n, en ning¨²n caso, esqueletos, sino esas muestras que se analizar¨¢n en el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa para cotejarlas con las muestras gen¨¦ticas de los familiares.

Dentro de la cripta, las cajas est¨¢n dispuestas en cinco niveles de altura y, por seguridad, se trabajar¨¢ de abajo a arriba. Comienzan por la capilla del Santo Sepulcro porque es la que alberga el mayor n¨²mero de reclamaciones de restos y porque en ella se cree que fueron inhumados los hermanos Lape?a y en ese caso hay una sentencia judicial pendiente de cumplimiento desde 2016. Toda la informaci¨®n recabada se documentar¨¢ en un informe pericial que integre los documentos elaborados por los distintos especialistas, que contar¨¢n con el apoyo de un consejo asesor presidido por el secretario de Estado de Memoria Democr¨¢tica, Fernando Mart¨ªnez, e integrado, entre otros, por los directores del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses y el Instituto de Medicina Legal y uno de los mejores forenses del mundo, Francisco Etxeberria, al que Chile pidi¨® ayuda para examinar los restos del cantautor V¨ªctor Jara, los del expresidente Salvador Allende y los del poeta Pablo Neruda.

Fotogaler¨ªa | La cripta donde yacen los hermanos Lape?a, por dentro

Las fotos tomadas por el CSIC en 2018 para analizar si era posible exhumar a los hermanos Manuel y Ramiro Lape?a muestran el interior de la cripta de la capilla del Sepulcro

Los trabajos se prolongar¨¢n previsiblemente m¨¢s all¨¢ de las elecciones del 23 de julio, cuando el Ejecutivo estar¨¢ en funciones, pero a partir de ese momento su continuidad depende del Gobierno que salga de las urnas. El l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ha anunciado que derogar¨¢ la Ley de Memoria Democr¨¢tica si llega al Gobierno. Su eventual socio, Vox, ha sido especialmente beligerante contra la norma. El actual ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, de cuyo departamento depende la secretar¨ªa de Estado de Memoria Democr¨¢tica, insisti¨® la pasada semana en que permitir que las familias puedan recuperar los restos de sus seres queridos ¡°no es pol¨ªtica, es humanidad¡±, y subray¨® que ¡°un dem¨®crata¡± no deber¨ªa oponerse a los avances que ha supuesto la ley.

Las exhumaciones en las criptas del Valle de Cuelgamuros forman parte de un proceso de resignificaci¨®n del monumento franquista que arranc¨® en 2007, al prohibirse los actos de exaltaci¨®n de la Guerra Civil en sus inmediaciones; continu¨® en 2019 con el traslado de los restos de Franco, prosigui¨® con los de Primo de Rivera, fundador de Falange, en marzo, y deb¨ªa concluir con un centro de interpretaci¨®n o museo que sirva para explicar al visitante qu¨¦ era el nacionalcatolicismo y para qu¨¦ y por qui¨¦n (mano de obra presa) se construy¨® el monumento. El adelanto electoral ha salvado, de momento, a la comunidad benedictina, que iba a ser expulsada del recinto por un decreto del Gobierno al considerar ¡°incompatible¡± su presencia con los nuevos fines del monumento. La pir¨¢mide con la que el dictador quiso inmortalizar su victoria en 1939 se convertir¨¢, durante los pr¨®ximos meses, en un laboratorio forense.