Jaume Collboni: 100 d¨ªas en la alcald¨ªa de Barcelona para desmarcarse de Ada Colau
El nuevo alcalde arranca el mandato con un plan de choque de limpieza y seguridad y prometiendo di¨¢logo y confianza a los empresarios
Han pasado 100 d¨ªas desde la investidura en la que, in extremis, el socialista Jaume Collboni le movi¨® la silla al ganador de las elecciones en Barcelona, Xavier Trias (Junts), y fue elegido alcalde con los votos de los comunes de Ada Colau y el PP. Tom¨® la vara de mando con semblante serio, en un Sal¨® de Cent donde la tensi¨®n se pod¨ªa cortar. 100 d¨ªas despu¨¦s, que coinciden con La Merc¨¨, ya metido en el traje de alcalde, exhibe ¡°ambici¨®n¡±, tiende puentes y no levanta ampollas, al contrario de lo que hizo su predecesora hace ocho a?o cuando lleg¨® al poder. Collboni arranc¨® el mandato con un plan de choque de limpieza y seguridad; revirtiendo actuaciones de su ex socia, aunque sin desmantelar un legado compartido; y prometiendo a los empresarios ¡°restablecer el di¨¢logo y la confianza que la ciudad necesita¡±, considera, despu¨¦s de ocho a?os de colauismo que soliviant¨® a parte de los empresarios de la ciudad.
El PSC gobierna con minor¨ªa, con solo 10 concejales de 41, y el alcalde dice que no tiene prisa por incorporar socios, al tiempo que hace gui?os a los comunes y ERC --con el argumento de que Barcelona vot¨® mayoritariamente partidos progresistas--; pero no cierra la puerta a un pacto con Junts, protagonista inesperado del oto?o pol¨ªtico. Todo mirando de reojo a las negociaciones del PSOE para formar Gobierno con el partido de Carles Puigdemont, por mucho que Collboni insista en que ¡°Barcelona se decide en Barcelona¡± y que ¡°no es moneda de cambio¡±. Desde las municipales de mayo, cuando el PP gan¨® las grandes alcald¨ªas espa?olas, Collboni presume de que Barcelona es ¡°la gran capital progresista¡± del pa¨ªs.
El nuevo alcalde utiliza t¨¦rminos de mercadotecnia al expresarse. ¡°El claim es anem per feina¡±, aseguraba el mi¨¦rcoles cuando compareci¨® para hacer balance de su gesti¨®n. Un claim es la palabra o frase con la que una organizaci¨®n se define. Y ¡°anem per feina¡±, una expresi¨®n catalana que podr¨ªa traducirse como ¡°vamos al l¨ªo¡±. Su primera obsesi¨®n ha sido poner orden en el espacio p¨²blico, con el Pla Endre?a, un plan de choque de limpieza viaria, recogida de basura y seguridad. En el frente ciudadano, durante el verano han aumentado m¨¢s de un 20% respecto a 2022 las multas por hacer botell¨®n, pis en la calle, tirar basura o hacer pintadas. Las denuncias a manteros han subido 34%, lo que ha provocado quejas entre entidades sociales y en las redes por criminalizarles. En una campa?a en carteles las juventudes de ERC renombran el plan como ¡°Plan Racista¡±. M¨¢s all¨¢ de las multas a personas o comercios, en una iniciativa in¨¦dita, el Gobierno municipal ha sancionado con casi 300.000 euros a las empresas concesionarias del servicio de limpieza por no hacer bien su trabajo: equipos de limpieza que no estaban donde deber¨ªan estar, falta de empleados o no limpiar con el tratamiento acordado.
Con las herencias de dos mandatos de Colau, ha habido gestos relevantes. Desmantelar el urbanismo t¨¢ctico en la calle de Pelai, donde han vuelto los aparcamientos de motos y servicios. Limitar a solo el horario de entrada y salida de alumnos las multas de los radares ubicados en entornos escolares para limitar la velocidad a 30 kil¨®metros por hora, cuando antes multaban 24 horas. Reducir el n¨²mero de ecochaflanes previstos por Colau. O, ante las feroces cr¨ªticas del carril bici de la Via Augusta, anunciar que lo revisar¨¢, lo que tiene al colectivo ciclista a punto de desenterrar el hacha de guerra. Collboni tambi¨¦n ha restablecido las relaciones institucionales con la ciudad de Tel Aviv, que los comunes hab¨ªan roto. Siempre h¨¢biles en las redes sociales, la ex alcaldesa y su equipo han lanzado duras cr¨ªticas, pero destacados miembros del partido entienden que, en el fondo, no hay para tanto, que son gestos del socialista ¡°m¨¢s de postureo que de fondo¡±.
Donde Collboni s¨ª apunta a marcar un antes un despu¨¦s es en suavizar la obligaci¨®n a los promotores de ceder el 30% de los pisos que construyen a vivienda social (ya lo anunci¨® en campa?a electoral y los comunes y las asociaciones que lo promovieron lo consideran inadmisible) y en la pol¨ªtica sobre el coche privado. Si Colau se dispon¨ªa a extender las calles peatonales de su proyecto estrella (la Superilla del Eixample), el nuevo alcalde opta por ganar espacio verde en los interiores de manzana del distrito, sin tocar ni un coche. Esta semana recibi¨® en el Ayuntamiento a los representantes del los gremios y asociaciones del motor, una reuni¨®n que el consistorio evit¨® publicitar. Mientras, y tras la sentencia de una jueza que obliga a revertir la peatonalizaci¨®n de Consell de Cent en respuesta a un recurso de los comerciantes de Barcelona Oberta, la nueva responsable de Urbanismo y Movilidad, Laia Bonet, dej¨® claro que el actual equipo practicar¨¢ ¡°un urbanismo transformador desde el di¨¢logo y el consenso, no desde la confrontaci¨®n¡±. ¡°Porque hemos visto sus consecuencias, que son la judicializaci¨®n¡±, afirm¨®.
Tras el espacio p¨²blico y la seguridad, la otra gran prioridad que cita Collboni es la vivienda. Ha ofrecido solares a la Generalitat para que construya alquiler social y defiende la regulaci¨®n del precio del alquiler que prev¨¦ la Ley de Vivienda. Lo hizo incluso ante los empresarios cuando el martes en el C¨ªrculo de Econom¨ªa le cuestionaron contenci¨®n de rentas. El alcalde pronunci¨® una conferencia en la sede del lobi empresarial y se le vio c¨®modo y seguro: prometi¨® a directivos y empresarios ¡°rebajar la crispaci¨®n, buscar acuerdos, no hacer de la confrontaci¨®n una forma de hacer pol¨ªtica y fomentar la cooperaci¨®n p¨²blico-privada¡±. Tambi¨¦n presumi¨® de di¨¢logo con todas las instituciones: desde la presidencia de la Generalitat o el Parlament, hasta la reuni¨®n del lunes con el rey Felipe VI. Desde la sala le pidieron, adem¨¢s, mejor sinton¨ªa con la Iglesia o la c¨²pula militar.
En el pr¨®ximo mes, Collboni debe encontrar alianzas para aprobar el presupuesto de 2023. Los aliados naturales del PSC no lo est¨¢n poniendo f¨¢cil. Los comunes ya han advertido de que no negociar¨¢n las cuentas si no se acuerda tambi¨¦n la entrada en el gobierno. ERC se muestra muy cr¨ªtico con Collboni, a quien acusa de virar a la derecha. El PP pide al alcalde que no se case con nadie. Y Trias mantiene que, si sobre la mesa hay un buen presupuesto o un buen acuerdo para la ciudad, no se negar¨¢. Ante unas semanas que pintan calientes, fuentes socialistas aseguran que est¨¢n c¨®modos en el gobierno, se sienten fuertes con sus gerentes y est¨¢n convencidos de que podr¨¢n controlar un barco que han capitaneado durante m¨¢s de cuatro d¨¦cadas, desde las primeras elecciones de la democracia. Las mismas voces mantienen que podr¨¢n resistir en minor¨ªa con apoyos puntuales -Collboni habla cada vez m¨¢s de ¡°acuerdos de gobernabilidad¡±- y a?aden que despu¨¦s del reparto de ¨¢reas entre concejales, ahora muchos no est¨¢n dispuestos a ceder poder a un eventual socio.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.