Uno de cada cuatro reclusos que se suicid¨® en 2022 lo hizo en sus tres primeros meses en prisi¨®n

Un informe interno de la Secretar¨ªa General de Instituciones Penitenciarias sobre los 33 suicidios y 104 tentativas registrados en 2022 en los 81 centros dependientes del Ministerio del Interior revela que uno de cada cuatro de los reclusos que lograron quitarse la vida lo hizo cuando llevaba menos de tres meses encarcelado. Cuatro internos se suicidaron el mismo d¨ªa de su ingreso en la c¨¢rcel o en las siguientes 24 horas. El estudio, al que ha tenido acceso EL PA?S, destaca tambi¨¦n que los internos con delitos contra el patrimonio (categor¨ªa que incluye desde robos, estafas y sobornos a fraudes, blanqueo y corrupci¨®n) y de violencia de g¨¦nero encabezan las estad¨ªsticas hasta representar entre ambos m¨¢s del 75% de los casos.

El documento, enviado recientemente a los directores de todas las c¨¢rceles para que adopten estrategias para mejorar ¡°la detenci¨®n y prevenci¨®n¡± de los suicidios, detalla la influencia en las actitudes autol¨ªticas de variables como las adicciones a las drogas y el alcohol, los trastornos de personalidad o mentales, y la existencia de una ¡°situaci¨®n familiar negativa¡±. ¡°Las tendencias suicidas son provocadas por una multiplicidad de factores muy diversos. Rara vez es por un solo¡±, recalca una experta de Instituciones Penitenciarias. La tasa de suicidios por cada 100.000 habitantes se sit¨²a en Espa?a en 7,9 casos, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Entre la poblaci¨®n reclusa se multiplica por 10.

¡°Los presos preventivos y, sobre todo, los primarios [los que ingresan por primera vez en una c¨¢rcel] entran en prisi¨®n asustados, agobiados por desconocer el espacio y la gente con la que se van a relacionar. Se preguntan si ser¨¢ como se lo han contado, como se lo imaginan¡±, se?ala esta experta para describir el impacto que suponen los primeros momentos del encarcelamiento. Entre los internos que m¨¢s tratan de quitarse la vida en ese periodo inicial de la reclusi¨®n se encuentran los autores de delitos de violencia de g¨¦nero. ¡°A lo largo de los a?os se viene observando que [la comisi¨®n de este delito] es un factor de riesgo significativo como desencadenante del suicidio¡±, recoge el documento interno de Interior tras constatar que cuatro de los reclusos que se quitaron la vida en esos tres primeros meses ten¨ªan en su historial este delito.

Estas cifras suponen, de hecho, una ¡°sobrerrepresentaci¨®n¡± de este colectivo que, pese a ser el 16,6% de la poblaci¨®n penitenciaria ¨D7.804 internos en una poblaci¨®n de 46.994 personas ¨D protagoniz¨® el a?o pasado un tercio del total de suicidios que se produjo en las c¨¢rceles de Interior. El informe los califica de ¡°grupo de alto riesgo¡±. Desde el ?rea de Tratamiento y Gesti¨®n Penitenciaria del ministerio recuerdan que hay numerosos autores de estos delitos que se quitan la vida inmediatamente despu¨¦s de asesinar a su pareja o expareja (el a?o pasado lo hicieron 10 y otros nueve lo intentaron), ¡°pero otros demoran ese acto suicida a su entrada en prisi¨®n¡±.

No obstante, el estudio de Instituciones Penitenciarias tambi¨¦n pone el foco en otras variables. As¨ª, destaca que en los casos de 2022 hubo una ligera disminuci¨®n de la edad media de las personas fallecidas respecto a los del a?o anterior. Casi un 70% de ellos ten¨ªan entre 31 y 50 a?os. El estudio destaca que ninguna mujer (representan el 7% de la poblaci¨®n penitenciaria actual) se quit¨® la vida en prisi¨®n, aunque al menos una decena lo intentaron. En un tercio de los casos, el recluso hab¨ªa protagonizado incidentes con autolesiones o tentativas de suicidio previos. ¡°Es fundamental e important¨ªsimo recabar informaci¨®n sobre la existencia de estos antecedentes a la hora de valorar el riesgo¡±, a?ade el documento. Mayor incidencia han tenido los problemas de consumo de drogas o alcohol (en dos de cada tres casos), los trastornos de personalidad o mentales (en m¨¢s de la mitad de los casos) o la existencia de problemas familiares, de pareja o la ausencia de apoyo de su entorno (en un porcentaje similar). ¡°El fallecimiento de un familiar o la hospitalizaci¨®n de un hijo, por ejemplo, crea situaciones de estr¨¦s en los reclusos¡±, se?alan desde el ?rea de Tratamiento.

Junto a estos factores de riesgo, el estudio analiza dos datos vinculados directamente con la estancia en prisi¨®n. El primero es que en casi uno de cada cuatro casos el recluso que se hab¨ªa suicidado hab¨ªa estado previamente dentro del Programa de Prevenci¨®n de Suicidio (PPS, que el a?o pasado se aplic¨® en 4.686 ocasiones) por haber manifestado en alg¨²n momento tendencias autol¨ªticas. Por ello, Interior pide a los directores de las c¨¢rceles que se haga un seguimiento de estos internos una vez que abandonan este programa ¡°como m¨ªnimo al mes, a los tres meses y a los seis meses¡±.

Celdas acristaladas

El segundo es que en un tercio de los casos el recluso se quit¨® la vida cuando estaba en aislamiento, lo que representa el porcentaje ¡°m¨¢s elevado de los ¨²ltimos a?os¡±, destaca el informe. En este sentido, Instituciones Penitenciarias recuerda a los responsables de las c¨¢rceles que estas situaciones son siempre de ¡°alto riesgo¡±, sobre todo cuando el recluso se encuentra en ¡°un elevado estado de agitaci¨®n e impulsividad¡± o hay ¡°antecedentes autolesivos, trastornos de personalidad, consumo activo de sustancias [estupefacientes] etc¨¦tera¡±. En estos casos, Interior plantea utilizar ¡°celdas acristaladas¡± para facilitar el control y ¡°el aumento de la vigilancia¡± para observar m¨¢s a menudo el comportamiento del interno en la celda de aislamiento.

Instituciones Penitenciarias, que recuerda que ¡°los sentimientos de abandono y soledad son factores precipitantes en los fallecimientos de suicidio¡±, pide a los responsables de las prisiones que cuando se produzcan un suicidio consumado o una tentativa, se recabe de la familia del interno informaci¨®n ¡°para valorar adecuadamente las circunstancias de cada caso¡±. E incide en que la denegaci¨®n de un permiso de salida, un endurecimiento del r¨¦gimen de vida penitenciaria o el riesgo de una nueva condena son tambi¨¦n ¡°factores de riesgo habituales¡±, por lo que recuerda que las juntas de tratamiento ¨D¨®rganos formados por profesionales penitenciarios¨D ¡°han de ser sensible a la hora de valorar el impacto¡± de sus decisiones.

Por ¨²ltimo, el documento pide ¡°prestar especial atenci¨®n a las personas pertenecientes al colectivo LGTBI¡± al considerar que ¡°la convivencia de estas personas con el resto de poblaci¨®n penitenciaria¡± puede provocar una situaci¨®n de estr¨¦s que ¡°potencia sentimientos de incomprensi¨®n, marginaci¨®n o intolerancia. Estos sentimientos, junto con una presumible mayor inestabilidad emocional, puede abocarles a conductas autol¨ªticas desesperadas¡±, concluye.