M¨¢laga sigue en un bucle de cortes y restricciones para afrontar la sequ¨ªa pese a las ¨²ltimas lluvias

Pas¨® el verano, se fueron los turistas de la Costa del Sol y volvieron las restricciones de agua para los residentes. Tras la puesta en marcha por parte de la Junta de Andaluc¨ªa de un periodo excepcional entre junio y septiembre que flexibilizaba las medidas de ahorro y permit¨ªa llenar piscinas, la llegada del oto?o ha vuelto a poner sobre la mesa la situaci¨®n cr¨ªtica que vive M¨¢laga. Seg¨²n la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet), la provincia andaluza acumula cinco a?os hidrol¨®gicos secos o muy secos, en especial los dos ¨²ltimos, en los que solo ha llovido la mitad de lo normal. Hoy es una de las m¨¢s afectadas por la sequ¨ªa: un pu?ado de municipios mantienen cortes nocturnos intermitentes desde hace a?o y medio, y los agricultores solo pueden regar con aguas regeneradas. Aunque el temporal de la semana pasada trajo importantes destrozos en la zona del Guadalhorce, tambi¨¦n dej¨® una buena noticia. Ahora los embalses disponen de un 20% m¨¢s de agua que el a?o pasado a estas alturas. ¡°No cambia nada¡±, avisan desde la Junta de Andaluc¨ªa.

La provincia malague?a vive en una especie de bipolaridad. A un lado, hay consciencia de que las restricciones son necesarias ante la alarmante escasez de agua. Al otro, hay sensaci¨®n de que esas medidas pueden afectar al turismo, principal motor econ¨®mico local. Entremedias, el campo se seca. Es una tensi¨®n que se vive entre vaivenes pol¨ªticos, cambios de opini¨®n, presiones empresariales y con la mirada siempre en el cielo a la espera de lluvia. Lo hizo la semana pasada, de manera torrencial, causando la muerte de una persona y con consecuencias devastadoras para muchas familias que vieron c¨®mo sus casas y sus cultivos se inundaban. Llegaron a caer 175 litros en 24 horas en algunos puntos del Guadalhorce y eso alivi¨® los pantanos malague?os, pero poco. Hoy tienen 143 hect¨®metros c¨²bicos, una quinta parte m¨¢s que el a?o pasado, pero a¨²n apenas al 23,3% de su capacidad. ¡°De momento no alteran lo anunciado¡±, destacan desde la Junta de Andaluc¨ªa.

La tormenta, adem¨¢s, fue una excepci¨®n. Los datos de la Aemet revelan que en nueve de los ¨²ltimos diez a?os hidrol¨®gicos la cantidad de precipitaciones ha sido menos de la media. Y la situaci¨®n va a peor: en las dos ¨²ltimas temporadas cayeron 355 y 372 litros por metro cuadrado, la mitad de lo habitual. Ambos han entrado entre los cinco a?os m¨¢s secos desde que hay registro. Las previsiones futuras son poco halag¨¹e?as. ¡°Con el contexto de cambio clim¨¢tico debemos esperar que la precipitaci¨®n total anual vaya disminuyendo en el sur de Espa?a conforme vayan avanzando las d¨¦cadas¡±, subraya el jefe del Centro Meteorol¨®gico de M¨¢laga, Jes¨²s Riesco que, eso s¨ª, no descarta ¡°alguna situaci¨®n de lluvias intensas lo suficientemente persistente y extensa como paliar el d¨¦ficit actual de agua durante este oto?o o invierno¡±, relata con optimismo.

Salvar el turismo

La pasada primavera, la llamada Comisi¨®n de Gesti¨®n de Sequ¨ªa ¡ªformada por Junta Andaluc¨ªa y organizaciones empresariales, sindicales y ecologistas, cuyas decisiones no son vinculantes¡ª acord¨® que en verano no se permitir¨ªa llenar piscinas para ahorrar agua. El anuncio caus¨® revuelo y, d¨ªas m¨¢s tarde, cuando las medidas fueron publicadas oficialmente en el Bolet¨ªn Oficial de la Junta de Andaluc¨ªa (BOJA), la prohibici¨®n hab¨ªa desaparecido. Como excusa, se se?al¨® que las lluvias que aguaron la Semana Santa hab¨ªan mejorado las reservas. El 1 de junio arranc¨® un periodo de excepci¨®n que, hasta el 30 de septiembre, flexibilizaba los usos y aumentaba la cantidad de agua asignada por d¨ªa y habitante a la Costa del Sol, principal destino tur¨ªstico de Andaluc¨ªa. El objetivo de la Administraci¨®n auton¨®mica y su consejero de Turismo, Arturo Bernal, era salvar la temporada tur¨ªstica. Lo han conseguido. Entre junio y agosto llegaron 6,2 millones de personas, que dejaron la cifra r¨¦cord de 8.752 millones de euros, seg¨²n los datos de la Diputaci¨®n Provincial de M¨¢laga.

Pasada la etapa de par¨¦ntesis y acabados los meses estivales, el Comit¨¦ de Sequ¨ªa volv¨ªa a reunirse el 10 de octubre para marcar las nuevas pautas. La principal fue la disminuci¨®n del consumo m¨¢ximo, que se situ¨® ya en 180 litros por persona y d¨ªa en la capital malague?a y la comarca de la Axarqu¨ªa. Las piscinas pueden seguir llen¨¢ndose, lo que ha acarreado un chaparr¨®n de cr¨ªticas ecologistas. ¡°Participamos en el comit¨¦, pero no hacen caso a nuestras recomendaciones. Da la sensaci¨®n de que no son conscientes de que la sequ¨ªa no ha pasado y que somos un territorio muy vulnerable¡±, denuncia Librada Moreno, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n, que lamenta que municipios como Mijas sigan promoviendo nuevos campos de golf. Seg¨²n el CIS regional, solo el 1,8% de los andaluces considera la sequ¨ªa el principal problema. ¡°La situaci¨®n es alarmante, escalofriante¡±, advert¨ªa hace unas semanas el consejero andaluz de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ram¨®n Fern¨¢ndez-Pacheco. Hace unos d¨ªas, subray¨® ¡°la lucha sin cuartel frente a la sequ¨ªa¡±, a la que han dedicado 555 millones del presupuesto andaluz para 2025.

Sin agua cada noche

La tormenta perfecta se da en la comarca de la Axarqu¨ªa. Declarada en escasez grave, un pu?ado de sus municipios ¡ªcomo El Borge o Alm¨¢char¡ª sufren cortes nocturnos de manera peri¨®dica desde junio de 2023. Hay noches que s¨ª, noches que no, pero estas est¨¢n empezando a escasear desde las nuevas limitaciones. Las restricciones m¨¢s largas las viven los 80.000 vecinos de V¨¦lez-M¨¢laga, donde hay d¨ªas que no sale agua del grifo desde las 22.30 horas y no vuelve hasta las 7.30 de la ma?ana. No siempre son iguales, lo que ha obligado a muchas comunidades a mejorar sus instalaciones de almacenamiento para evitar problemas. Lo mismo ha ocurrido en el sector de la hosteler¨ªa. ¡°El verano pasado pusimos un dep¨®sito de 300 litros en la cocina porque nos qued¨¢bamos sin agua en el servicio de cenas. Hay d¨ªas que los cortes son en horarios aleatorios y es un problema enorme, pero no queda otra que adaptarse¡±, explica Jaime Tejedor, chef del restaurante El Alimentario, ubicado en Torre del Mar, barriada vele?a.

El campo tampoco lo tiene f¨¢cil. ¡°Hasta los pozos ilegales est¨¢n secos¡±, retrata el ecologista Rafael Yus. Tras varios a?os sin poder utilizar aguas del pantano de La Vi?uela, cuya agua embalsada apenas era hace unos meses del 7%, la Junta de Andaluc¨ªa autoriz¨® a los agricultores usar tres hect¨®metros c¨²bicos del pantano, que con las lluvias de Semana Santa y las de la semana pasada se ha recuperado m¨ªnimamente: hoy est¨¢ solo al 15%. Cuando se les acaben ¡ªa punto de ocurrir¡ª ya no tendr¨¢n permiso para usar m¨¢s. De momento, ese caudal lo emplean para mezclarlo con los nueve hect¨®metros c¨²bicos que s¨ª pueden utilizar procedentes de aguas regeneradas de diversas depuradoras de la costa oriental, que llega con demasiada sal y era muy criticada por los regantes. Pronto ser¨¢ mejorada, asegura Jorge Mart¨ªn, presidente de Axaragua, empresa p¨²blica encargada tanto de la depuraci¨®n como del abastecimiento de una treintena de municipios.

Mientras Estepona ultima su propia desaladora ¡ªanunciada para el pasado verano, pero a¨²n sin funcionar¡ª en la costa occidental, la oriental tiene sus esperanzas en la desaladora proyectada por el Gobierno. El proceso est¨¢ en marcha, pero para que sea una realidad habr¨¢ que esperar, con suerte, entre cuatro o cinco a?os. La idea es que permita surtir 12 hect¨®metros c¨²bicos anuales para el campo y otros 12 para suministro urbano. ¡°La necesitamos para que el agua est¨¦ garantizada¡±, subraya Mart¨ªn. El objetivo de la zona es mantener vivo uno de sus grandes pilares de la econom¨ªa, el cultivo de mangos y aguacates. Su desarrollo ha permitido rayar el pleno empleo en la zona durante los ¨²ltimos a?os, pero la escasez de agua est¨¢ haciendo tambalearse al sector y ya hay quien ha comenzado a talar aguacates al ver que la lluvia es un fen¨®meno cada vez m¨¢s excepcional en M¨¢laga.