La Generalitat borra las huellas de la dictadura de Primo de Rivera del Sal¨® Sant Jordi

Durante la dictadura del general Primo de Rivera (1924-1931), el presidente de la Diputaci¨®n de Barcelona, Josep M. Mil¨¤ i Camps, acab¨® de restaurar el Sal¨® de Sant Jordi, revisti¨¦ndolo de todo un repertorio de telas anacr¨®nicas y de car¨¢cter historicista. Las paredes plasmaban momentos de la historia de Espa?a, algunos de ellos relacionados con Catalu?a, como el recibimiento de los Reyes Cat¨®licos a Col¨®n en Barcelona, en la que se ve a unos indios rindi¨¦ndoles pleites¨ªa o el Compromiso de Caspe. En esa estancia este mi¨¦rcoles ha sonado Jo vinc d¡¯un silenci, tema escogido para remarcar la importancia del pasado en el camino hacia el futuro. Porque hoy el Sal¨® de Sant Jordi del Palau de la Generalitat ha recuperado su aspecto renacentista original, una vez ha finalizado el proceso de retirada de las obras de la Dictadura.

El regreso a Catalu?a de Josep Tarradellas en 1976. O la concesi¨®n de la medalla de oro a las artistas l¨ªricas a Alicia de Larrocha y Montserrat Caball¨¦. O la celebraci¨®n de la primera Copa de Europa del Bar?a en 1992. El Sal¨® Sant Jordi ha sido testigo de momentos emblem¨¢ticos de la historia reciente de Catalu?a. ¡°Era imperativo recuperar la grandeza, la majestuosidad, el vigor, la energ¨ªa y la vitalidad del Sal¨® de Sant Jordi. La Generalitat no se identifica con un ideal hist¨®rico catolicista, integrista y colonialista de esas pinturas¡±, ha subrayado el presidente en funciones, Pere Aragon¨¨s, este mi¨¦rcoles en un acto al que han asistido el presidente del Parlament, Josep Rull, y el expresidente Quim Torra, y bajo cuyo mandato se cre¨®, en 2019, la Comisi¨®n que acord¨® la retirada de las pinturas.

A principios del siglo XVII, Francesc Oliver de Boteller, abad de Poblet y 75? presidente de la Generalitat, encomend¨® al artista Pere Blai la ampliaci¨®n de la casa g¨®tica hacia el lado de Sant Jaume, para construir una nueva capilla m¨¢s grande y abrir el edificio hacia la antigua Casa de la Ciutat. Casi 16 meses de trabajo frente a 860 metros cuadrados de superficie de pintura han permitido que en julio de 2024 el Palau de la Generalitat recupere su estilo original.

La Generalitat no se identifica con un ideal hist¨®rico catolicista, integrista y colonialista de esas pinturas¡±, subrayado Aragon¨¨s

Desde el 2 de mayo de 2023, los t¨¦cnicos, arquitectos y restauradores han trabajado para eliminar hasta 24 pinturas de gran formato, ubicadas en las paredes laterales, y 45 obras de menor tama?o situadas en los paramentos y reversos del techo de la sala. Al extraer estas pinturas sobre ¨®leo, el espacio ha revelado los restos de la arquitectura y ornamentaci¨®n del maestro renacentista Pere Blai. ¡°Hace poco menos de un a?o, el Sal¨® era el producto de los a?os de dictadura, lleno de construcciones y pinturas oscuras que dificultaban la visibilidad de la arquitectura. Ahora podemos presumir de haber recuperado su aspecto di¨¢fano¡±, ha se?alado Mireia Mestre, directora del Centro de Restauraci¨®n de Bienes Muebles de Catalu?a (CRBMC).

Arrastradas las pinturas de la dictadura, devolver la luminosidad, amplitud y ligereza renacentista al Sal¨®, ha requerido priorizar las tareas de limpieza, y los trabajos de consolidaci¨®n y recuperaci¨®n del estuco de cal original y de la policrom¨ªa que envuelve los arcos del techo. El acabado arquitect¨®nico de los paramentos se ha mantenido igual que el del techo, priorizando la recuperaci¨®n de la masilla original, en los frisos y fajas entre los capiteles, como se sab¨ªa que exist¨ªan desde 1600 hasta 1926. Durante la investigaci¨®n, los encargados del proyecto descubrieron pinturas murales al fresco de Joaqu¨ªn Torres Garc¨ªa que hab¨ªan quedado tapadas por la pintura de la dictadura en 1926.

En 1932, Josep Tarradellas, como conseller de gobernaci¨®n de la Generalitat, dio comienzo a la retirada de algunas de las pinturas nacional-cat¨®licas del Sal¨® Sant Jordi para dejarlo tal y como era antes de la dictadura de Primo de Rivera. Pero el inicio de la Guerra Civil, en 1936, par¨® todo el proceso de restauraci¨®n. Cuando se aprob¨® el nuevo proyecto en 2019, los expertos de la comisi¨®n encargada aseguraron que la decoraci¨®n pict¨®rica se pod¨ªa retirar porque no era arte, sino un relato hist¨®rico cargado de contenido pol¨ªtico autoritario y antidemocr¨¢tico. ¡°Ahora que la Generalitat es la expresi¨®n de nuestra voluntad democr¨¢tica, recuperamos un s¨ªmbolo de inspiraci¨®n catalana para el futuro¡±, ha subrayado Aragon¨¨s, antes de que comenzaran a sucederse las primeras notas de Els Segadors.

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