Andaluc¨ªa prohibir¨¢ el uso del m¨®vil incluso para usos did¨¢cticos hasta 3? de la ESO

El 4 de diciembre la Junta de Andaluc¨ªa estableci¨® la limitaci¨®n de los dispositivos m¨®viles de los alumnos durante la jornada escolar y daba a los docentes la opci¨®n de requisarlos si se hac¨ªa un mal uso de ellos. La medida se adopt¨® sin consensuarla y sin avisar previamente a los centros educativos, muchos de los cuales ya ten¨ªan en funcionamiento reglas del uso de estos aparataos electr¨®nicos. Casi un trimestre despu¨¦s, s¨ª ha querido contar con el aval de la comunidad educativa y este lunes ha anunciado que ampliar¨¢ esas restricciones hasta el punto de prohibir el uso de los tel¨¦fonos personales de los estudiantes incluso para fines exclusivamente did¨¢cticos y con criterios pedag¨®gicos -la excepci¨®n que se aplicaba hasta ahora- hasta 3? de la ESO, de acuerdo con un dictamen aprobado por el Consejo Escolar de Andaluc¨ªa.

La ampliaci¨®n de la restricci¨®n ha venido avalada por la presentaci¨®n de los resultados de una serie de talleres que ha realizado la Consejer¨ªa de Desarrollo Educativo sobre las consecuencias para la salud mental, la seguridad en materia de acceso a contenidos y los efectos en la convivencia. ¡°A partir de 3? de la ESO se recomienda limitar su uso en la jornada escolar a determinados momentos puntuales con fines exclusivamente did¨¢cticos y con criterios pedag¨®gicos debidamente justificados en el proyecto educativo de los centros, teniendo en cuenta, en todo caso, la edad del alumnado, su maduraci¨®n y sus caracter¨ªsticas psicoevolutivas¡±, se indica en el dictamen.

Esa prohibici¨®n con car¨¢cter general tambi¨¦n se ampl¨ªa a toda la jornada escolar, incluyendo recreos, actividades complementarias, extraescolares y transporte y a todos los espacios de los centros educativos, incluyendo comedores, pasillos y zonas comunes, ha explicado la consejer¨ªa en un comunicado. Adem¨¢s, y a petici¨®n de los docentes, estas nuevas restricciones se incorporar¨¢n mediante la reforma de los decretos que regulan el funcionamiento de los centros educativos, una disposici¨®n con un rango mayor que la instrucci¨®n en la que se recogieron las primeras limitaciones y que garantiza una mayor homogeneizaci¨®n a la hora de su aplicaci¨®n en los centros.

La decisi¨®n ha sido recibida positivamente por la comunidad educativa, que, recalca, no obstante, que la mayor¨ªa de los centros escolares ya ven¨ªan aplicando sus propias normativas antes de que la Junta publicara la primera instrucci¨®n. ¡°Nos parece interesante que haya un marco normativo com¨²n que vaya m¨¢s all¨¢ de una instrucci¨®n que parec¨ªa emitida m¨¢s por intereses pol¨ªticos y por eso valoramos que esta vez se haya tenido en cuenta al Consejo Escolar de Andaluc¨ªa¡±, indica Virginia Rodr¨ªguez, la presidenta de la Asociaci¨®n de Directores de Institutos de Andaluc¨ªa (ADIAN).

Rodr¨ªguez, como tambi¨¦n el sindicato de educaci¨®n Ustea y la Federaci¨®n de Asociaciones de Madres y Padres de Andaluc¨ªa, reclama por parte de la administraci¨®n que para suplir la falta de dispositivos m¨®viles de los propios alumnos en los cursos de 2? de ESO para abajo, se garanticen dispositivos electr¨®nicos suficientes para que todos puedan hacer uso de esos recursos esenciales para el desarrollo de las competencias digitales. ¡°Muchos de esos dispositivos m¨®viles e incluso el acceso ilimitado a datos que tienen muchos de esos alumnos suplen muchas veces el d¨¦ficit secular de servicio de la red y de falta de dispositivos¡±, advierte ?ngel Garc¨ªa, responsable de comunicaci¨®n federal de USTEA y que ha estado presente, como Rodr¨ªguez, en la reuni¨®n del Consejo Escolar Andaluz.

Desde la Junta se ha informado del compromiso de distribuir 410.000 ordenadores port¨¢tiles que se consideran suficientes recursos para paliar ese d¨¦ficit, junto con las pizarras digitales de las que ya disponen los centros. Rodr¨ªguez, sin embargo, duda de que basten incluso para el resto de etapas formativas. ¡°No podemos contar tampoco con los m¨®viles particulares de los alumnos, porque hay que contar con que no lo pueda traer, no quiera traerlo o simplemente no disponga de ¨¦l¡±, se?ala.

Por eso desde su asociaci¨®n, como desde Ustea, se demanda que m¨¢s all¨¢ de que haya una normativa unificada se garantice cierta flexibilidad en la autonom¨ªa pedag¨®gica de los centros, que son los que mejor conocen las carencias y potencialidades de los centros. ¡°No queremos que estas restricciones limiten la autonom¨ªa pedag¨®gica de los centros a la hora de determinar o condicionar c¨®mo imparten sus clases los profesores de estos cursos donde la prohibici¨®n es absoluta¡±, se?ala Garc¨ªa.

No solo prohibir

Las organizaciones de padres, no obstante, cuestionan que la soluci¨®n de la Junta para atajar los problemas que encierra el mal uso y el abuso de los dispositivos m¨®viles por los menores sea solo la prohibici¨®n. ¡°Estamos hablando de prohibir el m¨®vil hasta 3? de la ESO y que luego las familias act¨²en o no act¨²en para educar a sus hijos e hijas en el buen uso de los tel¨¦fonos m¨®viles¡±, se?ala la presidenta de CODAPA, Roc¨ªo Benj¨ªnez. ¡°Al final estamos hablando de que lo que se pretende es que nuestros hijos no hagan un uso indebido del m¨®vil porque no lo tienen, pero una vez que pasan las puertas del colegio ya no importa el uso que hagan¡±, abundan. Por eso desde la federaci¨®n de Ampas lo que reclaman a la consejer¨ªa es ¡°una formaci¨®n continua y una educaci¨®n en el ¨¢mbito educativo y en el familiar del uso correcto del m¨®vil y delresto de dispositivos¡±, se?ala Benj¨ªnez.

Todas las organizaciones consultadas, aunque coinciden en que la medida es positiva, comparten la idea de que, en pleno arranque del proceso de escolarizaci¨®n para el curso que viene, hay otros problemas m¨¢s acuciantes que el uso de los dispositivos m¨®viles, como la bajada de ratio o la eliminaci¨®n de l¨ªneas educativas en la escuela p¨²blica. Ponen como ejemplo el hecho de que los problemas por incumplimiento de las instrucciones sobre las limitaciones del uso de los m¨®viles en las aulas establecidas en diciembre han sido pr¨¢cticamente inexistentes. ¡°Entre otras cosas porque ya aplic¨¢bamos nosotros nuestras propias normas, por eso echamos de menos que se cuente m¨¢s con nuestras organizaciones¡±, subraya Rodr¨ªguez.