Cientos de personas ocupan la playa m¨¢s famosa de Mallorca para recuperar los lugares que el turismo invadi¨®
Un movimiento ciudadano ha colapsado este domingo Es Cal¨® des Moro para visibilizar las consecuencias de la masificaci¨®n tur¨ªstica que sufren los residentes
Hace veinte a?os a muchos les costaba llegar a Es Cal¨® des Moro, una peque?a cala de aguas cristalinas entre acantilados de acceso abrupto en el municipio mallorqu¨ªn de Santany¨ª. Su ubicaci¨®n no estaba se?alizada en los letreros de la carretera y muchos llegaban gracias a las indicaciones de amigos que hab¨ªan estado alguna vez. El verano pasado, la cola para acceder a la cala lleg¨® a alcanzar las tres horas y pocos en la isla conocen a alg¨²n residente que se haya aventurado a ir por placer en los ¨²ltimos a?os. Dejar la toalla y la cesta era misi¨®n imposible, la orilla estaba minada de personas haci¨¦ndose fotos, el camino de acceso hab¨ªa quedado totalmente erosionado y los conductores que trataban de evitar los veinte minutos de paseo desde el aparcamiento m¨¢s cercano embotellaban con sus coches el peque?o n¨²cleo de viviendas impidiendo a los vecinos salir de sus casas. Este domingo, alrededor de 300 residentes han tomado la playa con el objetivo de visibilizar las consecuencias que la masificaci¨®n tur¨ªstica tiene para los vecinos de Mallorca.
La sensaci¨®n creciente de presi¨®n tur¨ªstica viene respaldada por los ¨²ltimos datos de AENA, que revelan que el aeropuerto de Palma registr¨® 3,8 millones de viajeros el pasado mes de mayo, un 12,3% m¨¢s que el mismo mes del a?o anterior. M¨¢s de 27.000 movimientos de aeronaves que impulsaron el turismo alem¨¢n y brit¨¢nico, principalmente. Una situaci¨®n que ha comenzado a hacer mella en una ciudadan¨ªa que en muchos casos ha dejado de hacer ciertos planes, como ir a la playa o a pasear a determinados lugares, que anta?o se antojaban habituales. Las declaraciones de la portavoz parlamentaria de Vox en las islas, Manuela Ca?adas, que afirm¨® hace unas semanas que los mallorquines no pueden pretender ¡°querer ir a las playas en julio y agosto tranquilamente como hace a?os¡± prendieron la mecha del enfado de muchos residentes.
A las ocho de la ma?ana de este domingo, grupos de amigos comenzaban a bajar por las estrechas calles del n¨²cleo de casas de cala S¡¯Almunia cargados con sombrillas, neveras, pancartas y flotadores con el objetivo de bajar a Es Cal¨® des Moro. Jordi Ribas, vecino de Cala Pi, contaba que se hab¨ªa decidido a participar para apoyar que Mallorca ¡°no es un parque tem¨¢tico¡± y que el medio ambiente y el entorno se tiene que preservar. ¡°La mejor forma es ver gr¨¢ficamente como se pone un sitio como este que ha sido paradisiaco toda la vida. Yo hab¨ªa estado de peque?o y esto ha cambiado completamente, no hab¨ªa estas congregaciones, esto es peor que la playa de las Catedrales de Lugo¡±. Para Jaume Valent¨ª, vecino de Marratx¨ª que llegaba andando con sus bastones de monta?a, es necesario exteriorizar que el turismo en Mallorca se sale de lo que deber¨ªa ser normal y cree que el residente mallorqu¨ªn est¨¢ al servicio del turista ¡°cuando es el turismo el que tendr¨ªa que mejorar las condiciones de vida de los mallorquines¡±.
A trav¨¦s de una cuenta en la red social X bajo el usuario Mallorca Platja Tour comenz¨® a formarse hace unas semanas un movimiento ciudadano que, alrededor del lema ¡®Ocupemos nuestras playas¡¯, pretende visibilizar la situaci¨®n a la que se ven abocados los residentes durante los meses de verano. ¡°Es Cal¨® des Moro se ha convertido en un lugar emblem¨¢tico, muy popularizado por instagramers e influencers internacionales hasta el punto de que ha perdido casi toda la arena. Esta situaci¨®n ha provocado que muchos mallorquines, que hace a?os que no pueden acceder, se sientan expulsados de su propio territorio¡±, explican en su manifiesto para justificar la elecci¨®n de esta cala para llevar a cabo la acci¨®n. La primera, que fue improvisada cuatro d¨ªas despu¨¦s de las declaraciones de la portavoz de la ultraderecha, reuni¨® a unas 60 personas en la playa de Sa R¨¤pita.
4.000 personas diarias
Es Cal¨® des Moro soporta en sus apenas 15 metros la presi¨®n de 4.000 personas cada d¨ªa, que se llevan de la cala 50 kilos de arena impregnados en sus pies, toallas, sombrillas y mochilas, seg¨²n los datos de un estudio que maneja el Ayuntamiento de Santany¨ª. ¡°Es un absurdo. ?Es normal que tengamos que renunciar a una cosa que podemos disfrutar porque hay esta fiebre for¨¢nea? Creo que no, vivimos del turismo, pero tiene que estar controlado¡±, dice Mar¨ªa Pons, alcaldesa de la localidad, que esta semana ha lanzado un ¡°ruego¡± para que se deje descansar la playa, que ha perdido buena parte de su arena. La primera edil afirma que el Ayuntamiento gasta mucho dinero del presupuesto en limpiar los ba?os port¨¢tiles instalados en la zona, mantener el destacamento de dos agentes de la polic¨ªa local de forma permanente y recoger ¡°cantidades brutales de basura¡± que quedan acumuladas en la zona debido a los turistas inc¨ªvicos. Cree que buena parte de la culpa de la situaci¨®n es de las redes sociales y de las publicaciones que incluyen constantemente fotograf¨ªas de la cala para promocionar el destino, algo que, dice, el Ayuntamiento dej¨® de hacer hace muchos a?os.
Al grito de ¡°es hora de parar¡±, alrededor de 300 personas han ocupado toda la superficie de la playa con toallas, sombrillas y neveras, portando carteles y camisetas en los que se pod¨ªa leer SOS Residents. Un grupo de voluntarios ha permanecido en el camino de acceso para informar con folletos en ingl¨¦s y alem¨¢n de la acci¨®n a los turistas m¨¢s madrugadores. Uno de ellos era Pedro, viajero de Brasil que ha acudido pasadas las nueve de la ma?ana a la zona con la intenci¨®n de hacerse una foto con su pareja para inmortalizar sus vacaciones. A pesar de la desilusi¨®n al no encontrar sitio, ambos entend¨ªan la protesta porque opinan que las personas que viven en la isla ¡°tienen que tener el derecho a venir a la playa¡±. Para este viajero, la acci¨®n tiene sentido si los residentes no pueden disfrutar del lugar en el que viven, aunque cree que es necesario encontrar un equilibrio para que los visitantes tambi¨¦n puedan disfrutarlo. Media hora despu¨¦s llegaban Aleix y Ainara, dos j¨®venes procedentes de Barcelona, que han dado con la cala ¡°porque es la m¨¢s famosa en Tik Tok¡±. ¡°Creo que en casi todos los pueblos a los que puedes ir hay mucho turista, en Barcelona tambi¨¦n. Pero es turismo, igual que nosotros salimos fuera a disfrutar de otros pa¨ªses¡±, dice Aleix, apoyado por Ainara, que cree que los vecinos tienen que entender ¡°que viven en un sitio tur¨ªstico¡±.
Para la alcaldesa, sin embargo, la situaci¨®n ha pasado a ser ¡°una aberraci¨®n¡±. ¡°Hay gente haci¨¦ndose fotos que se cambia tres y cuatro veces de ba?ador para hacer ver que ha estado diferentes d¨ªas en Es Cal¨®. Es que roza lo absurdo¡±, dice mientras insiste en que los residentes de Santany¨ª no van a la cala y los vecinos, como mucho, bajan a las seis de la ma?ana a darse un ba?o. Precisamente los vecinos de este peque?o n¨²cleo, en el que hay un pu?ado de casas, son los principales perjudicados. Un aparcamiento situado a 20 minutos a pie de la playa mitiga en parte el trasiego de coches, pero hay muchos conductores que prefieren esperar en la zona por si se libra una plaza y terminan atascando los accesos. ¡°El que no ha podido aparcar lo hace donde ve un hueco y luego termina impidiendo la salida a los vecinos¡± dice Pons. A pesar de las llamadas a dejar descansar la cala, el ayuntamiento de la localidad ha decidido ampliar el aparcamiento que da acceso a la zona, en una decisi¨®n que parece contradictoria con los mensajes lanzados esta semana y que la alcaldesa justifica en la necesidad ¡°de descongestionarla la zona¡±. Este domingo han sido muchos los turistas que se han dado media vuelta al encontrar la playa llena.
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